El agua del Sena no era apta cuando la alcaldesa de París se bañó para demostrar que sí

El agua del Sena no era apta cuando la alcaldesa de París se bañó para demostrar que sí

Actualizado Viernes, 26 julio 2024 - 21:56

El agua del río Sena en París no cumplía las condiciones sanitarias el pasado día 17 cuando se bañó la alcaldesa, Anne Hidalgo, precisamente para demostrar que era apta para que se celebren varias pruebas de los Juegos Olímpicos.

La emisora France Info señaló este viernes esa contradicción una vez que se han hecho públicos los resultados de las muestras de agua que se toman diariamente para controlar los niveles de los dos tipos de bacterias (Escherichia coli y enterococos) que sirven para evaluar si se dan las condiciones.

El día que Anne Hidalgo se dio el esperado chapuzón, junto al responsable del Comité Organizador de los Juegos de París 2024, Tony Estanguet, y del prefecto (delegado del Gobierno) en la región Ile de France, delante de decenas de periodistas y cámaras se superaban los umbrales fijados por las autoridades sanitarias.

En concreto, en el punto en el que se metieron en el agua, la concentración de bacterias E. coli era de 985 UFC (unidades) por cada 100 mililitros cuando el tope que había fijado la Autoridad Regional de Salud en 2023 era 900. En otro tramo del río, a su paso por Bercy, se llegaba a 1.017 UFC por 100 mililitros.

Los indicadores han mejorado en las últimas semanas, ya que en junio los niveles que se habían medido eran muy superiores debido a que el caudal del río era notablemente superior por las lluvias que habían caído aguas arriba en la parte final de la primavera.

El baño de la alcaldesa, que se había retrasado varias semanas precisamente por las malas condiciones del agua, era una imagen importante para despejar las dudas que han persistido desde que los organizadores de los Juegos de París decidieron que se harían en el Sena algunas de las pruebas.

En concreto, están programadas allí la prueba de natación del triatlón, el 30 de julio para los hombres, el 31 para mujeres y el 5 de agosto para el relevo mixto, así como los maratones de aguas abiertas femenino y masculino del 31 y el 5 de agosto, como parte de la estrategia de París 2024 para que los lugares más emblemáticos de la capital sean protagonistas de los Juegos.

Las administraciones francesas han invertido 1.400 millones de euros desde 2016 en un ambicioso plan para mejorar la calidad del agua y posibilitar a partir del verano de 2025 el baño en el tramo del río que atraviesa París, algo que no es posible desde hace un siglo.

Eso ha incluido la canalización de todos muchos desagües para que pasen por las depuradoras en lugar de verterse directamente al río, así como la construcción de depósitos gigantes.

Con esos depósitos se trata de que cuando llueve con fuerza de desviar una parte del agua de lluvia para que no vaya a las cloacas, ya que si sube mucho el nivel de éstas, los aliviaderos acaban derivando una parte del caudal al río y de esa forma lo contaminan.

Zico, mito del fútbol brasileño, sufre un robo en París por un valor de 500.000 euros

Zico, mito del fútbol brasileño, sufre un robo en París por un valor de 500.000 euros

Actualizado Viernes, 26 julio 2024 - 17:17

El legendario ex ftubolista brasileño Zico, invitado por la delegación olímpica de su país a los Juegos de París-2024, presentó una denuncia por el robo de una maleta, lo que motivó la apertura de una investigación, informó el viernes la fiscalía de la capital francesa.

Zico afirmó que "le robaron una maleta que contenía objetos valiosos de su vehículo con la ventanilla abierta, en el distrito 19" del norte de París, precisó el fiscal, confirmando una información de Le Parisien.

Según el diario, el valor del robo asciende a "500.000 euros": en la maleta había "un reloj Rolex, un colgante de diamantes y 2.000 euros y 2.000 dólares de dinero en efectivo".

Aunque una fuente cercana a la investigación consultada por AFP afirma que el valor de los objetos está "muy sobreestimado". Las investigaciones fueron confiadas a la Brigada de Represión del Bandidaje (BRB) de la policía judicial parisina.

Arthur Antunes Coimbra, Zico, de 71 años, legendario '10' del Flamengo y de la selección brasileña, con la que jugó los Mundiales de Argentina-1978, España-1982 y México-1986, también fue ayudante del director técnico Mario Lobo Zagallo en la Canarinha que perdió 3-0 la final del Mundial de Francia-1998 ante la selección gala liderada por Zinedine Zidane.

Rafa Nadal vuelve a los entrenamientos con el muslo derecho vendado

Rafa Nadal vuelve a los entrenamientos con el muslo derecho vendado

Actualizado Viernes, 26 julio 2024 - 12:40

Rafael Nadal ha saltado este viernes a la pista Phillipe Chatrier de Roland Garros para el entrenamiento previsto, en compañía de Carlos Alcaraz y con el otro dueto español, formado por Marcel Granollers y Pablo Carreño, en vísperas del inicio de la competición de tenis de París 2024.

El tenista balear, con molestias en el aductor derecho, retornó a la actividad este viernes después de que el jueves cancelara las dos sesiones que tenía fijadas para descansar y mejorar de la dolencia. Nadal se entrenó con un vendaje en el muslo derecho.

Bajo la supervisión de Carlos Moyá, su entrenador, del seleccionador David Ferrer y el médico Ángel Cotorro, Rafa Nadal, oro individual en Pekín 2008 y en dobles con Marc López en Río 2016, inició con aparente normalidad la sesión.

Tras informar de las molestias de Nadal el jueves, Moyá ha confirmado que el jugador jugará el dobles con Alcaraz y dependerá de su evolución física para su concurso individual. "El partido de dobles, a priori, es menos agresivo, menos puntos largos, cubres media pista. Es más amable con el cuerpo. Va a ser un test importante", dijo Moyá en declaraciones a la cadena SER. "Si está sin ninguna limitación, evidentemente jugaría el individual", añadió.

Sin dificultades aparentes, Nadal tomó el mando de la dupla que forma con Alcaraz y durante la hora que duró el entrenamiento fue el encargado de dar indicaciones y formar jugadas desde el saque que terminaron con buenas definiciones de su compañero, vigente campeón de Roland Garros.

La pareja formada por Nadal y Alcaraz entrará en acción el sábado (19.00 h.), en el partido contra los argentinos Máximo González y Andrés Molteni. También debutará la otra pareja de España, Pablo Carreño y Marcel Granollers, ante los italianos Simone Bolelli y Andrea Vavasori.

España dividida respecto al triunfo olímpico

España dividida respecto al triunfo olímpico

Actualizado Jueves, 25 julio 2024 - 22:29

Después de la Eurocopa, Wimbledon, Roland Garros y el Mundial femenino, los españoles ahora esperan triunfar en los Juegos Olímpicos. Un 49,4% tiene grandes expectativas sobre el desempeño de nuestro equipo este verano en París según una encuesta de Sigma Dos para ELMUNDO. A punto de comenzar los Juegos, los jóvenes de 18 a 29 años son los más esperanzados (55,2%), seguidos por los de 45 a 64 años (49,6%), los de 30 a 44 años (48%) y finalmente, los mayores de 65 años (47,1%).

En cuanto a los partidarios de los partidos políticos, los del PSOE son los más entusiastas sobre los logros de nuestro país (60,1%), mientras que los de Vox son más negativos: el 42,2% de sus partidarios cree en los éxitos de España en estos Juegos, pero el 30% piensa que nuestro equipo no logrará grandes hazañas, colocándolos como los más pesimistas. Los partidarios del PP también son en su mayoría optimistas (51,1%), seguidos de cerca por los de Sumar (47,8%).

En cuanto al nivel de ingresos, cuanto más alto es, más bajas son las expectativas. El 29,4% de quienes integran las rentas más altas no creen en un gran éxito, seguidos de aquellos con rentas medias (51,5%) y finalmente los de los ingresos más bajos (21,6%).

Sin embargo, España cuenta con deportistas excepcionales este verano, comenzando por leyendas como Nadal y Alcaraz, las selecciones de fútbol masculina y femenina, o la gran promesa de la natación, Hugo González, promoviendo así un gran interés y mucha expectación.

No obstante, el 32,6% de la población asegura ser completamente indiferente a los Juegos Olímpicos, mientras que un 18,7% los considera de mucho interés, un 34,8% de bastante interés y un 12,9% de ningún interés.

Solo el 21,1% de los hombres sostiene estar muy interesado en seguir esta competición, contra un 16,5% de las mujeres. Además, un 12,2% de ellas afirma no estar nada interesada en estos juegos, junto a un 13,6% de ellos.

Un 27,1% de los españoles afirma no conocer casi nada de la cita olímpica o del equipo español. Las mujeres tienen menos conocimiento en este aspecto (29,1%) comparado con los hombres (24,8%). Sin embargo, ellas son las que más confianza ponen en nuestro equipo (50,8%), frente al 48% de los hombres.

Si hablamos de conocimiento de los Juegos Olímpicos, un 31,8% de los mayores de 65 años afirma no tener ninguno, así como un 22,9% de los jóvenes entre 18 y 29 años. Respecto a los tramos medios, las personas de 30 a 44 años (27,9%) tiene menos conocimiento que el de 45 a 64 años (25%).

Entre los partidarios de los diferentes partidos políticos, destacan los de Sumar por ser los que menos conocimiento tienen sobre esta cita y el equipo de España, con un 32,1%. Los partidarios de Vox tampoco se salvan, con un 27,8%, seguidos de los del PP con un 22,2% y, por último, los del PSOE con un 20,5%. También, los partidarios de Vox (18,2%) y de los de Sumar (16,5%) destacan por ser los que menos interés tienen en esta competición, seguidos por el 9,1% de los del PP y del 8,6% de los del PSOE.

En lo que concierne de nuevo a los ingresos, las personas con rentas más bajas son las que menos conocimiento tienen sobre estos Juegos. Un 23,2% afirma no saber casi nada de la cita olímpica, en comparación con un 25% de los de ingresos medios y un 25,2% de los de los más altos. Política, género y rentas aparte, el 26 de julio comenzarán los Juegos para una delegación cuyo objetivo será superar las 22 medallas obtenidas en Barcelona 92.

¿Quién será la gran estrella de los Juegos de París? Sólo Biles opta al trono que dejó vacío

¿Quién será la gran estrella de los Juegos de París? Sólo Biles opta al trono que dejó vacío

Hace tres años, en el Ariake Gymnastics Center de la bahía de Tokio, Simone Biles se retiró al vestuario, se puso encima un enorme albornoz blanco y salió a anunciar al mundo entero que se retiraba de los Juegos Olímpicos. Iba a ser la estrella, tenía que ser la estrella, pero ya no podía ser la estrella. Con su decisión construyó un enorme debate sobre la salud mental en el deporte de élite, la presión de la competición, la incomprensión pública, incluso el efecto a largo plazo de los abusos sexuales, pero también dejó un enorme vacío.

Si en Múnich 1972 el rey fue Mark Spitz; en Montreal 1976 la reina fue Nadia Comaneci; en Los Ángeles 1984, Carl Lewis; en Barcelona 1992, el Dream Team; en Atlanta 1996 lo fue Michael Johnson; y en Pekín 2008 reinaron Michael Phelps y Usain Bolt; en Tokio 2020, Biles tenía reservado el trono. Y sin ella nadie ocupó su sitio. "No quiero ser una estrella, no he nacido para ello", llegó a proclamar el nadador estadounidense Caeleb Dressel, que se colgó cinco medallas, el que más, y pocos meses después cayó en una profunda depresión.

Hoy los Juegos Olímpicos de París 2024 arrancan con el puesto de máxima estrella, de leyenda, de emblema todavía vacante. ¿Quién será el mayor o la mayor protagonista? Quién sabe, aunque la aspirante mejor situada vuelve a ser quién era: Biles. Apenas se recuerda, pero después de su catarsis de mareos y lágrimas, la gimnasta estadounidense se apuntó al último día de competición en Tokio para ganar un bronce en la barra de equilibrios, su peor aparato, y dejar escrito un mensaje: "Volveré".

Desde entonces la cuatro veces campeona olímpica en los Juegos de Río 2016, ha vivido todo un proceso de curación que pasó por no competir dos años, acudir a terapia para evitar esos temibles twisties y, entre otras cosas, recibir una medalla de honor de manos de Joe Biden o casarse con el jugador de la NFL Jonathan Owens. A mediados del 2023 regresó con tanto éxito que dominó el último Mundial. A partir del martes 30 -el domingo será la clasificación-, en el Bercy Arena de París encontrará la competencia de otras gimnastas como la brasileña Rebeca Andrade, amiga suya, compañera de entrenamientos, pero principalmente dependerá de ella misma.

Si sostiene todo el peso que tiene sobre sus hombros no sólo ganará, también reinará. Si no lo hace, hay pocas candidaturas más. De hecho, la otra que más reluce también tiene nombre de mujer y concretamente nombre de mujer estadounidense: Katie Ledecky. La nadadora tiene en sus brazos y en sus piernas un récord de los que quedan en el recuerdo: si vence en las tres distancias que disputará se convertirá en la deportista con más oros de la historia de los Juegos.

Dueña ya de siete, sumará 10, uno más que la ucraniana Larisa Latynina, mito de la gimnasia antes de Biles. En su contra su timidez y su apuesta absoluta por el fondo, las pruebas menos espectaculares de la natación. A sus 27 años y después de 12 en la élite -en Londres 2012 ya ganó un oro-, Ledecky ha abandonado los 200 metros y los relevos cortos para situar todas sus opciones en los 400 metros que disputa mañana, los 800 metros y los 1.500 metros. En la piscina no hay nadie con su historial, pero podrían surgir nuevas estrellas.

JJOO Paris. Sedes

El público local espera que triunfe Leon Marchand, especialista en mariposa, y en los 100 metros libre se vivirá un duelo eléctrico entre el rumano David Popovici y el chino Pan Zhanle, ambos recientes plusmarquistas mundiales. Necesitarán volar y derrochar carisma para saltar las fronteras de su propio deporte, pero podrían hacerlo.

Como podría hacerlo el velocista Noah Lyles en el tartán del estadio de Saint Denis o como ya ha hecho Eliud Kipchoge, leyenda haga lo que haga en el maratón. En realidad, lo más probable es que nuevamente el protagonista o la protagonista de los Juegos no estén en el atletismo y la natación y esté en el tenis, con todos los ojos mirando a Carlos Alcaraz o en el baloncesto, con otro Dream Team (Lebron James, Stephen Curry, Kevin Durant, Jayson Tatum, Joel Embiid) en acción y el fenómeno Victor Wembanyama en su casa.

Faltan estrellas, siempre falta alguien, como el maratoniano recientemente fallecido Kelvin Kiptum, algunos rusos sancionados como el nadador Evgeny Rylov o quienes renunciaron, como Kylian Mbappé o Tadej Pogacar, pero unos Juegos Olímpicos no esperan a nadie. Un trono está libre y quien lo ocupe posiblemente será una mujer.

Támara Echegoyen, antes de la inauguración en París: “Soy abanderada gracias a mis derrotas”

Actualizado Jueves, 25 julio 2024 - 22:27

En el agua, siempre en el agua. Támara Echegoyen (Ourense, 1984) creció sobre un barco, maduró sobre un barco, triunfó sobre un barco y, cómo no podía ser de otra manera, hoy disfrutará sobre un barco, el que llevará a la delegación española por el Sena con ella al frente. «Me encanta que la ceremonia de inauguración se haga dividiendo a los equipos en barcos, ¡imagínate! Los estadios están muy bien, pero para mí será como un sueño. Estoy disfrutando mucho de los momentos previos. Estas ceremonias cansan, son muchas horas de pie, pero se pueden vivir muy pocas en la vida», asegura a EL MUNDO.

La vela, el deporte que más medallas ha dado a España, tendrá otra abanderada, una campeona olímpica, aunque de aquello hace 12 años y la lejanía duele. Por el camino, Echegoyen ha logrado el récord que nadie querría: tanto en los Juegos de Río 2016 como en los Juegos de Tokio 2020 acabó cuarta, dos medallas de nada. En París quiere olvidar la racha.

Su padre tenía un barco en Sanxenxo, navegaba con la familia desde que era una niña. No imagino unos inicios tan idílicos.
Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia en el mar, pero aquello tenía poco que ver con el deporte, menos aún con la competición. Te lo contaría de manera muy romántica, pero sería mentira. Mi familia sólo tenía un barco de ocio y yo quizá probé 10 deportes antes de decidirme sólo por la vela.
Cuentan que ahora es imposible sacarla del mar, que no sale ni para ir a tomarse algo.
(Risas) Totalmente. En mi vida hay muy pocos días sin mar. Incluso de vacaciones estoy en el agua. A veces necesito desconectar de la competición, pero nunca del mar. Lo único que me cuesta es convencer a mis amigos a que salgan conmigo porque siempre voy al 100%, me sale sin querer, y ellos quieren que el barco vaya tranquilito, plano, para que no se vuelquen las cervezas.

RFEV

En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 apareció de la nada, junto a sus compañeras Ángela Pumariega y Sofía Toro, para ganar el oro en aquel barco Elliot 6m.
Es inolvidable, aquello fue una sorpresa incluso para nosotras. Nos costó clasificarnos y llegamos a los Juegos con un objetivo muy realista, conseguir un diploma. Quizá esa fue la clave. No presionarnos nos permitió disfrutar de los Juegos al máximo, centrarnos en nuestra rutina, hacer lo nuestro. Aún tenemos las tres un grupo de Whatsapp y la relación es muy, muy buena. Muchas veces sólo nos centramos en el resultado, pero el valor de lo vivido es enorme.
Fueron el 'Chiquitas Team'.
¡Eso es! En mi casa siempre me han llamado 'chiquita' y de ahí vino. Luego, como estaban empezando las redes sociales, nos pusimos ese apodo y aún hay gente que lo recuerda.
Luego vinieron dos 'casi' consecutivos. ¿Cómo los vivió?
El tiempo es necesario para asimilar que has acabado cuarta. Las dos veces me sentía igual, desolada, triste, frustrada... ¡uf! Sería injusto no llorarlo, pero luego vas dándole el valor que tiene. En tres Juegos Olímpicos he acabado con opciones de medalla. Es difícil relativizarlo, pero el deporte es así, no todo es bonito.

RFEV

¿Seguiría aquí si se hubiese colgado un bronce en Tokio?
No lo creo. Ese diploma me ha permitido llegar a París, puedo decir que soy abanderada gracias a mis derrotas. Con una medalla no hubiera seguido navegando y no estaría aquí, pero la cabezonería siempre ha sido mi tripulante. Acabar cuarta es doloroso, pero hay que apreciarlo.
Ahora que lo aprecia, ¿Se retiraría tranquila sin otra medalla olímpica, con el oro de Londres 2012?
Tendría que hacerlo, ¡Qué remedio! Pero me quedaría una espina clavada, no te lo puedo negar.
Ya ha vivido varias aventuras fuera de la vela olímpica. ¿Hasta qué punto llegó al límite en sus dos vueltas al mundo a vela en 2018 y 2023?
¡Buf! Hasta límites insospechables. Llegué a estar completamente agotada. Antes hablábamos de estar siempre en el mar y ahí sí que deseé pulsar un botón que me devolviera a tierra. Pero siempre había algo que me empujaba a seguir adelante. Unos Juegos Olímpicos tienen dificultades, tienes que navegar muy rápido, con presión, pero no llegas al límite. En la vuelta al mundo pude comprobar qué es realmente la extenuación.

Marcus Cooper, primer abanderado nacido fuera de España: “Es un honor llevar la bandera más bonita del mundo”

Actualizado Jueves, 25 julio 2024 - 22:25

Señala la estadística que Marcus Cooper (Oxford, Reino Unido, 1994) será el primer abanderado español en unos Juegos nacido fuera de España, pero él responde de la manera más española posible. Ahora una guasa: «Mi tatarabuelo ya veraneaba en Mallorca». Y ahora, mucha pasión: «Yo siento muchísimo los colores, todos mis éxitos han sido siempre de España. Aquí he crecido, de aquí soy y para mí es un honor llevar la bandera más bonita del mundo». Si en algún momento hubo polémica, incluso alguna duda suelta, ya no queda nada.

Cooper, el piragüista que sorprendió en solitario con un oro en Río 2016 y brilló en equipo con una plata en Tokio 2020, está ante su momento. La bandera, su bandera, bien alta.

Se subirá a la barcaza, saldrá a navegar por el Sena y levantará la bandera con toda la delegación detrás. ¿Se lo ha imaginado?
No soy capaz, llevo varios días nervioso, como a la espera. Lo he hablado varias veces con Sául [Craviotto, abanderado en Tokio 2020] y lo comenté con Pau Gasol [abanderado en Londres 2012]. Me cuesta aceptar lo que significa ser el abanderado de tu país en unos Juegos Olímpicos. Es fuerte, eh. En el deporte te acostumbras a pensar en el siguiente objetivo justo después de ganar. En 2016 gané el oro olímpico y a las pocas horas ya pensaba en la temporada siguiente. Pero no hay nada más allá de ser abanderado.
Diría que le impone más el simbolismo por la bandera que el hecho de que le vayan a ver millones de personas, que gane popularidad, que le empiece a seguir más gente.
Totalmente. No me preocupa que me reconozcan, lo llevo muy bien. Tiene más cosas buenas que malas. Incluso cuando ha habido alguna crítica, lo he encajado bien, con naturalidad. Al final si soy conocido es por el deporte, es por algo bonito y eso me permite ayudar a la gente.

JORGE PETEIROEL MUNDO

Habla del Plan Cooper, su proyecto web para mejorar la salud de las personas. En el proceso cuentan que ha probado todos los planes nutricionales posibles.
(Risas) Sí, la verdad. Me gusta probar, ver si hay algo que me permita recuperar mejor, entrenar mejor, sentirme mejor. Durante una época probé la dieta eco, por ejemplo, todo lo que comía era bio. Pero todo, todo, absolutamente todo. También probé el ayuno intermitente, incluso con entrenamientos intensos. Me sentía más ligero, la verdad, no notaba que me empeorara. Pero no hay nada que sea la panacea. Ahora, con la ayuda de profesionales, simplemente intento comer lo más sano posible.
También, junto a Miravia, patrocinador de estos Juegos Olímpicos, protagoniza la campaña 'Con la cabeza bien alta', que cuida de la salud mental. ¿Cuál ha sido el momento más duro de su carrera en ese sentido?
Nunca he tenido un bajón muy grave, pero sí toques de atención. En 2015, por ejemplo, no me pude clasificar para los Juegos de Río 2016 en la modalidad que yo quería y pensé en dejar el piragüismo. Sólo tenía 21 años, pero pensé que tenía que dejarme de grises: o me retiraba o me metía por completo, a por todas. Y me puse como un robot, todos los entrenamientos perfectos, los descansos, las comidas... Empecé a ganar en una prueba que no era la mía, me clasifiqué para los Juegos a última hora en la repesca y saqué el oro.

JORGE PETEIROEL MUNDO

El piragüismo nunca falla.
Sí, siempre dicen eso. Recuerdo en Tokio que estábamos viendo a alguien competir en la tele española, diría que a Lydia Valentín, y como no sacó medalla dijeron: 'Bueno, nos queda el piragüismo'. Esa presión se nota. Pero conseguimos manejarla bien, nos lo tomamos como algo positivo. Y en todo caso en el K4 [el barco que comparte con Craviotto, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo] nadie nos va a poner más presión de la que nos ponemos nosotros mismos. Somos muy autoexigentes.
Ustedes mismos han admitido que el año pasado eso cayó [fueron séptimos en el último Mundial].
Nos relajamos, no lo podemos negar. Nos faltaba chispa, diría que incluso un poco de humildad. Cuando llevas tantos años compitiendo te olvidas de que para estar ahí arriba necesitas seguir entrenando, seguir mejorando, seguir trabajando. Hemos conseguido grandes cosas, pero no somos invencibles ni mucho menos. A nivel técnico nos faltaba sincronización, acople.
Pero si llevan juntos una eternidad.
Da igual. Hay tantos detallitos que pueden fallar que si te despistas todo se derrumba. En lo técnico, en una piragua con cuatro personas, la hidrodinámica es muy compleja. Cuesta mucho sincronizarse completamente y si no lo haces vas mucho más lento. Es un deporte de fuerza, pero también de resistencia, es muy duro, de verdad. A mi me gusta decir que vas tan al límite que después de llegar a paso el siguiente paso es morir. Por eso hemos hecho sesiones agónicas en las que nos grabábamos y luego, en seco, en una pantalla grande, estudiábamos hasta el último detalle. Así día a día, entrenamiento a entrenamiento, hemos vuelto a nuestro nivel, o mejor, y venimos a estos Juegos a por todas.
¿Tiene España opciones de superar en París las 22 medallas de Barcelona 92?

¿Tiene España opciones de superar en París las 22 medallas de Barcelona 92?

«Las 22 medallas de Barcelona (13 oros, siete platas, dos bronces) son un reto necesario», pronuncia Alejandro Blanco, tan optimista, tan satisfecho el presidente del Comité Olímpico con lo que ya es un logro para sacar pecho. 382 deportistas españoles están en los Juegos, casi tantos como en Barcelona (420), aunque entonces, por ser país anfitrión, todo eran privilegios clasificatorios. Y, también para estar orgullosos, hay mayoría de mujeres (192 por 190). Pero esa cifra es como una losa de la que el deporte español no se puede desprender. Se desafía con el logro de Barcelona cada cuatro años y cada cuatro años la realidad impone calma.

¿Es realista la ilusión esta vez? «Las previsiones invitan al optimismo», sigue Blanco, consciente de que el abanico del deporte nacional, tras años estabilizado por debajo de las 20 preseas (fueron 17 en Tokio, igual que en Río, aunque con sólo tres oros), ha ampliado sus expectativas. Este mismo jueves en París, a dos días de los Juegos, paseaban por la sala de prensa de la Villa Olímpica alguno de los candidatos. El pletórico Hugo González, el judoca Fran Garrigós (el que puede estrenar el contador, este mismo sábado), la selección femenina de waterpolo, los remeros, que por primera vez acuden con cinco botes -«hicimos una plata en la última Copa del Mundo. Venimos con opciones reales de conseguir una medalla», lanza Javier García, pareja de Jaime Canalejo- y Carolina Marín, esperanzada en sí misma y sus posibilidades, pero cauta con lo colectivo: «No me gusta hablar de cifras. Genera presión. Hay expectativas. Intentaremos ganar las máximas medallas».

JJOO Paris. Medallero

Pero sí, hay razones para el optimismo. Y nombres propios (y 10 equipos clasificados, con el fútbol y el waterpolo esta vez a la cabeza de las ambiciones de podio) sin complejos para pensar que en la capital francesa España puede estar en una cifra similar a la de hace 32 años. Y eso que, por ejemplo, la desaparición del kárate del programa priva de dos éxitos casi seguros con Sandra Sánchez y Damián Quintero.

Hugo González, el mismo que afirma que afrontará su reto «con pasión», fue campeón del mundo en 200 metros espalda en febrero y también afrontará la prueba de 100 y la de los 200 metros estilos combinado. Un poco antes lo fueron (por partida doble en Budapest) los marchadores María Pérez y Álvaro Martín, cuyas sus opciones en París además se multiplican con la novedad del relevo mixto. Fátima Gálvez en tiro, Adriana Cerezo y Adrián Vicente en taekwondo, Teresa Portela, el K4, Antía Jacomé y María Corbera en piragüismo, Jordi Xammar y Nora Brugman en vela..., especialidades en el que siempre son varias las opciones y que son las que raramente fallan en el deporte español.

Para saber más

Para saber más

París cuenta con otra potente novedad, el resurgir del atletismo (pese al varapalo de la grave lesión de María Vicente) y no sólo con los marchadores. Las recientes exhibiciones de Ana Peleteiro (que no tendrá la oposición de su compañera de entrenamientos Yulimar Rojas, lesionada), del saltador nacionalizado Jordan Díaz (campeón de Europa en Roma con una impresionante marca de 18,18 metros) o Moha Attaoui (1:42,04 en el 800) hace que se sueñe con el tope, también en el esplendor de la Ciudad Condal, esas cuatro medallas de Fermín Cacho, Daniel Plaza, Manolo Peñalver y Javier García Chico.

Aitana Bonmantí, durante el primer partido de España en los Juegos.

Aitana Bonmantí, durante el primer partido de España en los Juegos.ALAIN JOCARDAFP

El judo pide foco después de años de mal fario con Fran Garrigós, Niko Shera, Ai Tsunoda... La gimnasia (Ray Zapata), la escalada con el dorado Alberto Ginés, por supuesto Carolina Marín y Maialen Chorraut (a sus quintos Juegos con 41 años), el boxeo...

Por último, algunos mediáticos con ganas olímpicas. En golf, Jon Rahm, a pesar de su mala racha, que estará acompañado en París por David Puig, Carlota Ciganda y Azahara Muñoz.

Y, evidentemente, el tenis, otro de los caladeros históricos, enorme foco de la delegación española con Carlos Alcaraz y Rafa Nadal. Juntos, en ese doble de leyenda, tendrán opciones, aunque dependerá del estado físico del más veterano y de su compenetración, sin haber jugado nunca juntos. En el torneo individual, Alcaraz es el gran favorito. Ausente Jannik Sinner por una apendicitis de última hora, el sorteo del cuadro de ayer le aplanó más el camino. Después de ganar Roland Garros y Wimbledon de manera consecutiva, el oro olímpico sería el broche perfecto. En las pistas de Roland Garros, además, España tendrá otras posibilidades de triunfar, con el doble entre Marcel Granollers y Pablo Carreño y, sobre todo, en el dobles mixto de Granollers y Sara Sorribes, que con sólo dos victorias ya estará peleando por las medallas.

¿Qué se vive como abanderado en la inauguración de unos Juegos? “Si te olvidas algo ese día es para matarte”

Actualizado Jueves, 25 julio 2024 - 22:23

«Ese día repasas la mochila tres veces. Normalmente te llaman a un ensayo por la mañana y luego te convocan horas antes de la ceremonia. Antes de salir de la Villa lo revisas todo: que los calcetines sean los que tocan, que el gorro sea el adecuado. Imagínate que llegas allí y te falta algo, es para matarte. Durante todo el día se pasan muchos nervios, la verdad. Es como una víspera de Reyes: estás feliz y al mismo tiempo a la espera», recuerda Ander Mirambell, el último abanderado español en una ceremonia de inauguración, en su caso junto a Queralt Castellet en los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín 2022. Él es el último de una tradición que hoy en los Juegos Olímpicos de París continuarán Marcus Cooper y Támara Echegoyen.

Hasta ahora España ha tenido 39 abanderados. De José García Lorenzana en Amberes 1920 hasta Saúl Craviotto y Mireia Belmonte en Tokio 2020 pasando por el rey Felipe VI en Barcelona 1992 o algunos repetidores, como Francisco Fernández Ochoa, que llegó a encadenar tres ediciones.

«Es un honor muy grande, equiparable sólo a ganar un oro. Estás representando a un país y, al mismo tiempo, encabezas la delegación, eres el elegido entre tus compañeros», comenta Alejandro Abascal, campeón olímpico de vela en Moscú 1980 y abanderado español en Los Ángeles 1984, que más allá de lo sentimental rememora los pormenores de llevar la bandera.

«Recuerdo que me sorprendió el detallismo de la preparación. En el ensayo de la mañana nos explicaron el recorrido, toda la ceremonia... Ya estaban allí, por ejemplo, las niñas que llevaban el letrero de España. Pensaba que la bandera pesaría más, pero nada, es una pluma. Aunque en esos momentos, con la emoción, el orgullo y la juventud podría pesar lo que quisiera», añade 'Jan' Abascal, que luego en aquellos Juegos yankees sólo pudo ser undécimo. Con aquella ceremonia de inauguración como recuerdo, el regatista no tardó en retirarse y pasar a ser entrenador de, entre otros, jóvenes que ahora aspiran a medalla como Diego Botín.

El recuerdo de Mirambell y la anécdota de Abascal

«No sé cómo será en París, pero el momento de salir del túnel y entrar en el Estadio Olímpicos es espectacular. Nosotros, con Queralt, quisimos cambiar un poco el protocolo y en lugar de ir en línea recta, hicimos un círculo sobre nosotros mismos. Además yo que colaboro con la asociación Cris contra el cáncer, que ayuda en la pediatría oncológica, me quite el gorro y me toqué la cabeza en recuerdo a los niños», recapitula Mirambell, especialista en skeleton, primer español en este deporte, que en Pekín 2022 disputó sus cuartos Juegos y después colgó el trineo.

Hoy, como Abascal, se dedica a preparar a los más jóvenes y transmitirles su experiencia que incluye, cómo no, sus recuerdos de aquella inauguración. «Justo cuando dejé la bandera hice una videollamada con mi mujer y mi hijo y tengo guardada una captura de pantalla», comenta quien subraya el honor de liderar a otros deportistas. Porque, junto a la bandera, el valor está en quién está detrás.

«Yo siempre hice vela, pero el deporte que me entusiasmaba era el baloncesto. Seguía mucho a la selección, teníamos muy buena relación. De hecho, fui de los pocos españoles que vieron la final de Los Ángeles. No había manera de conseguir entradas, pero el entrenador, Antonio Díaz Miguel, me dijo que me subiera al autobús con ellos. Llegamos al estadio de los Lakers, Epi me dejó su bolsa, yo me estiré todo lo que pude para parecer más alto y nadie me dijo nada. Yo flipaba en los vestuarios, entre las taquillas de Magic y de Abdul Jabbar. Acabé al lado del banquillo, disfruté como un niño aquel día», recuerda Alejandro Abascal, uno de los 39 elegidos que hoy ya serán 41.

Un golazo de Mariona culmina la remontada y da los primeros tres puntos a la selección femenina

Un golazo de Mariona culmina la remontada y da los primeros tres puntos a la selección femenina

Actualizado Jueves, 25 julio 2024 - 19:16

Por unos instantes, España tuvo que remar a contracorriente. Pero, tras sobreponerse al gol con el que Japón inauguró el marcador, acabó por firmar un debut con victoria en unos Juegos Olímpicos. Al final, el gol de falta directa conseguido por Aoba Fujino espoleó la reacción de un equipo que le dio la vuelta al marcador con tantos de Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey para firmar un 2-1 con el que, además, se sacaban la espinita clavada en su triunfal camino hacia su primer campeonato del mundo, conquistado en agosto del año pasado.

Nigeria, este mismo domingo, será la siguiente piedra de toque con la que se medirán las españolas, para acabar cerrando la primera fase por todo lo alto contra Brasil el próximo miércoles.

Japón, tal vez con el recuerdo del 4-0 que logró endosarle a España en el pasado Mundial de Australia en la memoria, firmó un arranque cargado de garra. De hecho, suya fue la primera aproximación peligrosa, con Aoba Fujino obligando a Cata Coll a salvar los muebles tras un pase que le permitió ganarle la espalda a la zaga española cuando apenas se habían cumplido los primeros tres minutos del duelo.

Diez más tarde, en cambio, la propia Fujino sí lograría enviar el balón al fondo de la red de la portería española, con un perfecto lanzamiento de falta directa que la guardameta barcelonista, pese a llegar a rozar el balón levemente con su mano izquierda, no logró desviar del todo de su trayectoria.

El tanto con el que Japón inauguró el marcador, lejos de amedrentar al equipo que dirige Montse Tomé, fue todo un revulsivo. A partir de ahí, España tuvo cada vez más el balón y empezó a llegar a las inmediaciones del área rival con serias opciones para poner la igualada en el luminoso. Algo que, a la postre, lograría Aitana Bonmatí, apenas nueve minutos después, tras aprovechar una excelente asistencia de Athenea del Castillo a la espalda de la zaga y regatear la salida de la portera japonesa, Ayaka Yamashita.

España fue a más con el gol. Tanto, que sus aproximaciones a la portería japonesa crecieron en intensidad, mientras sus rivales trataban de sorprenderlas con algún zarpazo a la contra. Ni unas ni otras, con todo, lograron volver a enviar el esférico al fondo de la red en los primeros 45 minutos, por mucho que Irene Paredes tuviera una excelente ocasión para ello, perfectamente desbaratada por la arquera nipona.

El paso adelante que trató de dar Japón en la reanudación no consiguió prolongarse demasiado en el tiempo. Por mucho que Maika Hamano, relevo de Kiko Seike en el descanso, pusiera a prueba a Cata Coll con un tiro lejano a la postre fácil para la mallorquina, fue España la que más y mejor trató el balón a lo largo de un segundo tiempo en el que la llegada del gol del triunfo para las españolas parecía sólo cuestión de minutos.

Por mucho que tardara tal vez algo más de lo previsto, acabó por llegar con una buena acción de Mariona Caldentey que, tras combinar con Aitana Bonmatí, materializó el 2-1 cuando el partido se disponía a encarar los últimos 15 minutos del tiempo reglamentario. Poco antes, las japonesas ya habían encajado un duro mazazo en forma de la lesión de una Risa Shimizu que se resintió de su rodilla izquierda tras un regate, precisamente, de la propia Mariona.

El equipo nipón, en los instantes finales, trató de acelerar en busca del empate. Pero el conjunto que dirige Montse Tomé, defendiéndose sobre todo con la posesión, logró sellar finalmente un debut con triunfo en los Juegos Olímpicos.