Alcaraz contra el miedo a que vuelva el dolor: "Debe recordar quién es"

Alcaraz contra el miedo a que vuelva el dolor: “Debe recordar quién es”

"¿Sabes qué? Cuando era pequeño, Carlos me hacía dibujos y siempre se dibujaba a él mismo levantando el título en Roland Garros. Ya ha ganado Wimbledon y el US Open, pero su sueño siempre ha sido Roland Garros", rememora Josefina Cutillas, la psicóloga deportiva que ayudó a Carlos Alcaraz a estar donde está: con opciones de cumplir su sueño. De los 8 a los 16 años, Cutillas se encargó de formar la mentalidad del hoy número tres del ránking mundial y, por eso, horas antes de su debut este domingo en París ante el estadounidense Jeffrey John Wolf (14.00 horas, Eurosport), puede analizar mejor que nadie el problema que se le presenta. Porque Alcaraz tiene un problema, sí. Un problema serio. Y éste no tiene nada que ver con la técnica, ni con la táctica, ni tan siquiera con su físico. Es un problema mental.

Con un cuadro amable, sin rivales de ranking elevado hasta cuartos de final, el español tiene margen para solventarlo, pero le exigirá trabajo. Este viernes, en rueda de prensa, el propio Alcaraz lo reconocía: "Sigo pensando en la lesión cuando pego derechas. Estoy un poco asustado si pego un drive al 100%. Es lo que tengo que solucionar en mi primer partido porque ahora no siento nada de dolor".

A principios de abril, después de vencer en el Masters 10000 de Indian Wells, la musculatura de su antebrazo derecho se empezó a quejar y los médicos consultados le aseguraron que era temporal, que sería un dolor pasajero, que no se preocupara. Ahí se creó el trauma. Sobre la tierra batida de Montecarlo o en su club en Villena, Alcaraz siguió preparándose, pero una semana tras otra veía que la dolencia regresaba cuando aumentaba la intensidad de sus golpeos. No era temporal, no era un dolor pasajero, sí debía preocuparse. Y, de ahí, el miedo. Después de perderse Montecarlo y Barcelona, resentirse en Madrid y ausentarse también de Roma, ahora no sabe qué esperar. Ya no hay lesión y no siente dolor, pero... ¿Y si reaparece el tormento? En la cabeza de Alcaraz se repite la pregunta.

"Generar sensaciones positivas"

"En estos casos, el factor más importante para un deportista es la rápida recuperación de la confianza. Generar sensaciones positivas y, a través de visualizaciones, sea con imaginación o sea con vídeos, recordar quién eras. Es un trabajo que debe hacerse junto a ejercicios de relajación, de distensión muscular, para evitar un posible bloqueo mental", expone Cutillas, que está "segura" que Alcaraz será capaz de salir de ésta. "Tiene una predisposición psicológica para el deporte y las lesiones son parte del deporte. Por ejemplo, tolera muy bien la frustración", desvela la psicóloga que ahora sigue, desde la distancia, el trabajo del equipo que rodea el tenista en el que está una colega suya, Isabel Balaguer.

En los últimos días, éste ha diseñado un trabajo curioso para que Alcaraz abandone su miedo y vuelva a golpear fuerte con la derecha. Desde que está en París, el número tres de la lista ha ido aumentado el número de 'drives' realizados en sus entrenamientos y la dureza de los mismos, de los 80 al 50% del principio a los 120 casi al máximo del final.

"Me parece positivo que lo haya explicado, humaniza al deportista, normaliza que las lesiones y este tipo de miedos son parte del juego. Cuanto antes lo interiorice antes lo podrá superar", expone Cutillas, aunque en su sector hay otras opiniones. En una entrevista con Marca esta semana, Alcaraz llegó a reconocer que si nota dolor una sola vez ya "será suficiente como para empezar a pensar cosas".

La malla protectora, útil placebo

"Con todo el respeto, a mí me parece una estrategia errónea. Me sorprende que lo enfoque así. Antes de un torneo como Roland Garros, un posible ganador como Alcaraz no puede tener el foco en la lesión. Si está pensando en modular la fuerza de sus golpeos no le va ir bien. Debe poner el foco en todo lo que ha hecho bien durante esas semanas de recuperación, en los movimientos que es capaz de hacer, en cosas positivas. Los pensamientos negativos pueden incluso entorpecer la rehabilitación, pues liberan cortisol, la hormona del estrés, y agarrotan los músculos", argumenta por su parte Juan Carlos Campillo, psicólogo deportivo de Carolina Marín, entre otros muchos deportistas. Bajo su punto de vista, el enfoque de Alcaraz con su dolencia debería ser más crudo.

"A los deportistas jóvenes les cuesta más, pero al final todos los campeones aprenden a convivir con el dolor. Incluso les ayuda a ganar. Cuando entienden que todos los deportistas sufren, que a sus rivales también les debe doler algo, lo empiezan a ver como otra arma para ganar", expone Campillo que coincide con Josefina Cutillas, la que fuera psicóloga de Alcaraz, en la conveniencia de una decisión.

Aunque ya no le duele y aunque sus efectos terapéuticos son dudosos, Alcaraz jugará todos sus partidos con una malla protectora en el antebrazo derecho. Ya lo hizo en Madrid y repetirá en París. "El efecto placebo puede ser poderoso. Si crees que un vendaje te ayuda, de alguna manera te ayuda", finaliza Campillo antes de que empiece la acción. Alcaraz está en Roland Garros con opciones de cumplir su sueño de infancia, aquel que dibujaba en sus folios, pero antes debe solucionar el serio problema que tiene delante.

Zapatillas de menos de 100 gramos, la guerra que viene en el maratón: "Es como el gasto en Fórmula 1"

Zapatillas de menos de 100 gramos, la guerra que viene en el maratón: “Es como el gasto en Fórmula 1”

Actualizado Jueves, 23 mayo 2024 - 20:47

Hace unos meses Adidas presentó unas zapatillas nuevas en Madrid de una manera nunca vista. Las Adizero Adios Pro Evo 1, con un precio elevadísimo -500 euros- y una edición limitadísima -521 pares- aparecieron en unas urnas y los periodistas sólo podían tocarlas si antes se ponían unos guantes. Marketing en estado puro, claro, pero un mensaje claro: ese modelo era el summum de la innovación. Con esas Adidas la etíope Tigist Assefa batió el récord del mundo femenino de maratón el año pasado en Berlín y esas Adidas marcaban el disparo de salida de una nueva carrera tecnológica. Ya no sirve que las zapatillas de correr ofrezcan mucho rebote, como hacen desde años gracias a las placas de fibra de carbono, ahora también deben ser ligeras, superligeras, ultraligeras.

Mientras las Nike Alphafly de Eliud Kipchoge que cambiaron para siempre el atletismo pesaban 230 gramos, las Adizero Adios Pro Evo 1 flotan con sólo 138 gramos de peso. «Para conseguirlo analizamos cada elemento de las zapatillas, sopesando qué podíamos eliminar o cambiar para reducir su peso», explica Patrick Nava, vicepresidente mundial de producto de la marca alemana que en los últimos tiempos ha hecho enloquecer a la competencia. Preparados, listos... ¡ya!

Las novedades desde China

Como pasó con la fibra de carbono, desde la aparición de las Adizero Adios Pro Evo 1, todas las empresas de zapatillas de correr buscan ahora su modelo superultramegaligero y próximamente habrá novedades al respecto. Nike, New Balance, Saucony o Brooks podrían presentar pares que bajen de los 200 gramos, algo impensable hace nada, pero en los años posteriores la guerra irá más allá. Varias empresas chinas llevan tiempo buscando su oportunidad para asaltar el mercado mundial y es ésta. La semana pasada, en una feria en su país, Li-Ning, que llegó a patrocinar a la España de baloncesto, presentó un prototipo que sólo pesa 89,5 kilos, XTep fabrica un modelo de 94 gramos, 361 Degrees ya lanzó el año pasado uno de sólo 98 gramos...

Según un estudio de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, rebajar 100 gramos en las zapatillas reduce el consumo de oxígeno un 1%, por lo que la ganancia es obvia: en un maratón de dos horas se puede ganar más de un minuto al reloj gracias a ese nuevo calzado. Pero también tiene ciertas desventajas.

"Es una guerra peligrosa"

«Esa guerra por romper la barrera de los 100 gramos es peligrosa porque exige una inversión brutal en desarrollo y no tiene un mercado claro. Esas zapatillas tan ligeras son muy caras y muy efímeras, apenas se pueden utilizar dos o tres días, por lo que sólo se las pueden permitir los atletas patrocinados, aquellos que no compran nada. Es como el gasto en Fórmula 1 o MotoGP, es difícil cuantificar el beneficio para las marcas», analiza Juan González, probador de material para varias marcas y responsable del podcast El laboratorio de Juan.

Tan ligeras zapatillas, en efecto, carecen de estructura y, con el paso de unos pocos kilómetros, se desfiguran y se desvanecen. Al contrario de lo que pasó con las placas de fibra de carbono, estos modelos no están pensados para el aficionado medio ni tan siquiera para ese pelotón de expertos que buscan, por ejemplo, bajar de las tres horas en maratón. La carrera por el peso es una carrera por seguir en la vanguardia, por no perder el tren, por mantenerse a la cabeza del desarrollo, aunque sus beneficios es posible que nunca lleguen a los corredores del montón.

Zapatillas desmontables, ropa hecha de algas... el futuro ya ha llegado al deporte: "Hay mucha investigación y no siempre sale cómo deseamos"

Zapatillas desmontables, ropa hecha de algas… el futuro ya ha llegado al deporte: “Hay mucha investigación y no siempre sale cómo deseamos”

Del mar a la montaña. Hace unos años una pequeña marca deportiva vasca, Ternua, le pidió a tres cofradías de su zona, las de Bermeo, Getaria y Hondarribia, que les guardaran las redes de pesca rotas o desgastadas y en unos meses se encontraron en sus instalaciones con 12 toneladas de malla para tirar, inservible, hecha polvo. Era más de lo que esperaban, pero era mejor que sobrara. Pese al enorme volumen recibido, siguieron con su proyecto y, después de reciclar las redes y de convertirlas en hilo, presentaron su innovación: 50.000 pantalones de esquí -entre ellos los de competición de varias federaciones- hechos con material de pesca. Del mar a la montaña. Luego harían lo mismo con cáscaras de nueces o huesos de aceituna, con posos de café o con sábanas de hoteles desgastadas.

«Desde nuestro nacimiento en 1994 siempre hemos querido hacer ropa deportiva que significa algo y ahora creemos que todo el sector va hacia ahí, es el futuro porque tiene que ser el futuro», comenta Eduardo Uribesalgo, director de innovación de Ternua. Su propuesta es modesta, producción contenida, muy local, pero, en realidad, está en la línea de lo que vendrá. La ropa deportiva del futuro estará hecha de materiales que ahora ni imaginamos, durará más y será circular.

Adiós al petróleo

Las multinacionales, como Nike y Adidas, ya tienen ropa y zapatillas hechas con botellas (Flyknit) o residuos de los océanos (Parley), pero ese reciclaje cada vez es más controvertido -al fin y al cabo, es plástico-, y, además, avanzan propuestas mucho más rompedoras en ese sentido. Según un estudio de la Fundación Changing Markets el 69% de las fibras que se utilizan en el deporte todavía proceden del petróleo, como el poliéster o el nylon, y el objetivo de varias empresas es disminuir ese porcentaje drásticamente. La biotecnología ya ha creado poliéster a partir de la yuca, la caña de azúcar o el maíz, muy parecido al actual; la goma EVA, presente en muchísimas zapatillas, se podría sustituir por Bloom, hecha por algas, que ya usan Puma o Merrell; el neopreno petrolífero tiende a ser sustituido por el Yulex, hecho de planta de yute -Decathlon ya tiene un modelo 100% Yulex-; y así múltiples innovaciones.

Hay postureo, el llamado greenwashing, pero también cierta presión legislativa -nuevas directrices europeas e iniciativas como la francesa Ecoscore-, y sobre todo más conciencia de los deportistas aficionados que, al final, son los que compran. Según una encuesta de la competición de vela SailGP realizada entre sus aficionados en Estados Unidos, Reino Unido y Suiza «el 72% de la población no quiere hacer deporte con ropa hecha con combustibles fósiles», pero en las tiendas se encuentran varios obstáculos. Uno es la variedad, otro es el rendimiento, pues aún es imposible encontrar zapatillas rápidas y verdes, pero el principal es el precio.

«Tarde o temprano va a llegar: un atleta ganará un maratón con unas zapatillas reciclables. Pero mientras tanto es un camino lleno de retos. Especialmente hacer llegar al público todos esos materiales. Varias marcas han hecho camisetas con fibras muy sugerentes, de algas o fibra de coco, pero costaban 80 o 100 euros. Hasta que los procesos no sean más baratos no se podrá generalizar su uso», expone Juan González, probador de varias marcas y responsable del podcast sobre material El laboratorio de Juan.

Imagen de un forro Polartec.

Imagen de un forro Polartec.

«El coste se reducirá a medida que más marcas se comprometan con la verdadera circularidad», asevera Ramesh Kesh, vicepresidente de Milliken & Company y responsable de Polartec, marca líder en forros polares y por lo tanto con la dependencia del petróleo como reto. "Como industria, es hora de que abordemos algunas de las causas más profundas en lugar de poner tiritas a otros temas que tienen poco impacto a largo plazo", añade en el final del proceso para que toda su colección sea de poliéster reciclado, sea circular.

«El precio es un desafío, eso está claro. Pero hay que darles a estos materiales el valor que tienen», subraya por su parte Joel Gómez, manager en España de la marca italiana Uyn, que está marcando el camino. Con mucha implantación en el esquí -su embajadores es el estadounidense Bode Miller, campeón olímpico-, toda su ropa está hecha de fibras nuevas procedentes del maíz, del ricino o del eucalipto, tienen una lana vegetal...

«Es actual porque lo pide el público y futurista a la vez, hay mucha investigación detrás y no siempre sale cómo deseamos. Pero esa esencia bio se acabará imponiendo», añade Gómez, que sabe que en la vanguardia hay riesgo.

¿Unas zapatillas para toda la vida?

En los últimos años, por ejemplo, varias marcas, como Salomon, han presentado zapatillas 100% reciclables, pero su éxito ha sido limitado. Quizá el camino sea otro, utilizar un un material más resistente como el grafeno como hace Inov, o directamente crear unas zapatillas desmontables. En ello está embarcado actualmente Kilian Jornet. Su marca, Nnormal, triunfó en el mercado de la montaña con sus modelos duraderos, pero ahora quiere más. En los últimos meses está trabajando en unas zapatillas modulares, las Kboix, que ya han recibido un premio ISPO, por lo que proponen: que sirvan para todo, que duren toda la vida.

La idea es que la mediasuela, es decir, el bloque de goma que hay entre la suela y la cubierta, pueda irse cambiando cuando se desgaste o cuando se necesiten otras prestaciones. Para salir a correr tranquilamente, se monta una zapatilla, para competir a toda prisa, una distinta, y para abordar una montaña muy técnica, otra distinta. «Queremos evitar el sobreconsumo y creemos que esta zapatilla puede ser útil para ello. Está diseñada para ser extremadamente duradera y ser reparada cuando se acabe la vida útil de sus partes», apunta Birte Fahrbach, jefa de producto de Nnormal, que no niega las dificultades: «El desafío es unir las partes del calzado y conseguir una buena estabilidad. No puede compararse con el proceso de producción habitual de unas zapatillas».

Algún día el calzado durará siempre, algún día la ropa estará hecha de plantas o de algas: la ropa deportiva del futuro ya está aquí.

La suerte da la espalda a Nadal: debutará en Roland Garros contra Zverev

La suerte da la espalda a Nadal: debutará en Roland Garros contra Zverev

Una esperanza resonaba estos días en el entorno de Rafa Nadal: que la suerte esté de nuestro lado. En las últimas semanas, el vencedor de 22 Grand Slam ha sumado entrenamientos magníficos y, por eso, su mal juego en el Masters 1000 de Roma se leyó como una consecuencia de la falta de partidos. Nada más. Estaba en condiciones de desplegar un mejor tenis. Según su gente, en Roland Garros, si el sorteo del cuadro fuese amable, si los dos o tres primeros partidos no eran exageradamente exigentes, Nadal podría llegar lejos en el 'grande' francés. "Si llega a la segunda semana, apostaría por él como ganador", declaraba incluso su tío, Toni Nadal, en 'La Voz de Galicia'. Pero este jueves esa esperanza se desvaneció.

Pese a sus 14 títulos allí, París le dio la espalda al español. En la división del cuadro, Nadal quedó emparejado en primera ronda con Alexander Zverev, posiblemente el peor rival posible. Mientras los tres primeros del ranking ATP, Novak Djokovic, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, llega con dudas, el alemán -ahora cuarto en la lista- aterriza en Roland Garros después de alzar el título en Roma: es el favorito más forma. Además, Zverev tiene la espina clavada de las semifinales de 2022, cuando se lesionó ante Nadal y tuvo que retirarse, y ya sabe lo que es ganar en tierra batida al español, pues lo hizo en los cuartos de final del Mutua Madrid Open de 2021.

El único consuelo de Nadal es el resto de camino. Si consigue superar a Zverev, durísima prueba para su estado de forma, tendrá delante algunos partidos en los que realmente podrá encontrar su ritmo, su juego, su tenis. En segunda ronda se mediría al vencedor del duelo entre David Goffin y Giovanni Mpetshi Perricard; en tercera ronda, quizá ante Tallon Griekspoor -su sparring la semana pasada en Mallorca-; y en cuarta ronda, ante un Holger Rune dubitativo o ante Karen Kachanov. Luego, ya en cuartos de final, le esperaría Daniil Medvedev, por ejemplo, pero esa ya es otra historia, como el posible duelo con Novak Djokovic en semifinales. Su final será ese debut ante Zverev.

Alcaraz y los qualys

Por el lado contrario, en forma y fondo, colocó el sorteo a Carlos Alcaraz que tendrá un suave aterrizaje en París y podrá probar su lastimado antebrazo derecho. Jugará contra un adversario llegado del torneo clasificatorio en primera ronda y, quizá en segunda ronda, y a priori hasta cuartos de final no encontrará un rival de su nivel. En cuarta ronda le podría esperar los jóvenes Félix Auger-Aliassime o Ben Shelton, pero ninguno de los dos está en su mejor momento -pese a la rara final del canadiense en el Mutua Madrid Open-. Luego, entonces sí, en cuartos de final se toparía con Andrei Rublev o Stefanos Tsitsipas y podría haber una semifinal Alcaraz-Sinner. En la primera ronda del torneo también destacará el enfrentamiento entre Novak Djokovic y Pierre-Hugues Herbert y el duelo entre Andy Murray y Stan Wawrinka, dos campeones de Grand Slam.

Badosa, tampoco afortunada

En el cuadro femenino, Paula Badosa sufrió la misma mala fortuna que Nadal. También ausente la pasada edición, la española empezará con una cabeza de serie, Katie Boulter, podría vérselas con la estadounidense Sloane Stephens en segunda ronda y ya en tercera ronda tendría un enfrentamiento hipotético con su amiga Aryna Sabalenka, número dos del ranking mundial. Badosa, que alcanzó los cuartos de final hace tres años, deberá pelear duramente si quiere alcanzar la misma ronda. En el Grand Slam empezarán, como mínimo, 14 españoles, una cifra notable. Junto a Nadal, Alcaraz o Badosa, estarán Alejandro Davidovich, Pedro Martínez o Sara Sorribes, con opciones de alcanzar la segunda semana.

Rodrigo Conde, el remero que renunció a los Juegos harto de pasar sed y hambre: "Te conviertes en quien no eres"

Rodrigo Conde, el remero que renunció a los Juegos harto de pasar sed y hambre: “Te conviertes en quien no eres”

Una ducha muy caliente y luego dos horas sobre el rodillo, con toda la ropa del armario puesta. Un día y otro día y otro día. Litros y litros de sudor para que la báscula no subiera nunca de los 70 kilos antes de una regata de remo. La deshidratación por norma. Los Juegos Olímpicos, el sueño de todo deportista, eran una pesadilla para Rodrigo Conde.

«Cuando entré en el equipo nacional, a los 16 años, competía en doble scull ligero, donde no puedes pasar de 70 kilos, y con el tiempo ese límite me fue costando más. Mido 1,83 metros y hubo un momento en el que ya era imposible, no podía perder más grasa. Era inhumano. Pasaba mucha hambre, pero eso aún era soportable. Lo peor era la deshidratación. Dos horas antes de cada regata tenía que marcar el peso y, durante las competiciones, me pasaba los días deshidratado, mareado, lento. Me costaba pensar, me olvidaba de lo que estaba hablando en mitad de una conversación... Me afectaba mucho a nivel deportivo y personal. Cuando no puedes beber ni comer sale una parte de ti que desconoces, te conviertes en una persona que no eres. El cuerpo se pone en modo defensa y lo rechaza todo», explica Conde en conversación con EL MUNDO desde Banyoles, donde se prepara para sus primeros Juegos, los segundos para los que obtiene la clasificación.

David Ramirez / Araba Press

Cuatro años atrás tenía plaza para Tokio 2020, pero renunció después de la enésima sesión de deshidratación extrema. Entre ser olímpico y estar sano escogió la segunda opción. Este verano puede unir ambas cosas. «Antes de Tokio sólo pensaba en llegar a los Juegos Olímpicos, competir y dejar el remo, retirarme. Pero al final ni llegué, no podía más», rememora tras un proceso complicado.

Su adiós al doble scull ligero y su límite de 70 kilos por regatista le llevó al doble scull, sin máximos, y a un nuevo inicio. Todo lo conseguido no servía de nada. Con su actual acompañante en el bote, Aleix García, tenía que empezar otro camino olímpico. Hoy son subcampeones del mundo y de Europa y, por lo tanto, candidatos a medalla en los Juegos de París.

¿Ahora pesa la comida?
Tengo pautas del nutricionista, pero ya no me preocupa. Ahora peso 88 kilos, 18 más que en scull ligero, y no me sobra un gramo, estoy en forma. Soy feliz, mucho más que antes. Estoy disfrutando del remo más que nunca.

Una lesión de espalda

De Moaña, al lado de Vigo, de niño jugaba a tenis, pero a los 12 años un amigo suyo le propuso probar el remo y ya no lo soltó. A los 16 años, de hecho, ya tenía una beca para marcharse a entrenar con la selección a Sevilla y a los 18, en 2016, era campeón del mundo sub-23. Pese a la penurias para dar el peso, en el doble scull ligero llegó a disputar dos finales mundialistas en 2018 y 2019.

David Ramirez / Araba Press

«Antes de Tokio ya estuve una vez a punto de dejar el remo», confiesa. «A los 14 años, sufrí una desecación discal, la degradación del disco entre las vértebras I4 e I5, una se empezó a apoyar en la otra. Durante un tiempo me afectó al nervio ciático y me costaba caminar. Hubo médicos que me aconsejaron dejar el deporte. Pero otros me dijeron que no, que me iría bien seguir y así ha sido. Fortaleciendo la espalda y el abdomen he conseguido vivir sin dolor, aunque tendré que vigilar mucho cuando acabe mi carrera y pierda músculo», revela Conde que nunca más se tendrá que deshidratar para no superar aquel maldito límite de los 70 kilos.

Zverev arrasa en Roma y se presenta como candidato a Roland Garros

Zverev arrasa en Roma y se presenta como candidato a Roland Garros

Alexander Zverev llevaba dos años perdido. En 2022, ante Rafa Nadal, en semifinales de Roland Garros, se rompió el tobillo por todos los lados y desde entonces no había brillado. De una final de Grand Slam, del oro olímpico en Tokio, de aquel número dos del ranking ATP a estar meses parado y caer del Top 25 de la lista mundial. Este año ya advirtió mejora con sus semifinales en el Open de Australia. Pero este domingo realmente anunció su regreso con un triunfo indiscutible en el Masters 1000 de Roma.

El alemán aprovechó la ausencia en el torneo de Jannik Sinner y Carlos Alcaraz y las eliminaciones tempranas de Novak Djokovic y Daniil Medvevev para desplegar su mejor tenis y llevarse el título por aplastamiento. Su victoria, de hecho, le ascendió al número cuatro del ranking ATP, donde descansaba hasta este domingo Medvedev. La final ante el chileno Nicolás Jarry, finiquitada por 6-4 y 7-5 en hora y media, fue el mejor ejemplo de su superioridad durante la semana.

Sólo el también chileno Alejandro Tabilo en semifinales tuvo alguna opción de derrotarle. Ante Jarry, Zverev no permitió ninguna bola de break y, es más, se llevó casi todos los puntos con su primer servicio -37 de 39-. Su potente saque apenas le obligó a jugar, anulados los intercambios y los apuros. En la mejor semana de su vida, Jarry exhibió todo el carácter del mundo, pero no fue suficiente. Con tanta seguridad en sus puntos, a Zverev le bastó una ruptura por set para llevarse el partido. No hubo mucho espectáculo, es cierto. Pero sirvió la final como presentación de una candidatura.

A una semana del inicio de Roland Garros, Zverev seguramente es el candidato más en forma. Su temperamento y sus problemas extradeportivos -será juzgado por maltrato durante el torneo- no le ayudan, pero nadie llega mejor. En los tres últimos años ha llegado a semifinales en Francia -cayó ante Stefanos Tsitsipas, Nadal y Casper Ruud- y ahora aspira a más. Siempre con su servicio como mejor argumento, Djokovic, Sinner o Alcaraz tendrán complicado batirle.

Nadal cae ante Hurkacz en Roma por la vía rápida y duda sobre Roland Garros: "Estoy tocadillo"

Nadal cae ante Hurkacz en Roma por la vía rápida y duda sobre Roland Garros: “Estoy tocadillo”

No queda nada que cocinar, las guirnaldas ya están colgadas, el cava espera en la nevera: la fiesta de despedida está lista. Los actos previos a Roland Garros, los tres torneos sobre tierra batida que Rafa Nadal había planteado como preparación, acabaron para él este sábado quizá de manera prematura, quizá de manera lógica. En segunda ronda del Masters 1000 de Roma, Nadal cayó ante el polaco Hubert Hurkacz en dos sets, por 6-1 y 6-3, y ya sólo le quedan 15 días para presentarse en París de la mejor manera.

Marcharse para siempre de la Philippe Chatrier con un título parece realmente difícil, casi imposible, pero podrá competir, lo que deseaba. Como le pasó ante en el Trofeo Conde de Godó y en el Mutua Madrid Open, su eliminación en el Foro Itálico plantea dudas sobre su nivel si no se observa el objetivo final. Ya no es cuestión de ganar y ganar; para eso estuvieron las últimas dos décadas. Ahora es cuestión de encontrarse sobre la pista, de jugar al tenis y, de alguna manera, de disfrutar. Para eso le dará el físico.

Su rostro en los últimos juegos ante Hurkacz demostraban que Nadal no estaba satisfecho, pero su encuentro no fue tan terrible como el marcador insinúa. Ante todo un Top 10 del ranking ATP, el rival más duro desde su regreso, tuvo ciertas opciones. En concreto, siete. Siete bolas de break que no pudo convertir por culpa del violento saque del polaco, pero que existieron. Si su rival hubiera fallado más -Hurkacz acabó sólo con 10 errores no forzados-, Nadal hubiera podido entrar en el partido y quién sabe qué hubiera pasado.

"No tomaré una decisión aún"

Especialmente relevante fue el primer juego del primer set. Pese a que el partido apenas duró una hora y media, ese periodo inicial se extendió hasta los 20 minutos y, en él, Hurkacz estuvo contra las cuerdas. Hasta cinco veces pudo Nadal romperle el servicio y complicarle el encuentro, pero el nueve del mundo las salvó todas. Ahí cimentó su victoria, su confianza, su juego, su temple. Como hizo ante Roger Federer en Wimbledon 2021, pese a sus malos resultados en arcilla Hurkacz elevó su tenis para fulminar a Nadal en Roma.

En rueda de prensa, el español, todavía tocado, certificó que la derrota le había dolido y llegó a plantear dudas sobre su presencia en París. "No quiero tomar una decisión aún. Hay dos caminos posibles. Creo que no estoy preparado para competir en Roland Garros por lo que he hecho hoy. Faltan dos semanas, vamos a hacer lo posible para cambiar la situación. Aunque sea difícil para mí, frustrante, me siento más cerca de intentarlo. Estoy tocadillo, pero intentaré todo lo posible estas dos semanas".

"Hoy parece imposible ir a Roland Garros y pensar en nada especial, pero físicamente no he estado tan mal. Yo espero llegar con las condiciones suficientemente buenas y darme una oportunidad. Tengo algunos problemas, pero no suficientes para decir ya que no voy a jugar en el evento más importante de mi carrera. Veremos cómo va la cosa, cómo me siento mentalmente mañana, pasado y en una semana. Si me siento preparado, intentaré estar allí y pelear por las cosas por las que he peleado durante estos últimos 15 años", finalizó Nadal antes de marcharse de Roma con una cerradísima ovación.

falta de evolución

Más allá de su derrota ante Hurkacz, el problema del ganador de 22 Grand Slam fue la falta de evolución. Antes de debutar en el Foro Itálico, Nadal completó dos buenísimos entrenamientos ante Francisco Cerundolo y Stefanos Tsitsipas y, después de esas prácticas, creyó que podría llegar lejos en el torneo. Entre el Trofeo Conde de Godó de Barcelona y el Mutua Madrid Open ya había aumentado la velocidad y el peso de su derecha y en el Masters 1000 de Roma tenía que ir a más.

No pasó. En primera ronda, ante el belga Zizou Bergs, estuvo lento y apenas encontró apoyos para su golpeo y este sábado ante Hurkacz nunca llegó a entrar en el partido. En todo caso, no era más que una preparación para Roland Garros. No queda nada que cocinar, las guirnaldas ya están colgadas, el cava espera en la nevera: la fiesta de despedida de Nadal está lista.

Dominic Thiem, el príncipe de la tierra batida, se retira a los 30 años harto de los dolores

Dominic Thiem, el príncipe de la tierra batida, se retira a los 30 años harto de los dolores

En cada impulso, cada paso, cada gesto, cada golpeo se esconde el peligro de un 'crec': más que la derrota, ésa es la tragedia del deporte. La desgracia alcanzó al austriaco Dominic Thiem en el mejor momento de su carrera, cuando ya había ganado un Grand Slam, el US Open 2020, y ascendido hasta el número tres del ranking ATP. Durante el verano de 2021, jugando el ATP 250 de Mallorca para coger ritmo, Thiem sintió un dolor punzante en su muñeca derecha y en ese instante, en ese mismo instante, su vida como tenista se acabó.

Un desgarro en un tendón, le diagnosticaron; ya no volvió a jugar al máximo nivel. Este viernes, pese a sus 30 años, harto de los dolores, anunció que a final de temporada se retirará de la competición.

"Mi muñeca no está como debería y como quiero que esté. He estado pensando sobre esta decisión durante mucho tiempo. Pondré punto y final a mi carrera a final de 2024. Ha sido una carrera increíble, he ganado títulos, he tenido éxito. El viaje fue increíble. Estoy emocionado de lo que vendrá ahora", comentó en un vídeo publicado en sus redes sociales después de un par de años para el olvido.

Caído del Top 100, la temporada pasada, de hecho, perdió más partidos que los que ganó, aunque las fuerzas le alcanzaron para darse un último homenaje. En el ATP 250 de Kitzbuhel, en su país, llegó a una final que acabaría perdiendo contra el argentino Sebastian Báez. El torneo era, cómo no, en tierra batida, su superficie, la superficie de la que fue príncipe durante varias temporadas.

Contra Nadal, su mejor versión

Entre 2017 y 2019, Thiem fue el mejor rival de Rafa Nadal en arcilla. Con un juego relativamente parecido, en ese tiempo ambos se encontraron en nueve ocasiones sobre ese terreno, con seis victorias para el español, sí, pero también tres para el austríaco. Nadal le venció en las finales de Roland Garros de 2018 y 2019, por ejemplo, pero Thiem se sobrepuso en los cuartos de final del Masters 1000 de Roma 2017, los cuartos del Masters 1000 de Madrid 2018 y en las semifinales del Torneo Conde de Godó de 2019.

Fue entonces cuando, con el crepúsculo de Nadal, se advirtió a Thiem como su heredero natural, más después de que se impusiera en el US Open de 2020 tras eliminar a Daniil Medvedev y Alexander Zverev. Justo antes de la aparición de Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, Thiem fue uno de los mayores exponentes de la Next Gen.

Nacido en un país de escasa tradición tenística como Austria, sus padres, Karin y Wolfgang Thiem, eran entrenadores de tenis y por eso su vida siempre estuvo asociada al deporte. De una ciudad pequeña, Wiener Neustadt, a los 16 años se mudo a Viena para entrar en la academia de Günter Bresnik, donde sufrió unos duros inicios.

En pleno estirón -creció 16 centímetros en un año- su sistema inmune no está preparado para la competición, pero brilló tras cumplir un estricto programa de entrenamiento. En 2016, a los 22 años, entró por primera vez en el Top 10 y encaró los años de plenitud que, para su desgracia, fueron pocos.

¿Por qué el modelo de éxito de los atletas kenianos es inimitable? Altitud, pobreza y ugali: "Correr no es una pasión para nosotros"

¿Por qué el modelo de éxito de los atletas kenianos es inimitable? Altitud, pobreza y ugali: “Correr no es una pasión para nosotros”

"Correr no es una pasión para nosotros, correr es doloroso, pero nos proporciona un futuro mejor para nuestras familias", resume Patrick Sang, el entrenador de Eliud Kipchoge, cuando EL MUNDO le pregunta el motivo del éxito de los corredores kenianos. En la historia de los Mundiales de atletismo, Kenia es el segundo país en el medallero, sólo por detrás de Estados Unidos, pese a sus 47 millones de habitantes -como España- y su falta de infraestructuras. Aquí no hay centros de alto rendimiento, ni sistema de becas, tampoco hay gimnasios. Hay escasez de todo, desde el agua potable a las mismísimas zapatillas para correr. Entonces, ¿Por qué ganan tanto? Precisamente por eso.

Ganan porque lo necesitan. Ganan porque es su oportunidad. En el país hay jóvenes de clase media, especialmente en Nairobi y Mombasa, que cuentan con numerosos caminos para construir su porvenir, pero en las zonas rurales del Valle del Rift no hay muchas más salidas. En el libro 'Correr con los kenianos', el fisiólogo Yannis Pitsiladis, quizá el científico que más ha investigado el atletismo keniano, también asume que la pobreza es la clave del éxito: "La clave es el afán de triunfar. Para un niño de Kenia que va caminando al río a recoger agua o acude corriendo al colegio, si no acaba siendo atleta tampoco tiene demasiadas oportunidades. Por supuesto, también son necesarios otros factores, pero ese afán es la fuerza que los impulsa".

A 2.500 metros de altitud

¿Y cuáles son esos otros factores? En primer lugar, la altitud. Nacer y crecer alrededor de los 2.500 metros, en una planicie sobre un valle, proporciona a los corredores de la zona una ventaja innegable. Sus cuerpos están acostumbrados a la falta de oxígeno, su sangre es única, pero si necesidad y altitud fueran los únicos ingredientes también habría múltiples campeones de Bolivia o Perú, de Nepal o de otros países africanos como Ruanda o Lesoto. Hay más.

NN RUNNING TEAM

"El ugali, nuestro secreto realmente es el ugali", determina Laban Korir, liebre de Kipchoge en una broma clásica a los periodistas que buscan porqués. El ugali, una especie de gachas elaboradas con harina de maíz, no es milagroso, pero sí tiene algo que ver. En el campamento del NN Running Team en Kaptagat un cartel sorprende. Lejos de los complejos planes de nutrición que se suelen ver en Europa o Estados Unidos, el menú para todo el año de Eliud Kipchoge y compañía es de una sencillez absoluta.

Para desayunar, un día pan y otro, fruta y huevos duros. Para comer, arroz, alubias, patatas y col ¡cada día! Para merendar, nada o porridge. Y para cenar, ugali acompañado de carne de cabra o ugali acompañado de huevo y leche. En definitiva, carbohidratos limpios y algo de proteína, nada de grasas ni de azúcar. Sólo algún día se dan un capricho y un corredor hace chapati, que consideran una delicia, pero no son más que frisuelos salados. Kipchoge dice que Faith Kipyegon, doble campeona olímpica de 1.500 metros, es la mejor cocinera de chapatis y Kipyegon asegura que ese honor le corresponde al propio Kipchoge.

Campeones desde hace décadas

La mezcla resulta perfecta, altitud, pobreza y ugali, pero igualmente no resuelve el enigma. Las dietas de otros países en desarrollo también se basan en lo mismo y tampoco hay dinero para comprar pizzas o Nutella. "Al final el secreto del atletismo en Kenia es esto", asegura Geoffrey Kamworor, subcampeón mundial de los 10.000 metros en 2015, y señala el lugar donde está: el centro de entrenamiento de Kaptagat. "El atletismo es parte de nuestra tradición". Y ciertamente. Correr no es sólo parte de la vida de muchos niños kenianos, que acostumbran a hacerlo descalzos y con una técnica perfecta, correr también es lo que hacen sus ídolos. Pese a la amenaza del fútbol -especialmente de la Premier-, el atletismo en el valle del Rift es el deporte rey, parte de su cultura, algo único.

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Desde los primeros campeones, en los Juegos de México 1968, Naftali Temu, Kipchoge Keino y Amos Biwott, la referencia de corredores como Kipchoge o Kipyegon, la existencia de los centros de entrenamiento y las muchas carreras locales forman un ambiente ideal para el desarrollo del talento. En los últimos años, con la llegada masiva del dinero de los maratones comerciales, el dopaje está distorsionado ese contexto, pero sería absurdo atribuir tan histórico éxito a las trampas. Los mejores corredores del mundo guardan secretos, pero no son más que la tradición, la alimentación, la altitud y la necesidad, sobre todo, la necesidad.

Nadal tira de oficio para sobrevivir ante Bergs en su debut en Roma

Nadal tira de oficio para sobrevivir ante Bergs en su debut en Roma

La memoria, repleta de recuerdos exitosos, niega que hubiera un Rafa Nadal así, perdido, errático, amenazado en una primera ronda de un torneo sobre tierra batida ante un adversario fuera del Top 100 de la ATP, pero lo hubo. El sufrimiento que padeció este jueves ya lo había vivido. Años atrás todo eran episodios más livianos, anecdóticos, pero incluso en sus mejores tiempos Nadal tuvo algunos malos estrenos que se olvidaron con el paso de los días y de los partidos. Esta vez, en su debut en el Masters 1000 de Roma, una mala noticia y una buena: los fallos realmente le pusieron contra las cuerdas y, al mismo tiempo, tuvo la capacidad de levantarse y sobrevivir.

Ante el belga Zizou Bergs venció por 4-6, 6-3 y6-4 en una remontada sufrida que le obligó a jugar casi tres horas: dos horas y 47 minutos. Finalmente estará en la próxima ronda, ante Hubert Hurkacz, noveno del mundo, y lo hará con la lección aprendida. Su físico mejora cada semana, está más rápido que en Barcelona o Madrid, pero ya no le permite victorias plácidas.

Tampoco ayudó el rival. Al contrario que en sus primeros partidos en el Godó o el Mutua Madrid Open, cuando se encontró a jóvenes temblorosos con la bandera blanca en la mano, en Roma Nadal se topó con un currante del tenis con ganas de disfrutar del momento. De 24 años y habitual del circuito challenger, Bergs supo interpretar el escenario. En la pista central del Foro Itálico, ante una leyenda, no tenía absolutamente nada que perder, así que... ¿Por qué no jugar un rato?

Su derecha hizo daño a Nadal, más su desparpajo, y en el primer set parecía encaminado a la victoria. La manera en la que remontó un break inicial en contra -del 3-1 al 4-6- sorprendió a todos los presentes y obligó al público italiano a volcarse en levantar el ánimo del español. Sin Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, su eliminación hubiera sido un drama para el torneo. Pero, para alivio general , algo cambió.

La reacción de Nadal

En el primer juego del segundo set, Nadal levantó la mirada hacia las gradas y advirtió al juez de silla: "¡Allí, allí, una ambulancia!". A un espectador le acababa de dar un golpe de calor. Y a partir de ahí el partido fue distinto. Durante la parada para que los médicos atendieran al aficionado -que se recuperó sin problemas-, Nadal estuvo analizando sus problemas con su entrenador, Carlos Moyà, y tras la reanudación fue otro jugador.

De un primer periodo nefasto, con sólo tres golpes ganadores y 16 errores no forzados, pasó a un tenis más sólido, más efectivo. Tampoco llegó a brillar, pero con el oficio le bastó para llevarse el triunfo. En el tercer set, de hecho, vivió varios juegos en el alambre, con tres bolas de break en contra, y supo salvarse. A Bergs, antes disfrutón, se le empezó a agriar el carácter y acabó rompiendo una raqueta, mala señal. Igualmente una enseñanza para Nadal de cara al muy cercano Roland Garros. Otrora podía permitirse partidos desafinados, especialmente en los arranques de los torneos, pero ahora necesita entonarse desde el primer juego.