Aplastamiento y compasión del PSG sobre el Inter Miami para despedir a Messi del Mundial

Aplastamiento y compasión del PSG sobre el Inter Miami para despedir a Messi del Mundial

La realidad del fútbol se cumplió. Era inimaginable que fuera de otra forma. El PSG, campeón de Europa tras ganar 4-0 al Inter de Milán en la final de la Champions y dominador del continente este curso, pasó por encima del Inter Miami de Leo Messi, ganador de la Supporters Shield de la MLS que le ha dado acceso al Mundial de clubes. Así de simples son a veces las cosas. Los de Luis Enrique abusaron de su rival en la primera mitad, se fueron 4-0 al descanso y bajaron marchas en el segundo acto, donde Messi, incisivo, trató de marcar el tanto del honor.

Mascherano alineó a toda su veterana columna vertebral, recuperando a Jordi Alba y repitiendo con Busquets en el eje y Messi y Suárez en punta. Luis Enrique, mientras, salió con todo desde el inicio en cuanto a nombres e intenciones, acelerando desde el pitido inicial y sin titubear ante la que fuera su estrella.

En el 3, Ustari salvó el primero tras un slalom de Kvaratskhelia que terminó en pase atrás de Barcola para la aparición del portero, que poco pudo hacer en los siguientes minutos. En el minuto 5 llegó el primer tanto. Vitinha lanzó una falta lateral al segundo palo y por ahí apareció Neves, libre de marca, para cabecear a gol ante Ustari.

Si Inter Miami tenía algún objetivo en el partido, debió caerse tras encajar un gol tan pronto ante el campeón de Europa. El PSG amasó la posesión, bailó al son de un Vitinha extraordinario, llamó a la tímida presión de los de Florida, batió la primera línea de Suárez y Messi con facilidad y se presentó en la frontal del área cada minuto con la comodidad de un entrenamiento.

Fue un monólogo en el que Inter no conseguía recuperar el balón y cuando lo hacía, lo perdía en apenas unos segundos. Un asedio constante. Kvaratskhelia pudo anotar el segundo, Nuno Mendes tuvo la suya más tarde, Hakimi también, Fabián estuvo a punto... Demasiado físico para los de Miami, demasiada técnica, demasiado todo.

Luis Suárez se desesperaba con sus compañeros porque no conseguían llegar a presionar al poseedor del balón, pero los gritos no ayudaban. Era la realidad. Inter aguantó el 1-0 durante 40 minutos, pero se vino abajo justo antes del descanso y por un error propio.

En el 40, Busquets perdió una pelota siendo último hombre, Fabián le robó la cartera y Neves marcó a placer a pase de Barcola. Partido casi sentenciado.

Los de Luis Enrique juntaban jugadores en triángulos ante los laterales de Inter Miami, moviéndose sin balón y creando espacios a la espalda de Alba y Weigandt. En una de esas, Hakimi encontró a Doué a la espalda de Alba, el joven delantero puso un centro y Avilés, sin querer, introdujo el balón en su propia portería. Muy fácil para los de Luis Enrique.

Con el público pensando en el descanso, Vitinha quiso más. En la siguiente posesión al 3-0, el mediocentro portugués picó el balón por detrás de Alba y encontró a Barcola, que dejó el balón atrás para que Hakimi batiera a Ustari tras una primera parada del portero.

El ataque creado por Luis Enrique es imprevisible. Al no tener un delantero centro claro, sus tres atacantes se mueven por el frente como quieren, intercambian posiciones y crea superioridades cuando el defensa no está lo suficientemente atento. Un nivel superior.

El intermedio aterrizó con el 4-0, con una posesión del 73% para los galos, con 10-0 en remates, 4-0 en córners, 340-107 en pases... Dos mundos diferentes.

En la segunda parte, el PSG bajó marchas y comenzó a pensar en los cuartos de final, donde se medirá al ganador del Flamengo-Bayern. El Inter mejoró al disminuir el ritmo del partido y comenzó a encontrar a Messi, su única salida. El argentino dibujó un pase picado a Suárez que el uruguayo no acertó a controlar dentro del área y unos minutos más tarde tuvo un claro cabezazo que Donnarumma evitó lanzándose a un lado con rapidez.

Al final del partido, Messi tuvo su gran oportunidad: una falta en la frontal que estrelló en la barrera cuando todo el estadio soñaba con ese gol del honor para despedirle del Mundial.

Messi-Luis Enrique, cita con un pasado de peleas y títulos: “Tuvimos una discusión y nos duró un tiempito”

Actualizado Sábado, 28 junio 2025 - 22:36

«Tuvimos una discusión y nos duró un tiempito». Este domingo, el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta será testigo del reencuentro entre Leo Messi y Luis Enrique, ganadores del triplete con el Barça en 2015. Una tarde de cita con el pasado, con Javier Mascherano en el banquillo del Inter Miami y Jordi Alba, Sergio Busquets y Luis Suárez acompañando a la estrella argentina en el equipo de Florida, y el técnico asturiano liderando al PSG, actual dominador de Europa y club al que Messi no pudo hacer campeón. El duelo lo tiene todo, pero volvamos a 2015.

El triplete culé de hace justo 10 años se forjó en las semanas de enero que estuvieron a punto de hacer explotar la relación entre Messi y Luis Enrique. Un vaso que se fue llenando durante los primeros meses de aquella temporada, la del debut del entrenador en el Camp Nou, en un vestuario que venía de fracasar en Liga y Champions con el Tata Martino.

Para saber más

Luis Enrique, directo, sincero y con sus manías, tardó en encajar las piezas emocionales de un vestuario lleno de estrellas que venían de sufrir, cada una a su manera, en el Mundial de Brasil. Messi cayó en la final, Neymar se perdió el 7-1 de Alemania a la canarinha en semifinales por un rodillazo del colombiano Zúñiga en cuartos y la columna vertebral española no pasó de fase de grupos tras las derrotas ante Chile y Países Bajos.

Empezaron ganando partidos, pero las texturas comenzaron a rasgarse tras las dos derrotas seguidas ante Real Madrid (3-1 en el Bernabéu) y Celta (0-1 en el Camp Nou). Llegó el final de año y la promesa de Luis Enrique a los sudamericanos de que si ganaban todos los partidos de diciembre podrían volver un poco más tarde. Empataron en Getafe y se fueron de vacaciones de Navidad segundos, a cuatro puntos del Madrid.

"A Leo se le cruzaron los cables"

Al regresar, la relación entre Messi y Luis Enrique llegó a un punto límite. «Yo volví de Argentina después de las vacaciones, jugábamos el día 4 y salí desde el banquillo. Tuvimos una discusión y nos duró un tiempito», explicó el argentino en una entrevista con Jorge Valdano. El Barça perdió ese día en Anoeta contra la Real Sociedad, pero en la previa ya habían tenido un roce importante. «En el entrenamiento, Luis Enrique no le pitó a Messi una falta en el partidillo, a Leo se le cruzaron un poquito los cables y se dijeron las cosas que se tenían que decir», contó Mathieu, ex jugador del Barça, años después.

Tras la discusión, Messi fue suplente en San Sebastián, junto a Neymar y Dani Alves, que habían vuelto con él en el avión tras las vacaciones, y la pelea escaló esa misma noche en el vestuario de Anoeta, con insultos entre ambos y reproches. «Hubo una discusión, como pasa muchas veces. Se dijeron cosas que quedan dentro del vestuario», aseguró Messi.

Al día siguiente, Messi no se presentó al entrenamiento por una supuesta gastroenteritis y Luis Enrique pidió una sanción, pero la intervención de Xavi Hernández y los capitanes, el tiempo y las victorias terminaron haciendo olvidar aquella guerra. No hubo sanción y sí títulos. El Barça remontó la Liga al Madrid, ganó la Copa y la Champions y todo fue felicidad, aunque en un punto se acercaron al precipicio. «Hasta que se solucionó todo hubo un tiempo de tensión, que yo no busqué, pero que apareció y tuve que gestionar», admitió Luis Enrique en 2019. «Acabamos con una relación muy buena», insistió.

"Con presión pueden cometer un error"

«Dos personas de carácter y con una fuerte presión encima pueden cometer un error. Se solventó, se arregló y no tenemos ningún problema. Leo ha sido un jugador único. Es un privilegio decir que entrené al mejor jugador de la historia. Aprendí más de él que él de mí», aseguró Luis Enrique años más tarde. «Tuve una relación espectacular con él hasta el último día. Le decíamos que se quedara, que estábamos bien», dijo también el futbolista.

Hoy Messi se enfrentará por primera vez a uno de sus ex equipos, todavía con el resquemor por su parte y en París de la época en la que no consiguieron ganar la Champions. «No todo está perdonado», tituló el diario L'Équipe sobre el encuentro. «Nunca terminé de ser feliz en París. Después del Mundial de Qatar, el trato cambió. Fui campeón y eso no gustó en Francia», declaró Messi cuando llegó a Miami.

En la previa, Luis Enrique mantuvo el buen tono con respecto a sus ex jugadores: «Siempre es especial enfrentarte a jugadores con los que viviste grandes momentos, pero ahora estamos en lados diferentes». El PSG parece muy superior, pero con Messi nunca se sabe.

Palcos VIP a pie de campo por medio millón de dólares: el nuevo estadio ‘estilo NBA’ de Inter Miami para renovar a Leo Messi

Actualizado Sábado, 28 junio 2025 - 22:34

Leo Messi termina su contrato con el Inter Miami a finales de 2025 y ambas partes negocian una renovación que parece bien encaminada. El futbolista es feliz en la ciudad y en el país, donde es una de las principales imágenes publicitarias, acumula patrocinadores y el futuro futbolístico a medio plazo también le conecta con América, porque el próximo Mundial será aquí. Para entonces, el equipo presidido por David Beckham planea tener inaugurado Freedom Park (el Parque de la Libertad), su nuevo estadio. No será sede FIFA, reservado eso para el Hard Rock, pero con sus 25.000 espectadores, sus palcos VIP y las celebraciones de conciertos y eventos esperan convencer a Messi.

«Es uno de los proyectos más grandes de todo Miami», explica a EL MUNDO Víctor Oliver, vicepresidente de Ingresos y Operaciones del club. Este periódico pudo visitar las obras y conocer las interioridades de un proyecto que quiere convertir al Inter Miami en la mejor organización de la MLS y una de las principales del fútbol al otro lado del charco. Todo conectado entre el balón y el entretenimiento, algo clave en una ciudad multicultural y de negocios como Miami.

Freedom Park será un estadio de fútbol, pero también una sede de conciertos, un centro comercial gigante con tiendas y restaurantes y tendrá al lado un parque al aire libre que será uno de los más grandes de la ciudad.

Grada retráctil

Situado al lado del aeropuerto, han construido sólo un nivel por temas de seguridad y tendrá una cubierta que tape prácticamente todas las plazas del estadio. Además, una de las gradas será retráctil para favorecer la preparación y celebración de conciertos sin dañar demasiado el césped.

Y pegado a la hierba, una de las claves del nuevo proyecto. Freedom Park será uno de los primeros estadios de fútbol en tener palcos VIP situados en la banda del campo, una decisión que dentro del Inter Miami se valora como «estilo NBA» y que acercará a los famosos de la ciudad al juego, como en la liga de baloncesto. El conjunto de Florida tiene claro que quiere mezclar fútbol y entretenimiento.

«En el Chase Stadium, que ha sido nuestro estadio temporal hasta inaugurar el nuevo, han estado a pie de césped LeBron James, Karol G, Kim Kardashian, Serena Williams, Bizarrap... El concepto aquí es diferente. La gente quiere estar cerca, no sólo quiere ver bien el partido como en Europa», asegura Oliver.

La cultura deportiva en Estados Unidos es diferente. Los encuentros de béisbol, NBA o NFL duran más que los de fútbol y los espectadores no están sentados en su sitio durante todos los minutos del encuentro. Hacen vida social en el interior del estadio, beben, comen y se relacionan.

5.000 localidades premium

En el nuevo Freedom Park, Inter Miami tendrá diferentes palcos VIP en distintas partes del estadio, sumando 5.000 localidades premium, las más demandadas hasta ahora. Y las del césped han volado. Disponen de 18 y 17 de ellas ya están vendidas, dejando una para los compromisos del club y de sus propietarios, creando un clima similar al que lograron los Lakers en su pabellón, convirtiendo el asistir a sus partidos en una experiencia VIP rodeada de famosos.

El retorno económico, además, se estima gigante. Cada palco situado en el césped, una suite VIP para varias personas, se ha vendido entre 380.000 y 500.000 dólares sólo para la primera temporada, en la que esperan contar con Messi. 8,5 millones sólo por esos palcos que harán aumentar los beneficios de la organización en un 40%. Los Lakers, por ejemplo, tienen suites que alcanzan los 5 millones al año.

Real Madrid y Barça, en su caso, cuentan con asientos y zonas VIP en sus estadios, pero no a pie de campo. Un asiento 'super VIP' en el Bernabéu cuesta 250.000 euros... Pero por 30 años, más un adicional de 21.000 euros anuales. Hace unos meses, los blancos vendieron 300 asientos VIP para 30 años y ganaron 70 millones, mientras que los culés vendieron 475 para 30 años por 100 millones. El futuro quizás esté más cerca del césped.

El Inter Miami de Messi se mete en un lío ante Palmeiras y se medirá al PSG en octavos de final

Actualizado Martes, 24 junio 2025 - 07:01

Leo Messi abandonó el Hard Rock enfadado, mirando al suelo y negando con la cabeza. Está en octavos de final, un hito histórico para el Inter Miami, pero el equipo de Florida dejó escapar un 2-0 contra Palmeiras para terminar firmando unas tablas que le envían directamente a un cruce infernal contra el Paris Saint-Germain, actual campeón de Europa. Allende y Suárez pusieron tierra de por medio para los de Mascherano, pero los brasileños, en un asedio final en busca de la primera plaza del grupo, lograron su objetivo con tantos de Paulinho y Mauricio para conseguir el liderato. Se medirán al Botafogo en octavos.

El Inter mantuvo su evolución mundialista. Mascherano parece haber encontrado las armas para acompañar a Busquets, Messi y Suárez. Su defensa flaquea, pero entre Redondo y Segovia tienen la capacidad suficiente para acompañar en el dominio del juego y Allende ofrece la potencia y la verticalidad que necesitan Messi y Suárez en ataque. Así fueron mejores los de rosa.

Enfrente, el Palmeiras, cuarto del Brasileirao a dos puntos del Flamengo, cuajó sus peores minutos del torneo en una primera parte desastrosa. No tuvo la posesión y no hizo daño a la débil defensa rival. Ni siquiera Estevao, joven promesa del fútbol brasileño que ya ha firmado con el Chelsea, pudo brillar, demasiado anclado en la banda derecha.

A los 15 minutos, un balón largo lo dejó perfecto con el pecho Luis Suárez para la carrera de Allende, imponente al espacio. El argentino aprovechó el hueco creado por el uruguayo y atacó la espalda de los defensas para romper al Palmeiras y definir ante Weverton mientras Murilo, zaguero visitante, se rompía en la carrera.

El gol empujó la idea del Inter, que no es otra que pausar el juego al ritmo de sus veteranos y buscar las roturas al espacio de sus futbolistas más jóvenes. Entre Busquets y Redondo le dieron sentido a las posesiones, con Messi bajando a recibir y haciendo que el duelo se jugara a su velocidad. Lento cuando él quería, rápido cuando observaba algún defecto enfrente.

Pero el Inter no es el Barça de Guardiola y comete errores. Algunos de ellos casi los aprovecha Palmeiras, más cómodo en velocidad, a la contra. Torres estuvo a punto de empatar en el 32, pero no estuvo acertado y el tramo final de la primera parte murió en la pausa de Miami.

Tras el intermedio, se mantuvo el guion, aunque el Inter comenzaba a dar peligrosos pasos atrás y el Palmeiras le empezaba a hundir en su propia área, con Estevao ganando protagonismo.

El fútbol, eso sí, es caprichoso. Luis Suárez lleva unas semanas entre críticas por su nivel, y en el duelo más importante apareció para dar una asistencia y colocar el 2-0 en el marcador. Recibió en tres cuartos de campo rival, se giró, se escapó de un par de rivales y dentro del área superó a Weverton con la potencia de años anteriores. Besos a sus dedos y respuesta a aquellos que no creen en él.

El gol del uruguayo parecía sentenciar el grupo, con Inter primero y Palmeiras segundo mientras el Porto no podía con el Al Ahly. No había peligro para ambos. Pero nadie quería al PSG y el Palmeiras terminó apretando.

Los cambios ayudaron a los brasileños, más frescos de piernas, y Paulinho recortó distancias en el minuto 80. Un cuarto de hora de sufrimiento local que acabó en drama. En el 87, Mauricio aprovechó un mal despeje de la zaga del Inter ante un centro del Palmeiras y batió a Ustari con potencia.

Empate, alegría brasileña y drama para el Inter Miami, que ha pasado de unos octavos en los que podía competir a otros en los debe bailar con la más fea: el campeón de Europa. Messi contra su ex equipo y Luis Enrique contra la base de futbolistas a los que dirigió en el Barcelona.

Miedo en Miami, con un millón de ilegales en Florida, por la presencia de la policía fronteriza de Trump en los partidos del Mundial: “Yo estaría preocupado”

Actualizado Sábado, 14 junio 2025 - 00:45

En Florida hay más de un millón de ciudadanos ilegales, no documentados. Una cifra que según el Instituto de Política Migratoria se eleva hasta los 14 millones si tenemos en cuenta todo Estados Unidos. Y serán más, seguro. Y muchos son latinos. Y les encanta el fútbol. Y este Mundial de clubes con Leo Messi y el Inter Miami, Boca Juniors, River Plate, Palmeiras o Monterrey es un paraísos del balón para ellos. Muchos, con trabajos estables pero sin papeles, planeaban acudir a los estadios, especialmente al Hard Rock de Miami donde este sábado el Inter Miami y el Al Ahly inician el torneo, pero la presencia de la policía fronteriza de Donald Trump en los alrededores del evento les ha ahuyentado.

"Todos los ciudadanos deberán llevar consigo la confirmación de su estatus legal en el país", anunció en un comunicado el ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas), desplegado por el Gobierno en las sedes del Mundial.

Los disturbios de la última final de la Copa América, disputada en el Hard Rock de Miami el año pasado, han elevado la atención de las autoridades. El partido entre Argentina y Colombia se tuvo que retrasar más de una hora porque se produjo una avalancha de aficionados en la entrada, se saltaron los puntos de seguridad y se enfrentaron a la policía, con 27 arrestos. Una imagen que Miami no quiere repetir justo cuando queda un año para el Mundial de selecciones, la cita más importante para el país a nivel deportivo junto a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

plan de seguridad

De hecho, la seguridad del Hard Rock Stadium ha emitido un comunicado en el que detalla su plan de seguridad: los aficionados que no tengan entradas "no podrán acercarse al estadio, "los que tengan tickets tendrán que pasar "multitud de puntos de seguridad" antes de entrar, "la policía patrullará la zona para asegurarse de que todo el mundo tiene entradas".

"Mi mujer es abogada y está recibiendo muchas consultas de ciudadanos no documentados sobre lo que deben hacer. Tienen trabajo y entrada pero la presencia del ICE les da miedo", asegura un taxista camino del Hard Rock.

"CBP está lista para controlar la seguridad en los partidos", escribió en redes sociales la policía fronteriza (CBP). Una publicación que después fue borrada por la reacción que tuvo entre los ciudadanos en relación a las duras políticas de Donald Trump en cuanto a inmigración. Muchos creen que la presencia de esos departamentos del gobierno en los partidos va más allá de la propia seguridad de los encuentros.

"podrían sentirse intimidados"

Thomas Kennedy, defensor de los derechos de los inmigrantes de la Coalición de Inmigrantes de Florida, aseguró que "las detenciones han aumentado claramente y, en este momento, el ambiente para la aplicación de las leyes de inmigración es muy hostil", dijo Kennedy, que añadió: "Los aficionados extranjeros con visados válidos podrían sentirse intimidados. Yo estaría preocupado y perturbado si fuera a los partidos", aseguró, en declaraciones que recoge el Miami Herald.

Por su parte, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, se centró en la seguridad del torneo: "Lo más importante para nosotros es garantizar la seguridad de los aficionados que acuden a los partidos. Nadie debe pensar que puede venir a un partido y crear problemas. Queremos que todo el mundo se lo pase bien", declaró en un encuentro con medios en Miami.

"Que vengan los aficionados. Queremos que celebren, queremos que vean los partidos, pero cuando se acabe el torneo, se tendrán que volver a su casa", aseguró el vicepresidente JD Vance, en una conferencia al lado de Trump e Infantino hace unas semanas.