Alcaraz abruma a Rune para desafiar por última vez a Nadal

Alcaraz abruma a Rune para desafiar por última vez a Nadal

Actualizado Miércoles, 16 octubre 2024 - 22:02

El prometido espectáculo en Riad apenas pudo estirarse durante 72 minutos, los que empleó Carlos Alcaraz en pasar por encima de Holger Rune (6-4, 6-2) para citarse con Rafa Nadal en las semifinales del Six Kings Slam. El controvertido torneo de exhibición saudí, con su desorbitada bolsa en premios pero fuera de la órbita de la ATP, albergará el último duelo entre los dos grandes colosos del tenis español. De momento, Nadal domina 2-1 en el cara a cara, aunque Alcaraz parte el jueves (no antes de las 20:00 horas) como favorito para igualar el registro.

"He visto los partidos de Rafa desde que empecé a jugar y me fijo en él. He crecido con él y ha sido mi ídolo. Todavía lo es. Es una pena que se retire del tenis. Es una persona importante en mi vida y mi carrera", aseguró Alcaraz tras su victoria. "Él fue una de las razones por las que quería ser tenista. Que ahora se retire es duro para todos", añadió el número dos del ránking ATP.

El dominio de Alcaraz sobre el alicaído Rune, que a lo largo de 2024 sólo pudo disputar la final de Brisbane, se materializó a través del látigo de su drive. Tras un inicio igualado, el reciente campeón en Pekín empezó a dominar desde el fondo para concretar el break con el que se llevaría el primer set.

Sinner, frente a Djokovic

A partir de entonces, el danés nada pudo oponer al desbordante torrente de Alcaraz. Su dominio desde todos los ángulos de la pista resultaba inabordable para el único tenista del torneo que aún no ha conquistado un major.

Fue un decepcionante desenlace para los aficionados saudíes, que tampoco habían encontrado margen para las emociones durante el partido inaugural, donde Jannik Sinner barrió del mapa a Daniil Medvedev (6-0, 6-3). De este modo, el italiano se medirá en la otra semifinal a Novak Djokovic, que llega a Arabia Saudí tras perder sus cuatro últimos enfrentamientos ante el último campeón de Wimbledon y US Open.

El Six Kings Slam, el ostentoso torneo en el que Nadal y Alcaraz juegan por la bolsa más grande de la historia

El Six Kings Slam, el ostentoso torneo en el que Nadal y Alcaraz juegan por la bolsa más grande de la historia

El tenis convertido en un producto de lujo. A partir de este miércoles en Riad se celebra un evento que rompe todos los parámetros económicos conocidos. Un torneo de exhibición en el que el ganador, el domingo, se embolsará el doble de dinero que en el Grand Slam mejor pagado, el US Open.

Seis millones de euros es la cifra por la que pelearán Rafa Nadal, Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Daniil Medvedev y Holger Rune, casi un millón y medio para cada uno sólo por participar en Arabia Saudí, según han precisado los organizadores. Las críticas por lo apretado del calendario se aparcan por unos días.

Para saber más

La lluvia de millones en Riad se encuadra en las actividades principales de la Riyadh Season, las fiestas de la ciudad. Aunque la fecha prevista no era octubre. Todo estaba listo para febrero, a la vuelta de los jugadores del Open de Australia, pero la lesión muscular de Nadal en Brisbane hizo cambiar todos los planes.

No en vano, el balear acapara todos los focos y no sólo por su condición de embajador deportivo del país árabe, tras el acuerdo anunciado en enero por la Federación Saudí de Tenis (STF). Él, que no compite desde los Juegos de París hace más de dos meses, está directamente clasificado para semifinales. Hoy se disputan los cuartos de final, Sinner-Medvedev y Rune-Alcaraz (desde las 18:30 horas, por Dazn). El jueves, a la misma hora, el ganador del primer partido se medirá con Djokovic y el del segundo, con Nadal. El viernes habrá jornada de descanso, por la norma de la ATP que impide que sus jugadores jueguen exhibiciones tres días seguidos. Y el domingo (17:30 h.), se jugarán el duelo por el tercer y cuarto y después la final. Será, salvo sorpresa, la penúltima cita tenística de la carrera de Nadal, que en Málaga el próximo mes de noviembre pondrá el punto y final con la disputa de la Copa Davis.

Al Sheikh

El show saudí acapara todos los lujos que se pueden imaginar y no sólo por la cifra sin precedentes que reparte entre sus participantes, la bolsa en premios más grande de la historia del tenis. Por ejemplo, se celebrará en un enorme pabellón con capacidad para 8.000 espectadores (The Venue) construido para la ocasión. El torneo de exhibición, que no reparte puntos para la clasificación mundial y que coincide con otros de la ATP como Almaty, Amberes y Estocolmo, lo organiza el millonario Turki Al Sheikh, propietario del Almería, asesor de la Corte Real del Reino de Arabia Saudí y presidente de la Autoridad General de Entretenimiento.

Tanto el fichaje de Nadal como este ostentoso torneo (ya el pasado mes de diciembre, Alcaraz y Djokovic disputaron una exhibición en Riad) se encuadran en la estrategia de Arabia Saudí de convertir el deporte en una herramienta geopolítica. El tenis es el último ariete, pero antes fueron el fútbol, el golf o la Fórmula 1. En el mundo de la raqueta, el gobierno saudí, a través de su Fondo de Inversión Pública (PIF), ya ha invertido en el patrocinio oficial del ranking ATP y organiza las Next Gen ATP Finals -la Copa de Maestros para los jugadores menores de 20 años-, al menos hasta 2027. Además, está buscando espacio en el calendario de torneos de nivel Masters 1000.

El próximo mes, será la sede de las WTA Finals (2 al 9 de noviembre). Una elección criticada por muchas tenistas, entre ellas las legendarias Martina Navratilova y Chris Evert. Ambas firmaron un artículo en The Washington Post titulado 'No ayudamos a construir el tenis femenino para que fuera explotado por Arabia Saudí'. «No sólo es este un país donde las mujeres no son vistas como iguales, es un país donde el panorama actual incluye una ley de tutela masculina que esencialmente convierte a las mujeres en propiedad de los hombres. Un país que criminaliza a la comunidad LGBTQ hasta el punto de la posible muerte. Un país cuyo historial en materia de derechos humanos y libertades básicas ha preocupado a la comunidad internacional durante décadas», criticaron.

Nadal, Gasol, Iniesta, Rudy Fernández, Gómez Noya... el adiós de la generación dorada del deporte español y la difícil búsqueda de herederos

Nadal, Gasol, Iniesta, Rudy Fernández, Gómez Noya… el adiós de la generación dorada del deporte español y la difícil búsqueda de herederos

En el deporte, como en la vida, unos se van y otros llegan. Una ley más que una regla. La despedida en el deporte es igual de irremediable, pero menos trágica que en la vida. En la vida se llama fallecimiento. En el deporte, retirada.

Para saber más

Para saber más

El deporte español ha sufrido en los últimos tiempos una plaga de retiradas. Más que en unas épocas y menos que en otras, y de diverso calibre, como siempre desde que el mundo es mundo. Pero, en cualquier caso, muchas y muy significadas. Remontémonos sólo tres años atrás, con el adiós, en 2021, de Pau Gasol. En 2022, de Alejandro Valverde y Sandra Sánchez. En 2023, Julen Aginagalde, Cesc Fábregas, David Silva, Lydia Valentín, Ona Carbonell...

En los últimos días se han producido dos despedidas prácticamente simultáneas: las de Rafa Nadal y Andrés Iniesta. Les habían precedido en el trance Álvaro Martín, Gómez Noya, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Marc Gasol, Víctor Claver, Jesús Navas, Joan Cañellas, Viran Morros, Cristian Toro, Cristian Ugalde, Pablo Herrera, Sete Benavides, Garbiñe Muguruza, Melani Costa, Nerea Perea... Todos campeones mundiales, europeos y/o medallistas olímpicos. O, como en el caso de la recién casada Muguruza, ex número uno de la WTA. El deporte español se ha debilitado con tantas renuncias.

Mireia Belmonte

Mireia Belmonte no está oficialmente retirada. Pero a sus 34 años en noviembre y después de varios prácticamente incapacitada a causa de las molestias en sus hombros, el anuncio de su marcha puede llegar en cualquier momento, aunque, según sus palabras, siga entrenándose y pensando (soñando) en un regreso en 2025. Un caso parecido al de Nadal y, nos tememos, con un mismo inevitable desenlace. Tampoco inspira optimismo Carolina Marín. A los 31 años, tras su grave lesión en los Juegos de París, incidiendo en sus rodillas ya muy castigadas por percances anteriores, su regreso se antoja dudoso.

De algún modo, París certificó un retroceso. O, al menos, un estancamiento. Quizás sólo una transición, una estación de paso. Para quienes siguen en activo el reto consiste en estar a la altura de sí mismos. Para quienes, con mayor o menor actualidad, velocidad o consistencia, acuden al relevo generacional, al recate, no se trata tanto de igualar o superar a sus predecesores como de alcanzar una elevada cota internacional, sin comparaciones presionantes ni exigencias reflejas. A Alcaraz, por ejemplo, no se le pide que sea el segundo Nadal, su reproducción murciana, sino el primer Alcaraz, el original. Con su categoría, eso sería suficiente para mantener el tenis español en el vértice de la pirámide.

No estamos por completo huérfanos o desnudos, claro. Ayudan los nacidos en España de padres inmigrantes y los nacionalizados. Pero, en general, no avanzamos y en algunos deportes, como el esquí, de una cierta historia, y no sólo con los Fernández Ochoa, prácticamente no existimos. No es el único. El fútbol se los está comiendo a todos. En datos de 2023, hay casi 4.300.000 licencias deportivas en España. El fútbol agrupa el 29,2%. Le sigue el baloncesto (9,6%). Existe una licencia femenina por cada tres masculinas. Y, en números redondos, las femeninas de fútbol han pasado en tres años de 67.000 a 108.000. Sólo el baloncesto, apoyado en una larga y fructífera tradición, reúne más: 138.500. Pero, probablemente, será sobrepasado ya en el mismo 2025. La visibilidad y la repercusión que aquí ofrece el fútbol a las chicas no las otorga ningún otro deporte. El fútbol crea o desvía vocaciones.

Con independencia de las apariciones inopinadas, que casi nunca faltan en un ámbito no regido por la ciencia, un viejo axioma deportivo sostiene que de la cantidad sale la calidad. Y, añadiríamos, la densidad a buenos niveles, no únicamente a los más punteros. Al paso que vamos nos sobrarán futbolistas y nos faltará de todo lo demás. Los años sucesivos amenazan con un panorama aún más desequilibrado que el actual.

No recuerdo un partido en el que Nadal no quisiera seguir jugando

No recuerdo un partido en el que Nadal no quisiera seguir jugando

Actualizado Viernes, 11 octubre 2024 - 19:15

Rafael Nadal se ha retirado oficialmente del tenis. Cuando escuché el vídeo fue como un golpe en el estómago, aunque creo que la decisión es la correcta. ¿Qué no ha ganado Nadal ya?

Fue número uno del mundo durante 209 semanas. Terminó el año como número uno en cinco ocasiones. Entre sus 22 Grand Slam había unos impresionantes 14 títulos de Roland Garros. También ganó al menos dos veces cada uno de los otros Grand Slams. No hay números reales que

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->
Nadal siempre quería aprender

Nadal siempre quería aprender

Actualizado Viernes, 11 octubre 2024 - 19:14

Trabajaba entonces junto a Carlos Moyá cuando empezaron a hablarme de él. Conocía a su tío, Toni, pero hasta aquel torneo de Stuttgart en el que vino a jugar en la categoría que le tocaba por su aún temprana edad no tuve oportunidad de conocerle. Rafael Nadal vino a vernos entrenar y pronto percibí detrás de su mirada tímida su capacidad de absorber cuanto estaba escuchando. Esa mirada, esa forma de atender, de escuchar, la ha mantenido siempre.

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->
No hay nadie por arriba. No puede haberlo

No hay nadie por arriba. No puede haberlo

Es el tiempo y lo que comporta. Es el tiempo y lo que nos hace. Como Nadal no podía retirar al tiempo, el tiempo ha retirado a Nadal. Se ha resistido Rafa, siempre con entereza, con sacrificio y, últimamente, con tozudez y un punto de ceguera que hemos sido incapaces de censurar porque era más atribuible al entusiasmo que a la inconsciencia. Llegamos a comprenderla, incluso a apoyarla, a través de la gratitud, la empatía y el contagio. Y el egoís

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->
¿Por qué queremos tanto a Rafa Nadal?

¿Por qué queremos tanto a Rafa Nadal?

La España que duele, la España de Unamuno, continúa vigente. No hay más que mirar estos días al Congreso, donde la selección más representativa de los españoles se dice de todo, en lo que más que un debate parece un acto de autodestrucción. A España le dolía el pie de Rafa Nadal, cuyos problemas anticiparon su retirada, porque era como perder el punto de apoyo que sostenía a la España de la utopía, del consenso y el orgullo. El tenista ha sido la

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->
Hoteles, restaurantes, academias, ladrillo... El imperio Nadal fuera del tenis

Hoteles, restaurantes, academias, ladrillo… El imperio Nadal fuera del tenis

Sea como sea la vida de Rafael Nadal a partir del próximo 24 de noviembre, si algo parece claro es que no le faltarán fuentes de ingresos. No sólo por el dinero generado con su actividad como tenista, que hasta 2023 le había reportado ganancias directas por valor de 135 millones de dólares, según la revista Forbes, sólo por detrás de Novak Djokovic. Sino también por el poder de su marca personal, por su músculo inversor y por la diversificación de sus negocios privados fuera de la pista.

Para saber más

Nadal tiene intereses en el sector hotelero y en el dorado refugio inmobiliario de su isla natal y de las grandes ciudades españolas, así como en sectores punteros como la industria farmacéutica o la de la alimentación.

Desde su cuartel general de Manacor, el deportista mallorquín lleva más de una década proyectándose como empresario y preparándose económicamente para el siempre temible día después de la retirada.

Para ello, se ha guiado por la misma determinación con la que se conduce en el tenis y por el consejo de su propio entorno familiar, una saga local que no es para nada ajena al mundo de los negocios. También se ha rodeado de un grupo de asesores de alto nivel, casi todos paisanos suyos. Entre esa hermética camarilla se cuentan antiguos hombres de la banca mallorquina -personas de perfil discreto, esquivos a la exposición- y exitosos empresarios de las Islas con una fuerte proyección internacional, como los ibicencos Matutes o la poderosa familia Escarrer (dueños de Meliá Hotels).

Con un patrimonio neto estimado de 310 millones de euros, el tenista de Manacor ocupó el pasado año el puesto 198 en el ranking anual de las personas más ricas de España que elabora este diario. El séptimo más acaudalado en su comunidad autónoma, tierra donde los primeros puestos los ocupan los grandes hoteleros y la familia March.

Además de sus patrocinadores habituales y sus numerosas campañas publicitarias globales (Banco Santander, Telefónica, Nike, Kia, Amstel 0.0, Babolat o Richard Mille) su inversión más visible tiene que ver con su propia marca deportiva, erigida en torno a la Rafa Nadal Academy, su complejo deportivo y residencial de Manacor, la instalación más puntera de la zona que forma a jugadores de todo el mundo, con 26 pistas de tenis, museo y salas de conferencias.

El deportista se alió en 2023 con el fondo de inversión español GPF y con su amigo y ex tenista Carlos Costa con el objetivo de expandir internacionalmente su negocio de academias de tenis, empezando por EEUU, gran mercado de este deporte.

La segunda gran pata de las inversiones de Nadal es la hotelera. El de Manacor tiene intereses en dos resorts en la isla caribeña de Cozumel, en Mexico. Son el Secrets Aura (con suite a su nombre) y el Sunscape Sabor. Además, abandera un proyecto en el que invierte junto al grupo Meliá, una joint venture con la que explotan una nueva cadena hotelera bautizada como Zel. Este verano abrieron en la Costa Brava su segundo hotel (el primero fue en Palmanova, en Mallorca) y aspiran a tener 20 establecimientos en 2030.

Nadal, que estrenó el año pasado villa en primera línea de mar en Porto Cristo y quiere seguir viviendo en Mallorca, apuesta por el seguro valor del ladrillo. Ha ido invirtiendo al menos en 18 inmuebles valorados en 26 millones de euros, en zonas muy valiosas de Madrid, Barcelona y de su isla natal, donde el suelo es refugio del capital. Igualmente, se ha publicado que participa en un proyecto junto a otros socios para edificar villas y apartamentos de lujo en Marbella por 200 millones de euros.

Pequeños proyectos

El deportista balear ha apostado además por proyectos de energías renovables (eólica y fotovotaica) junto a la familia Mascaró. Y en otoño de 2023, en una de sus últimas incursiones inversoras conocidas, lanzó la marca NDL Pro-Health, una línea de complementos alimenticios en alianza con Cantabria Labs, la empresa farmacéutica de la familia Matji.

La vertiente más glamurosa de sus inversiones se ha vehiculado a través de Mabel Capital, en la firma Tatel, aventura en la que invirtió con el hotelero Abel Matutes (Palladium Group) y que ha explotado restaurantes en lujosos destinos turísticos e inversiones inmobiliarias. En esa faceta, también ha invertido en la producción de contenidos audiovisuales a través de la productora Komodo, que está detrás del festival Mad Cool o de la exitosa serie de Netflix Soy Georgina, documental en primera persona sobre la vida de la mujer de Cristiano Ronaldo.

Nadal es la pasión del tenis

Nadal es la pasión del tenis

Actualizado Jueves, 10 octubre 2024 - 23:12

Despertarse con una noticia como la de Rafael Nadal es una pesadilla para todos los que amamos el tenis, pero sólo era cuestión de tiempo. Entiendo su decisión, pero es un día triste para el tenis. Federer trajo el estilo, Djokovic es único, pero para mí nadie ha aportado tanto en la parte más importante del tenis: la pasión.

Creo que a Rafa le tenemos que agradecer ese elemento que ahora vemos en Alcaraz o Sinner. Les escanta luchar, y eso es po

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->
La montaña rusa de sufrimiento y gloria de Rafael Nadal: 20 lesiones, dolores crónicos, cuatro años de baja y un cuerpo al límite

La montaña rusa de sufrimiento y gloria de Rafael Nadal: 20 lesiones, dolores crónicos, cuatro años de baja y un cuerpo al límite

El éxito infinito comenzó en 2005 en París, pero el dolor se instaló en sus venas unos meses antes. Empujándole también a la gloria, creando una mentalidad permanentemente en guerra, de pura supervivencia y de convivencia constante con el sufrimiento. Porque la carrera de Rafael Nadal, el mejor deportista español de todos los tiempos y uno de los más grandes de la historia del tenis, no se entiende sin su gran compañero de viaje: el dolor.

Para saber más

Para saber más

Son una veintena de lesiones, algunas más graves que otras, algunas repetidas, algunas en momentos clave de la temporada, algunas durante un duelo por un Grand Slam, algunas después de ganar o perder, algunas antes de saltar a la pista... Las consecuencias, en números, provocan un "y si" en mayúsculas: Djokovic se ha perdido tres Grand Slam por lesión, Federer ocho... Nadal, por su parte, 16. Se retira con 22 Grandes, dos menos que el serbio y dos más que el suizo, y lo hace con toda la gloria posible. Pero también con la ilusión de lo que podría haber pasado sin tanta molestia física.

El pie, primera lesión grave

En 2004, un año antes de ganar su primer Roland Garros, se perdió la edición de esa temporada y de Wimbledon por una fractura en el pie izquierdo. Estuvo cuatro meses debaja y fue el inicio de una lesión crónica que terminó resultando en el síndrome de Müller-Weiss, una afección degenerativa en el hueso escafoides que le fue dando problemas durante su carrera y que le obligó a estudiar cómo hacerle frente: plantillas, rehabilitación constante, dolor crónico, avisos de los médicos...

El primer parón llegó a finales de 2005 y comienzos de 2006, cuando se perdió el Open de Australia. Sólo llevaba tres temporadas como profesional y las lesiones ya le habían impedido disputar tres grandes torneos.

La rodilla, constante

En 2008, después de hacer doblete en París y Wimbledon, empezaron los problemas de rodilla. Se retiró del Masters de París y se perdió la Copa de Maestros por una tendinitis rotuliana en la izquierda y volvió en Australia 2009, donde triunfaría por primera vez. Parecía capaz de aguantar cualquier dolor, pero se mostró humano en París. Las molestias en la rodilla eran constantes y perdió con Soderling en la cuarta ronda de Roland Garros, una de las grandes sorpresas de la historia reciente. No acudió a Wimbledon y estuvo tres meses de baja para aspirar a su primer US Open, donde cayó en semifinales. De nuevo, parecía coger ritmo, pero no. Otra vez las rodillas.

Estrenó 2010 retirándose en cuartos de Australia, donde defendía corona. La preocupación creció porque en Melbourne el problema fue la rodilla derecha. Más médicos, más rehabilitación y más preguntas: ¿Podría ganar? ¿Podría ser constante? La respuesta, un puño en la mesa del tenis: ganó en París, en Londres y en Nueva York. Tres grandes en una misma temporada. Toda una hazaña.

En 2012 dijo "basta"

El cuerpo le aguantó en 2011, donde revalidó victoria en París y perdió las finales de Wimbledon y US Open, pero dijo "basta" en 2012, año de Juegos Olímpicos. Después de disputar cinco finales de Grand Slam consecutivas, incluyendo la perdida en Australia y la ganada en París, su rodilla llegó al límite en la segunda ronda de Wimbledon. Cojo, cayó ante Rosol y sufrió la peor lesión de su carrera: rotura del tendón rotuliano izquierdo, ocho meses de baja. Adiós a Londres 2012, al US Open y al Open de Australia del año siguiente.

Recuperó su nivel triunfando en París y en Nueva York y encaró 2014 convencido de poder conquistar los cuatro en una temporada. Y de nuevo, el dolor.

Las muñecas

Perdió la final de Australia, ganó Roland Garros y su cuerpo gritó, exhausto, al sufrir una importante lesión de muñeca en su derrota ante Kyrgios en Wimbledon. Una desinserción de la vaina del cubital posterior de la muñeca derecha. El pie, las rodillas y la muñeca. El dolor como acompañamiento constante a sus 28 años.

El sufrimiento fue tal que 2015 fue su primera temporada sin levantar un Grand Slam, un mar de dudas en su cabeza, en su círculo cercano y en el aficionado. 2016 no fue mejor. Los dolores en las muñecas continuaron y se retiró en la tercera ronda de Roland Garros por molestias en la derecha. "Estoy jugando con anestesia. Si sigo, se romperá", avisó. A pesar de todo, la rehabilitación y su fuerza de voluntad le llevaron a los Juegos de Río, donde, dolorido, logró el bronce en individuales y el oro en dobles.

Nadal iba sumando lesiones graves en diferentes partes de su cuerpo mientras las que ya tenía se repetían o se agravaban. Un sufrimiento físico que traspasaba la pista de tenis y se hacía constante en su día a día.

No pudo enlazar temporadas largas de juego, por eso su nivel en los Masters disminuyó, pero sí consiguió apaciguar las molestias durante las dos semanas que duraban los Grand Slam. Recuperó la corona de Roland Garros y del US Open en 2017 tras dos cursos en blanco, recuperó el número uno y se enganchó de nuevo a la gloria. Pero lo pagó.

El psoas

Apareció entonces la lesión en el psoas ilíaco, que le hizo abandonar en octavos de Australia 2018. Consiguió recuperarse para ganar en París y competir hasta las semifinales de Wimbledon, hasta que la rodilla volvió a darle problemas en las semifinales del US Open. Otro parón. ¿Quién puede aguantar así?

Pues Nadal. Resulta que después de todos los dolores acumulados, el balear hizo en 2019 una de las mejores temporadas de su vida. Perdió la final de Australia, ganó en París y Nueva York y cayó en semifinales de Wimbledon. Parecía listo para un tramo final de carrera en el que dosificar esfuerzo y lidiar con el dolor. Pero no.

"Una semana sin bajar escaleras"

Después de la pandemia, todo fue a peor. Jugó Australia 2021, pero los dolores de espalda le lastraron la participación. Y tras caer en semis de Roland Garros ante Djokovic, se despidió de los Juegos de Tokio y de la temporada por lo insoportable del dolor en el pie izquierdo. "Después de París, estuve una semana sin poder bajar unas escaleras. Es una enfermedad degenerativa", admitió.

Su cuerpo agradeció la pausa y consiguió recuperarse para ganar Australia y Roland Garros en 2022, algo impensable porque mientras triunfaba en los Grandes (los últimos) con dolor, abandonaba los Masters por lesión. Las costillas, el pie, las rodillas el psoas... No parecía de este mundo, pero lo era.

Su padre le pidió parar

En Wimbledon, hasta su padre le pidió abandonar cuando sufrió la rotura abdominal en pleno partido. Una imagen que define sus últimos meses. Llegó entonces su primer amago de retirada, anunciando que necesitaba una pausa sin fecha de regreso, su vuelta para el Roland Garros de este año, los Juegos de París y el adiós definitivo.

Se va con 22 Grandes y con cuatro años y diez meses de baja por lesiones. Una estadística que mezcla la valentía y la locura del hombre y del deportista. No sabemos quién hubiera sido Nadal sin lesiones, pero con ellas es un extraterrestre.