Comienzan las jornadas unificadas: una Champions casi decidida, pelea por Europa League y cuatro candidatos al descenso

Comienzan las jornadas unificadas: una Champions casi decidida, pelea por Europa League y cuatro candidatos al descenso

Actualizado Sábado, 17 mayo 2025 - 18:45

Certificada la Liga para el FC Barcelona de Hansi Flick tras su victoria en Cornellá en la jornada intersemanal, comienzan las citas unificadas para dilucidar los otros objetivos que quedan en juego en la competición doméstica. No son pocos y algunos, como entrar en Europa, vienen con jugosos premios económicos.

Champions

Clasificados ya Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid y Athletic, el Villarreal es el equipo que mejor lo tiene para acompañarles en la mayor aventura continental, que la próxima temporada contará con cinco representantes españoles. Los de Marcelino García Toral cuentan con cinco puntos de ventaja sobre el Betis a falta de seis por disputar, que visitan al Barcelona. Si ganan lo aseguran, pero también en el caso de que del conjunto andaluz no venza al Atlético de Madrid en el Metropolitano. A los de Simeone les alcanza con un punto para garantizar su presencia en la Supercopa de España, donde van los cuatro primeros. Al Athletic, que viaja a Valencia, le vale con hacer lo mismo que el Villarreal.

Europa League

El equipo que se quede sin Champions, Villarreal o Betis, tiene su lugar en la Liga Europa. Para la que queda vacante, el mejor situado es el Celta: le vale con ganar al Rayo en Balaídos o con empatar si no ganan Osasuna, local ante el Espanyol, y Mallorca, anfitrión contra el Getafe. Para la octava plaza, que conduce a la Conference League hay hasta ocho candidatos, incluida la Real Sociedad, duodécima.

Descenso

El Leganés es quien más posibilidades tiene de acompañar a segunda a Valladolid y Las Palmas. Incluso ganando en su visita al Insular, bajaría si ganan Alavés, Getafe y Espanyol.

El Betis sabe a gloria y jugará ante el Chelsea la primera final europea de sus 118 años de historia

El Betis sabe a gloria y jugará ante el Chelsea la primera final europea de sus 118 años de historia

Nadie puede negar que el Betis tiene arte de sobra para hacer historia. En Florencia afloró en un saque larguísimo de su portero que cazó Aitor Ruibal, disfrazado de delantero, para lanzar a Antony en la derecha mientras Abde asomaba por la izquierda para esperar el centro del brasileño que llevaba a los verdiblancos a la gloria. La final de Breslavia será la primera de la historia de un club y allí estará los béticos, como dice su himno, apiñados como balas de cañón. [Narración y estadísticas: 2-2]

Querían empezar a escribir su leyenda europea y para ello tuvieron que recuperar la ventaja labrada en el Villamarín, que se le escurrió entre los dedos. Y eso que tuvo ocasiones para convertirla en un abismo. Buscó Pellegrini desconcertar a los italianos, que dudaran entre perseguir a Antony, maniatar a Isco o controlar a Lo Celso, sin olvidarse del carril izquierdo en el que mandaba Fornals.

Un centro del castellonense, que tocó De Gea antes de que embocara Isco en el segundo palo, fue el primer aviso. Enmendó la Fiorentina los primeros desajustes y empezó a aparecer Moise Kean. Tocado por una varita, suma 26 goles para convertirse en un ogro que intimida defensas liderando contras con su potente zancada. En la primera, Isco corrió medio campo para incomodarle lo justo y que la pelota se perdiera por encima del larguero. No hizo más daño, aunque empezaba a costarle a los verdiblancos sujetar a un rival que quería jugar su tercera final de Conference League y al que bajo los palos primero Sabaly y luego Bartra birlaron el primer gol.

Lejos de temblar, el Betis siguió a lo suyo, con Cardoso robando y lanzando a la carrera de Antony para que enroscara un disparo que buscaba la base del poste y salvó la mano De Gea. En el primera ganó el meta madrileño; en la segunda, el iluminado brasileño. No midió la Fiorentina el daño de frenar en falta a Lo Celso casi en el borde del área. Isco amagó con el golpeo, descolocó un pasito al portero y Antony soltó un zurdazo que caminó hacia la escuadra besando el poste y el fondo de la portería. El Betis estaba un pasito más cerca del sueño.

Fue entonces cuando mostró su talón de Aquiles. Cinco saques de esquina cedió y dos acabaron en gol con una facilidad pasmosa gracias al indetectable Gosens. El alemán cabeceó el primero en el 34 para igualar el partido y lo remontó en el 42 con otro testarazo, dos jugadas que el Betis no supo leer, a las que siguieron otro remate de Kean que se perdió por encima de la portería. Recibía el Betis un duro castigo cuando Cardoso acaba de estrellar el segundo tanto en el larguero.

Irrupción de Abde

Volvió la Fiorentina al campo tras el descanso para que su estrella de la noche, Gosens, diera otro susto voleando un centro de Moise Kean. El Betis necesitaba intimidar y Pellegrini mandó llamar a Abde. Quedaba media hora para buscar la primera final de la historia. Se lo recordó el marroquí a los viola con una carrera, dos recortes en el área para sentar a Pongracic y la aparición de Comuzzo para desviar su chut.

Al tiempo que aparecía el miedo no cesaron las escaramuzas, las de Isco o un Antony con Ranieri de guardaespaldas a quien le robó un balón en el 88 que tuvo que sacar De Gea con una doble parada. Fue en la prórroga cuando el Ingeniero inventó colocando a Ruibal como delantero. Incluso no se asustó cuando la lesión de Bellerín llevó al debut del joven Pablo García, que hasta galopó para regalarle a Isco un remate franco que el malagueño no enganchó de puro cansancio. El duelo ya estaba decantado y aún pudo cerrarlo Abde con un remate escupido por el poste. Las lágrimas de Antony y el estallido en la Feria de Sevilla demostraban que el Betis acababa de abrir otra página en sus 118 años de historia.

Cuándo es la final de la Conference League 2025: fecha y sede

Cuándo es la final de la Conference League 2025: fecha y sede

Actualizado Jueves, 8 mayo 2025 - 16:03

Hay vida en las competiciones europeas más allá de la Champions League. La Europa League es la competición de plata europea y luego está la Conference League.

En la campaña 2021/22 la UEFA introdujo una tercera competición de clubes de fútbol que se disputa los jueves por la noche junto a la UEFA Europa League. En total, más de 170 equipos participan a lo largo de la temporada en la Conference League, incluyendo al menos uno de cada una de las federaciones de la UEFA y clubes eliminados de la Champions League o la Europa League pugnan por la competición.

Al final de la temporada los ganadores de la Conference League obtienen una plaza en la fase de grupos de la Europa League de la campaña siguiente si no se han clasificado para este torneo a través de su competición nacional.

Fecha y sede y de la Conference League

La final de la Conference League 2024/25 será en el Stadion Wrocaw de Breslavia (Polonia) el próximo miércoles 28 de mayo de 2025 a las 21:00 horas. Es el campo del lsk Wrocaw, bicampeón de Polonia, tiene capacidad para más de 40.000 espectadores y es el tercero más grande del país.

Terminado en 2011, el Stadion Wrocaw fue escenario de tres partidos de la UEFA EURO 2012 que Polonia organizó junto a su vecina Ucrania, y sigue albergando encuentros de la selección nacional. El estadio se encuentra al noroeste de Breslavia, la tercera ciudad más grande de Polonia y la principal de la región de Silesia ('lsk' en polaco).

Formato de la final de la Conference League

La final de la Conference League sigue un formato similar al de las finales de la UEFA Champions League y la UEFA Europa League. Si hay empate al final del tiempo reglamentario, se juega una prórroga con dos mitades de 15 minutos.

Si uno de los equipos marca más goles que el otro durante la prórroga, ese equipo es declarado vencedor. Si el marcador sigue igualado tras la prórroga, los ganadores se decidirán en la tanda de penaltis.

Palmarés de la Conference LEague

  • 2021/22: A. S. Roma
  • 2022/23: West Ham United F. C
  • 2023/24: Olympiakos F. C.
El nuevo Isco y el sueño de la primera final europea del Betis: "Quería este desafío, con rendimiento y liderazgo"

El nuevo Isco y el sueño de la primera final europea del Betis: “Quería este desafío, con rendimiento y liderazgo”

Cuatro Champions, tres Ligas, un Copa del Rey y un puñado de Supercopas lucen en el palmarés de Isco Alarcón, pero fueron éxitos casi de otra vida, en los que no siempre tuvo una participación decisiva. Por eso sueña con ganar la Conference League con el Betis, lo que pasa por estar de Breslavia el día 28 de mayo dejando en el camino a la Fiorentina. Ése es el reto que tiene «engorilado» al nuevo Isco: llevar al equipo que le resucitó a su primera final europea.

En él confía ciegamente un beticismo que le recibió con cierto escepticismo tras su polémico paso por el Sevilla pero al que se ha metido en el bolsillo. Es un estandarte fuera del campo, pero sobre todo su liderazgo lo ejerce en el césped. Con 11 goles y ocho asistencias desde diciembre, el malagueño está viviendo «una segunda juventud» a los 33 años y puede que el segundo momento más dulce de su carrera. Hay que remontarse a su segunda temporada en el Real Madrid, la 16/17 bajo las órdenes de Zidane, para encontrar una incidencia similar. Fue entonces cuando Sergio Ramos e Iker Casillas le apodaron 'Magia', un título que lleva tatuado en el bíceps.

En esta resurrección hay dos factores esenciales: su propio convencimiento y el de Manuel Pellegrini. Con el chileno explotó en el Málaga hace 12 años, en una temporada en la que marcó 12 goles y seis asistencias. «Me lo quise llevar al Manchester City, pero se metió el Real Madrid», confesaba el Ingeniero, un entrenador que, como valora Isco, «sigue apostando por esa figura del mediapunta». «Es mi padre futbolístico», no duda en proclamar.

Cambio físico

Pese a esta fe, Pellegrini quizá no hubiera convencido al Betis para firmarlo en el verano de 2023 si no fuera por la transformación que vivió el jugador. En 2022 sale del Real Madrid para firmar por el Sevilla por expreso deseo de Lopetegui, que antes de acabar la primera vuelta es cesado. Un encontronazo con Monchi provoca que se active su salida al Unión Berlín en el mercado de enero, pero el acuerdo se rompe el último día, el 31 de enero y se queda sin equipo.

Isco se vuelca entonces en una transformación física que ya había comenzado como sevillista. Fueron meses de largas sesiones de entrenamiento en el gimnasio y sobre el césped en las instalaciones que le cedía el CD San Fernando o en el jardín de su casa. No se permitió un respiro y se convirtió en un jugador más rápido: cuatro segundos cada 100 metros. Ese recurso hizo que su magia indiscutible con el balón aflorara con más intensidad.

Isco y Pellegri, durante una reciente rueda de prensa.

Isco y Pellegri, durante una reciente rueda de prensa.EFE

Ni el Betis, que el firmó en el verano de 2023, lo esperaba. Por eso le ofreció un año de contrato con opción a otro si jugaba un mínimo de 45 minutos en 25 partidos. Pellegrini, sí: «Cuando hablé con él me di cuenta de que quería este desafío y lo demostró, no solo por su rendimiento futbolístico, sino porque se involucra en la parte física y de liderazgo».

Apenas seis meses después, convertido en estandarte del equipo, el club le amplió el contrato hasta 2027. Incluso parecía que se le podían abrir las puertas de la Eurocopa de Alemania. Pero en mayo se rompió en peroné en un partido ante Las Palmas. Para entonces llevaba 9 goles y siete asistencias, cifras que no alcanzaba desde 2018.

En septiembre, tuvo que volver a pasar por quirófano y eso le ha llevado a perderse las 15 primeras jornadas de Liga y toda la fase de grupos de la Conference. Volvió a jugar el pasado 7 de diciembre, ante el Barça y en enero ya era titular indiscutible. Isco se ha hecho más fuerte, ha encontrado su lugar perfecto en el mundo y vuelve a disfrutar. "Ojalá hubiese venido antes", reconoce un jugador. Un ciclo de vida que quiere cerrar llevando al Betis al primer título europeo.

El torneo más español desde hace dos décadas: menos de 200 jugadores extranjeros

El torneo más español desde hace dos décadas: menos de 200 jugadores extranjeros

El pasado 24 de febrero Pau Cubarsí fue el único futbolista español que formó de inicio en el Barça ante el Getafe. Tres meses antes, el Sevilla sólo había alineado a Juanlu frente al Villarreal, al igual que el Real Madrid, con la excepción de Lucas Vázquez en el Villamarín. Sin embargo, la tendencia en la nueva Liga que arranca el jueves no se parece en nada a estos casos. Por primera vez en 20 años, el campeonato español contará con menos de 200 futbolistas extranjeros. Horas antes de que el balón eche a rodar en San Mamés, el total ascenderá a tan sólo 197. Un 39,3% del medio millar de inscritos. Una minucia en comparación con los 401 de la Serie A (64,2%) o los 385 de la Premier League (65,4%).

Hay que remontarse a la temporada 2004/05 para encontrar un guarismo tan bajo de jugadores foráneos. Entre los 172 de aquel curso despuntaban Ronaldinho (Barcelona), Juan Román Riquelme (Villarreal) o Ronaldo (Real Madrid). Hoy, el campeonato dirigido por Javier Tebas puede celebrar las incorporaciones de Kylian Mbappé (Real Madrid), Luka Sucic (Real Sociedad) o Julián Álvarez (Atlético), pero la cifra total confirma una curva descendente iniciada hace algo más de una década.

La principal razón de este fenómeno estriba en la pérdida de poder económico. Si el pasado curso la Primera División quedó sexta en el ránking de gasto, con 443,8 millones de euros (22,2 millones de media por equipo), esta temporada el panorama no se antoja muy distinto. Incluso tras la estelar aparición de Julián Álvarez, LaLiga aún sigue sin alcanzar los 450 millones en fichajes. Esa falta de competitividad contrasta con el poder de atracción de la Premier League, que ya supera este curso los 1.500 millones, la Serie A, con más de 700 millones, o incluso la Bundelisga, a un paso de los 500.

Sube la media de edad

La dificultad a la hora de afrontar nuevas operaciones también repercute en la edad media de las plantillas. De hecho, LaLiga es el campeonato más viejo del Top-5 continental, con 26,9 años de promedio. Por encima de la Premier (26,0), la Serie A (25,9), la Bundesliga (25,7) y la Ligue 1 (25,4). Si sirven de ejemplos, el Rayo Vallecano ha tenido que tomar cedidos a Adrián Embarba (32 años) y Gerard Gumbau (29), mientras el Betis ha contratado a Diego Llorente (30), el Alavés a Stoichkov (30) y Las Palmas a Jaime Mata (35). Con presupuestos tan apretados, el futbolista español capaz de competir en la elite termina por imponerse. Más vale experto conocido, que extranjero por conocer. El club canario ha ido incluso un paso más allá pescando en el mercado de Segunda: Viti (Real Oviedo), Iván Gil (Andorra) y Álex Muñoz (Levante).

Por otro lado, los éxitos de España en la Eurocopa y los Juegos Olímpicos refuerzan la creencia de que el trabajo de formación termina dando fruto. Podría parecer una contradicción con los argumentos antes expuestos, pero lo cierto es que el atractivo de las canteras resulta cada día mayor. Al impulso de esos jóvenes se aferraron el curso pasado el Valencia, para su mejor actuación en el último lustro, o el Sevilla, salvado de la quema gracias a Isaac Romero, Kike Salas y Juanlu. La confianza en el filial sigue también guiando al Villarreal, que sólo se ha atrevido a gastar 10 millones en Willy Kambwala, un central francés de 19 años procedente del Manchester United. Dejando a un lado la anécdota de que un recién ascendido como el Leganés fiche a Enric Franquesa, criado en La Masia, a cambio de 90.000 euros, lo cierto es que los filiales de Barça y Real Madrid suponen el mejor caladero para Osasuna, Betis o Getafe.

En cualquier caso, parece fuera de toda duda que la clase media de LaLiga ha perdido un punto de talento diferencial. Ese extra que, en ocasiones, sólo se obtiene a cambio de mucho dinero. Para entender la repercusión del músculo económico en los resultados -y la influencia, por tanto, de los fichajes extranjeros- baste una ojeada al ránking que elabora la UEFA para sus competiciones (Champions, Europa League y Conference League). Si analizamos el coeficiente acumulado de los últimos cinco años, LaLiga ocupa la tercera posición con 89.489 puntos, por detrás de la Premier League (104.303) y la Serie A (90.284). Hace exactamente una década, impulsado por la expansión del gasto, el torneo español lideraba dicha tabla (97.713), muy por delante de la Premier (84.748) y la Bundesliga (81.641).

Mendilibar entra en el Olimpo con el Olympiacos, primer título europeo para un equipo griego en la historia

Mendilibar entra en el Olimpo con el Olympiacos, primer título europeo para un equipo griego en la historia

Se puede decir que el fútbol nació en Grecia. Quizás no el deporte como lo conocemos hoy, pero reconoce la FIFA que el Episkyros, palabra que significa defensor, es una de las primeras formas que representan a este juego como se puede ver en un relieve de entre 375-470 a. C.

Pues desde entonces, o mejor dicho, nunca, el fútbol griego había obtenido algún título europeo en lo que a clubes se refiere. El Panathinaikos jugó y perdió una Copa de Europa en 1971. Y la Eurocopa de 2004 sigue siendo el mayor éxito, no pequeño, de este deporte en el país que inventó la democracia.

Ha tenido que venir un entrenador vasco de 63 años, ya de vuelta de muchas cosas, pero con la ilusión renovada de un niño para introducir a Olympiacos en el Olimpo, aunque suene redundante, y de paso introducirse él, Jose Luis Mendilíbar Etxebarria, quizás no por la puerta más grande, pero tampoco por la de servicio.

Mendilibar aplaude a los suyos.

Mendilibar aplaude a los suyos.ARIS MESSINISAFP

Los doce trabajos de Heracles fueron un reto mayúsculo para el semidios hijo de Zeus y la reina mortal Alcmena. Tampoco era pequeño coger al explosivo equipo griego, con tres entrenadores despedidos esta temporada, y clasificarlo tercero en la Superliga Griega y meterlo en la final de la Conference League. Para, tras una durísima final, ganarla.

No fue un camino fácil, como Heracles, Mendilibar tuvo que vencer al León húngaro (Ferencvaros), después terminar con la hidra israelí (Maccabi Tel Aviv) al que tuvo que remontar un 1-4 con un histórico 1-6, después domó al toro turco (Fenerbahce) y acabó con el villano inglés (Aston Villa) hasta llegar a las puertas del Olimpo.

La última prueba era la más complicada. Equipo italiano de (Vincenzo) Italiano pero, por reiterativo que parezca, con buen pie y con poca actitud defensiva. De los cinco medios, el viejo conocido de la afición española, Arthur Melo, ex del Barcelona, era el menos ofensivo de los centrocampistas. Toda una declaración de intenciones. Las puertas del Olimpo primero había que defenderlas y luego conquistarlas.

Así el primer héroe fue Tzolakis, que no resultó portero, sino un muro para impedir a la Fiorentina entrar en ese Olimpo que estaba reservado para ellos. Las manos que sacó a Bonaventura en la primera parte y a Kouame en la segunda, bien valían un título. Luego hay que destacar a Iborra, ese viejo soldado que se apunta a todas las guerras y que tuvo un cabezazo para adelantar a los suyos en el 80.

El éxito esperaba al final del camino, para un entrenador más habituado a evitar descensos que a pelear por títulos, pero la experiencia de Sevilla le permitió las dos cosas y ambas las consiguió. ¿Por qué no repetir éxito? Porque no es fácil. Porque antes que él sólo cinco lo han conseguido.

Los cinco héroes

El primero Nereo Rocco en 1968 (Recopa) y 1969 (Copa de Europa), luego Bob Paisley con el Liverpool en el 76 (UEFA) y en el 77 (Copa de Europa). Giovanni Trapattoni conseguiría los mismos trofeos que Rocco en el 83 y el 84 con la Juventus. Y luego entramos en este siglo y nos encontramos a otro español, Rafa Benítez, que consiguió la UEFA con el Valencia en el 2004 y la Champions en 2005. Por último debemos referirnos a la UEFA de 2003 y la Champions de 2004 del Oporto de José Mourinho. Precisamente, el último entrenador al que venció Mendilibar y al que arrebató la Europa League con el Sevilla el año pasado.

A ese trofeo accederá el Olympiacos gracias a otro héroe del que ya avisó el entrenador italiano en la previa. El peligro es El Kaabi, lo era. Como lo fue Aquiles en Troya. 33 goles en la temporada, 11 de ellos en Conference, 5 en Europa League y 17 en la Superliga griega. El mirmidón marroquí metió a Olympiacos en el Olimpo en el minuto 116 de partido y dejó a la Fiorentina, de nuevo, con la miel en los labios. Segunda final perdida seguida. 63 años han pasado de su último título europeo. Los hados eran griegos.

Mendilibar, el 'abuelo' de Grecia ante su cita con la historia en su partido 1.000 como técnico

Mendilibar, el ‘abuelo’ de Grecia ante su cita con la historia en su partido 1.000 como técnico

No es muy común llegar a una sala de prensa y recibir una ovación por parte de los periodistas y menos en Grecia. No obstante, el logro lo merecía. Jose Luis Mendilibar sonreía tímido hacia su traductora mientras terminaban los aplausos que celebraban la clasificación del Olympiacos para la final de la Conference League, la primera final europea de su historia.

El técnico vasco había conseguido derrotar a su paisano Unai Emery y su poderoso Aston Villa por 6-2 en el global de la eliminatoria. Era el penúltimo logro del "abuelo" venido de Sevilla, como le conocen cariñosamente allí. "Espero poder ganarla para agrandar aún más la historia de Olympiacos", destacaba el técnico y resaltaba: "Estas cosas me están llegando al final de mi carrera".

Desde su entorno aseguran que si la oportunidad de Sevilla le llega 10 años antes, el técnico llevaría una década "haciendo las cosas que está realizando ahora". Y es que esa oportunidad, la del equipo hispalense, le encuentra porque la temporada pasada en el club tenían miedo al descenso y recurrieron a un especialista en esas lides. "Mantener a un equipo pequeño es igual de complicado que para un grande entrar en Champions", destacan fuentes próximas a Mendilibar.

"Si pierdes no entras en la historia"

El Sevilla no era pequeño, con lo que el terror al bajar de categoría era mayor y, además, se hallaba inmerso en dos competiciones, una de ellas, su torneo fetiche. Así, Mendilibar trajo la calma a Nervión y echó de la Europa League a Manchester United y Juventus para levantar la séptima ante la Roma de Mourinho en Budapest. "Llegar es un mérito, pero si pierdes no entras en la historia", comentan desde su entorno.

Esa victoria le valió la renovación, pero no le salvó de ser destituido tras nueve partidos de liga la temporada siguiente. No era el primer despido ni tampoco el último que sufrirá Mendilibar, pero algo en el entrenador de Eibar, Alavés, Valladolid, Osasuna y Levante había cambiado. "Nunca había tenido una oportunidad salvo la del Athletic, que le llega muy pronto y apenas le entrena nueve partidos", recuerdan fuentes próximas al vasco.

Cuatro meses después, el Olympiacos llama a la puerta de Mendilibar. Un equipo que ya había sondeado a un entrenador que había sido recomendado por otros colegas que antes ocuparon el banquillo griego. Pero los destinos no habían terminado por cruzarse hasta el despido del portugués Carlos Carvalhal, un entrenador que sólo estuvo 65 días en el cargo. El vasco llegaba como el cuarto técnico en la misma temporada y su carta de presentación fueron seis victorias consecutivas.

Mendilibar, en un partido con el Olympiacos.

Mendilibar, en un partido con el Olympiacos.Olympiacos

La primera derrota fue precisamente en Conference y fue muy dura, 1-4 ante el Maccabi de Tel Aviv. Entonces, el técnico vasco decidió apelar a la historia y remontó la eliminatoria de octavos con un 1-6 frente al conjunto israelí. Los aficionados le recibieron de madrugada a ritmo de Porrompompero. Había nacido una amistad entre el técnico y Grecia. "Le ven que es buena gente y los griegos tienen un sexto sentido para detectarlo", explican fuentes próximas al entrenador.

Un hombre sencillo

Así, Mendilibar, que ha entrenado muchos años a cinco minutos de su propia casa, se fue a vivir a Grecia junto a su mujer y a vivir un sueño tardío en el que recoge el fruto de muchos años de trabajo muy complicado. "Tiene 63 años y se lo toma como un regalo que le está dando el fútbol y lo está disfrutando como un niño", cuentan sus allegados.

Aficionados, club y jugadores están rendidos a la sencillez de un técnico que no es de florituras tácticas, pero sí muy efectivo. Esa filosofía le ha llevado a entrenar casi 500 duelos en Primera División y está a un partido de sumar una cifra increíble en su carrera. La final de la Conference League será su partido 1.000 como técnico en todas las categorías. En su mente estará celebrarlo con el primer título europeo para el conjunto griego. La Fiorentina, otro equipo italiano, será el último escollo en este cuento de hadas.