Marc Márquez (Ducati) controló a su hermano Álex (Ducati-Gresini) para ganar el sprint del Gran Premio de Qatar este sábado y recuperar el liderato del Mundial, que defenderá en la carrera del domingo.
Álex Márquez, líder por un punto antes del sprint, luchó por el por primer puesto, sobre todo en la primera parte de la prueba, mientras ambos hermanos se alejaban de Franco Morbidelli, tercero.
El vigente campeón Jorge Martín, que regresaba tras lesión, terminó 16º en su primera carrera de la temporada, debutando con su nuevo equipo, Aprilia.
Marc Márquez dominó la carrera de principio a fin para conseguir una cuarta victoria en la temporada en el ejercicio en cuatro carreras. "Las sensaciones fueron buenas, es un fin de semana inesperado para ser honesto porque aquí normalmente tengo problemas", señaló Marc a la llegada. El seis veces campeón mundial de MotoGP solo ganó una vez en Qatar, en 2014.
En la general, el hermano mayor tiene ahora 98 puntos, dos más que el pequeño (96 puntos). Morbidelli (Ducati-VR46) fue tercero bajo la mirada de su jefe, la leyenda del motociclismo Valentino Rossi, fundador del equipo VR46.
El italiano aventajó al español Fermín Aldeguer (Ducati-Gresini), cuarto tras superar al francés Fabio Quartararo (Yamaha) en los últimos metros de la carrera
Jorge Martín ya está aquí. Ha tardado mucho más de lo que le hubiera gustado, seguro, pero el vigente campeón del mundo de MotoGP, por fin, volverá a tomar parte en un fin de semana de Gran Premio, 49 días después del arranque de la temporada 2025 y sólo a una semana de que se cumplan cinco meses desde que logró hacerse con el campeonato. Su tan esperado gran triunfo ya se vio en parte empañado por el anuncio de Ducati de contar con Marc Márquez como nuevo compañero de Pecco Bagnaia en el equipo oficial, algo que, a su vez, precipitó su fichaje por Aprilia. Y, justo cuando iba a empezar el trabajo más serio para estar en forma para disponerse a defender su título, llegaron dos graves caídas, la primera, en Sepang, el primer día de los tests de pretemporada, y la segunda en una prueba privada que acabaron obligándole a perderse las tres primeras carreras de la temporada.
El ya de por sí duro proceso de recuperación, tal vez, se habrá vuelto aún más complicado al ver a un Marc Márquez intratable, aparentemente dispuesto a no perdonar triunfo alguno hasta que llegó esa caída en el circuito de Las Américas que le obligó a ceder el liderato, por solo un punto, a su hermano Álex. Y, también, al ver que la Aprilia no parece estar por el momento precisamente cerca de unas Ducati que siguen contando con mucha ventaja con respecto al resto. «Sin duda, estoy algo nervioso. Es fantástico volver a estar aquí con todos estos pilotos. Han sido dos meses difíciles, he estado trabajando mucho para estar aquí y ya veremos, no sé exactamente qué cabe esperar, pero trataré de dar el máximo. No me siento aún al 100%, así que creo que lo importante es empezar a dar vueltas. Me siento con fuerzas, pero aún tengo dolor, así que ya veremos qué nos deparará el fin de semana y trataremos de adaptarnos mejor a la Aprilia», señaló Martín, declarado apto para competir por los doctores del campeonato, en la rueda de prensa previa al inicio del fin de semana de Gran Premio en Qatar.
Ahora mismo, el español sabe muy bien que tratar de competir por revalidar su título es casi una quimera, viendo lo que ha hecho hasta ahora Marc. En su caso, se trata sobre todo de tener paciencia. Incluso, asume sin problemas que es muy probable que no pueda competir durante todo el evento en Losail, a las afueras de Doha. «Iré sesión a sesión, día a día. No sé siquiera si seré capaz de finalizar este fin de semana, conseguirlo ya sería un gran éxito. Aún no ha llegado mi momento, no estoy al 100%, así que necesito tiempo para recuperarme, para acostumbrarme a la moto y luego, ya veremos. En dos o tres meses ya estaremos en disposición de ver si puedo batirme con todos estos pilotos», adelantó.
Los problemas de Aprilia
Su reto es complejo porque no se trata de llegar a su mejor estado físico. También debe poner convenientemente a punto su moto. Aunque, eso sí, no va a partir desde cero. «Ahora mismo, esta moto es muy distinta de la que probé en Sepang o en Montmeló. Han desarrollado muchas cosas, así que, para mí, es como si fuera una moto nueva. Los reglajes que utilizaré como base para la puesta a punto van a ser los de Marco (Bezzecchi, su compañero en el equipo oficial de Aprilia), y él también está cambiando muchas cosas, porque se está adaptando a la moto, pero comenzaremos desde ahí y luego ya trazaré yo mi propio camino», explicó un Jorge Martín que, según comentó, ha ido siguiendo estos primeros compases del curso.
«No he visto todas las sesiones, pero sí todas las carreras. Tailandia fue fácil de ver desde fuera, porque estaba en una situación negativa, pero ya a partir de Argentina resultaba difícil, me costaba más, tenía las emociones a flor de piel. Vi las carreras, ha habido un gran dominio de Ducati, como cabía esperar, he estado siguiendo de cerca a Aprilia y he visto que han dado un gran paso desde el año pasado, están más cerca de Ducati. Creo que el potencial es muy alto y pienso que iremos acortando esa distancia», aseguró el piloto de 27 años de San Sebastián de los Reyes.
Para él, lo que sí fue muy importante fue el hecho de poder vivir el Gran Premio de Las Américas desde dentro, por mucho que no pudiera estar aún en el paddock con el resto de los pilotos. «Para mi era importante estar en Austin, porque todo es nuevo y así las cosas no me iban a venirme de nuevas aquí en Qatar. Así, ya conocía al equipo y es como si hubiera estado ya compitiendo, como mínimo estaba ahí en el box con ellos. Creo que llego aquí sintiendo más el equipo y más acostumbrado a todo, así que tengo muchas ganas de arrancar. Sin duda, será un fin de semana duro, pero intentaré dar el máximo», sentenció.
El circuito de Las Américas rompió la tónica del Mundial y hubo golpe de teatro en Austin. Marc Márquez se fue al suelo tras un fallo de cálculo en la trazada cuando lideraba de manera incontestable y, por mucho que lo intentó, con una moto muy dañada, para mantenerse, por lo menos, en cabeza de la tabla, se vio finalmente forzado a abandonar. El triunfo cayó en manos de Pecco Bagnaia, que ya prometió tras la sprint race que trataría de ser mucho más combativo, pero quien acabó por encaramarse al liderato fue Álex Márquez, con un solo punto respecto a su hermano, tras sumar otro segundo puesto, mientras que el tercer escalón del podio lo ocupó en esta ocasión Fabio di Giannantonio.
El arranque de la prueba estuvo cargado de suspense. Los comisarios declararon carrera en mojado y los pilotos trataron de apurar al máximo la decisión sobre sus neumáticos. Cuando todo estaba a punto de arrancar, Marc Márquez salió disparado como un resorte para cambiar de moto en el último instante y su compañero Bagnaia le siguió como una exhalación. Al final, más de 10 pilotos siguieron sus pasos, hubo bandera roja y la prueba pasó a disputarse a 19 vueltas en lugar de a 20.
Todos salieron con slicks, confiando en que la pista no les diera demasiados disgustos, si bien muchos acabaron dando con sus huesos en el suelo. En el arranque, el mayor de los Márquez abrió hueco relativamente pronto y trató de mostrarse intratable. Tanto, que hasta se hizo con el récord de vuelta rápida en carrera. Pecco, mientras, apretó a Álex y, tras varios intercambios de golpes, acabó por ponerse segundo y abrir también un hueco más que considerable con el piloto que acabaría por ponerse líder con su segundo puesto.
«Casi me he quedado afónico»
«Ha sido muy difícil por el tema del grip, pero ahora lideramos el campeonato y eso es algo fantástico. Soy míster segundo, pero al final eso también rinde sus frutos. Es una alegría tremenda, quiero darle las gracias a la afición y vamos a tratar de seguir en esta línea», aseguró el nuevo líder del campeonato.
«Estoy muy contento, casi me he quedado afónico, he estado chillando a tope en la última vuelta. Es increíble volver a lo más alto del podio tras un periodo difícil y quiero darle las gracias a mi equipo por un trabajo fantástico», señaló Bagnaia, visiblemente contento. «Es increíble, he estado luchando todo el invierno para conseguir el podio con este equipo y lo hemos conseguido. Estoy cansado a más no poder, necesito descansar esta noche. Es cierto que hemos tenido el regalo de Marc, pero las carreras son así», sentenció finalmente Di Giannantonio.
En cuanto al resto de pilotos españoles, Álex Rins fue undécimo, Raúl Fernández, duodécimo, Augusto Fernández, relevo del lesionado Miguel Oliveira, decimotercero y Maverick Viñales, decimocuarto. Fermín Aldeguer, Joan Mir y Pedro Acosta, mientras, tal y como le ocurrió a Marc Márquez, no lograron acabar la carrera.
Marc Márquez sigue estando sencillamente imparable. En la sprint race del Gran Premio de Las Américas de MotoGP, tras hacerse otra vez con otra pole, sólo dejó un leve resquicio para algo de suspense en una primera vuelta en la que tanto Pecco Bagnaia, con un gran arranque de carrera pese a partir desde la sexta plaza de la parrilla, como su hermano Álex, que lo hacía desde la segunda, lograron ponerse ni que fuera brevemente en cabeza. Brevemente, porque, cuando el mayor de los Márquez sacó las garras, tras un susto culminado con una nueva salvada marca de la casa, ya nadie pudo oponérsele.
"Ha estado demasiado cerca ese susto", confesaba Marc Márquez tras la prueba. "Las condiciones de la pista cambiaron mucho en la primera vuelta, iba empujando y de repente me di cuenta de que el agarre había empeorado. Estuvo cerca la cosa y hubo pelea ahí con Pecco y con Álex, pero con mi ritmo pude gestionar la distancia y, aunque cometí otro pequeño error, pude volver a empujar. Tenemos que mejorar un poquito a nivel de contacto trasero para el domingo, pero la moto está funcionando muy bien", recalcó el vigente líder del mundial.
"Estoy muy contento. Ser segundo aquí, detrás de Marc, es como una victoria, porque él está a otro nivel", señalaría por su parte Álex Márquez, mientras que Pecco Bagnaia buscó también conclusiones positivas. "Me siento contento por el resultado, estoy mejorando. Las primeras vueltas han sido muy bonitas, las he disfrutado mucho. Este domingo trataré de repetir salida y ser aún más competitivo", aseguró el italiano tras una sprint race en la que tanto Joan Mir, a causa de una caída, como Maverick Viñales se vieron obligados a abandonar.
En cuanto al resto de pilotos españoles, Pedro Acosta, quien salía desde el cuarto puesto de la parrilla, acabó séptimo, Fermín Aldeguer, duodécimo, Álex Rins, decimoquinto, Raúl Fernández, decimoséptimo, y Augusto Fernández, relevo del lesionado Miguel Oliveira, decimoctavo.
Marc Márquez es implacable. Por mucho que tras su victoria en Tailandia bromeara con su hermano con la opción de intercambiarse el primer y el segundo puesto conseguido en el arranque del Mundial en la cita de Argentina, a la hora de la verdad, por mucho que Álex liderara la mayor parte de la prueba, no pudo evitar volver a subirse otra vez a lo más alto, por mucho que esta vez tuviera que trabajar de lo lindo para conseguirlo. Por eso, no es nada raro que le hiciera el gesto de sacarse el sombrero ante su pilotaje mientras iba celebrando su nueva victoria, la número 90 en su carrera y que le permite igualar a todo un mito como Ángel Nieto, a quien homenajeó con la tan clásica como espectacular corona de laurel y una banda con un mensaje muy claro: «Gracias Ángel».
«Estoy súper contento de conseguir igualar al gran Ángel Nieto, esta victoria va dedicada a él y a toda su familia. Ha sido y es una persona muy importante para el campeonato tanto en España como en el campeonato y es un honor haber podido igualarlo», señaló Marc nada más acabar la prueba.
Juan Ignacio RoncoroniEFE
«Ha sido una carrera implacable, me he ido largo, no tenía mucha confianza en el neumático trasero, vi que Álex controlaba y pensé 'bueno, un segundo puesto puede estar bien', pero, al final, vi que podía ir mejor. Es difícil atacar a tu hermano, la primera vez no me salió bien, pero en la segunda la cosa ya fue mucho mejor. Estoy impresionado con el nivelazo que ha marcado en estas primeras carreras», recalcó ante las cámaras el mayor de los Márquez, quien se afianza como líder del Mundial con 74 puntos en su casillero.
El recuerdo a Rossi
«Estoy muy contento, he acabado lleno de mosquitos por todos lados. Cuando Marc se fue largo, me dije 'venga, tengo ritmo, voy a liderar'. Traté de controlar la distancia, mantener la constancia y tener el ritmo alto, lo di todo, pero, al final Marc me adelantó. Trate de apretar, pero ya era imposible. Me siento muy feliz, porque creo que he estado más cerca que nunca de mi primera victoria en un Gran Premio y hay que seguir trabajando así», explicó por su parte Álex Márquez al término de la carrera.
No en vano, los cuatro segundos puestos conseguidos en este arranque del campeonato entre las sprint races y los domingos de Gran Premio le permiten estar en el segundo puesto de la clasificación, con 58 puntos, a 16 de su hermano Marc y con una ventaja de 15 puntos sobre un Pecco Bagnaia que fue finalmente cuarto en las Termas de Río Hondo.
El tercer escalón, en este caso, lo ocupó un Franco Morbidelli que llevaba desde el Gran Premio de España de 2021 sin estar en el podio y que logró regresar a él desde las filas del VR46, a lomos, cómo no, de una Ducati. «El equipo tiene una gran conexión con este lugar y ha sido muy bonito conseguirlo», aseveró el italiano en referencia a un Valentino Rossi que, en 2015, vivió su primer encontronazo serio con Marc Márquez en las Termas de Río Hondo.
LUIS ROBAYOAFP
En esta ocasión, el mayor de los Márquez firmó en Argentina su pleno número 28 (victoria, pole y vuelta rápida, con un tiempo tremendo de 1:38.243), igualando de esta manera a todo un mito de las dos ruedas como el australiano Mick Doohan. Para ello, tras un arranque tan fulgurante como de costumbre, tuvo que saber aguantar y esperar el momento oportuno para asestarle a su hermano un golpe definitivo, mientras su moto le hacía algún que otro extraño, solucionado, eso sí, con su habitual solvencia.
Los Márquez, de nuevo, coparon las dos primeras plazas de un Gran Premio de Argentina en el que el resto de pilotos españoles quedó mucho más descolgado y en el que Marco Bezzecchi se fue al suelo prácticamente en la salida. Pedro Acosta acabó la prueba en novena posición, Joan Mir fue décimo, Álex Rins, duodécimo, Maverick Viñales, decimotercero, Raúl Fernández, decimosexto y Fermín Aldeguer, quien arrastraba una long lap desde el sábado, finalmente, decimoséptimo. El Gran Premio de las Américas, a finales de este mismo mes, será una nueva oportunidad para refrendar o mejorar sensaciones.
Marc Márquez no quiere bajarse de las alturas. Tras mucho tiempo, quizás demasiado, peleando por demostrar que podía volver a ser el mejor piloto del paddock, ahora que lo ha conseguido parece más que dispuesto a llevarse el que sería su noveno campeonato del mundo, el séptimo en MotoGP, por la vía rápida. Este sábado, en la primera jornada seria del Gran Premio de Argentina, se hizo con la pole y firmó otra victoria aplastante en la sprint race para afianzarse en la cabeza de la tabla.
Por ahora, solo su hermano Álex, que partía desde la segunda plaza y acabó también segundo, parece capaz de hacerle sombra. El bicampeón Pecco Bagnaia, mientras, tiene que conformarse, al menos por ahora, con ser tercero.
Marc Márquez celebra su victoria en Termas del Río Hondo.Gustavo GarelloAP
«Ha sido una victoria muy difícil, Álex apretaba mucho y yo he empujado al máximo. Al final, creo que él empezó a desacelerar porque la distancia con el tercero ya era considerable. Este domingo, en la carrera va a ser muy difícil batirle», señaló tras la prueba un Marc Márquez contento casi hasta la euforia. Tanto, que incluso no dudó en desplazarse hasta el segundo escalón del podio, el de Álex, para dejar una foto tremendamente icónica de este momento. «Ha sido fantástico, pilotar con Marc delante era como estar en el training camp. He intentado engancharme, pero, al final, me rendí un poquito, porque íbamos muy al límite, tenía a Pecco bastante atrás y vi que no podía atacarle. En este momento, hay que ser superinteligentes», terció por su parte el menor de los Márquez ante las cámaras de televisión.
«He dado el máximo y he ido reduciendo distancia, pero no ha sido suficiente para poder luchar con ellos dos. Hay que seguir trabajando para poder adaptarme y trataremos de disfrutar aún más este domingo», apuntó por su parte un Pecco Bagnaia que partía desde la cuarta plaza de la parrilla y acabó sexto. Pedro Acosta, quien arrancaba desde el quinto puesto, por su parte, cerró los puntos como noveno clasificado tras verse superado por varios rivales. Entre ellos, un Joan Mir que acompañó su mejora a nivel de sensaciones con el octavo puesto de la sprint race.
No es para nada extraño que el héroe, para retomar el poder perdido, tenga que descender hasta los mismísimos infiernos y someterse a pruebas terribles. Pruebas que, a veces, incluso le llevarán a pensar que lo mejor es arrojar definitivamente la toalla. No obstante, si es capaz de sobreponerse, su poder no solo se renueva, sino que también aumenta significativamente. Y eso es lo que parece que le está pasando ahora a Marc Márquez.
El ocho veces campeón del mundo empezó a deshacerse de sus demonios el año pasado, en un curso en el que, al lado de su hermano en el equipo Gresini, con una Ducati ligeramente inferior a la oficial, saboreó brevemente las mieles de antaño. Ahora, con la que es a todas luces la mejor montura del paddock, sencillamente está dispuesto a arrasar. Así lo demostró en un fin de semana en Tailandia de ensueño, en el que volvió a lo más alto de la tabla. Y, ahora, nadie parece capaz de hacerle sombra.
El sábado se hizo con la pole y dominó la sprint race. El domingo, tras otro arranque fulgurante, dejó que su hermano le adelantara para ahorrarse problemas con la presión del neumático delantero y, a tres vueltas del final, dio el golpe definitivo. «Ha parecido que Marc jugaba con nosotros durante toda la carrera», confesó después un Pecco Bagnaia que se vio superado tanto por su compañero como por Álex Márquez.
El mayor de los dos hermanos estaba sencillamente exultante, emocionado hasta las lágrimas. De alegría, desde luego. «Es el mejor momento que he vivido en mi carrera. Para mí, la familia es lo más importante. Mi hermano se lo ha ganado, no me emocionaría si no estuviera él también en el podio, sé todo lo que ha trabajado. Poder compartir el primer y el segundo puesto en un fin de semana normal, sin lluvia, sin muchos accidentes, con todos en la pista excepto el campeón, Jorge Martín, es algo totalmente increíble. Estoy muy feliz por mis padres, por mis abuelos, y en especial por mi abuelo, que tanto lo seguía, y que lo estará viendo desde el cielo», recalcó Marc en declaraciones a DAZN.
Aleix y Marc Márquez, en el podio de Tailandia.Kittinun RodsupanAP
«Mi último Mundial lo celebré aquí, y desde entonces había sido un infierno. El año pasado salí un poco y este año me siento con velocidad, con calma. Lo que venga, bienvenido sea. Si no puedo ser campeón este año, será el otro. Acompaña ser feliz en tu vida personal y en tu vida profesional. Así, todo es más fácil», sentenció un Marc Márquez que ha atravesado todo un calvario desde ese 2019 en el que levantó un título por última vez. Al curso siguiente, en 2020, un par de graves caídas, unidas también a la eclosión de la pandemia del Covid19, que cambió de arriba a abajo el mundo tal y como lo conocíamos, le obligaron abandonar el Mundial con vistas a un retorno en 2021.
En ese año, no logró volver a subirse a una moto en un Gran Premio hasta el mes de abril. Pero, aun así, logró imponerse en los Grandes Premios de Alemania, Las Américas y San Marino, a pesar de sufrir varias caídas que incluso llegaron a afectarle a la visión. En las dos últimas citas, las de Portugal y Valencia, en cambio, no pudo competir a causa de un accidente sufrido mientras practicaba motocross.
La Honda, en 2021, empezaba ya a estar lejos de lo que había sido antaño. Y eso se acusó aún más en una temporada 2022 en la que Marc Márquez tenía que arriesgar para compensar las carencias de su máquina. Algo, que tal vez, influyó también en la grave caída sufrida en los entrenamientos del Gran Premio de Indonesia y que le provocó un desagradable episodio de visión doble, si bien pudo reincorporarse a la competición en Austin.
Las cosas, además, no mejoraron tampoco demasiado en una temporada 2023 que acabó con una más que sonada separación del equipo Honda y el anuncio de su fichaje por el equipo Gresini, junto a su hermano Álex y con una montura mucho más competitiva: la Ducati del curso anterior. Allí, durante el año pasado, se reencontró con sus mejores sensaciones. Tanto, que el equipo oficial no dudó en lanzarse a por su fichaje por encima de un Jorge Martín que, a la postre, se proclamaría campeón del mundo y que terminaría fichando por Aprilia. Martín no ha podido debutar este fin de semana en Tailandia debido a una caída la semana pasada, y ahora sólo él parece capaz de discutir con el rey, Marc Márquez. la supremacía en MotoGP.
Marc Márquez repitió triunfo en Tailandia. Tras imponerse de manera incontestable en la sprint race, el seis veces campeón del Mundo de MotoGP remarcó su regreso al liderato con una carrera muy diferente de la firmada el sábado. Su salida, de nuevo, fue absolutamente fulgurante y, de hecho, llegó a marcar una distancia más que cómoda con respecto tanto a su hermano Álex, como a su compañero en el equipo Ducati oficial, Pecco Bagnaia. Hasta que en la séptima vuelta, de forma inesperada para propios y extraños, miró hacia atrás y dejó que Álex tomara la delantera, pero siempre prácticamente pegado a su rueda trasera.
La presión del neumático delantero no acababa de convencerlo, según deslizaría mientras esperaba al arranque de la ceremonia del podio. Justo antes de empezar la antepenúltima vuelta, no obstante, llegó su hachazo, volvió a ponerse delante y metió de nuevo gas a fondo para hacerse con la victoria y refrendar su liderato.
"El sábado estaba feliz, hoy estoy exultante. Ganar aquí, en Tailandia, con mi hermano a mi lado es increíble", aseguró el mayor de los Márquez nada más acabar la prueba. "En la próxima, tenemos que hacer segundo y primero", bromeó junto con su hermano mientras los trasladaban a la zona de entrega de premios, según captaron las cámaras.
"Por un momento pensé en el triunfo, pero ya vi que Marc iba muy rápido, procurando no desgastar demasiado el neumático trasero. Yendo primero no puedes guardar goma. Ser segundo no está mal, por delante de Pecco, todo un campeón del mundo. He dado el 100% y estoy muy satisfecho", señaló por su parte Álex. El italiano, mientras, volvió a terminar con el gesto torcido. Ser tercero no le vale, quiere más. Pero, por ahora, no le queda otro remedio. "Lo he dado todo, pero no he podido acercarme lo bastante a Álex. La ambición máxima era ser segundo, pero no ha podido ser. Marc ha parecido que jugaba con nosotros en la carrera", aseguró.
Marc, aparentemente, va sobrado. Si tiene que adaptar su manera de pilotar para asegurarse la victoria, sencillamente, lo hace. Tiene esa confianza que, al final, es clave para la victoria. Y, por ahora, nada invita a pensar que vaya a abandonarlo en un futuro próximo. Con su dominio, acabó por eclipsar prácticamente a todos los pilotos de una carrera en la que Fabio Morbidelli, que salía desde la novena plaza de la parrilla por su sanción de tres puestos por un incidente en los entrenamientos, acabó cuarto y el debutante Ai Ogura fue quinto.
En cuanto al resto de pilotos españoles, Fermín Aldeguer terminó decimotercer, Maverick Viñales fue decimosexto, Alex Rins, decimoséptimo, y Pedro Acosta, decimonoveno, tras sufrir una caída en los primeros compases y reengancharse a la carrera. Joan Mir, por su parte, sufrió también una caída y no pudo acabar su carrera número 100 en MotoGP y Raúl Fernández, finalmente, tuvo que retirarse de la prueba.
Marc Márquez está más que dispuesto a arrasar en su estreno con Ducati en el Mundial de MotoGP. El de Cervera no solo se hizo con la pole en Tailandia, sino que se llevó también de manera incontestable la victoria en la primera sprint race de la temporada y vuelve a ver su nombre al frente del Mundial 1.931 días después. Su hermano Álex terminó segundo y Pecco Bagnaia, su compañero en el equipo oficial, fue tercero.
La sorpresa, mientras, fue el gran papel de Ai Ogura en su debut tanto con Aprilia como en la máxima categoría del motociclismo en las filas del Trackhouse Racing, con un más que meritorio cuarto puesto. Pedro Acosta, por su parte, fue sexto y Joan Mir, mientras, cerró los puntos como noveno.
Los hermanos Márquez confirmaron las buenas sensaciones que habían dejado a lo largo de las últimas semanas. Marc, con una salida fulgurante, aprovechó la pole para abrir brecha desde los primeros instantes, con Álex como el único capaz de seguirle el ritmo durante gran parte de la prueba, si bien el seis veces campeón del mundo de MotoGP acabó por aventajarlo en algo más de un segundo en una carrera en la que no dio opción alguna a la sorpresa.
Pecco, por su parte, se quedó aún más atrás, a dos segundos de su compañero de equipo, con un Ogura que llegó a amenazarlo con la opción de pasarlo en los primeros compases de la prueba, pero logró finalmente afianzarse como tercero en una carrera en la que Jack Miller protagonizó la única caída, si bien logró también terminarla.
"Ha sido el sábado perfecto. La sensación que tengo es fantástica, por ser capaz de salir de esta forma y mantener esta constancia. Estoy contento de arrancar el campeonato de esta manera, pero ganar el Gran Premio será lo más importante. Hemos conseguido la primera victoria, la primera pole y lucharemos por estar en el podio también este domingo", sentenció un Marc Márquez que, de nuevo, se siente fuerte. No en vano, acabó la primera prueba en lo más alto de la tabla, algo que no vivía desde hace prácticamente seis años. Y, desde luego, peleará con uñas y dientes para mantener ese puesto y sumar su séptimo campeonato del mundo en MotoGP.
"Es fantástico estar en el podio, considerando lo que pasó el viernes y cómo habían ido los test. Hay que trabajar, tengo las mismas sensaciones que tuve el año pasado en la sprint race, y es verdad que apretaron, pero estoy contento con este puesto", señaló, por su parte, un Pecco Bagnaia que, a pesar de estas palabras, no parecía estar realmente satisfecho con el resultado.
Las carreras de los sábados fueron todo un caballo de batalla para él el curso pasado y las cosas, por el momento, no han cambiado. "Estoy súper contento, hemos conseguido lo que era el máximo objetivo. Todo dependía del arranque de la carrera y Marc ha hecho una gran salida y una gran primera vuelta. Acabar segundos era el objetivo que nos habíamos marcado y estoy feliz. Ahora, tenemos que empezar a estudiar las trazadas de Marc, pero ganarle aquí será muy difícil", señaló por su parte Álex Márquez.
La familia Márquez reina en Tailandia. Todo queda en casa en la víspera del comienzo del Mundial de 2025. Álex Márquez fue el más rápido en los últimos entrenamientos en el circuito de Buriram, el segundo fue su hermano Marc, que parte como el principal candidato para la conquista del título al final de la temporada. «Fue un día bueno por la posición, porque acabamos primeros, pero no fue el mejor día en cuanto a las sensaciones. Fue una jornada estresante», dijo Álex, que este sábado buscará las primeras posiciones en la carrera al sprint (9.00 horas, Dazn), una prueba en la que no participará el actual campeón, Jorge Marín, que se recupera de las lesiones producidas en su mano izquierda por una caída.
Álex, que corre en el equipo Ducati-Gresini, se mostró satisfecho con el rendimiento de su máquina: «Esta moto va mejor a medida que más rápido vas. A mayor velocidad, mejor rendimiento, Tenemos que probar menos cosas, quedarnos más quietos porque la base que tenemos nos funciona. En cuanto a la carrera del domingo bromeó respecto a la rivalidad con su hermano: «Si gano a Marc el domingo le haré una peineta; las cosas se han puesto serias».
Alex Márquez, que 28 años y busca su primera victoria en la categoría reina, superó a Marc (primer equipo de Ducati) por 52 milésimas de segundo. El tercero fue el también español Pedro Acosta (KTM). Francesco Pecco Bagnaia (Ducati), uno de los dos grandes favoritos al título, tuvo una discreta actuación. «Si alguien me gana no me gusta, pero si es mi hermano lo llevo un poco mejor», sonrió Marc Márquez, seis veces vencedor del Mundial en MotoGP. «Estoy contento, relajado. Esperaba empezar bien, y desde la primera salida me sentí igual que en el test. Ha sido un buen día. El primer puesto de Álex no es una sorpresa. No creo que haya sido la última vez que me supere en este año», vaticinó el campeón catalán.
En los entrenamientos del viernes se produjo un hecho inusual: los cinco constructores presentes en la parrilla situaron cada uno al menos a un piloto en el Top-10, que clasifica a la Q2, en lo que parece un presagio de un 2025 más abierto que el curso 2024, dominado por Ducati, informa Afp.
Marc Márquez, en su primera toma de contacto competitiva con el mono rojo de la escudería oficial Ducati, se mostró más rápido que su compañero y rival por el título, Bagnaia. El italiano pareció falto de ritmo, y su último intento para entrar en el top-10 se quedó en nada a causa de un choque con Franco Morbidelli (Ducati-VR46). Morbidelli fue sancionado con tres puestos en la parrilla por ese incidente. Pecco, doble campeón del mundo (2022, 2023), deberá pasar el sábado por la mañana por las repescas (Q1), en las que deberá firmar uno de los dos mejores tiempos para clasificarse a la Q2, que determinará las 12 primeras posiciones de la carrera esprint y de la carrera del Gran Premio del domingo.
Ayer también entró en escena Joan Mir (Honda), que terminó sexto y que recalcó sentirse satisfecho con el rédito obtenido porque compite con motos mucho más rápidas: «Estar a tres décimas con una moto que es cinco kilómetros por hora más lenta tiene su mérito». El bicampeón del mundo también se mostró ilusionado en el inicio del nuevo curso: «Los últimos dos años han sido duros, ahora veo la luz al final del túnel».