La redención de Simone Biles en el Olimpo de París

Actualizado Sábado, 27 julio 2024 - 23:07

Es la gimnasta con más títulos: cuatro oros olímpicos, ha hecho saltos y movimientos que nadie había logrado antes, hay cinco que llevan su nombre y quiere añadir un sexto en estos Juegos de París. Pero en su medallero olímpico, al mismo nivel que todo lo logrado en lo deportivo, cuenta también su renuncia en los Juegos de Tokio hace tres años: retirarse a tiempo de una competición y admitir que un atleta no es un ser invencible y que, también para ellos, la salud mental está por encima de la resistencia física.

Simone Biles (Ohio, 27 años) es en estos Juegos de París 2024 como una diosa que vuelve al Olimpo. Es una de las grandes estrellas llamadas a triunfar en el evento, de las deportistas que más expectación genera, tras su retirada en los Juegos de Tokio. La prensa francesa no escatima en elogios a la atleta, a la que llaman «la superstar de la gimnasia, la mejor de todos los tiempos», como la aclama el periódico Les Echos, económico. El deportivo L'Équipe aborda también el retorno de Simone Biles, a la que se refiere como «un icono en vías de redención», que en París se vengará del lado amargo que vivió en Tokio.

La atleta estadounidense no estuvo presente en la ceremonia de inauguración que se celebró en el Sena. Ausente en el barco de su delegación bajo el diluvio universal del viernes, la prensa francesa sigue atentamente cada uno de sus movimientos. Como su entrenamiento el pasado jueves en el Arena Bercy, donde arrancan hoy las pruebas de gimnasia artística.

Un nuevo movimiento

De momento, la gimnasta norteamericana va a intentar apropiarse de un nuevo movimiento, y así bautizar seis con su nombre: se trata de una pirueta realizada por otro deportista. Campeona olìmpica, quiere rizar el rizo, y si completa limpio este giro, será nombrado en su honor.

Hoy se hace selfies en los entrenamientos y luce sonrisa renovada, pero estos últimos años no han sido fáciles para la gimnasta estadounidense. Se retiró en los Juegos de Tokio por un bloqueo psicológico que le llevó a padecer los llamados «twisties». Esto sucede cuando los deportistas pierden el sentido del espacio y de la dimensión cuando están girando en el aire. Cabeza y cuerpo se desconectan. En una de las pruebas de Tokio, Biles tuvo problemas para aterrizar y fue entonces cuando decidió abandonar para centrarse en su superación mental.

«Si piensas en todo lo que he tenido que pasar durante los últimos siete años, te das cuenta de que nunca debí haber formado parte de otro equipo olímpico (...) No quiero que ningún otro atleta olímpico pase por esto», dijo la deportista entonces.

A esto se añade que la estadounidense tuvo que testificar, junto con otras tres deportistas, por los abusos sufridos por Larry Nassar, ex médico del equipo de gimnasia femenino de EEUU. «He ganado en total 25 medallas en Mundiales, siete en Juegos Olímpicos, y soy una superviviente de abuso sexual». Así se presentó Biles ante el comité del Senado estadounidense que investigaba el escándalo.

Biles, sobre la barra de equilibrios del Bercy Arena.

Biles, sobre la barra de equilibrios del Bercy Arena.AFP

La declaración prosiguió entre lágrimas. Acusó a la Federación de Gimnasia de Estados Unidos (USAG), y al comité olímpico y paralímpico de EEUU de saber desde «mucho antes» que había sufrido abuso. En 2018 la atleta ya había confesado haber sido víctima del ex médico, que ha sido condenado por abusos cometidos durante décadas a más de 200 gimnastas.

«recordarme que aún puedo hacerlo»

Estos tres años su futuro ha sido una incógnita, pero decidió volver: «En realidad, nadie me obliga a hacerlo», explicó la deportista al anunciar que regresaba a París. «Me levanto todos los días y elijo trabajar en el gimnasio y rendir sólo para recordarme a mí misma que todavía puedo hacerlo».

La competición femenina arrancará este domingo en el citado Arena de Bercy, con las pruebas clasificatorias, y seguirá el próximo martes con la final por equipos, antes de la decisión del concurso general individual que tendrá lugar el jueves.

Considerada como la mejor gimnasta de todos los tiempos y ganadora en total de 37 medallas, Biles tiene una poderosa trayectoria deportiva. Al poner sobre la mesa los problemas de salud mental que afectan a los atletas, se coloca la más grande de sus preseas: la de evidenciar que otro de los valores de un deportista olímpico no está en presumir de las fortalezas, sino en reconocer las propias vulnerabilidades.

Polémica en Francia por la recreación de la Última Cena con drag queens en la inauguración de los JJOO: "Es una mofa del cristianismo"

Polémica en Francia por la recreación de la Última Cena con drag queens en la inauguración de los JJOO: “Es una mofa del cristianismo”

Actualizado Sábado, 27 julio 2024 - 14:05

"Orgullo" y "bofetada a los oscurantistas" para la izquierda, "vergüenza" y "wokista" para algunos sectores de la derecha y la extrema derecha: la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París-2024, de este viernes, generó encendidas reacciones entre la clase política francesa.

El momento que generó más revuelo fue la presencia de drag queens en un cuadro artístico de la ceremonia en el que la puesta en escena hacía pensar en la Última Cena de Jesucristo con sus apóstoles. Sobre la mesa, el cantante Philippe Katerine aparecía pintado de azul y casi desnudo, con aires de Dioniso.

La senadora de Los Republicanos (derecha) Valérie Boyer denunció "una visión de nuestra historia (...) que busca ridiculizar a los cristianos", en aparente alusión a dicha escena de Philippe Katerine con las drag queens.

"Qué vergüenza (...) La apertura de los Juegos Olímpicos es un ataque a la cultura francesa", denunció Julien Odoul, portavoz de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN).

La eurodiputada ultraderechista Marion Maréchal calificó a su vez el evento de "J-Woke 2024". "No es Francia la que habla, sino una minoría de izquierda dispuesta a todas las provocaciones", añadió.

A las críticas se sumó la conferencia episcopal de Francia , por las escenas de "mofa del cristianismo, que lamentamos muy profundamente" , si bien, matizan, hubo también "momentos maravillosos de belleza y alegría, ricos en emociones y universalmente reconocidos".

Para saber más

"Pensamos en todos los cristianos de todos los continentes, que se sintieron heridos por el ultraje y la provocación de ciertas escenas", insistieron los obispos.

Otro de los momentos de controversia fue la actuación de Aya Nakamura, célebre cantante francesa de origen maliense criticada en los últimos meses por la extrema derecha, con un vestido con plumas doradas junto a la solemne Guardia Republicana, uniformada a su alrededor.

La líder del RN Marine Le Pen había estimado hace unos meses que la posible presencia de Aya Nakamura en el evento era un intento del presidente Emmanuel Macron de "humillar al pueblo francés", y no comentó la ceremonia. Este sábado deseó "buena suerte" a todos los deportistas de su país para que "dejen arriba los colores de Francia y hagan sentirse orgulloso al pueblo francés".

"Orgullo" en la izquierda y el Gobierno

En otro momento de la ceremonia inaugural, en un desfile de moda, se incluyó a la modelo transgénero Raya Martigny, con música de la DJ y activista feminista y lesbiana Barbara Butch.

"¡Qué orgullo cuando Francia habla al mundo!", reaccionó este sábado en X el coordinador de La Francia Insumisa (izquierda radical) Manuel Bompard, mientras que el líder del Partido Socialista, Oliver Faure, aplaudía la celebración de los "valores de libertad, igualdad y fraternidad a los cuales se sumaron la sororidad, la paridad y la inclusividad".

"Es la mejor respuesta al auge del fascismo y la extrema derecha (...) Qué bofetada a los oscurantistas", comentó por su parte la ecologista Sandrine Rousseau.

El gobierno francés retuiteó un vídeo de la actuación de Aya Nakamura con comentarios elogiosos: "Decidme un dúo mejor, lo esperaré", festejaba el primer ministro Gabriel Attal, en alusión a la cantante y la Guardia Republicana.

Audiencia casi récord

La ceremonia de apertura fue masivamente seguida en Francia, donde 22 millones de espectadores vieron en la televisión pública France 2 el acto con un 81,5% de cuota de pantalla, según el sistema de medición de Mediametrie.

Sin contar las alocuciones del presidente de la República Francesa durante la crisis del covid-19, el récord de audiencia televisiva en Francia se dio en la final del Mundial de fútbol ganada por Argentina ante Francia en diciembre de 2022, que tuvo entonces 24,08 millones de telespectadores en TF1, con una cuota de pantalla del 81%, también según Mediametrie.

Un tren que nunca debes dejar pasar

Actualizado Viernes, 26 julio 2024 - 23:14

Es un privilegio estar en París en el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos, por muy incómoda y caótica que se haya vuelto la ciudad, casi en estado de sitio ante la magnitud del acontecimiento. Volver a unos Juegos, ahora como observadora, junto al equipo de Adidas, me trae a la memoria aquellos en los que competí. Siempre preferí quedarme en la Villa Olímpica. A menos que seas Lebron James y estés incómodo por las dimensiones de la cam

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El break dance de la libertad: "Si escuchas música o bailas, los talibanes te matan"

El break dance de la libertad: “Si escuchas música o bailas, los talibanes te matan”

De negro riguroso, tocada la cabeza con un diminuto pañuelo rojo, lo justo para llevarlo, lo justo para dejar ver su pelo, Mazinha Talash intenta pasar inadvertida. No puede. Las miradas la persiguen como se persigue una buena historia que contar, antes en Madrid, ahora en París. En su atuendo hay contrición y hay respeto por la tradición de su cultura, compatible con la rebelión frente a quienes convierten una prenda de vestir en una prisión física y moral. Puede ser tu padre. Afganistán, su país, es el lugar de las celdas andantes. La pequeña Mazinha estaba condenada a una de ellas. El baile la liberó, como si cada movimiento la elevará a una realidad imaginaria que, hoy, es real. Es el break dance al que en este caso podríamos llamar 'break freedom', el break dance de la libertad.

«Cuando bailaba, me olvidaba de todo, de lo que ocurría en mi vida», dice unos días después de ese primer encuentro en Madrid. Acaba de entrenarse y mueve su flequillo. Es como si el break hubiera roto los mecanismos del pudor, un pudor inevitable para quienes no luchan únicamente contra la opresión, en este caso de los talibanes, sino también contra la tradición y la costumbre, contra parte de los suyos.

El último entrenamiento antes de viajar a París, para unirse al Equipo de los Refugiados, lo ha realizado en el Auditorio Trece Rosas de Vallecas. La instalación recibe el nombre por trece mujeres fusiladas durante la Guerra Civil. Mazinha no lo sabe. Podría haber corrido una suerte similar de no haber huido de su país, primero a Pakistán. Para hacerlo tuvo que colocarse un burka. La cárcel tenía esta vez un pasadizo hacia la libertad. Un año después, logró asilo político en España, gracias a las gestiones de la gente del break dance en nuestro país, la Federación Española de Baile Deportivo y el Comité Olímpico Español, que contactaron con la embajada en Islamabad. Una vez en España, se instaló primero en Huesca y después en Madrid. «Si los talibanes saben que escuchas música o bailas, van a matarte», dice con su voz líquida, pero con un incontestable aplomo para sus 21 años.

"Pusieron bombas en nuestro club"

Todo empezó cuando Mazinha vio un vídeo de un especialista que giraba sobre su cabeza. «Quiero hacer eso, me dije, y empecé a buscar», explica. Era una niña y Afganistán estaba todavía bajo el control de Estados Unidos y las fuerzas occidentales. «Mi vida era dura, como lo es especialmente la de todas las niñas sin padre. Por eso cuando descubrí el break fue como vivir otra vida. Encontré un pequeño club en Kabul [Superiors Crew], en el que hacían break y rap. Cuando llegué, había 55 chicos y ninguna chica. Insistí y me aceptaron», recuerda. «Tuve que cambiar mi nombre para que no se viera perjudicada mi familia -continúa-, pero por mucho que hagas, los talibanes lo averiguan todo de tu vida. Era peligroso, incluso llegaron a poner varias bombas cerca de nuestro club de baile, hasta que hubo que cerrarlo».

Todo cambió, sin embargo, cuando los norteamericanos y el resto de fuerzas de la OTAN abandonaron el país en mitad del caos, a lo Saigón, y los talibanes entraron en Kabul, en agosto de 2021. «Después de varios intentos, pudimos huir al año siguiente, no había otro remedio. Lo hicimos todo el grupo de baile. Aunque no teníamos pasaportes, conseguimos llegar a Pakistán, yo cubierta con un burka y mis compañeros con los tatuajes tapados. Me llevé a mi hermano pequeño, de 12 años, como si fuera su madre. Fue duro, muy duro, dormíamos 22 personas en una habitación. Pasé por una depresión, sólo tenía ganas de llorar, pero debía hacerlo a escondidas por mi hermano. Finalmente, encontramos una opción para poder llegar a España», relata, al tiempo que agradece la ayuda recibida en nuestro país.

Competir y enviar un mensaje

En marzo de este mismo año, recibió la beca Solidaridad Olímpica del Comité Olímpico Internacional y gracias a su nivel y a los entrenamientos con los técnicos de la Federación Española, en concreto David Vento, fue seleccionada entre los 37 miembros del Equipo de los Refugiados, creado en 2016. «Su motivación es excepcional. Ella quiere competir, claro, pero también quiere enviar un mensaje a todo el mundo», manifiesta su entrenador.

«París es un sueño. Quiero bailar y dar todo de mí para decirle al mundo quién soy, de dónde vengo, y hacerlo por las mujeres a las que se les niega todo, la vida, en Afganistán. Lo haré por ellas», concluye Mazinha, conocida ya en el mundo del break como 'B-girl Talash'. Para esas mujeres realiza, además, diseños de ropa, con el deseo de que algún día puedan llevarlos en las calles de Kabul. Ella saltará a la impresionante Plaza de la Concorde, escenario del break dance, el último fin de semana de los Juegos, con su pelo suelto y quizás teñido. Libre.

Lady Gaga, Céline Dion y el gran misterio: Todos los detalles de la ceremonia de inauguración de París 2024

Lady Gaga, Céline Dion y el gran misterio: Todos los detalles de la ceremonia de inauguración de París 2024

La llama olímpica y la luz. Será a partir de las siete y media de la tarde, en la hora dorada, el momento en el que el cielo de París mejor explota sus colores, cuando la luz y el Sena hagan su magia. Atletas de todo el mundo comenzarán a desfilar en barcos y a cielo abierto por el río, símbolo del corazón de la vieja Europa. A lo largo de seis kilómetros, y a través de 17 puentes, recorrerán el París más sublime: Notre Dame, el Museo del Louvre, la Asamblea Nacional, la plaza de la Concordia, los Inválidos, el Jardín de Tullerías y, cuando el sol ya haya caído, el lugar más emblemático de todos: la Torre Eiffel.

Si no lo estropea el tiempo, según los cálculos de la organización habrá dos tercios de luz natural al atardecer. La hora elegida, los tiempos y el escenario: nadie como Francia sabe exhibir mejor la belleza. Tratará de clavarlo en esta ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, los terceros que celebra (junto a Londres, es la única ciudad con triplete) tras los de 1900 y 1924.

Dina Sánchez

El Sena, que se ha limpiado y volverá a ser apto para el baño, una de las herencias olímpicas, será el hilo conductor de un espectáculo que durará tres horas y 45 minutos. Es el primero que se celebra fuera de un estadio, en el corazón de una ciudad. Francia aspira a que sea la más espectacular que se ha visto en la historia olímpica. París puede lograrlo.

La ciudad vive desde ayer una especie de calma tensa. Hay silencio, emoción contenida. No se respira un gran fervor en las calles, también hay inquietud por la seguridad. Hoy París es un niño la noche antes de que lleguen los Reyes Magos.

Dina Sánchez

El espectáculo dará pasó al deporte, pero para un país como Francia, que da tanta importancia a la simbología, la tradición y la historia, este arranque es clave para poder festejar todo lo demás. El espectáculo está cronometrado y medido al segundo. Ha sido diseñado por Thomas Jolly, su director de orquesta, junto con la escritora Leïla Slimane y el historiador Patrick Boucheron.

En las Riberas del Sena, en las gradas instaladas, lo verán unas 320.000 personas y otras 50.000 en las fan zone. Se conocen algunos detalles. El evento tendrá el ADN de Francia: su pulsión revolucionaria, esa promesa de igualdad y fraternidad y el reflejo de su diversidad. Habrá un recorrido por la historia, pero será también una ceremonia de 2024. Participarán decenas de jefes de Estado, entre ellos los Reyes de España. El primer barco en zarpar por el Sena será el griego, como marca la tradición, y el último será el anfitrión. El colofón será en la Plaza de Trocadero, con la Torre Eiffel al anochecer.

Habrá bailarines, Marsellesa, varias composiciones visuales que se proyectarán en pantallas a lo largo del recorrido, y se han filtrado algunos de los momentos clave: si no hay sorpresas, Lady Gaga abrirá la actuación, Céline Dion cerrará con el Himno al amor de Édith Piaf y Aya Nakamura versionará La Bohème, de Charles Aznavour.

Quién será el deportista encargado de llevar el último tramo de la antorcha y encender el pebetero olímpico es aún una incógnita. Será en el jardín de Tullerías. Se ha hablado del ex futbolista marsellés Zinedine Zidane, de los más apreciados en Francia, o de la ex atleta Marie-José Pérec, oro olímpico. Otro de los secretos es lo que ocurra justo en la Torre Eiffel, al final del acto.

Dina Sánchez

Se ha creado una burbuja se seguridad para proteger este momento. Se han confinado las riberas del Sena, inaccesibles desde hace una semana y hoy blindadas. Se cerrará el espacio aéreo durante la ceremonia en un radio de 150 kilómetros, y ningún avión podrá aterrizar en los aeropuertos parisinos. El ejército lleva semanas revisando las aguas del río, cerrado a la navegación, y se bloqueará parte del periférico, que se reservará al transporte de los atletas.

Desde hace meses se trabaja en este dispositivo, el más grande desplegado en la capital y el mayor quebradero de cabeza de cara a este acto: Hay 45.000 agentes, entre policías, gendarmes, seguridad privada, militares y policía extranjera. Había un plan B, e incluso un C, en caso de ataque inminente (que de momento no se han tenido que activar) aunque mucho menos espectaculares que el escenario del Sena al atardecer.

Los Juegos de París en un mundo sin tregua: Ucrania, Gaza y la frustración del olimpismo

Los Juegos de París en un mundo sin tregua: Ucrania, Gaza y la frustración del olimpismo

Los Juegos Olímpicos no pueden cumplir con uno de los mandatos que daban sentido a su creación: la tregua olímpica. La razón es que el evento que arranca con un homérico y desafiante recorrido por el Sena, lo hace en un mundo sin tregua, rotos los equilibrios geopolíticos del pasado, en el periodo más inquietante desde la Guerra Fría y con la crecida de movimientos y dirigentes populistas y radicales. Francia no es ajena al fenómeno, pese al 'No Pasarán' con el que la izquierda ha evitado el triunfo de la extrema derecha, aunque ello no puede convertir a París, la Atenas del olimpismo moderno, en la Olimpia que detenía las guerras.

Los conflictos en Ucrania y Gaza continúan en paralelo a las hazañas de sus atletas, incluso un puñado de rusos que lo harán sin bandera. Tras las sanciones occidentales, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió apartar de los Juegos a Rusia y Bielorrusia, hecho que rompe, asimismo, lo más parecido al equilibrio geodeportivo del pasado, entre Estados Unidos y la extinta URSS. Rusia no llegó a igualar el viejo poder soviético, por la pérdida de repúblicas, Ucrania entre ellas, y la caída del comunismo, en el que el deporte era una de las pocas vías para cambiar una vida. Pero se mantenía como vértice del nuevo orden, hoy destruido como consecuencia de la política y cargado de interrogantes. El Equipo de los Refugiados, creado en 2016 y formado en París por 37 deportistas, es el reconocimiento del olimpismo de su propio fracaso, de su incapacidad de pacificar menos de un mes un mundo en convulsión.

Biden, Putin y Trump

El presidente ruso, un nostálgico de la gran Rusia que conecta con el dominio soviético, tiene una orden de detención de la Corte Penal Internacional. El de Estados Unidos acaba de quebrar y dejar expedito el camino del regreso a la Casa Blanca a Donald Trump, convertido en un mártir tras el atentado sufrido en Pensilvania. Joe Biden era el símbolo de la debilidad que urge cambiar a los miembros del Partido Demócrata, y Vladimir Putin es el de la amenaza para el mundo. Entre ambos gravita un Trump peligrosamente cerca del ruso en su mandato anterior.

El poderoso equipo de Estados Unidos, que colocará a LeBron James, un Ulises de su deporte, en el mascarón de proa de su barcaza en el Sena, está llamado, pues, a dominar el medallero, mientras que los escasos rusos o bielorrusos competirán bajo la bandera olímpica, la bandera de la vergüenza para Putin, que hace sólo seis años mostraba al mundo la eficacia de su Mundial de fútbol. En Tokio ya tuvieron que hacerlo, entonces por las sanciones por dopaje al estado ruso, y escucharon a Tchaikovsky en el podio. China aparece como el contrapoder americano, heredera del deporte de Estado de las antiguas potencias del Este, otra vez entre acusaciones de dopaje.

Los israelíes, como jefes de Estado

En el país occidental con las mayores comunidades musulmana y judía, además de haber sufrido sangrientos atentados islamistas, desde Charlie Hebdo a Bataclan, la presencia de las delegaciones de Palestina e Israel redobla el desafío de seguridad que ya propicia el contexto mundial y la novedosa ceremonia, con una grada de kilómetros a orillas del Sena. Los deportistas hebreos se mueven a los centros de entrenamiento con medidas propias de jefes de Estado. Como ocurrió en Eurovisión, aguardan protestas en sus competiciones, después de que miembros de la Francia Insumisa dijeran que los israelíes no son bienvenidos en París. El ministro de Interior, Gérald Darmanin, intervino para decir lo contrario y evitar un conflicto diplomático.

El recuerdo del atentado de Múnich, en 1972, en el que murieron 11 miembros de la delegación israelí, además de varios terroristas del grupo palestino Septiembre Negro, es inevitable y mantiene en alerta a la fortificada seguridad en una ciudad abandonada por muchos parisinos. Los agentes están en cada esquina, en cada puente, aunque sin que, por ahora, se perciba tensión.

La huida parisina y los visitantes

Los Juegos no seducen del mismo modo a los habitantes de las grandes metrópolis del mundo, que ya viven todos los días el olimpismo de las finanzas, la cultura o la alta política. No son lo mismo París o Londres que Barcelona o Atenas. Las visitas, sin embargo, compensarán la huida local. París espera unos 15 millones de personas a lo largo de estos 19 días. Barcelona'92, cuya cosecha de 22 medallas aspira a superar la delegación española, con más mujeres que hombres, también se celebró en un mundo cambiante, por primera vez sin la URSS. Cambiante pero menos inquietante que el actual.

Ucranianos, palestinos o israelíes, y hasta rusos sin bandera, no competirán liberados de los conflictos de sus países, como hacía Milón de Crotona, el mejor luchador que recuerdan los Juegos de la antigüedad, en Olimpia, casado con la filósofa Myia, hija de Pitágoras. Entonces dejaba la guerra sin temores para competir por el pacto entre todas las ciudades-estado. Ni París ni Francia ni el mundo, representado por la ONU en la Resolución 118 por una nueva tregua olímpica, lo han conseguido esta vez. El oro es su objetivo, la paz es el oro imposible de un mundo que pone sus ojos en los Juegos, pero les niega su razón de ser.

Mascherano denuncia el robo a un futbolista durante el entrenamiento en los Juegos de París

Actualizado Jueves, 25 julio 2024 - 12:22

El entrenador de la selección de fútbol argentina, Javier Mascherano, ha denunciado el robo a un deportista el miércoles en el vestuario, durante el entrenamiento del equipo en París y antes del encuentro que disputaron frente a Marruecos en los Juegos Olímpicos. Arrancan mañana en la capital, pero ya han comenzado algunas pruebas.

Mascherano ha explicado que uno de los futbolistas, Thiago Almada, al volver del entrenamiento, vio que le faltaban "el reloj y anillos. No quisimos decir nada", ha denunciado el entrenador.

Lo hizo después de los problemas que hubo en el encuentro que disputaron frente a Marruecos, cuando, casi al final, varios hinchas marroquíes saltaron al campo tras el empate de Argentina.

Los jugadores tuvieron que salir del césped pero volvieron después, para disputar los últimos minutos, y se anuló el gol al equipo albiceleste. Leo Messi calificó el hecho de "insólito" y Mascherano ha dicho: "Esto no es un torneo de barrio, son unos Juegos Olímpicos".

La seguridad es una de las mayores preocupaciones. Hace días que la ciudad está blindada, con un dispositivo nunca visto antes: 30.000 agentes patrullan las calles, entre policías, gendarmes y militares. El país pidió refuerzos y hay policías de un total de 45 países, entre ellos España.

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, se felicitaba este jueves de la caída de la delincuencia en la capital. La prefectura de Policía ha hablado de una "caída inédita" de la misma, tanto en las calles como en los transportes.

"Hemos casi llevado la delincuencia a cero gracias al dispositivo desplegado", se ha felicitado Darmanin. Según sus datos, hay un 20% menos de robos con violencia". En los transportes, uno de los espacios favoritos de los ladrones, han caído un 11%, según la Prefectura.

Nadal y Alcaraz, dos ‘Rockstars’ en París: “Generan tanta expectación que terminamos cenando tarde”

Actualizado Miércoles, 24 julio 2024 - 12:35

Cuando Rafael Nadal y Carlos Alcaraz van a cenar a alguno de los restaurantes de la villa olímpica parisina ocurre que si quedan con sus compañeros a las nueve, acaban sentándose a la mesa a las diez. Los tiempos para las grandes estrellas se dilatan porque los otros deportistas los van parando para hacerse fotos o hablar con ellos. Los dos tenistas españoles son uno de los grandes reclamos de la villa olímpica de estos Juegos de París 2024.

Este espacio construido en Saint Denis, en la periferia parisina, acoge desde hace días a buena parte de los más de 10.000 atletas que participan. Dentro de las estrellas del deporte mundial que estarán estas semanas en la ciudad están Nadal y Alcaraz. Ambos "generan una expectación tan increíble en la villa que acabamos cenando tarde porque muchos deportistas quieren saludarlos". Lo cuenta David Ferrer, capitán del equipo de tenis en rueda de prensa conjunta, la primera del equipo español en estos Juegos, en la mañana de este miércoles.

Un ejemplo de lo que arrastran los dos tenistas es que, cuando acaba la rueda de prensa, ellos tardan más en irse porque varios de los técnicos quieren hacerse fotos con ellos. "El impacto que genera el tenis en el deporte y en la sociedad lo vemos con Rafa y Carlos, es verdad que las cenas se alargan, pero la gente los mira con mucha admiración y eso es un motivo de orgullo para nosotros", reitera Anabel Medina, capitana del equipo femenino.

Los integrantes del equipo olímpico español de tenis posan durante una rueda de prensa

Los integrantes del equipo olímpico español de tenis posan durante una rueda de prensaSASHENKA GUTIERREZEFE

Son los últimos Juegos Olímpicos de Nadal, los primeros de Alcaraz y hay mucha expectación por ver jugar a las dos estrellas juntas en dobles. "Nos vamos a esforzar al máximo, aunque no hemos podido prepararnos conjuntamente para un torneo como éste, en el que sí hay otras parejas que han podido prepararse", ha dicho Nadal. "Confiemos en el buen momento que tiene Carlos y que yo llegue al nivel que necesito. Dentro del poco tiempo que tenemos, vamos a entrenar lo máximo", ha señalado.

"Entiendo el morbo y la ilusión de vernos jugar juntos, pero no pensemos que eso se traduce a éxito. Al final Carlos no ha jugado muchos dobles y yo no he jugado mucho ni en dobles, ni muchos individuales", ha señalado Nadal.

El tenista de Manacor es una leyenda en Francia, donde ha ganado 14 Roland Garros. Alcaraz, vigente campeón de Roland Garros y Wimbledon, también es ya, a sus 21 años, uno de los deportistas más reclamados. Nadal ha asegurado que estos Juegos son una oportunidad para conocerse mejor: "Estar cerca de Carlos rejuvenece, porque recuerdas la energía de cuando tenías 20 años y lo descubres todo".

Convivencia

El equipo llegó esta semana a la villa olímpica, donde también han ido llegando por goteo el resto de atletas. Duermen en apartamentos compartidos, lo que, como han señalado, "genera un ambiente especial". "Es una experiencia diferente, y eso es algo que te dan unos Juegos Olímpicos, esa convivencia, es lo que hace diferente esta competición de un Roland Garros", ha dicho Nadal. "Tenía muchas ganas de vivir esta experiencia, de vivir en la villa con los demás deportistas. No siento que juego sólo, sino por todo un país", ha dicho Alcaraz.

El tenis arranca el sábado en Roland Garros, justo después de la ceremonia de inauguración del viernes. Se juega en tierra batida por primera vez desde Barcelona 92. Estos Juegos de París son los cuartos de Nadal desde su debut en Atenas 2004. Se perdió los de Londres 2012 y los de Tokio 2021, por lesión. Fue campeón individual en los Juegos de Pekín 2008 y de dobles, junto a Marc López, en los de Río 2018.

Estos son, como ha dicho, "de los más especiales", pues juega en terreno donde ha sido el rey tanto tiempo. "Para estar aquí he tenido que pasar por muchos momentos difíciles (...) Tengo el premio, que es vivir unos Juegos más en un escenario que para mí es muy especial y compartir con mis compañeros unos últimos juegos".

El 'sitio' olímpico de París: "Esto parece el confinamiento"

El ‘sitio’ olímpico de París: “Esto parece el confinamiento”

Desde el pasado jueves, disfrutar de un paseo por el Sena o cruzar de un lado a otro del río por alguno de los puentes, a pie o en coche, es un desafío gigantesco. La semana pasada se activó el perímetro de protección antiterrorista en París de cara a los Juegos Olímpicos que arrancan el viernes y la zona donde se va a celebrar la ceremonia de apertura (en el Sena, por primera vez fuera de un estadio) está blindada, vallada e inaccesible.

Sólo las personas que han solicitado un permiso puede pasar con un código QR. «Está la zona roja, la zona gris... Es un lío, ya no sabes por dónde puedes moverte, y encima la mitad de las paradas de metro están cerradas. Esta semana esto va a ser un caos», protesta Marie, que trabaja en una tienda cerca de la Asamblea Nacional y ha tenido que modificar su itinerario habitual para poder llegar a su destino cada día.

París es estos días una ciudad blindada, hiper vigilada por tierra y aire, con militares y policías en cada esquina. Se han instalado unas 44.000 rejas en la zona del Sena, normalmente llena de turistas pero hoy tan poco transitada que recuerda al confinamiento durante la pandemia: no hay apenas tráfico ni ruido. Un silencio inusual. Han empezado las restricciones en la red de metro, de manera que hay que estar recalculando trayectos.

Los tiempos se dilatan más de lo normal y cruzar de un lado del río al otro, si no es en el suburbano, es complicado. Muchos parisinos se han ido de la ciudad. Los que viven en las zonas acotadas y los comerciantes han tenido que pedir la autorización, a través del citado QR, para moverse.

Varios policías en la orilla del Sena.

Varios policías en la orilla del Sena.AP

A cinco días del comienzo de los Juegos Olímpicos en París, hay un fervor contenido por el evento y, sobre todo, mucha inquietud por la seguridad. Los preparativos y las molestias generadas por el protocolo antiterrorista añaden irritación a una población que ha ido perdiendo entusiasmo. El 60% de los franceses se alegra de que París acoja los Juegos, según un sondeo realizado por Odoxa esta semana. En septiembre era casi un 80% de apoyo, pero va cayendo a medida que se acerca la fecha.

En la zona del Sena, los comerciantes se quejan del impacto de las restricciones en sus negocios. Los hoteles pensaban forrarse, pero en los últimos meses habían elevado tanto los precios que han acabado disuadiendo al turista y a última hora han visto que no tienen el lleno como pensaban. «No hay casi turistas, la actividad ha bajado mucho desde que se activaron las restricciones. Esto parece el confinamiento», insiste Laurent, en una tienda de regalos de la zona.

Si esta semana muchos parisinos han aprovechado para irse, otros son conscientes de que es una vez en la vida. «Siempre hay inconvenientes con este tipo de eventos, pero son sólo unos días y la experiencia merece la pena. ¿Cuándo vas a vivir una cosa así en tu ciudad? Solo una vez», explica Khaled, camarero de un bar cerca de la Asamblea Nacional, zona afectada por las restricciones.

Las obras han acabado y ahora empiezan a desmontarse los andamios, se han creado zonas verdes en muchas calles, ahora peatonales, y en los puentes del Sena se han instalado tribunas para ver la ceremonia, que transcurrirá a lo largo de seis kilómetros del río. Todas las calles están llenas de banderines olímpicos y en los parques se han acotado zonas para celebrar. Se ha reclutado a un total de 45.000 voluntarios para estas semanas. Lo que más preocupa es la seguridad: el 68% de los franceses está inquieto por los problemas que pueda haber en los transportes o en las zonas más turísticas, por el peligro de un ataque. Hace tres semanas que se han triplicado las patrullas en el metro. En las fanzone se esperan unas 50.000 personas. El 65% tiene miedo de acudir. Francia está en nivel máximo de alerta terrorista y el día de la ceremonia habrá 45.000 miembros de las fuerzas del orden desplegados. Además, hay unos 18.000 soldados movilizados, 10.000 en la región de París. Nunca la capital ha estado tan protegida. El día de la ceremonia habrá una burbuja aérea.

Gasol, junto al presidente del CIO, Thomas Bach, en la Villa Olímpica.

Gasol, junto al presidente del CIO, Thomas Bach, en la Villa Olímpica.AFP

«Estamos preparados, y lo estamos durante todo el periodo olímpico, gracias a las fuerzas de seguridad», ha dicho el presidente, Emmanuel Macron, que visitó ayer la villa olímpica, construida en Saint Denis, uno de los barrios populares de la periferia parisina. Macron ha destacado que la seguridad «es la prioridad» y para ello se ha desplegado un dispositivo como nunca antes. Han llegado refuerzos extranjeros, entre ellos centenares de policías y guardias civiles españoles.

Sólo el 40% de franceses quiere que la ceremonia de apertura se mantenga. Había un plan B, en Trocadero, mucho más reducida y sin la espectacularidad que supondrá ver desfilar los barcos por el Sena. También un plan C, en el Estadio de Francia, en caso de amenaza extrema. París, además, acoge estos juegos en medio de una tormenta política, tras la decisión de Macron de adelantar las elecciones legislativas, que han dejado un Parlamento dividido en tres bloques y ninguno con mayoría suficiente como para formar Gobierno. El que había está en funciones, precisamente para poder gestionar los juegos.

El París de antes y después será muy distinto. Además del nuevo barrio de Saint Denis, donde hoy está la villa olímpica, la posibilidad de bañarse en el Sena cambiará la ciudad para siempre.

La regatista Támara Echegoyen y el piragüista Marcus Cooper serán los abanderados españoles en los Juegos Olímpicos de París 2024

Actualizado Miércoles, 26 junio 2024 - 13:31

La trepidante Eurocopa, en la que, por añadidura, España ha producido la mejor impresión de las Selecciones participantes, tiende a hacer olvidar que el resto de la vida deportiva sigue su curso, que el fútbol no lo es todo y que, a la vuelta de la esquina, aguardan los Juegos Olímpicos de París.

El Comité Olímpico Español (COE) dio a conocer oficialmente los nombres de los abanderados de nuestra delegación: la regatista Támara (con tilde) Echegoyen (Orense, 1984) y el piragüista Marcus Cooper (Oxford, 1994). Era un secreto a voces. Bueno, ni siquiera era un secreto. En una designación por méritos, pero también por eliminación, ellos llevarían nuestra bandera en la "Opening Ceremony".

Es una norma no escrita, una convención aceptada que las banderas las porten los deportistas más laureados. El honor femenino hubiera debido corresponder a la piragüista Maialen Chourraut, con un oro, una plata y un bronce, frente al oro en Londres2012 de Echegoyen en la clase Elliott6m en compañía de Ángela Pumariega y Sofía Toro.

Pero Maialen competirá en las series de K1 al día siguiente de la larga, fatigosa y noctámbula ceremonia inaugural. Es cierto que Echegoyen, junto a Paula Barceló en la clase 49erFX, empezará su tarea en Marsella, a 800 kms. de París, dos días después. No es mucho tiempo para descansar de un desplazamiento considerable y prepararse psicológicamente para afrontar un desafío de máxima exigencia. Sin embargo, todo el mundo, empezando por la ilusionada Támara, que, a diferencia de Maialen, no está sola en la competición, ha estimado que las posibilidades de medalla no sufrirán menoscabo.

La elección de Marcus Cooper (un oro y una plata) no presentó ningún problema de orden competitivo, índole temporal o naturaleza jerárquica. Comenzará su trabajo el martes 6 de agosto. Y si bien registra menos laureles que Saúl Craviotto (dos oros, dos platas y un bronce) y Rafa Nadal (dos oros), el piragüista ya fue abanderado en Tokio2020, junto a Mireia Belmonte, cuando una única bandera unisex dio paso ya en adelante a una femenina y otra masculina; y el tenista, en Río2016.

Para un deportista, portar la bandera de su país en el desfile de apertura de unos Juegos Olímpicos supone un honor de relevancia biográfica, revestido de una pátina de trascendencia histórica. Homenajea, individualiza, enorgullece, otorga una especie de capitanía de lo mejor del deporte de su nación en el encuentro con lo mejor del deporte del mundo, en el supremo escenario del planeta.

De un modo indirecto, suplementario, la designación de Echegoyen y Cooper reconoce y expresa la importancia de la vela y el piragüismo en el historial olímpico español. Ninguna otra especialidad nos ha aportado tantas medallas: la vela, 21. El piragüismo, 20.