Otra gran noche de 'Batman' Curry y paliza histórica de los Thunder a los Grizzlies en el arranque de los 'playoffs'

Otra gran noche de ‘Batman’ Curry y paliza histórica de los Thunder a los Grizzlies en el arranque de los ‘playoffs’

Actualizado Lunes, 21 abril 2025 - 08:49

Con un Stephen Curry estratosférico, los Golden State Warriors se estrenaron el domingo en los playoffs de la NBA con una victoria en la cancha de los Houston Rockets mientras los Oklahoma City Thunder aplastaron a los Memphis Grizzlies por 51 puntos.

Los Boston Celtics y los Cleveland Cavaliers, los favoritos de la Conferencia Este, también arrancaron con éxito sus series de primera ronda.

En Houston, los Rockets vivieron un amargo regreso a los playoffs tras cinco largos años de ausencia. El joven equipo que dirige Ime Udoka pagó la inexperiencia frente a los Warriors de los veteranos Curry y Jimmy Butler, que brillaron con 31 y 25 puntos respectivamente.

Curry, de 37 años, ya había logrado el martes 37 puntos para clasificar a su equipo en la repesca y el domingo subió el telón a sus décimos playoffs con una clase magistral de tiro exterior.

El base anotó cinco triples desde posiciones imposibles que desmoralizaron a sus rivales, la mayoría de ellos novatos en la postemporada.

"La aparición de Batman"

El pívot turco Alperen Sengün fue el único que dio la cara en ataque para los Rockets con 26 puntos y 9 rebotes mientras el escolta Jalen Green, su máximo anotador del curso, se deshizo con 7 tantos en una serie de 3-15 en tiros de campo.

"Nosotros también somos jóvenes", afirmó Butler, de 35 años, que volvió a comparar a Curry con un Batman que rescata a los Warriors.

"Como siempre digo, Batman siempre aparece de la nada. Nunca lo ves venir y luego desciende del cielo, de un edificio y hace cosas increíbles. Él es la razón por la que ganamos hoy. Tenemos que protegerle a toda costa", dijo el alero tras su primer triunfo en postemporada con su nuevo equipo.

Después de un inicio de partido igualado, Curry y Butler comandaron un parcial de 9-0 para que los Warriors llegaran al descanso con 13 puntos de ventaja.

A la vuelta del vestuario, Curry envió a la lona a los Rockets clavando un triple desequilibrado que ponía a los Warriors 64-41 por delante.

El público del Toyota Center revivió las frustraciones de la pasada década cuando los Warriors de Curry, cuatro veces campeón de la NBA, los dejaron en dos ocasiones a las puertas de las Finales.

Los Rockets lanzaron un intento de remontada hasta acercarse 79-75, pero Curry clavó otro triple lejano y los Warriors se quedaron con la ventaja de campo en esta eliminatoria.

Oklahoma City Thunder 131 - 80 Memphis Grizzlies

Si Golden State dejó a Houston en sólo 85 puntos, los Thunder asfixiaron todavía más en defensa a los Memphis Grizzlies hasta liquidarlos por 131-80. Esta ventaja de 51 puntos es la mayor de la historia para el partido inicial de una serie y se quedó a siete enteros del récord de los playoffs.

Los locales fueron un trueno en ambos lados de la pista pese a que su estrella, Shai Gilgeous-Alexander, firmó su peor actuación ofensiva de la temporada con 15 puntos (4-13 en tiros de campo).

El base canadiense, máximo anotador de la temporada con 32,7 puntos de media, llevaba 72 partidos seguidos superando la veintena de tantos.

Los Thunder se impusieron con una excelente actuación coral en la que el resto de titulares estuvieron por encima de la decena de puntos, comenzando por el alero Jalen Williams con 20.

Con los titulares descansando, Oklahoma City llevó la ventaja a un máximo de 56 puntos pero los Grizzlies evitaron en el último momento llevarse la peor paliza de la historia de los playoffs.

La mayor ventaja en un partido de postemporada seguirán siendo los 58 puntos que le sacaron los Denver Nuggets a los New Orleans Hornets en 2009 y los Minneapolis Lakers a los St. Louis Hawks en 1956.

"Nunca volveremos a jugar tan mal como hoy", se comprometió Ja Morant, figura de los Grizzlies. "Si ganamos el martes, la serie estará empatada a uno y este partido no importará", recalcó el base, que anotó 17 puntos.

Boston Celtics 103 - 86 Orlando Magic

En la Conferencia Este, los Celtics comenzaron el camino hacia su segundo título consecutivo con un rotundo triunfo 103-86 ante los Orlando Magic.

El base Derrick White fue la figura con 30 puntos en un partido discreto de las figuras locales, Jayson Tatum (17) y Jaylen Brown (16).

Por los Magic toda la ofensiva se concentró en las manos de Paolo Banchero y Franz Wagner, que anotaron 36 y 23 puntos.

Cleveland Cavaliers 121 - 100 Miami Heat

Los Cavaliers, líderes del Este, se pusieron en marcha con un contundente triunfo 121-100 frente a los Miami Heat redondeado con un festival del suplente Ty Jerome en el último cuarto.

Los Cavaliers tenían una ventaja de ocho puntos (87-79) cuando Jerome entró en combustión.

El escolta encadenó 16 de sus 28 puntos puntos en apenas seis minutos para ampliar la distancia hasta un inalcanzable 111-94.

Donovan Mitchell fue el líder ofensivo de los locales con 30 tantos y Darius Garland aportó otros 27.

El Real Madrid se redime ante el abismo: tumba al Bayern y disputará los playoffs

El Real Madrid se redime ante el abismo: tumba al Bayern y disputará los playoffs

Como los malos estudiantes, el Real Madrid lo dejó todo para septiembre. Aprobó en la última oportunidad, aunque lo hizo con nota, una de las victorias más contundentes de la temporada, una paliza sin mucha épica ante el Bayern de Múnich. En la repesca evitó dramas recuperando las bases del baloncesto con el que había espabilado tras la Copa: dinamismo, energía, rebote, acierto y concentración. Y al mejor Mario Hezonja, el mismo que el martes ante el Paris Basketball fue una sombra de sí mismo. Ahora le aguardan a los blancos unos cuartos de final de traca contra el Olympiacos. [93-71: Narración y estadísticas]

Hacía 13 años que el Madrid no era expulsado antes de tiempo de la Euroliga, desde 2012 siempre al menos entre los ocho mejores (tres títulos por el camino) y esta vez apuró al máximo. Fruto todo de un curso de toboganes que le condujo al 'play-in' pese a ganar los últimos seis partidos de la liga regular. Ahí, de nuevo los vaivenes, una actuación horrible contra el París y una plácida anoche, en la que mostró la contundencia requerida ante un rival, eso sí, exhausto tras la prórroga con la que ganó al Estrella Roja el martes y que perdió a su referente, Carsen Edwards (segundo máximo anotador de la competición) apenas un rato antes de la batalla por unos problemas de espalda.

"Como una final", proclamaba Chus Mateo en la previa, intentando poner en valor lo que había en juego, la razón de ser de un club que esta misma Semana Santa se había visto expulsado de la Champions. Futbolero era el rival, aunque poco fiero se mostró el Bayern en el Palacio. Fue barrido porque el Madrid encontró la pausa y el acierto, el liderazgo de Campazzo, olvidó la ansiedad y no dejó resquicio después para que los alemanes tuvieran espacio para soñar con la remontada. Todo eso y mucho más necesitará ahora para dar la sorpresa ante el mejor equipo de la temporada regular, el Olympiacos, sin ventaja de campo (a partir del miércoles).

Desde el mismo amanecer se percibió el aroma de redención, de borrar todos los pecados cometidos apenas unas horas antes. Como una señal, Mateo introdujo a Hezonja en el quinteto inicial. Aquí tu escaparate para arreglar el desaguisado. Y el croata, al que le sobra el talento, respondió como se espera de él. Fue el referente, esta vez sí.

También ayudó que los blancos arrancaran acertando con ocho de sus primeros nueve triples. Todo eso ante el equipo que más amenaza desde el perímetro. Todos tiraban, todos metían. Se movía el balón y se corría la pista y el Bayern ni abría la boca. Hasta el individualismo de Dzanan Musa pasaba desapercibido ante el buen hacer de todos. Tras el golpe en la mesa, hubo unos minutos de dudas en el segundo cuarto, un intento de reacción alemán con Napier, pero de nuevo la carga de la caballería, las cabalgadas de Hezonja, que acabó con un triple sobre la bocina para poner la máxima antes del descanso (52-33), con el croata disparado entonces (15 puntos y cuatro rebotes).

El vendaval no había cesado. Como ante un boxeador tambaleante, el Madrid se lanzó a por el knockout, triples como directos al mentón del Bayern, casi siempre tras un pase extra, la floritura del baloncesto moderno. Con Campazzo como un director de orquesta, el equipo se divertía y la ventaja no dejaba de crecer: 67-43 tras triples de Abalde (firmó otra master class de seriedad y buenas decisiones) y el propio Facu.

El partido avanzó asumiendo ambos los inevitable. Los de Gordon Herbert, la eliminación. Los blancos, la línea retomada tras la final de Copa, esa mejoría que ahora tocará refrendar ante el viejo y temible enemigo Olympiacos de Vezenkov, Fournier, Milutinov y compañía.

La inoportuna vuelta a las andadas del Real Madrid que le condena a un match ball contra el Bayern: "Necesitamos a Tavares"

La inoportuna vuelta a las andadas del Real Madrid que le condena a un match ball contra el Bayern: “Necesitamos a Tavares”

El mismo equipo que hacía sólo 12 días le había proporcionado una noche de éxtasis como las de antaño, una fiesta de 209 puntos entre ambos, fue ahora un puñal que le frenó en 73, que le sacó los colores y le devolvió a una realidad que empezaba a olvidar. El Real Madrid dubitativo, gris y endeble del comienzo de la temporada cayó ante el París Basketball, de fiesta en el Palacio, y se la jugará sin red ante el Bayern de Múnich, que no es un cualquiera.

Para saber más

Será el Viernes Santo (20.45 h.), de nuevo en el Movistar Arena, en busca de un ardor, tanto en las tribunas como en la cancha, que no tuvo en una primera bola de partido marcada por "la ansiedad". Esa fue la palabra más utilizada por Chus Mateo en la reflexión posterior, asumida con elegancia la superioridad del rival que ha sido y es el mejor animador de la presente Euroliga. En las travesuras de TJ Shorts se esconde la magia del París.

Fue una vuelta a las andadas, porque hacía mucho que Tavares no conseguía no dominar una partida. Su zancada hacia adelante de las últimas semanas había sido la del propio Madrid. Y que el gigante se viera persiguiendo ratones toda la noche, marcado por las faltas y la desesperación, fue el peor de los síntomas. "Hemos sentido mucho ciertos minutos la ausencia de Edy, que es un referente ahora mismo para nosotros en la zona interior. Le hemos echado de menos por momentos. Si bien es cierto que Serge (Ibaka) y Usman (Garuba) han sido capaces de suplir los minutos que ha estado fuera a buen nivel, creo que ahora mismo a Edy lo necesitamos", confeso el técnico blanco.

Tavares quedó marcado por su segunda falta temprana, por los cambios en el juego 2x2 con TJ Shorts (esos alley oops con Kevarrius Hayes) y por los triples de Jantunen jugando de falso cinco. Fue como si Tiago Splitter, que algo sabe de pívots, se hubiera empeñado en torturar al único jugador del Madrid contra el que no tenía par. Pero, además del caboverdiano, hubo dos tipos que otra vez fallaron en el momento más inoportuno. La noche de los Brates fue de esas de tirar a la basura.

Hezonja, errático y ansioso, y Musa, desaparecido (justo la semana que se disparan los rumores sobre su no renovación). Llull estuvo fallón, pero puso todo su corazón en intentar al menos la heroica. La buena noticia fue el paso adelante de Campazzo y la buena labor de Ibaka en la pintura y de un Andrés Feliz que tuvo problemas musculares.

El Bayern, que sufrió hasta la prórroga (97-93) en casa contra el Estrella Roja y que ha ido desinflando su pujanza en las últimas semanas, será un rival sin margen al despiste el viernes. Carsen Edwards es su referente, pero cuenta con jugadores contrastadísimos como Devin Booker, Weiler-Babb o Lucic.

El Real Madrid naufraga ante el París en una noche para olvidar y ya sólo le queda una vida en Europa

El Real Madrid naufraga ante el París en una noche para olvidar y ya sólo le queda una vida en Europa

Fue un naufragio rotundo, una noche de frustración y fantasmas de vuelta para un Real Madrid al que ya sólo le queda una bala en esta Euroliga. El sorprendente Paris Basketball, el equipo más fresco y divertido de la competición, le torturó en el Palacio en el primer partido del play-in. Los de Tiago Splitter se enfrentarán al Fenerbahçe en cuartos y los blancos el viernes, de nuevo en casa, al Bayern (que ganó al Estrella Roja) para no quedar eliminados. [73-81: Narración y estadísticas]

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La peor versión del colectivo de Chus Mateo regresó en el momento menos oportuno. El grupo que desde la final perdida de Copa se reencontraba a sí mismo se estrelló de lleno contra el mago TJ Shorts y sus compinches. Un grupo salvaje que desubicó al Madrid con su desparpajo, que le hizo dudar de todo y perder un partido que no entraba en ningún plan. Y que, de salvar la vida el viernes, le condena a un playoff contra el Olympiacos.

No hubo ni resquicio para la épica, tal el desastre. Una noche para olvidar de casi todos, especialmente alguno de los que deben tirar del carro. Hezonja, Tavares, Musa... hasta Llull. Tan desaparecidos que quedaron en evidencia ante la energía del París Basketball, que no tembló en unas alturas que nunca ha pisado. Domó el duelo desde el primer acto y no lo saltó jamás, liderado por ese genio que es TJ Shorts, imparable (23 puntos y nueve asistencias).

Como un mal augurio, a la noche le costó entrar en ebullición, que se creara el ambiente que requería la ocasión. No ayudaron los parones en el primer cuarto por los fallos en el cronometraje, como un palo en la rueda de la inercia con la que el Real Madrid pretendía entrar en el partido, golpear de inicio para no dejar crecer mentalmente a un rival con mucho menos que perder, el debutante que asombra en la Euroliga.

Pero cuando lo supo, era ya tarde. Estaban los blancos enredados en la trampa parisina, un equipo único, de ritmo vertiginoso, cambios de tres en tres y lanzamientos cuanto más rápidos mejor. Todo comandado por un pequeño diablo, el jugador más sorprendente de la competición. Tavares se cargó con dos faltas por una protesta tan temprana como absurda y sin el gigante, el único elemento contra el que los de Splitter tienen poco que hacer, el caos: un parcial de 3-12 que desorientó completamente al Madrid para los restos.

Campazzo

La primera pequeña reacción, con Campazzo sobre Shorts y Garuba al cinco, fue de nuevo contrarrestada por el París, dos triples como puñales de Hifi -el mismo día que fue nombrado mejor joven de la temporada- y una canasta final en uno contra uno de Shorts que fue el síntoma de todo lo que no estaba bien en el Madrid. Ni capacidad de defender individualmente, ni de dominar el rebote ni tampoco de atacar, 14 puntos apenas en el segundo acto (seis en toda la primera mitad de los 'Brates'). Al vestuario los blancos se fueron conscientes de que estaban metidos en un lío.

Hifi celebra el triple que sentenció el partido.

Hifi celebra el triple que sentenció el partido.MariscalEFE

Y de no sencilla solución. Porque el retorno fue un poco más de lo mismo, TJ y frustración. Otro acercamiento, basado en el trabajo de Abalde, fue contestado de forma contundente por el pequeño base californiano, que además sacó la cuarta de Tavares. Fueron Feliz e Ibaka, dos secundarios, los que volvieron a tocar a rebato, esta vez con el París fallando, que no era lo normal hasta ese instante.

Fue un repentino fundido tan negro como su camiseta (seis minutos sin un solo punto), aunque los de Splitter no iban a dejar de seguir jugando como si sólo tuvieran una bala en la recámara. Y una técnica al entrenador brasileño acercó más que nunca al Madrid (61-62). Pero ponerse por delante iba a ser otro asunto para el Madrid.

De hecho, le resultó imposible. Ni cuando volvió Tavares. Los triples de Jantunen y uno final precioso de Hifi -junto a Ward y Kevarrius Hayes, claves- y el dominio de Shorts dieron un triunfo histórico al París y otro buen sofocón al Madrid.

Dame Sarr y la ceguera

Dame Sarr y la ceguera

Actualizado Domingo, 13 abril 2025 - 16:20

Dame Sarr, el joven italiano fugado del Barça, metió 17 puntos en el escaparate del partido entre ¿estudiantes? de instituto estadounidenses contra resto del mundo. Ahora mismo, económicamente es lo que somos: un resto para USA. Tanto arancelariamente como pensando en economía baloncestística. Así nos ven. Y así nos miramos entre nosotros.

Sarr pudo anotar esos 17 contra la Virtus el viernes en un partido donde ganar sí importaba y abrochar la entrada de su contuso equipo en playoff. Y en un futuro inmediato, ser el héroe contra el Mónaco o incluso jugar una Final Four. Irse a USA con el cariño de su afición o irse sin su permiso.

Los agentes de los jóvenes jugadores tratan de preservar opciones futuras tanto económicas como deportivas en base a consejos presentes. Un órgano consultivo que trata con material delicado y a veces explosivo, adolescentes. La línea entre la recomendación leal y la impregnada de demasiados componentes económicos es más delgada que la de tres puntos. ¿Quieres ser feliz deportivamente ya o quieres ser millonario? Siendo lo segundo pude ser más llevadera la pelea por el bienestar emocional (aunque eso suponga cargar de familiares y conocidos llamándote para "proponerte negocios").

Barcelona le dio la oportunidad de muchos minutos y protagonismo en Euroliga y Liga Endesa, con solo 19 años. Circunstancia dada por las continuas lesiones y el no de Laporta a fichar netamente a nadie más. Eso lo tienen claro también Parra y Brizuela, poco usados, ahora claves en este galimatías de temporada. Sarr se ha equivocado en cuanto a lo que son los valores que se defienden en un vestuario: objetivos comunes, sacrificio cuando el de al lado cae, mantenerse unidos.

Le va a dar igual. Ocupará el espacio económico entre 750.000 y 1 millón de dólares en la Universidad de Illinois o incluso alguna mayor. Colirio inmediato. Mi percepción es que creciendo estos tres meses en Barcelona quizás hasta podría optar al Draft NBA. Eso no lo vio venir con tiempo. No sé si en el Palau ahora postarán por él.

Sarr demostró ceguera a distancia media y los clubes europeos tienen los ojos empañados por el NIL y el 'revenue sharing' que significa otra amenaza en el corto plazo. Las universidades van a poder compartir los beneficios económicos con sus jugadores. En este continente no se habla de generación de ingresos, de cómo ser mejor producto para conseguir más recursos, de apostar por jóvenes pagándoles mejor y no lo que sobra. Tampoco se debate sobre la necesidad de presionar para pagos compensatorios como tiene la FIFA. NBA y FIBA tienen una gran relación, además del proyecto de NBA Europa, la gran revolución sería poder redistribuir a los formadores más riqueza de la que consiguen con estos grandes jugadores que en su día fueron solo promesas de mirada inocente.

El Barça cumple con apuros ante la Virtus, acaba quinto y condena al Real Madrid al 'play-in'

El Barça cumple con apuros ante la Virtus, acaba quinto y condena al Real Madrid al ‘play-in’

Pese a los infortunios de una temporada marcada por tantas graves lesiones que cualquiera hubiera zozobrado, el Barça terminó completando una estupenda primera fase de la Euroliga y no falló el último día para acceder directo al playoff, donde se enfrentará al Mónaco sin ventaja de campo. Los de Joan Peñarroya, que han ganado seis de los últimos siete partidos, tumbaron a la Virtus de Bolonia (91-87) en el Palau, con más apuros de los esperados, y, de paso, condenaron al Real Madrid al play-in.

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Antes, el Efes también había cumplido con la lógica, ganando en Estambul al Zalgiris (87-77), con lo que el triple empate (20 victorias y 14 derrotas cada uno) ordenaba los dos últimos puestos de playoff. El Barça acaba quinto, los turcos sextos y el Madrid séptimo.

De poco les sirvió a los blancos ganar sus seis últimos partidos. Pese a la mejoría, por primera vez en su historia disputará el play-in. Será el martes, en el Palacio (21.00 h.), y se las verá a un partido contra el Paris Basketball, al que ya derrotó hace unos días. Si gana, avanzará a cuartos, donde se medirá al Fenerbahçe. Si pierde, tendrá una segunda oportunidad, el viernes contra el ganador del Bayern-Estrella Roja.

Las matemáticas (y las dos derrotas contra el Efes) estaban en contra de los de Chus Mateo. Y ni falló el Efes ni lo hizo el Barça, ambos contra rivales sin nada en juego. Los azulgrana, que además recuperaron al lesionado Jan Vesely, sufrieron contra la Virtus, pese a una primera parte en la que brilló Kevin Punter y en la que llegó a ir ganando de 12 (28-16).

Jabari y Vesely

Los de Dusko Ivanovic no se dejaron llevar, sin embargo. Y con la aportación ofensiva de Clyburn, Shengelia y Zizic llegaron a acercarse en un par de ocasiones con peligro. Incluso, mediado el acto final, se pusieron por delante (76-81), con una preciosa canasta de Shengelia y cinco puntos seguidos de Holiday que despertaron el nerviosismo en el Palau.

Fue un final de templar los nervios. "Nos complicamos la vida otra vez, como toda la temporada", reconoció después Satoransky. Pero el Barça supo sacar el amor propio y la calma y no condenarse a una derrota que le hubiera despojado de los playoffs. Jabari Parker asumió la responsabilidad e hizo respirar de orgullo a los de Peñarroya en la temporada en la que "nadie ha tenido más problemas que nosotros".

Un gancho de Tavares sobre la bocina culmina una remontada épica en Belgrado, pero el Madrid no asegura el playoff

Un gancho de Tavares sobre la bocina culmina una remontada épica en Belgrado, pero el Madrid no asegura el playoff

La paradoja del Real Madrid era curiosa en Belgrado. Alrededor, uno de los ambientes más fieros de Europa, y enfrente Zeljko Obradovic y un Partizán que, a pesar de estar ya eliminado, le tenía tantas ganas tras lo sucedido en los incendiarios playoffs de hace dos temporadas que sólo cedió en el mismísimo último segundo. Cuando Tavares, que además de cambiar los partidos también los gana, se inventó un gancho desde cuatro metros sobre la bocina. Una remontada épica; imponerse a todo eso para que diera igual, porque su futuro en la Euroliga se estaba decidiendo en otros lugares. [89-91: Narración y estadísticas]

Mientras los blancos batallaban en la sala Alexander Nikolic, el Bayern caía en casa contra el Fenerbahçe (amaneció con un 19-43) y el Mónaco se imponía en la cancha del Asvel. Y eso lo condicionaba todo en las diabólicas cuentas de la última jornada, con hasta siete equipos en dos victorias del cuarto al 10º puesto. El Madrid podía ganar o perder que el séptimo puesto, el primero de los que disputarán el play-in, le aguardaba sin posibilidad de escape. Sólo lo esquivará si Efes o Barça caen este viernes en casa con Zalgiris o Virtus, rivales sin nada en juego.

Fue un desenlace para el recuerdo, una resurrección de esas que acostumbra el Madrid cuando late seguro de sí mismo. Había vagabundeado por el partido, con menos colmillo que últimamente, dejándose mecer por la marea feroz de los serbios. Pero, con el agua al cuello, decidió que había espacio para el frenesí. 10 abajo en el comienzo del acto final, nueve cuando un triple del imparable Brandon Davies pareció la sentencia a falta de 3:48 (85-76). Llull, Campazzo, Hezonja y, finalmente, Tavares, se pusieron la capa de superhéroes y todo acabó en fiesta.

Llull

El duelo había sido igual de intenso que si el Partizán se jugara la clasificación. Ardían las tribunas, especialmente enceladas contra Llull (al que acusan de ser el provocador de la enorme trifulca del Palacio), e Isaac Bonga devenía en puntal ofensivo, con 12 puntos al descanso. Los mismos que Dzanan Musa, al que para empezar le había caído una tremenda bronca de su compañero Abalde por quedarse protestando una acción y no bajar a defender.

La igualdad reinaba. Tavares e Ibaka dominaron la pintura, pero el Madrid perdió más balones de los recomendables. Así siguió a la vuelta de vestuarios, aunque pronto se comprobó que los blancos no eran los de las últimas semanas, con sólo una derrota (en Atenas) tras la final de Copa. Ya sea porque no dependían de ellos mismos o simplemente porque no era la noche propicia.

Brandon Davies, defendiendo a Campazzo, en Belgrado.

Brandon Davies, defendiendo a Campazzo, en Belgrado.ANDREJ CUKICEFE

Brandon Davies, verdugo habitual desde que jugaba de verde en el Zalgiris, se puso las botas. Se estiró el Partizán, que encontraba en Tavares el flanco por el que herir en los uno contra uno de Carlik Jones. Llull se intentaba rebelar contra todo eso, pero parecía imposible.

Y entonces, el milagro. Un triple de Hezonja, un robo de Campazzo, un canastón de Llull para empatar a falta de seis segundos... La respuesta maravillosa de Jones y el gancho (fraguado en la pizarra de Chus Mateo) final de Tavares. Que ganó un partido y lo mereció.

Aunque ese alarde no le vaya a valer a priori al Madrid para evitar el play-in por primera vez en su historia. Será séptimo (y jugará el martes contra el octavo en el Palacio) si Efes y Barça cumplen los pronósticos. Si sólo pierden los turcos en casa contra el Zalgiris, será quinto y se las verá en cuartos contra el Mónaco sin ventaja de campo. Si sólo pierden los de Joan Peñarroya, en casa contra la Virtus, los blancos serán sextos y jugarán los playoffs contra Panathinaikos, también sin ventaja de campo. Y si ganan ambos (lo normal), acabará séptimo y jugará contra París o Estrella Roja en primera ronda. Entonces, si gana en el primer encuentro se enfrentará al Fenerbahçe y de ir al segundo y ganar se cruzaría en playoffs con el Olympiacos. Si pierde ambos quedaría eliminado.

Porzingis tira de los Celtics, Doncic es expulsado y Giannis encadena triples dobles

Porzingis tira de los Celtics, Doncic es expulsado y Giannis encadena triples dobles

Actualizado Miércoles, 9 abril 2025 - 12:39

Kristaps Porzingis igualó su récord personal de triples, al anotar ocho, y selló 34 puntos para dirigir junto a los 32 de Jayson Tatum la espectacular victoria de los Celtics en la prórroga contra los Knicks (117-119).

Porzingis regresó al Madison Square Garden, donde empezó su carrera en la NBA con la camiseta de los Knicks.

Si los Celtics ya están seguros de la segunda plaza en el Este, los Knicks, en los que Karl Anthony Towns firmó 34 puntos y catorce rebotes, todavía deben defenderse de la presión de los Indiana Pacers, que ganaron este mismo martes a los Indiana Pacers.

Doncic fue expulsado por doble técnica en el cuarto período y los Lakers, que ganaban por un punto en ese momento, acabaron arrollados por unos Thunder que sellaron la mejor temporada de su historia (136-120), al mejorar el 64-18 de la temporada 1995-1996, cuando la franquicia estaba en Seattle.

Los Lakers protestaron por la expulsión de Doncic, la primera de su etapa en Los Ángeles, ya que el esloveno sostuvo que estaba gritando hacia un aficionado sentado a pie de pista tras anotar dos puntos y no hacia el árbitro.

Doncic fue expulsado con 7.40 minutos por jugar y terminó el partido con 23 puntos, tres rebotes y cinco asistencias. El máximo anotador de los Lakers fue LeBron James, con 28 puntos, siete rebotes y tres asistencias, mientras que Austin Reaves metió 24 puntos.

Shai Gilgeous Alexander lideró a los Thunder con 42 puntos, seis rebotes y seis asistencias y superó los cuarenta por decimotercera vez en esta temporada para que su equipo se confirmara líder del Oeste con un balance de 65-14.

Giannis Antetokounmpo firmó su tercer triple doble consecutivo y lideró la remontada de 24 puntos de los Bucks en el Fiserv Fórum de Milwaukee contra los Wolves (110-103).

Giannis acabó con 23 puntos, trece rebotes y diez asistencias en un nuevo partido en el que el equipo de Doc Rivers no pudo contar con Damian Lillard, baja por un coágulo sanguíneo en una pierna.

Los Wolves perdieron tras cinco victorias consecutivas, pese a los 25 puntos de Anthony Edwards y a los 24 de Donte DiVincenzo (6 triples).

Los Cavs aseguraron la primera plaza en el Este con un sólido triunfo frente a unos Bulls en forma (135-113), al ritmo de Darius Garland (28 puntos) y de Evan Mobley (21 puntos y doce rebotes).

Los Cavs no echaron de menos a Donovan Mitchell, en un cruce con los Bulls, décimos, que no pudieron contar con Coby White ni Nikola Vucevic.

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Los Nets del técnico español Jordi Fernández volvieron a la senda de la victoria en casa tras cinco derrotas consecutivas, al doblegar a los Pelicans impulsados por 22 puntos de Trendon Watford y por una contribución de 66 puntos de su banquillo (119-114).

Los Nets, en la primera temporada de Fernández como entrenador jefe, ya no tienen opciones de disputar la postemporada.

Además, los Memphis Grizzlies ganaron por 124-100 en el campo de los Charlotte Hornets con once puntos y tres rebotes del español Santi Aldama.

El milagro de Ángela Jiménez tras el golpe en la cabeza que la dejó en coma: "Tengo una cicatriz grandota, el recuerdo del día que volví a nacer"

El milagro de Ángela Jiménez tras el golpe en la cabeza que la dejó en coma: “Tengo una cicatriz grandota, el recuerdo del día que volví a nacer”

Todo lo que ocurrió ese 2 de noviembre de 2024 es una página en blanco en la vida de Ángela Jiménez. El día que a punto estuvo de morir o el que volvió a nacer. Un partido cualquiera, una jugada más, un mal golpe y el fundido a negro. El drama en el banquillo del Hierros Díaz Miralvalle, el aroma de tragedia en 'la Bombonera' de Plasencia, la ambulancia, la suspensión del encuentro, el hospital... «Sigo sin acordarme de nada, ni de lo que desayuné ese día», cuenta ella cinco meses después, ya de vuelta a las pistas.

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La joven dominicana posteaba contra una rival del Alcorcón durante el segundo cuarto del partido de la Liga Femenina 2. 28-25 en el marcador. Recibió un impacto de tantos, sin apariencia de gravedad, se llevó las manos a la cabeza y continuó jugando. «Yo no he querido ver el vídeo. Según me han contado, seguí corriendo normal, porque no pitaron falta. Después me volví a llevar las manos a la cabeza y me desvanecí...», explica a EL MUNDO. Fue operada de urgencia en el Hospital de Cáceres, sufría un seroma intracraneal, su estado era «crítico».

"El momento fue bastante traumático. Nadie sabía qué hacer, cómo reaccionar...", explica Dave Serrano, entrenador del equipo extremeño, que tuvo que lidar con la "situación de incertidumbre posterior" en una plantilla que quedó completamente en shock.

Para una chica de 21 años que salió de Santo Domingo con 17 en busca de un sueño entre canastas (su primer equipo en España fue el Melilla), a la que la pandemia había arrebatado una beca en una Universidad americana, el partido de su vida estaba ahora en la cama de un hospital. Fue más de una semana en coma. «Temimos por todo. Cuando me desperté, yo no era consciente de lo que había pasado. Decía, 'el próximo finde juego'. Cuando me miré al espejo y me vi toda vendada, lo empecé a asumir», relata antes de un entrenamiento. Porque el milagro es ese. Ángela ha vuelto a jugar.

Ángela Jiménez, en acción durante un partido reciente del Hierros Díaz de Plasencia.

Ángela Jiménez, en acción durante un partido reciente del Hierros Díaz de Plasencia.Jesús Vallejo

Ni en las mejores previsiones. Salió del hospital un mes después del accidente, en silla de ruedas. «Empecé con las muletas, la rehabilitación, después a caminar despacito, carreritas...», rememora el asombro de todos. «No tengo explicación, ni los doctores ni nadie. Es gracias a Dios, sobre todo. No tengo dolores ni nada, aunque me falta trabajar algo el físico, me está costando recuperar el tono». Para ello, junto a Dave Serrano, realiza dobles sesiones cada día.

El pasado 1 de marzo, contra el Náutico de Tenerife, es la otra fecha que jamás olvidará, «un momento único, de nervios, de ansiedad, de miedo, de alegría... Todo a la vez». El pabellón puesto en pie con su retorno. No sólo fue volver al baloncesto, fue reencontrarse con sus compañeras, las que le iban a visitar al hospital, las que tanto sufrieron. «Que no me acuerde de nada es un punto a favor, porque no he tenido miedo, ni de volver a recibir golpes ni de nada».

Ángela mira ahora en el espejo su «cicatriz grandota», su pelo que vuelve a crecer -«me lo cortaron como a un chico»-. «Todo eso será un recuerdo del día que volví a nacer. Una de las lecciones que me ha dejado todo esto es que todo puede cambiar en un segundo. Quién diría que yo, haciendo el deporte que me gusta, me iba a pasar una cosa así que casi no la cuento...», pronuncia, ya de lleno en el sueño del ascenso del Miralvalle, que en breve afrontará las eliminatorias hacia la Liga Challenge (la segunda del baloncesto femenino español).

Y superada también la otra lesión, la que no duele físicamente ni deja cicatriz visible. Ángela, que este verano volverá con su selección, pronuncia en voz alta el sufrimiento emocional, los «pensamientos malos» que le ha dejado el proceso y del que aún no se ha recuperado. «No lo he pasado bien. Sé que quiero vivir del baloncesto, ser profesional, jugar por todo el mundo. Pero cuando tengo bajones, pienso si merece la pena. Ha sido un proceso duro», concluye.

Otro clásico igualado, otra victoria del Madrid: el eterno Llull hace más grande la herida del Barça

Otro clásico igualado, otra victoria del Madrid: el eterno Llull hace más grande la herida del Barça

El Real Madrid se lleva los clásicos casi por pura inercia. En el Palau, con ambos púgiles jugándose la vida estos días en Europa, sin que la tensión por ello se viera aliviada, los blancos se volvieron a imponer y van ocho de carrerilla. Otro duelo igualado hasta el último lanzamiento, otro golpe de frustración para el Barça, otra muesca más en la leyenda de Llull. [89-91: Narración y estadísticas]

Como si al cumplir años y batallas su plenitud se acrecentara, el balear, que ya peina canas en su barba, fue decisivo en su clásico número 65. Se disparó a los 19 puntos, cuatro triples, el último, cuando quedaba minuto y medio, tras rebotar en el aro, "tocar el techo" (ironía de Joan Peñarroya) y acabar entrando. El de después de Dzanan Musa encarriló un triunfo que a punto estuvo de echar por tierra dos fallos en el tiro libre de Deck y un final alocado.

"Están rozando el poste todo el rato", reconoce Mateo, tan seguro de sí mismo últimamente que se permitió no disponer ni de Campazzo ni de Hezonja en la recta de meta. Ahí Andrés Feliz, el otro gran nombre propio de la tarde en el Palau. Como el jueves ante el París, protagonista, valiente. Los alardes de Joel Parra y Brizuela no fueron suficientes para un Barça condenado a sufrir hasta el final para ser cabeza de serie en los playoffs de la ACB (es quinto, a tres victorias del cuarto, Unicaja).

Un clásico no entiende de entreguerras ni de cansancio. Cara a cara, relucen las cuentas pendientes. Antes del salto inicial ya estaba Justin Anderson tanteando la solidez mental de Usman Garuba. El Palau vibraba con las ganas de acabar con la inercia, las siete derrotas seguidas ante el eterno rival. Aunque bien temprano Llull, sorprendentemente titular (casi nunca lo es), dejó claro que el Madrid no estaba por la labor: enhebró ocho puntos consecutivos para las primeras ventajas visitantes.

Pero el Barça se ha entregado al coraje en una temporada plagada de contratiempos. En la previa, el último, la espantada del canterano Dame Sarr para disputar el Nike Hoop Summit, inexplicable cuando estaba teniendo minutos y protagonismo ante las ausencias en la dirección azulgrana. Compensó el intenso arranque de su rival con una buena ración de Kevin Punter, con dureza en el rebote y hasta con la aparición de otro canterano, Raúl Villar. Resultó una primera mitad igualada y competida, con Musa anotando fácil en sus penetraciones y sin demasiado rastro de Hezonja.

Regresó de vestuarios el Madrid más centrado. Campazzo tomando la responsabilidad, pese a algunas contestaciones espectaculares de Satoransky. Creció su ventaja a la máxima (50-59) a medida que se elevaba la tensión, con un pique de gigantes entre Tavares y Fall. Lo supo aprovechar el Barça para no descolgarse, con un 9-0 sólo interrumpido por la segunda estupidez de su pívot francés, que había visto una técnica antes y cabeceó un balón después para ser expulsado.

Y fue volver a empezar, porque Ibaka se engrandeció en la pintura y Musa cerró el tercer acto con un triple sobre la bocina para dar otro impulso a los blancos.

Pero la igualdad era la tónica. El Barça se sintió más pleno sin 'cinco' en cancha, con Brizuela y Punter desequilibrando. Andrés Feliz lograba canastas coast to coast para frotarse los ojos. Punto arriba, punto abajo, Brizuela y Parra contra Llull y Musa, como un duelo en el lejano Oeste. El triple asombroso del balear tocando el aro y otro del bosnio tras el enésimo rebote ofensivo de Tavares iban a decantar la balanza para el líder de la ACB, que ya suma 14 triunfos seguidos en liga (no pierde desde el 22 de diciembre, en Valencia) y que, desde la final de Copa, es, definitivamente, otro equipo.