Bautista y Alcaraz devuelven a España a su lugar entre los mejores de la Davis con un pleno de victorias

Bautista y Alcaraz devuelven a España a su lugar entre los mejores de la Davis con un pleno de victorias

Una fase de grupos de la Copa Davis suena a trámite para España, el tercer país con más títulos en la historia, pero en realidad no lo es, más bien todo lo contrario. Detrás del destello que provoca Carlos Alcaraz existe un profundo vacío generacional y el equipo podría pasar muchos años sin luchar por otra Ensaladera. ¿Qué le salva? En primer lugar, el compromiso del propio Alcaraz, ya presente en 2022, el único Top 15 en competición esta semana. En segundo lugar, el aguante de la generación dorada, todavía viva, representada por Roberto Bautista a sus 36 años. Y en tercer lugar, el interés de la afición por la Davis, un interés que le lleva a organizar la Final a 8 desde que existe como formato, primero en Madrid y el próximo noviembre en Málaga.

Una fase de grupos de la Copa Davis suena a trámite para España y sólo lo puede acabar siendo gracias a la unión de todos esos factores. Este viernes, en un abarrotado Pabellón de La Fonteta de Valencia, el equipo que capitanea David Ferrer confirmó su clasificación matemática para la Final a 8 después de superar a Francia por la vía rápida y sumar su segundo punto de dos posibles.

Si había lugar para la debacle, alguna opción de sufrir una decepción como la del año pasado, esta vez no lo pareció. Después del pleno de triunfos el miércoles ante República Checa, Bautista y Alcaraz mantuvieron su racha ante los galos Arthur Fils y Ugo Humbert con un juego todavía mejor. Porque la Copa Davis apenas reparte puntos y entrega todavía menos dinero en premios, pero siempre ofrece alegría, frescura, ideas. Cuántos tenistas crecieron al levantar una Ensaladera, el último el actual número uno, Jannik Sinner. Bautista y Alcaraz llegaron con dudas en su tenis por una mala gira estadounidense y los dos se marcharon con otro ánimo. Especialmente el más joven.

El Alcaraz más Alcaraz

Si Alcaraz llegaba mustio, se va eufórico. Si llegaba exhausto, se va fresco. Si llegaba perdido, se va inspirado. En la primera jornada ante el checo Tomas Machac había multiplicado sus dudas pese a la victoria, pero este viernes ante Humbert fue nuevamente el tenista de siempre. Concentrado y enérgico, apenas ofreció opciones a su rival. En la semana mágica del español en el último Wimbledon, Humbert le había complicado la vida hasta arrebatarle un set, pero esta vez estuvo lejos de hacerlo. De hecho, en el último juego del partido contó con cuatro bolas para su primer break y Alcaraz las salvó todas antes de cerrar su victoria por 6-3 y 6-3.

El actual número tres del ranking ATP respondió en todo momento a un plan: después de los muchísimos errores no forzados cometidos ante Machac tenía que reducir el 'show' y así reduciría los problemas. Con un juego menos arriesgado que de costumbre -por ejemplo, no ganó ni un punto en la red-, el español se dedicó a mover a su adversario y a forzar sus errores.

Ugo Humbert, el rival de España a quien casi retira el covid: "Me dolía pisar una pista de tenis porque no podía moverme"

Ugo Humbert, el rival de España a quien casi retira el covid: “Me dolía pisar una pista de tenis porque no podía moverme”

Hace tres años, en los Juegos Olímpicos de Tokio, Francia se congratulaba porque por fin había encontrado a su hombre. Una eternidad después del Roland Garros de Yannick Noah y ya en el ocaso de la generación formada por Jo-Wilfried Tsonga, Gilles Simon, Gael Monfils o Richard Gasquet, aparecía un joven con el que ilusionarse. ¿Y si un tenista galo podía ganar un Grand Slam de una vez por todas? Se llamaba Ugo Humbert y lo tenía todo. Era joven, de 22 años; era alto, medía 1,88 metros; pegaba fuerte a la bola; y además contaba extravagancias que hacían las delicias de los franceses.

Sus padres regentaban una carnicería en Metz que habían abierto sus tatarabuelos y ampliado sus bisabuelos y sus abuelos. Tocaba el piano desde pequeño y lo había aprendido viendo vídeos de Youtube. Y tenía una novia también tenista, también francesa, Tessah Andrianjafitrimo, que le ayudaba en su preparación, aspirante a entrenadora. Sin duda, en aquella cita olímpica, más después de eliminar a Stefanos Tsitsipas, Ugo Humbert parecía el próximo gran tenista del país vecino. Pero de repente desapareció.

Sin que se supiera de una lesión, aquel chaval que ya era el 25 del mundo empezó a perder partidos y más partidos y más partidos hasta cerrar el 2022 con un balance muy pobre -nueve victorias y 22 partidos- y acabar fuera de los 100 mejores del ranking ATP. ¿Qué había pasado? El covid persistente. Según explicó meses más tarde, en aquella cita olímpica el fisioterapeuta del equipo francés le contagió el virus -que a su vez le había transmitido la tenista Fiona Ferro- y a partir de entonces jugar al tenis supuso un calvario.

Su caída de la élite

"Corría a 12 km/h en la cinta y me costaba horrores, en sólo una hora de entrenamiento ya estaba muerto... Un día intenté jugar un set con Richard (Gasquet) y acabé con calambres en todas partes. Me dolía pisar una pista de tenis porque no podía moverme. Realmente no podía jugar. Dejé de disfrutar del juego, aunque intenté mantenerme en el circuito. Empezaba un partido e intentaba acortar todos los intercambios, ganar con dos o tres golpes", resumió en plena crisis antes de confesar que su bajón físico le había afectado psicológicamente y había pensado en dejar el deporte de élite.

Biel AliñoEFE

No lo hizo, aunque en los últimos meses de 2022 volvió a contagiarse y nuevamente el virus le golpeó severamente. Al final perdió casi dos años y ya recuperado volvió a aparecer bajo los focos en el verano de 2023. Con varios challenger y un par de títulos en ATP 250 se recuperó en el ranking, el ATP 500 de Dubai el pasado marzo le concedió otro salto en la lista y llegó incluso a asomarse al Top 10 del ranking mundial. Ahora, después de haber llegado a octavos en el último Wimbledon, su mejor resultado en un Grand Slam, lidera a Francia en la fase de grupos de la Copa Davis y amenaza precisamente a quien le derrotó en el All England Club: Carlos Alcaraz.

Quizá el capitán español, David Ferrer, vuelva a emparejar a su número uno con el número dos del rival, en este caso el veinteañero Arthur Fils, pero un duelo de líderes también tendría sentido táctico. Pese a la derrota de Francia ante Australia en la primera jornada, Humbert salvó entonces un punto y parece el único capaz de frenar al equipo español en su camino directo a la fase final que se celebrará en Málaga a finales de noviembre. Humbert, zurdo y creativo, es un rival incómodo y quien mejor currículo presenta entre los adversarios de España.

El mejor clasificado tras Alcaraz

Señal de su mejora y señal del escaso ascendente de esta fase de grupos de la Copa Davis. Aunque parezca mentira, si Alcaraz y Humbert se miden este viernes, lo harán los dos mejores clasificados en el ranking ATP de todos los presentes en estas eliminatorias. Ausentes Jannik Sinner, Alexander Zverev o Novak Djokovic por descanso, los rusos Daniil Medvedev y Andrey Rublev por sanción o Hubert Hurkacz, Casper Ruud o Grigor Dimitrov por la ausencia de sus países, el español es el único Top 10 que está compitiendo y para encontrar a otro tenista en liza hay que caer hasta el 18 de Humbert.

"Me gusta mucho la Copa Davis, he ganado cinco de mis seis partidos. Quiero exponer mi tenis, quiero estar en la fase final. Este año he llegado cansado a este tramo final de la temporada, necesito estar fresco de ideas, pero tengo ganas de jugar", comentaba en la previa el francés, a quien casi derrota el covid persistente, pero venció y se rehízo para continuar con su carrera y, entre otras cosas, buscar la sorpresa ante España en la Copa Davis.

Alcaraz se sacude la angustia con dos victorias y España se acerca a la fase final de la Copa Davis

Alcaraz se sacude la angustia con dos victorias y España se acerca a la fase final de la Copa Davis

Sobrevuelan las dudas sobre Carlos Alcaraz, aquellas que nacieron en Estados Unidos y quizá no queden resueltas esta semana en Valencia, pero esta España es otra España. Si el año pasado conoció la decepción en la Copa Davis, una eliminación temprana, un feo fracaso, este miércoles el equipo empezó con una victoria ante República Checa y jugará ante Francia (viernes) y Australia (domingo) para confirmar su clasificación para la fase final.

En el primer partido, Roberto Bautista impuso su veteranía por 7-6(1) y 6-4 ante Jiri Lehecka; en el segundo, Alcaraz se encontró con una victoria rarísima por 6-7(4), 6-1 y retirada del joven Tomas Machac; y en el tercero, de dobles, Alcaraz y Marcel Granollers remontaron ante Jakub Mensik y Adam Pavlasek por 6-7(2), 6-3 y 7-6(2) para un pleno crucial. Sólo la debacle de todas las debacles podría dejar ya a España fuera de la lucha por el título que tendrá lugar en Málaga a finales de noviembre.

Alcaraz despierta, Machac se electrocuta

Sobre la pista dura de la Fonteta, con un lleno de público de los que tanto le cuestan a la Copa Davis, este miércoles todo fue una fiesta, aunque a ratos no lo pareció. En el encuentro estrella de la jornada, durante demasiados minutos Alcaraz no fue Alcaraz y sus errores cubrieron la luz de las tres victorias, tan buenos resultados. Después de sus repentinas derrotas en el Masters 1000 de Cincinnati y el US Open, el líder de España tenía que brillar en la competición por equipos y sólo lo hizo un ratito. Se quedó corto. Aunque en realidad no fue culpa suya.

En el segundo set de su partido ante Machac, Alcaraz se reencontró con su juego e incluso dejó un golpe para los highlights de la temporada, una volea mágica, inexplicable, irrepetible y justo en ese instante el checo se agarrotó. El número tres del mundo estaba mejorando, sonriendo, soltando la raqueta, pero le faltó rival para continuar en esa progresión. A sus 23 años y pese a su currículo -este año venció a Novak Djokovic en el ATP 250 de Ginebra-, la reacción de Alcaraz provocó a Machc un calambrazo en el gemelo derecho y ya no se movió más. Lo intentó, pidió unos minutos con el fisioterapeuta, incluso se marchó al vestuario a recibir tratamiento, pero nada: tuvo que retirarse. La posibilidad de ganar le había derrotado.

Y eso que hasta ese momento el checo, actualmente el número 35 del ranking ATP, había jugado a un nivel notable. Con sus característicos pantalones muy cortos y su tenis agresivo, de puerta grande o enfermería, había sorprendido sin respuesta desde el otro lado. Aún peleado con su primer servicio y con muchos errores no forzados -21 en el primer set-, Alcaraz aguantó el primer set como pudo hasta el tie-break, pero ahí volvió a fallar. El capitán español, David Ferrer, le reclamaba calma y sus consejos parecían funcionar en el segundo periodo hasta que el partido se interrumpió.

Mejores sensaciones en el dobles

"Necesitaba la victoria después de las derrotas en Estados Unidos y de las malas sensaciones del inicio", confesaba Alcaraz al acabar su partido con una ventaja: le quedaban más de dos horas sobre la pista. Con su triunfo individual tan accidentado, el número tres del ranking mundial aceptó el desafío, participó junto a Granollers en el partido de dobles y ahí recuperó su tenis. Nuevamente errático en los primeros compases, la ayuda de Granollers, actual número uno de la especialidad, fue esencial para sostener a la pareja española en el marcador y poco a poco Alcaraz fue mejorando.

Aunque los rivales, Mensik y Pavlasek, concedían pocas opciones con su saque -sólo cedieron dos breaks en todo el partido-, los dos españoles también estuvieron muy serios con su servicio -79% de primeros- y todo se decidió en un tie-break final eléctrico. Con la maestría de Granollers, muy acertado en el resto, Alcaraz se fue a la red sin miedo y allí disfrutó con sus voleas, sus movimientos y sus contradejadas.

Bautista, notable escudero

Ahí España cerró un 3-0 que había empezado a construir muchas horas antes, justo después del mediodía, cuando Roberto Bautista hizo su parte. Pese a sus 36 años y a su lesión la temporada pasada mientras montaba a caballo, quien fuera Top 10 de la ATP demostró que en esta fase de grupos puede ser el escudero de Alcaraz.

En su encuentro ante Lehecka, de 22 años, un tenista con más piernas y más potencia, Bautista tuvo la paciencia suficiente para sobrevivir hasta el tie-break del primer set y en esa muerta súbita fue puro temple. Su tranquilidad, en contraposición a los nervios de su adversario, fue crucial, más cuando en el segundo set consiguió un break que hizo que el checo se rindiera. Bautista, que ya decisivo en la última Copa Davis que celebró España, en 2019, con Rafa Nadal como referente, está preparado para cumplir con el mismo papel.

Amigos, Fórmula 1 y la Davis: la fórmula de Carlos Alcaraz para recuperar la motivación después de la derrota en el US Open

Amigos, Fórmula 1 y la Davis: la fórmula de Carlos Alcaraz para recuperar la motivación después de la derrota en el US Open

Carlos Alcaraz nunca ha ocultado su afición por la Fórmula 1. Más allá de felicitar a Fernando Alonso y Carlos Sainz por sus éxitos, ha utilizado expresiones propias como el "undercut de manual" con el que celebró una victoria en el Masters 1000 de Canadá de 2023 y ha jugueteado en redes sociales con el 33, número esencial en el vocabulario alonsista. Pero hasta este septiembre nunca había vivido un Gran Premio en persona. El calendario ATP no da respiro y, por motivos logísticos, es imposible que un Grand Slam y una carrera coincidan en la misma ciudad, incluso en el mismo país. Por eso para visitar el Gran Circo el español tuvo que esperar a una derrota, la que sufrió en segunda ronda del US Open ante el holandés Botic van de Zandschulp, y volar hasta Italia, al circuito de Monza. Ahí, entonces sí, el pasado domingo 1 se estrenó como espectador en la Fórmula 1 y, entre el olor de la gasolina, respiró.

Después de un verano en el que encadenó Roland Garros, Wimbledon y Juegos Olímpicos de París, Alcaraz aprovechó su tropiezo en Nueva York para pasar unos días con los amigos en Murcia, disfrutar de su afición por el automovilismo y por fin desconectar. Un descanso, un respiro. Seguramente aún sienta la carga de la temporada, pero ya puede afrontar su recta final con otra cara. "Se trataba de hacer cosas que me gustaran y me divirtieran, tuve unos días para calmar mi mente", aceptó ya de vuelta.

Opciones de que juegue el dobles

Este miércoles Alcaraz regresará a las pistas como líder de España en la fase de grupos de la Copa Davis que se disputará en Valencia hasta el domingo. Por segunda vez en el torneo después de su debut en 2022 -sumó dos victorias y una derrota-, el ya ganador de cuatro Grand Slam buscará un éxito que la selección no celebra desde 2019, entonces con Rafa Nadal como referente.

Kai FörsterlingEFE

"Tengo muchas ganas de sentir el cariño de la gente, de vivir otra Davis, ya que no he podido jugar muchas. Mentalmente estoy con muchas ganas y motivado para seguir mejorando. Físicamente he hecho un buen trabajo desde que perdí en Nueva York para estar a un nivel óptimo para afrontar esta competición y lo que viene", comentó el español que después de la Fórmula 1 retomó sus entrenamientos a las órdenes de su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Primero en la Academia Equelite de Villena y después ya en La Fonteta, sede con pista dura de la Copa Davis, el número tres del ranking mundial se preparó para una fase en la que será doblemente exigido.

En individuales deberá jugar todos los partidos y en dobles también podría aparecer. Como pareja de Marcel Granollers, el número uno del mundo en la especialidad, Alcaraz posiblemente repetirá la experiencia que ya vivió en los últimos Juegos Olímpicos junto a Nadal y así podrá ganar para España los puntos más difíciles. Serán necesarios. Porque el equipo lo tendrá complicado para clasificarse para la fase final que se disputará en Málaga del 19 al 24 de noviembre.

Mala suerte con el grupo

"Nos ha tocado el grupo más difícil de todos, lo sabemos", reconocía David Ferrer, el capitán, antes de la batalla. En el nuevo formato de la Copa Davis, la fase previa la forman cuatro grupos de cuatro países y se clasifican los dos mejores para la fase final. Los enfrentamientos son al mejor de tres partidos, dos individuales y un dobles, y todo se juega en la misma semana. Por ejemplo, España se mide a República Checa este miércoles, a Francia este viernes y a Australia este domingo.

Con el ranking ATP en la mano, el equipo español es favorito gracias a la presencia de Alcaraz, a la experiencia de Granollers en el dobles y a la variedad de opciones en el otro partido de individuales: Pedro Martínez, Roberto Bautista o Pablo Carreño. Pero los rivales son peligrosos. República Checa, con Jiri Lehecka, Tomas Machac o Jakub Mensik, ya dejó a España fuera de la fase final el año pasado; Francia aparece con dos Top 30, Ugo Humbert y Arthur Fils; y Australia, aunque no podrá contar con Alexde Miñaur, es la vigente subcampeona del torneo. "He visto muy bien al equipo, muy buen ambiente que siempre es fundamental. Soy muy consciente de que el calendario está muy ajustado con cambios horarios y viajes, muchos de ellos arrastran muchos partidos este año, así que les doy las gracias por estar aquí", comentaba Ferrer, con Alcaraz como receptor de su agradecimiento. Después de descubrir la Fórmula 1, el número tres del mundo ya está listo para liderar a España en la Copa Davis.

La celebración de Jannik Sinner: su tía enferma, su amistad con Seal y ni rastro de polémica sobre su positivo

La celebración de Jannik Sinner: su tía enferma, su amistad con Seal y ni rastro de polémica sobre su positivo

El domingo por la noche, Jannik Sinner, campeón del US Open unas horas antes, aparecía con una chaqueta Gucci frente a la fachada de la Arthur Ashe, la pista central de Flushing Meadows, para hacerse las típicas fotos con el trofeo. Ahora de enfrente, ahora de un lado, ahora del otro y ya está. Normalmente el posado se realiza al día siguiente de la final en algún lugar emblemático de Nueva York, como el Empire State, Central Park o Times Square -donde lo hizo Carlos Alcaraz en 2022-, pero Sinner optó por hacerlo rápido y sencillo. Sin ruido. Ni medios ni fans.

En silencio encontró la tranquilidad para hacerse con el segundo Grand Slam de su vida y en silencio lo celebró. Si a su alrededor continuaba la polémica por haber dado positivo en dos test antidopaje, con más críticas del mediático Nick Kyrgios a través de las redes sociales, ya no iba con él. Con su victoria en la final ante Taylor Fritz y el cierre de su caso por parte de la Agencia Mundial Antidopaje, Sinner ya ha pasado página.

"He mejorado mi mentalidad"

«Lo que ocurrió seguía en mi mente durante todo el torneo, no se había ido, pero en la pista me centré en el juego. No fue fácil, lo aseguro, pero estuve concentrado, así que puedo decir que he crecido, que he mejorado mi mentalidad. Me ayudó mucho mi gente, las personas con las que estoy desde que era un niño, mi equipo y mi familia», explicaba Sinner después de la final y de una celebración comedida. Con su serenidad, el italiano se llevó el último punto, subió a las gradas a abrazar a los suyos y bajó sereno, calmado, dispuesto a recibir el trofeo sin aspavientos. No hubo gritos ni lágrimas. No hubo ni un gesto para el público estadounidense ansioso como siempre por presenciar un show. Si acaso, dos detalles.

En primer lugar, la emoción contenida de Sinner al nombrar a su tía enferma y recordar los días en los que ella le llevaba a entrenar mientras sus padres trabajaban en el refugio Fondovalle, en los Dolomitas. Y en segundo lugar, su complicidad con el cantante Seal. Dos años atrás el autor de canciones como Kiss from a rose o Crazy comentó que Sinner era su tenista favorito, los presentaron y en los últimos meses ambos han construido una bonita amistad. De hecho, Seal presenció el partido en el palco de invitados del italiano, justo detrás de su novia, la tenista Anna Kalínskaya, eliminada en tercera ronda del mismo US Open.

Descanso hasta la gira asiática

«Sólo mi equipo y mi familia saben lo que he sufrido en los últimos meses. No fue sólo el ruido de la semana previa del US Open, fueron los meses anteriores. Ha sido difícil disfrutar de ciertos momentos durante el torneo, no lo he vivido igual, pero eso me ha permitido conocerme mejor. Ahora me irá bien tener un tiempo de descanso», asumía Sinner que, al contrario que Carlos Alcaraz, esta semana no disputará la fase de grupos de la Copa Davis que empieza hoy en Valencia y la semana próxima no estará en la Laver Cup de exhibición. Después de su victoria en el US Open, el italiano volverá en el ATP 500 de Pekín, en la última semana de septiembre y lo hará sin preocupaciones.

Cuando se hizo público su positivo, pese a la exculpación por parte de la Federación Internacional de Tenis (ITF), se conjeturó con una posible desbandada de patrocinadores, pero no le ha abandonado ninguna de las muchas marcas que le apoyaban -Nike, Head, Rolex, Gucci, Lavazza, Alfa Romeo, Technogym...-. Y en el circuito tampoco se han multiplicado sus críticos. Más allá de Kyrgios, con quien mantiene cierta tensión personal -el australiano fue novio de Kalinskaya- y de tenistas modestos como Lucas Pouille y Denis Shapovalov, las estrellas del deporte no han ahondado en su caso, más bien todo lo contrario. El propio Alcaraz, amigo suyo, defendía su inocencia y le apoyaba públicamente.

«Salieron cosas, pero creo que la reacción general de los jugadores fue positiva. Que haya críticas es normal, pasa en todos los deportes, no puedo hacer nada al respecto», asumió Sinner que, pese a todo lo vivido, acabará la temporada con dos Grand Slam, muy posiblemente como número uno del ranking y con el futuro en sus manos.

Vincent Bouillard, el trabajador de Hoka que ganó la carrera más importante a las estrellas de la marca: "Para ellos quizá es raro"

Vincent Bouillard, el trabajador de Hoka que ganó la carrera más importante a las estrellas de la marca: “Para ellos quizá es raro”

Unos días atrás, Jim Walmsley, estrella de las carreras por montaña, algo así como el Kilian Jornet estadounidense, miraba al lado mientras disputaba la UTMB, la prueba más importante del mundo, y alucinaba: «¿Qué haces tú por aquí?». A mitad del recorrido alrededor del Montblanc, completados unos 80 de los 176 kilómetros totales, se encontraba en el grupo de cabeza junto a él al francés Vincent Bouillard, con el que Walmsley llevaba años trabajando.

Para el diseño de las mejores zapatillas de Hoka, el corredor yankee, imagen de la marca, había dado su opinión sobre varios modelos a los ingenieros y entre ellos estaba Bouillard. Pero en plena carrera, éste no quería ayudar a Walmsley con el calzado, estudiar sus pisadas para próximos prototipos, tampoco animarle: Bouillard realmente quería ganarle. Y lo hizo. Pese a su empleo a jornada completa como diseñador de zapatillas en Hoka, el francés triunfó en la meca del trail running para sorpresa de todos, especialmente de los atletas profesionales patrocinados por la empresa.

«Quizá para ellos era raro, sí, pero yo no pensaba mucho en ello. En una carrera de ultra distancia, que dura unas 20 horas, te debes centrar mucho en ti mismo y en la gestión de tu propio esfuerzo. En los primeros kilómetros recuerdo que estaba feliz como un niño, disfrutando de poder correr con los mejores y hablando con ellos. Muchos de los corredores de Hoka, como Jim, son amigos míos y yo pensaba: 'Wow, soy capaz de correr junto a ellos'. Pero a medida que fue pasando la prueba me concentré mucho en mantener el ritmo y en hacer las cosas bien», explica Bouillard a EL MUNDO.

Probador del calzado que diseña

Con su triunfo cogió el relevo de dos leyendas francesas como François D'Haene y Xavier Thevenard y se quedó a unos minutos del récord de la prueba del propio Walmsley. Sólo le perjudicó un control de material algo accidentado en uno de los últimos avituallamientos y una pequeña caída al final del descenso de La Flégère, a la entrada de Chamonix. «Me hice un poco de daño, pero ya me quedaba muy poco. En ese momento lo más importante era disfrutar de la entrada a meta», comenta el corredor y diseñador de zapatillas o diseñador de zapatillas y corredor. Más o menos una cosa llevó a la otra.

De Annecy, mediofondista desde la infancia, mientras estudiaba Ingeniería en la Universidad de Lyon llegó a competir en los 800 metros de algunos meetings franceses, pero cuando se graduó dejó de soñar en un futuro como profesional. El tartán estaba olvidado; trabaja investigando sobre polímeros. Pero para mantenerse en forma empezó a correr por la montaña, consiguió una beca para trabajar en Hoka, una cosa llevó a la otra y encontró su sitio, su equilibrio, su vida.

Entrenar a cualquier hora

En su trabajo estudia nuevos materiales para la marca, siempre en contacto con los corredores profesionales, y en su tiempo libre prueba por los caminos los prototipos que diseña. Entre 2017 y 2022, sumó algunas victorias en carreras pequeñas y poco conocidas en Francia y el año pasado empezó a sonar el mundillo al ganar la Kodiak Ultra, una prueba modesta de 100 millas en Estados Unidos. Pero nadie esperaba que fuera a ganar la UTMB, una especie de Mundial de la especialidad. La retirada de muchos de los favoritos, entre ellos el mismo Walmsley o el español Pau Capell, y la maestría de Bouillard llevaron a la campanada.

«Muchos se sorprenden porque he ganado pese a tener un trabajo a jornada completa, pero sólo ha sido una carrera. Tengo mucho respeto por los corredores profesionales porque tienen que rendir mucho más, durante muchos años. Yo simplemente disfruto mucho de correr por la montaña y supongo que ése es el secreto. Saco tiempo para entrenar de dónde puedo, por la mañana, por la tarde y por la noche y, de momento, no tengo hijos así que no tengo muchas obligaciones familiares», resume Bouillard que ahora no quiere cambiar de vida.

Las marcas deportivas ansían fichar a nuevos talentos y Hoka lo tiene fácil, puede ofrecerle un contrato de corredor sin salir de la empresa, pero el francés quiere seguir trabajando como diseñador de zapatillas. «Hablaré con la marca y es posible que redefinamos mi posición, pero yo disfruto de mi trabajo, no quiero dejarlo», finaliza.

Sinner se lleva el US Open, amplía su reinado en el tenis este año y confirma el desafío histórico a Alcaraz

Sinner se lleva el US Open, amplía su reinado en el tenis este año y confirma el desafío histórico a Alcaraz

Quedan escalones en su ascenso al Olimpo, quizá otro juego sobre hierba y sobre tierra batida, quizá un punto más de creatividad, pero Jannik Sinner ha confirmado este año que puede elevarse hasta dónde quiera. Después de vencer en el último Open de Australia, el italiano se impuso este domingo en la final del US Open al local Taylor Fritz por 6-3, 6-4 y 7-5 para engrandecer su figura.

A los 23 años, ya luce dos Grand Slam en sus vitrinas y, sobre todo, domina sobre cemento como ningún otro tenista. Con su tenis directo y su velocidad en la defensa, tumbarle sobre una superficie dura es una quimera y de ahí la estabilidad de su reinado en el ranking ATP. Gracias a sus seis títulos esta temporada -los 'grandes', dos Masters 1000 y dos ATP 500-, este lunes aumentará su cuenta hasta los 11.180 puntos y ampliará su ventaja sobre el segundo clasificado, Alexander Zverev, y el tercero, Carlos Alcaraz, más allá de los 4.000 puntos. Acabará la temporada en la cima y a ver quién le baja de ahí.

Este domingo, ante Fritz, su dominio fue abrumador. Salvado por la Federación Internacional de Tenis (ITF) de una posible sanción por dopaje y liberado por la tensión vivida en los últimos meses por el proceso, Sinner había disfrutado durante todo el torneo con comodidad y la final no fue distinta. Sólo en su partido de cuartos de final ante Daniil Medvedev cedió un set y ante Fritz no tuvo que hacerlo. Le ayudó la experiencia, ante un rival en su primera final de Grand Slam, pero sobre todo le ayudó su tenis.

Con sus piernas pudo llevar a Fritz a intercambios largos, responder a su potencia con el saque y con la derecha, y con sus golpes le mareó. Consciente que el estadounidense sufre en los movimientos, desde el principio le sacudió con sus cambios de ritmo y orientación. Llegaba el estadounidense después de haber cedido sólo nueve breaks en todo el Grand Slam y en el primer set se dejó tres. De ahí, hasta el final En el segundo set, Sinner desplegó un juego perfecto, intratable, robótico -sólo un error no forzado- y en el tercero Fritz no aprovechó su única y última oportunidad. Le rompió el servicio al italiano y levantó la Arthur Ashe en su inmensidad, pero luego le faltó temple para llevar la final más allá.

¿Quién es Rafa Jódar, el campeón español del US Open júnior? Sus inicios en un garaje, el estilo de Sinner y el madridismo de Nadal

¿Quién es Rafa Jódar, el campeón español del US Open júnior? Sus inicios en un garaje, el estilo de Sinner y el madridismo de Nadal

Aparece Rafa Jódar, con sus 17 años, y sus 1,90 metros, y su juego directo, y sólo queda una certeza: el tenis español tiene futuro. En los últimos tiempos no ha celebrado muchos éxitos que no fueran de Carlos Alcaraz, pero la cantera sigue rebosando talento. En el US Open júnior, por ejemplo, en las últimas cuatro ediciones ha habido tres campeones españoles: Dani Rincón en 2021, Martín Landaluce en 2022 y Jódar este 2024, una racha que no había encadenado ningún país. En la final del Grand Slam estadounidense de este sábado, en la inmensidad de la pista Arthur Ashe, Jódar al noruego Nicolai Budkov Kjær, el ganador del último Wimbledon junior, el número uno del mundo en menores de 18 años, por 2-6, 6-2 y 7-6(1).

"Estoy viviendo un sueño ahora mismo. Ha sido una batalla preciosa y me gustaría felicitar a Nicolai por el partido. Ha sido un placer jugar contra él", comentaba Jódar en sala de prensa con una educación exquisita.

De Leganés, formado por su padre y por los entrenadores del Club de Tenis Chamartín, Jódar empezó a pelotear en su garaje, para luego practicar en unas pistas de pádel cercanas a su casa y descubrir la competición a los siete años. El año pasado ya dio la campanada al ganar por sorpresa y con sólo 16 años el Campeonato de España junior y desde entonces combina las sesiones en su club con 'stages' en la academia BTT de Sant Cugat, donde aprende de Francis Roig, ex entrenador de Rafa Nadal. Precisamente Nadal fue su ídolo de infancia -el primer partido que vio en televisión fue la final del Open de Australia de 2012 perdida ante Novak Djokovic- y un espejo en el que mirarse, madridista como él, aunque el estilo de ambos es muy distinto.

Con su físico, Jódar se acerca más al tenis de Jannik Sinner, el actual número uno del mundo, pese a que todavía le queda mucha formación. Antes del US Open junior, el español se había comprometido con la Universidad de Virginia para jugar allí a partir de enero, aunque ahora podría intentar un salto temprano al circuito ATP. "No puedo decir lo que voy a hacer. Para ser sincero, todavía no lo he decidido", aseguraba después de levantar el título más importante de su corta carrera.

Jessica Pegula culmina la revolución 'nepo baby' en el US Open: padre multimillonario, los entrenadores de las Williams y unos viajes en el metro

Jessica Pegula culmina la revolución ‘nepo baby’ en el US Open: padre multimillonario, los entrenadores de las Williams y unos viajes en el metro

En la línea 'W' Jessica Pegula empezaba su aventura. Estaba en el metro, sí, y no sólo eso, estaba en el metro de Nueva York. En Queensboro Plaza se atrevía con un transbordo y culminaba su viaje en la línea 7. Había ido de su hotel en Manhattan a las pistas del US Open en Queen's en transporte público y el trayecto merecía reels de Instagram y preguntas de los periodistas. El acontecimiento no era tal porque Pegula fuera tenista, la sexta del ranking mundial, finalista este sábado del Grand Slam ante la bielorrusa Aryna Sabalenka (22.00 horas, Movistar).

El periplo en el subway era sorprendente porque Pegula es rica. Es muy rica. Es muy, muy, muy rica. Según Forbes, su padre, Terrence Pegula, es uno de los 500 más ricos del mundo y su patrimonio se eleva hasta los 7.700 millones de dólares. Por ejemplificar, la familia disfruta del superyate Top Five de 50 metros de eslora, con nueve tripulantes y amarre en las Bahamas.

Las ventajas y las lesiones

Desde pequeña Pegula disfrutó de ventajas como las dos academias de tenis que su familia posee en Nueva York y Florida o las clases a las órdenes de los mejores entrenadores del mundo -de Nick Bollettieri a David Nainkin, ambos ex técnicos de las hermanas Williams-, aunque también tuvo que pelearlo. Después de su paso por la Universidad de Pittsburgh, a los 21 años debutó en un Grand Slam, precisamente en el US Open, pero justo después sufrió dos lesiones casi consecutivas en el tobillo y la cadera. Tenía 22 años, la licenciatura de Periodismo y la vida resuelta. Lo podría haber dejado y hoy sería directiva en alguna de las empresas gasísticas y petroleras de su padre o en alguna de sus franquicias deportivas, los Buffalo Bills de la NFL, los Buffalo Sabres de la NHL o los Buffalo Bandits de la NLL de lacrosse. Pero prefirió seguir intentándolo.

A los 25 años volvió a jugar las fases finales de los Grand Slam, la temporada siguiente ganó su primer título WTA, el WTA 250 de Washington, y poco a poco fue construyendo una carrera que este verano, a sus 30 años, vive su clímax. En las últimas semanas ha sido campeona del WTA 1000 de Canadá, finalista del WTA 1000 de Cincinnati y ahora finalista del US Open. Gane o pierda, el próximo lunes será la número tres del mundo por detrás sólo de Iga Swiatek y de la propia Sabalenka, su rival por el título en Nueva York.

"No viajo en limusina"

Tan bueno es su momento que hace unos días se permitió reivindicar su figura. Como hizo hace unos meses Emma Navarro, otra hija de multimillonario en el Top 10 de la WTA, Pegula se defendió de quienes la critican por las facilidades que tuvo para convertirse en profesional. «Para mí es molesto, la verdad. La gente piensa que tengo un mayordomo y que me trae en chófer a los partidos. O que vuelo en aviones privados y me muevo con mi limusina. No es así. La gente puede pensar lo que quiera y a veces me divierte, pero realmente es molesto. Yo no vivo así. Quizá les gustaría que hiciese esas locuras, pero no las hago», se defendía Pegula que también atacó a quienes piensan que su padre dirige su trayectoria.

De hecho, años atrás le reclamó espacio, que dejara de aconsenjarle, porque el tenis no tiene mucho que ver con la NFL o la NHL y su experiencia como propietario de una franquicia es muy diferente a la experiencia de un deportista. Eso sí, en el presente US Open, Pegula reconocía que el viaje en metro era una novedad para ella, una de las muchas pruebas que está introduciendo para intentar mejorar su juego. Mi representante se reía porque rechacé un buen coche, pero en coche tardo más y llego con ganas de vomitar. En metro es más fácil, aunque tenga que andar 20 minutos desde mi hotel», aseguraba.

Billie Jean King e Ilana Kloss: "En 1970 nos plantamos para cambiar el tenis sin importar el precio"

Billie Jean King e Ilana Kloss: “En 1970 nos plantamos para cambiar el tenis sin importar el precio”

En las vitrinas de Billie Jean King (Long Beach, Estados Unidos, 1943) brillan sus 12 títulos de Grand Slam entre 1966 y 1975, pero también debería aparecer impresa y enmarcada una copia de la lista Forbes de deportistas mejor pagadas en 2023. Entre las 10 primeras hubo nueve tenistas. Si Iga Swiatek recibió el año pasado más de 10 millones de euros en premios fue gracias a la lucha que King empezó en 1970, que llevó a la formación del circuito WTA y que acercó el tenis a una igualdad económica que todavía es utópica para el resto de deportes.

Ahora, junto a su mujer, la también exjugadora Ilana Kloss (Johannesburgo, Sudáfrica, 1956), King quiere dar lustre a la Billie Jean King Cup by Gainbridge, la antigua Copa Federación, que se celebrará en Málaga del 13 al 20 de noviembre, justo antes de la final de la Copa Davis. Desde Nueva York, donde ambas residen y disfrutan del desenlace del US Open, atienden a EL MUNDO por videollamada.

El año pasado la final de la Billie Jean King Cup fue en Sevilla y este año será en Málaga. ¿Por qué vuelve a España?
Kloss. Antes de que nosotras nos involucráramos la Federación Internacional de Tenis ya tenía un acuerdo para que la Copa Davis y la Billie Jean King Cup se disputaran en Andalucía. De hecho, nuestro torneo junior también se jugará allí, en Córdoba. No participamos del acuerdo, pero realmente disfrutamos de Sevilla y tenemos muchas ganas de ir a Málaga.

King. Es cierto, había un acuerdo, pero a mí me encanta España. He estado muchísimas veces pese a que perdí muchas veces contra España en los años 90, cuando yo era capitana de Estados Unidos en la Copa Federación. Me encanta la gente, cómo vivís la vida y muero de ganar por ir a Málaga este año.

¿Creen que en España se valora el deporte femenino como se merece?
King. Yo he disfrutado mucho jugando en España, me he sentido valorada, pero siempre he pensado que Arantxa Sánchez-Vicario y Conchita Martínez no fueron tan apreciadas como se merecían. Con dos estrellas tan grandes, en los años 90 pensaba que el tenis femenino viviría un boom en España, que se convertiría en una potencia mundial y no pasó así. Se sigue hablando más de deporte masculino y sé que hay lucha en muchos ámbitos. El año pasado estuve en la final del Mundial de fútbol femenino que ganó España, me hice una foto con el equipo y seguí de cerca el escándalo. No quisiera entrar ahí, pero sí me gustaría decir que espero que vengan muchas niñas a ver la Billie Jean King Cup a Málaga y que eso les anime a jugar a tenis.

Kloss. Las figuras de Arantxa y Conchita son muy importantes para el tenis y nosotras, en la Billie Jean King Cup, lo tenemos muy en cuenta. Conchita ya fue la directora el año pasado y su ayuda fue muy, muy útil para el torneo. España ha disfrutado de grandes campeones, como Juan Carlos Ferrero, Rafa Nadal o ahora Carlos Alcaraz, pero también debe valorar a sus campeonas.

King. De hecho, creo que el equipo español puede hacer grandes cosas en la próxima Billie Jean King Cup. Paula Badosa está jugando muy bien otra vez, ha vuelto de su lesión y la veo feliz. Ha trabajado muy duro, se ha dejado la vida y ahora me parece una tenista muy peligrosa.

¿Si ganaran Arantxa y Conchita ahora serían más valoradas de lo que lo fueron en su época?
King. Posiblemente. Las cosas están cambiando, las deportistas empiezan a ser más valoradas. Cada vez hay más mujeres muy conocidas y eso es importante para que las niñas tengan referentes. Pero falta más apoyo de todos los estamentos, que lo tengan más fácil. Las mujeres deben recibir la misma ayuda que los hombres en el deporte porque cuando eso pasa las mujeres empiezan a ganar y son un orgullo para toda la sociedad. Cuando España ganó el Mundial de fútbol femenino todo el país estaba emocionado. Luego el escándalo llenó los titulares, pero no hay que olvidar la emoción que se vivió antes.
El tenis es el deporte que reparte más premios entre las mujeres con diferencia. ¿Cómo lo consiguieron hace más de 50 años?
King. Diría que hubo dos años cruciales. El primero fue 1970 cuando nueve tenistas firmamos un contrato con Gladys Heldman por sólo un dólar y nos convertimos en profesionales. Sabíamos que nos iban a sancionar, pero nos plantamos al precio que fuese, hicimos lo que teníamos que hacer. Y el segundo fue 1973. Creamos la WTA, logramos la igualdad de premios en el US Open y todo cambió. También creo que fue importante aquel año mi partido contra Bobby Riggs porque lo vieron 90 millones de personas y sirvió para cambiar la mente de muchas personas y sus corazones.
¿Creen que el tenis femenino está en un buen momento?
Kloss. Por supuesto, es un momento increíble. Es un gran espectáculo y creo que la próxima Billie Jean King Cup será apasionante. Las dos jugamos la Copa Federación muchos años atrás y sabemos que es una competición especial porque juegas para tu país. Será nuestro segundo año en la organización y estamos trabajando muy duro para que todo vaya bien.

King. Estamos empezando a crear el proyecto que queremos. Realmente queremos ayudar para que mejore el tenis femenino, para que haya más niñas que jueguen, para que nuestro deporte crezca. Tiene que ser mucho más grande de lo que es, queremos crear más estrellas.