El consuelo del cuestionado Kylian Mbappé: la mirada puesta ya en el Bernabéu

Actualizado Miércoles, 10 julio 2024 - 22:07

Kylian Mbappé quiere olvidar cuanto antes de una Eurocopa decepcionante para Francia y, especialmente, para él. Aunque el objetivo mínimo de estar en semifinales se lograra, el pobre juego, la inapelable derrota ante España y, sobre todo, los problemas físicos que le han lastrado han hecho que el astro francés quiera pasar página y focalice sus energías en el próximo martes 16 a las 12:00 horas cuando será presentado en el Santiago Bernabéu como nuevo jugador del Real Madrid.

«Tenía como objetivo ser campeón de Europa y hacer un buen torneo, pero ni una cosa ni otra. Es decepcionante. Ahora nos toca irnos de vacaciones y descansaré bien. Pienso que necesito eso para regresar fresco y tener realmente una muy buena preparación de pretemporada», confesó el jugador en las entrañas del Allianz Arena con el escozor de la derrota.

No se pondrá el francés a las órdenes de Carlo Ancelotti hasta principios de agosto, y su prioridad será poder hacerlo sin máscara, un elemento al que renunció en la semifinal pese al riesgo de volver a dañarse la nariz por la incomodidad que le supone. «Estaba harto, no podía ver bien con ella. Hablé con el doctor y me dijo que tomara yo la decisión. Y no me arrepiento». Especial cuidado pondrá el Real Madrid en los próximos días para conocer si la evolución de la lesión le permite esquivar el quirófano y no tener que volver a usar protección que considera «un error absoluto». En función de la evaluación, Mbappé podría estar listo para entrar en el equipo de cara a la Supercopa de Europa en Varsovia ante el Atalanta el próximo 14 de agosto.

En Francia han echado de menos a su mejor jugador, cuya aportación más determinante fue el centro para el remate de Kolo Muani que supuso el primer gol de jugada de los galos en todo el torneo. Como causa del pobre rendimiento se apunta, además de a la máscara, al cansancio con el que llegaron algunos de sus jugadores a Alemania.

No rindió Mbappé, pero tampoco Griezmann ni lo hombres de ataque ni el centro del campo. El equipo sólo funcionó defensivamente hasta el partido ante España y sólo tuvo una amenaza: el parisino. Por eso se mira al banquillo.

Didier Deschamps, con 12 años al frente de les bleus, empieza a ser discutido porque el juego ya no le conduce a resultados. Perdió el Mundial 2022 frente a Argentina, quedó fuera de la final de la Liga de Naciones de 2021 y ahora se marcha de la Eurocopa en semifinales con una imagen aburrida. La sombra de un cambio se cierne sobre un banquillo para el que aparece como aspirante Zinedine Zidane, que lleva sin equipo desde que dejó el Real Madrid.

Sin embargo, la Federación francesa no quiere oír hablar de relevo. Respalda a su entrenador, que tiene contrato hasta el Mundial de 2026. «Los resultados del pasado hablan a su favor y los objetivos se han logrado. Didier continuará con su misión», aseguró el presidente Philippe Diallo en declaraciones a L'Equipe.

El gesto con mensaje de Lamine Yamal, un regalo de cumpleaños deseado y el asombro de sus ídolos: “Qué locura de chaval”

Actualizado Miércoles, 10 julio 2024 - 12:53

Cuando el colegiado del España-Francia pitó el final del partido, todos los focos se giraron hacia Lamine Yamal. Su gol, una genialidad, había encarrilado a España a la final de Berlín y el joven futbolista lo manejaba con una naturalidad asombrosa. Tanto que tuvo tiempo para enviar mensajes antes de que le llegara un aluvión de felicitaciones. El primero, el de siempre, marcar con los dedos un 304, el código postal de Rocafonda, el barrio de Marató en el que se ha criado y que siempre forma parte de sus celebraciones. Para el siguiente tuvo tiempo de pensarlo. "Desde el minuto 60 ya sólo pensaba en que íbamos a jugar la final", admitía después del partido.

A su cabeza volvieron las palabras del francés Rabiot, que fue un espectador de lujo de su gol después de retarle a que mostrar más de su fútbol si quería ir a la final. "Muévete en silencio. Sólo habla cuando sea el momento de decir: jaque mate", le había respondido en redes sociales. En el campo, mirando a la cámara, hizo un gesto con las manos y dijo: "Hablar, hablar". No quiso más polémica, ni siquiera desvelar el destinatario.

io. "El destino pone a cada uno en su lugar. La persona para la que era sabrá que era para él", se limitó a decir el futbolista más joven en marcar en una Eurocopa que se fue del Allianz Arena de Múnich con el trofeo de MVP bajo del brazo. "Se lo dije antes del partido, que iba a ser su día. Que yo iba a estar un poco flojo pero mi hermano iba a meter gol", decía Nico Williams en el vestuario.

Precisamente el próximo sábado, 24 horas después de que su bro Nico, cumpla los 22 años, él celebrará sus 17. "Ya le he dicho a mi madre que no quiero regalos. El regalo es la final y el título, que era mi sueño y el de ella", confesó el jugador, que no ha parado de repetir en esta fase final que la última, la que se disputó en 2021 por el Covid, la siguió en un centro comercial con sus amigos.

Sus padres, su hermano pequeño Keyne, de dos años, y algún amigo íntimo le acompañan en Alemania. Con ellos, otros chavales aún menores de edad, ha disfrutado en los últimos meses de cosas propia de su edad, desde los bailes en redes sociales con música brasileña -"es la que me sale en TikTok y me gusta", explicó- a los conciertos de raperos como el estadounidense Eladio Carrión, del que fue un espectador privilegiado desde el backstage y pudo cantar sus canciones.

El otro, con quien guarda una conexión especial es Morad. Con el comparte origen marroquí y vida en Cataluña. A sus conciertos ha acudido acompañado de su padre y de otros familiares y anoche, tras el gol, el músico no pudo contenerse en redes sociales y le devolvió la admiración. "Qué locura de chaval. Madre mía. Yo con tu edad... ay mi madre, Lamine. En Mataró deben estar flipando. Qué máquina, qué bueno que es", no pudo contenerse el rapero. Lamine respondió sonorizando sus historia de Instagram con su música.

Tampoco se pudo contener otra artista que triunfa entre los jóvenes: Aitana. Ella también recurrió a la imagen del gol de Yamal para felicitar a la selección por su pase a la final.

El susto de Morata: un miembro de seguridad se le cae encima de la rodilla

Actualizado Miércoles, 10 julio 2024 - 00:01

Álvaro Morata fue dueño de un partido oscuro, pero completísimo. Poco antes de que Luis de la Fuente lo sacara del campo, se tiró al suelo para cortar un contragolpe de Koundé que hubiera cogido en inferioridad a España. El capitán, uno de los jugadores que más kilómetros corre en cada partido, se fue al banquillo, derrengado, en el minuto 75.

Para saber más

Para saber más

El delantero vivió, pues, el último cuarto de hora en el banquillo, sin las espinilleras, y preso de los nervios, como todos. Cuando el árbitro pitó el final, comenzó la celebración y, en mitad de ella, uno de los miembros de seguridad del propio equipo español, que trataba de impedir que un espontáneo que había saltado al campo llegase a los jugadores, se le cayó encima. El hombre, que perseguía al espontáneo, se resbaló y dobló de mala manera la rodilla derecha del capitán de la selección.

Enseguida se llevó la mano a la pierna con evidentes gestos de dolor. Cojeando, David Raya se interesó por su estado, pero no parecía haber consuelo para Morata, cuyo estado de salud es de momento una incógnita. Los médicos le estaban haciendo una primera valoración en el propio vestuario del Allianz mientras sus compañeros se acercaban a preocuparse por él.

"Creemos que no es nada, pero vamos a esperar. Ha sido un golpe y creemos que no va a ser nada, pero mañana veremos", dijo después el seleccionador, Luis de la Fuente.

Europa, a los pies del golazo de Lamine: “No pienso, sólo intento divertirme”

Actualizado Martes, 9 julio 2024 - 23:15

No hay dato que no haya fulminado Lamine Yamal ni espectador que permanezca impasible al talento de este jugador que aún no tiene 17 años. Sea de la nacionalidad que sea. No tiene edad de trabajar en Alemania pero la ha conquistado. Por su botas ha pasado el gol de España aunque haya tenido que esperar a la semifinal para conseguirlo y, con él, otro récord de precocidad que permanecerá durante muchos años. "Intento no pensar, sólo disfrutar. He intentado meterla donde la he metido y ya está", aseguró el jugador, elegido MVP.

Lamine llevaba buscando ese gol todo el torneo, pero no por egolatría, sino porque no concibe otra manera de jugar. Había probado gasta 14 veces a los distintos porteros y había entregado tres a sus compañeros, lo que ya le convertía en le mejor asistente del torneo. Pero le faltaba rematar para poder vacilarle a su bro Nico, que estaba seguro de que llegaría. Y lo hizo justo en el momento en que España más lo necesitó.

Para saber más

Envió el balón al fondo de la red en el minuto 21, cuando Francia ya tenía un tanto a favor. Y no lo hizo de cualquier manera. Pisó área, no vio claro la asistencia para el gol, la que hubiera la cuarta en estos seis partidos, y eligió recortar a Rabiot. El francés fue el espectador de lujo y se tragó sus palabras. «Si quiere jugar una final necesita hacer más», le dijo. La respuesta se la dio en el césped armando un zurdazo desde 25 metros a 102 kilómetros por hora que acabó dentro de la portería de Maignan rozando la escuadra derecha. Hasta Pedri, en la grada por su lesión, no puedo evitar el gesto de asombro ante el golazo de su compañero.

El precedente del Europeo sub-17

No era la primera vez que batía a un portero francés con un cañón al borde del área. En 2023, en el Europeo sub-17 en Hungría ya lo hizo. Este tanto era vital para España y le pone en la historia de la Eurocopa. Yamal no es sólo el jugador más joven en disputar una Eurocopa, sino también el goleador más precoz con 16 años y 362 días, porque los 17 los cumplirá el próximo sábado. "Me pido ganar, ganar y ganar. El objetivo era llegar a mi cumpleaños en Alemania y lo he conseguido", confesó. El jugador del Barça ha pulverizado la marca fijada por el suizo Johan Vonlanthen en la Eurocopa de Portugal de 2004 cuando marcó con 18 años y 141 días. El tercero en este podio de precocidad es el inglés Wayne Rooney.

Antes del descanso llegó también el tanto de Dani Olmo, con la colaboración de Koundé, que volteó el marcador e hizo que Vicente Del Bosque, en el palco, mostrara su confianza. «He visto unos minutos complicados al principio y luego el equipo ha mostrado su identidad», analizó el ex seleccionador, tan asombrado como cualquier aficionado con el rendimiento de Lamine Yamal. «Esta mañana me he encontrado con su padre, encantador. Él es un chico muy joven pero con una gran madurez que demuestra en el campo. Y ha marcado un golazo que me hace ser razonablemente optimista», confesó.

Del Bosque compartió palco con ex jugadores como Fernando Llorente o Karembeu o con el director deportivo del Barça, Deco, que se frota las manos ante la perla que han encontrado en la cantera y que está asombrado a todas Europa. Lo mismo pensaron el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Deportes, Pilar Alegría, que disfrutaron del juego de España en un palco donde también estaban Pedro Rocha, presidiendo el partido junto a Alexander Ceferin y el presidente de la Federación francesa, y un grupo de presidentes territoriales que acompañaron al equipo.

Pitos a Cucurella y lesión de Morata

Cerca, en la grada, estaban los familiares de los jugadores. Sufrió Claudia, la mujer de Cucurella con los pitos que acompañaron al lateral todo el partido. En el Allianz Arena había diez mil españoles, otros tantos franceses y el resto eran alemanes que 'castigaron' al catalán por la mano en semifinales que, para ellos, fue penalti pero no para los colegiados. Fue una penitencia que Cucurella pagó con gusto.

También estaba en la grada Alice Campello, la mujer de Morata, el protagonista de la semana por sus confesiones a El Mundo, junto a sus cuatro hijos. Papá no marcó, pero se fajó sin cesar contra la contundente defensa francesa y acabó con una desgraciada dolencia: un seguridad lo arrolló y puede sufrir daño en la rodilla.

Complicado tuvo el partido Jesús Navas, que también se convirtió en el futbolista más veterano en jugar unas semifinales de la Eurocopa. Otro dato para la historia que dejará la España de Luis de la Fuente. Su duelo con Mbappé le desgastó y el seleccionador optó por escorar a Nacho y dar entrada a Vivian. Sus padres y su novia pasearon por Múnich y, en una confesión a este diario, mostraron su convencimiento de que el central tendría minutos ante Francia. Tanto como que nos encontraríamos en Berlín.

La ‘Generación Z’ se pega a la tele por España: de la emoción a la identificación con Nico y Lamine

Actualizado Lunes, 8 julio 2024 - 23:04

La Eurocopa ha enganchado a una Generación Z que parecía desengañada con el fútbol. Las audiencias reflejan que, en todo el continente, el público joven se está pegando a la televisión durante el torneo. Las cifras globales indican que ha habido un incremento de un 10% en la cuota de pantalla de los partidos con respecto a la edición de 2020 entre los jóvenes de 18 a 24 años. En el caso de España, la emisión en abierto y, sobre todo, la irrupción de jugadores como Lamine Yamal y Nico Williams, con los que esta generación se identifica plenamente, han sido claves.

Si hace dos años un estudio de la European Club Associations (ECA) arrojaba que dos de cada cinco jóvenes entre 16 y 24 años no tenían interés por ver un partido de fútbol en televisión, el pasado viernes, los cuartos entre España y Alemania batieron récords. Ante la pantalla de La1, con la narración de Juan Carlos Rivero, se congregaron 11,7 millones de espectadores, con una audiencia media del 67,9%, que se disparó durante la prórroga hasta el 71,8%. Se trata de la mayor cuota de toda la década. Fue lo más visto en todas las comunidades autónomas, con especial seguimiento en Murcia (78), Castilla y León (78), Madrid (77,1) y Baleares (74).

De estos espectadores, ocho de cada 10 (82,3%) se encuadraban en la franja de edad entre los 13 y los 24 años. España ha sentado ante el televisor a quienes no tenían especial interés por el fútbol. La magnitud de estas cifras se puede comparar con un evento de gran interés para las generaciones más jóvenes, como es Eurovisión. La edición de 2024, también emitida en La1, fue vista por 4,8 millones de espectadores y una cuota media de pantalla del 41,8%, que se elevó hasta el 52,1% en las votaciones. Pero en la franja de edad entre los 13 y los 24 años fue del 66,3%, muy lejos de los datos registrados por la selección.

«Hablan su lenguaje»

Aunque no hay datos de seguimiento auditados por las empresas de medición de audiencias, la King's League es otro de los fenómenos que, a través de redes sociales, tuvo un pico de seguimiento de dos millones de espectadores, cifras superadas en la Eurocopa.

¿Por qué este giro en las preferencias de consumo audiovisual durante este campeonato? Al fútbol le faltaba atractivo para las generaciones más jóvenes, acostumbradas a mayores impactos. En un campeonato de Liga, hay pocas sorpresas y apenas un puñado de aspirantes a los títulos. Eso, en el lenguaje juvenil, se traduce en poca emoción, más allá de cuál sea el formato de la competición y si la emisión es en abierto o en cerrado.

Sin embargo, en un torneo como la Eurocopa hay emoción y aparecen otras variantes, que en España tienen nombre y apellido: Nico Williams y Lamine Yamal. «Que los más jóvenes puedan seguirles e interactuar con ellos es un factor de proximidad e identificación fundamental. Hablan su lenguaje», advierte Àlvar Peris, profesor de Comunicación Audiovisual en la Universitat de València.

«Repunte de la identificación»

Sólo hay un futbolista en España ajeno a todas las redes sociales, Rodri, pero es una rara avis en un mundo donde exhiben su trabajo -y sus patrocinadores- y en muchos casos sus vidas. En el caso de Williams y Yamal, lo hacen con una naturalidad que atrapa a su generación. La complicidad que han desarrollado, sus juegos infantiles en el campo, sus bailes en TikTok y hasta la forma que se expresan -del bro al padreo- atraen a sus iguales, que se sientan ante la tele a verles jugar con descaro, pero también con la expectativa de las reacciones que tendrán, que rápidamente se viralizan. «Sin duda podremos analizar con mayor precisión las razones de este atractivo en los próximos meses», apunta el experto.

Lamine Yamal y Nico Williams festejan el pase a semifinales.

Lamine Yamal y Nico Williams festejan el pase a semifinales.EFE

Peris menciona otro factor: «Hay un repunte de la identificación de los más jóvenes con España y la identidad española que puede reflejarse también en el seguimiento de los partidos de la selección», asegura. El «Yo soy español» hace que se pongan ante la pantalla quienes habitualmente ya no se han criado en la fan culture, porque los clubes de LaLiga llevan años olvidándose de crear afición entre los más jóvenes, convirtiendo a los aficionados sólo en clientes.

A la selección ese fenómeno aún no ha llegado y la fidelización, al menos en los grandes campeonatos, aparece de manera espontánea, aunque luego se diluya. Así viene ocurriendo históricamente. La etapa entre 2008 y 2012, con el triunfo en dos Eurocopas y el Mundial de Sudáfrica, provocó una exhibición de la bandera nacional hasta ese momento sin precedentes. Los chicos de De la Fuente pueden volver a conseguirlo sumando a la generación que parecía perdida para el fútbol.

Navas-Giroud, la pareja de inmortales en busca de la historia en la Eurocopa

Actualizado Lunes, 8 julio 2024 - 22:01

Doce años han pasado desde que España y Francia se enfrentaron en una Eurocopa y en las plantillas de ambas selecciones sólo sobreviven dos inmortales: Jesús Navas y Olivier Giroud. Con 37 años, el sevillano y el francés son los jugadores más veteranos que quedan en el torneo después de la eliminación de Pepe (41) y Cristiano Ronaldo (39). Sólo uno podrá llegar a la final para hacer historia.

Su papel esta noche en el Olímpico de Munich será diferente al que jugaron en aquel duelo del 23 de junio en Donetsk, solventado por Xabi Alonso con dos goles, uno de penalti en el 90+1. Entonces Navas era suplente de Álvaro Arbeloa y no disputó ni un solo minuto. Giroud entró por M'Vila a poco del final, cuando Laurent Blanc buscaba más artillería para el empate. El galo había debutado como internacional poco antes de aquella cita. Giroud, en noviembre de 2011; Navas, en 2009.

De los dos hay uno con la titularidad asegurada en el que puede ser su último baile. El capitán del Sevilla formará en el once de Luis de la Fuente por la expulsión de Dani Carvajal. En este campeonato ha jugado 99 minutos: el partido completo ante Albania, aguantando molestias por un golpe para proteger a su compañero de una sanción en octavos, y nueve minutos cuando el duelo con Georgia ya se había resuelto. Esta noche le tocará lidiar con Mbappé.

63,6% de los duelos

De la Fuente no se plantea experimentos con laterales a pierna cambiada. Confía plenamente en Navas, a quien conoce desde hace décadas tras su paso por la cantera del Sevilla. Pero no son sólo sensaciones, también los datos le avalan. Según las estadísticas de BeSoccer, el andaluz ha ganado esta temporada con el Sevilla el 63,6% de los duelos defensivos, más que Carvajal. Y en el cara a cara con Vinicius, un jugador tan rápido como el francés, le ganó ocho de 15. Eso sí, las lesiones, y la agonía del conjunto andaluz para conseguir la permanencia sólo le han permitido jugar 29 partidos de Liga y asistir a sus compañeros en un gol.

Su presencia en esta Eurocopa fue una grata sorpresa que ha engordado su currículum. Además de ser el único jugador que ha ganado una Eurocopa, ya es el más veterano que ha disputado con España una fase final. Ve «similitudes» con aquel equipo joven y se esfuerza en ser un refuerzo para el cuerpo técnico. Pero de decir adiós a la selección, nada. De su boca no han salido esas palabras. Su intención es seguir jugando en el Sevilla hasta diciembre y aún quedan un par de convocatorias internacionales más en el horizonte. La intención es salir con la Eurocopa bajo el brazo, si es posible, sin mentar lo que pesan los años.

Giroud, durante un partido con Francia.

Giroud, durante un partido con Francia.AP

Es lo mismo que persigue Giroud. El máximo goleador histórico de los bleus ha completado una temporada notable en el Milan, marcando 15 goles en la Serie A -sólo por detrás de Lautaro Martínez (24) y Dusan Vlahovic (16)-, pero su papel es residual para Didier Deschamps. Pese al atasco goleador de Francia, sólo ha jugado 45 minutos: 29 ante Polonia, 15 con Países Bajos y uno con Austria. En octavos y cuartos no salió del banquillo. Lleva 57 goles con Francia y quiere engordar la cifra, aunque sabe lo que es irse de un torneo en blanco, como ya le ocurrió en el Mundial de Rusia en 2018, donde Francia se proclamó campeona.

Su futuro ya no estará en el Milan sino en Estados Unidos. Giroud se marcha a Los Ángeles Galaxy, «pero no voy de turismo, sólo creo que es el momento adecuado porque todavía me quedan años buenos de fútbol», recalca. Admite que cada vez le cuesta más encadenar partidos. «El peso de los años empieza a notarse. Jugar cada tres días es cada vez más complejo, sobre todo al alto nivel», aseguró el delantero antes de arrancar esta Eurocopa.

Si Dino Zoff ostenta el récord de jugador más veterano en ganar un Mundial, los únicos que pueden subirse a ese pedestal en una Eurocopa son Navas y Giroud. Pero, como en Los Inmortales, sólo puede quedar uno.

Dani Olmo, el ‘jugador número 12’ que viste el traje de Cesc Fàbregas

Actualizado Domingo, 7 julio 2024 - 23:19

El 15 de noviembre de 2019, Dani Olmo debutaba como internacional absoluto en Cádiz. Morata le dio la alternativa a un chico de 21 años que jugaba en el Dinamo de Zagreb y que ese día llevó el dorsal 12. Como si fuera una premonición. Cinco años después, Olmo partía en esta Eurocopa de Alemania como el jugador número 12, ése al que los entrenadores no se atreven a dar la titularidad pero acaba siendo imprescindible. Con España brillando en una Eurocopa, el último que vistió ese traje fue Cesc Fàbregas y Olmo recoge ahora el testigo. Además, ambos fueron el 'primer suplente' llevando el 10 a la espalda.

Para Luis de la Fuente es uno de sus incuestionables desde que lo llamó para la Sub-21 cuando andaba emigrado en Croacia. Sin embargo, su hueco en el campo se lo tuvo que pelear con Pedri desde su recuperación y el canario había ganado la partida de la titularidad hasta el pasado viernes. El debate lo zanjó Kroos con una entrada que deja al jugador del Barça fuera de la Eurocopa y le abre las puertas del once al jugador del Leipzig. Él ya estaba a punto de derribarlas.

Asistió a Ferran ante Albania en el único partido que fue titular, redondeó la victoria frente a Georgia en octavos saliendo desde el banquillo y, ante Alemania, en un partido que marcará su carrera, marcó el gol que ponía en ventaja a España y puso el centro perfecto para el remate de Merino. Con esos números, el parecido con el papel que jugó Cesc en 2008 se multiplicó. De hecho, ambos son los jugadores de España que más goles han marcado saliendo desde el banquillo en una fase final.

En aquella Eurocopa de Luis Aragonés en Austria y Viena, el jugador 12 fue el entonces jugador del Arsenal, también con 21 años. Entre Xavi, Silva, Xabi Alonso, e incluso Fernando Torres, se fue colando en los planes del técnico de Hortaleza hasta el punto de que acabó lanzando el decisivo penalti ante Italia que metía a España en semifinales a pesar de no haber tirado uno desde los 15 años. Antes ya había marcado su primer gol en el torneo para cerrar la goleada a Rusia del primer partido. Con minutos en todos los encuentros, Cesc acompañó a Marcos Senna y Xavi en el once titular de la final ante Alemania para después ser sustituido por Xabi Alonso.

Cesc marca el penalti de los cuartos de final ante Italia en 2008.

Cesc marca el penalti de los cuartos de final ante Italia en 2008.AFP

La calidad y la confianza de Cesc le llevó también a ser imprescindible en la convocatoria de Vicente Del Bosque cuatro años después y a volver a contribuir con goles y su seguridad en el lanzamiento de penaltis. Marcó en los dos primeros partidos, luego tiró en la tanda de penaltis frente a Portugal en semifinales y fue titular en la goleada a Italia. El ahora entrenador del Como recién ascendido a la Serie A no duda en ver similitudes entre aquella selección y la que tendrá que vérselas con Francia mañana en las semifinales. Existirá la duda de si, en caso de que el pase a la final se decida desde los once metros, Dani Olmo lanzará. Sería una forma de sacarse la espina del fallo ante Donnarumma en la Eurocopa de 2020.

Lo que sí es una certeza es que Olmo estará en el equipo titular de De la Fuente. Sin saber que perdería a Pedri horas después, el seleccionador lo dejó claro antes del duelo ante Alemania: «Está preparadísimo. Cambiará el nombre del jugador, pero no la idea». Ese nombre será el de Olmo que, ahora sí, pasará del 12 al 10.

La estrategia de penaltis para la “resiliencia de Inglaterra” y la autodefensa de Southgate: “No todo es puro fútbol”

Actualizado Domingo, 7 julio 2024 - 13:37

Sonaban los primeros acordes de Under Pressure [Bajo presión] de Queen y Bowie sin llegar a la estrofa que podía reflejar lo que pasaba por la cabeza de Gareth Southgate: ¿No podemos darnos una oportunidad más? Todo el fondo inglés del estadio de Düsseldorf se temió lo peor durante algunos segundos. Inglaterra no gana una tanda de penaltis en una Eurocopa desde que lo hizo ante España en 1996, cuando acertó los cinco. Y después sólo lo repitió frente a Colombia en el Mundial de 2018, donde rozó la final. Aquel equipo que también dirigía Southgate no sufrió tanta crítica, porque no tenía a seis jugadores campeones de Champions en once ni preparaba con tanta meticulosidad lo que no es una lotería. Nada de lo que ocurrió desde que el colegiado Orsato decretó el inicio de la segunda parte de la prórroga fue casualidad. Menos aún cuando quedó claro que la clasificación se iba a decidir desde los once metros.

Esta Inglaterra tiene un fútbol ramplón, incapaz de hacer lucir el talento de sus futbolistas que incluso, por momentos, se han estorbado en el campo, y es muy conservadora. Eso es lo que quiere su entrenador, es su plan. No arriesga pero avanza y está en semifinales, a un paso de una final que nunca ha jugado lejos del territorio británico. Sufrió más de la cuenta, pero quedó primera de grupo y se garantizó un camino fácil, aunque acabara con prórroga ante Eslovaquia y penaltis con Suiza. Para Southgate es el camino correcto para ser campeón: agarrarse a todo lo que sea necesario para sacar el resultado. Eso implica cualquier aspecto que pueda dominar.

"No todo es puro fútbol. No siempre lo hemos hecho bien, pero hemos demostrado una resiliencia que tienen otros equipos que han ganado torneos como Italia, España o Francia. Ya tenemos otros atributos", argumentó tras el partido. "Con Inglaterra era habitual empezar bien, avanzarse en los primeros minutos, y luego caer. No éramos inteligentes. Este grupo es diferente", añadió. Esa diferencia es que duerme los partidos, "con posesiones más largas", que si bien no generan daño al rival, impide que se lo hagan. Y también que prepara en sigilo otros aspectos determinantes.

A esa teoría, que enerva a los seguidores, se va a agarrar hasta el final el seleccionador, que lanzó al campo su artillera durante la prórroga pero lo hizo manejando a la vez la tanda de penaltis que se avecinaba. Es una rutina ensayada y pulida durante los últimos años, sobre todo desde el varapalo que fue perder la final en Wembley después de que Pickford parara dos penaltis.

Esta vez estaba todo medido. Southgate había consultado con su asistente una carpeta con información para elegir a los lanzadores. Antes, en los instantes finales, había tenido que renunciar a Harry Kane, pero había puesto en el campo a Toney, un especialista que ni mira la pelota en el golpeo. El resto serían Palmer, Bellingham y Saka, para acabar con Alexander-Arnold. Todos ellos tienen un porcentaje de acierto que roza el 90% cuando la media de un buen lanzador se cifra en el 75%.

Finalizada la prórroga, sólo reunió en una piña a los lanzadores y a los que acabaron sobre el césped pero no estaban designados: Rice, Shaw, Walker y Stones. A ellos les correspondía el papel de 'padrinos' de cada lanzador, el encargado de darles ánimo y felicitarles. Walker lo hizo con Palmer, Shaw con Bellingham, Stones con Saka y Rice con Toney. Lo necesiten o no, ése es su papel. El resto de jugadores esperaban en la banda a que el seleccionador forjara ese respaldo.

Nadie más tomó la palabra. No hubo preguntas ni consultas. Esa muestra de que está al mando y le siguen le ha dado crédito entre algunos críticos como el mítico Alan Shearer, comentarista de la BBC, que elogió su forma de anticiparse a los penaltis ya con los cambios: "Hizo que pareciera fácil".

Mientras, Pickford era aleccionado por el árbitro para que no hiciera su habitual teatrillo de distracción y repasaba la estrategia de lanzamiento de los rivales que lleva siempre en su botella. "Estaba mentalizado para parar uno, es lo que quería", confesaba después. No es una novedad, sólo se ha perfeccionado pasando del papel que entregaban a los porteros, difícil de manejar con guantes, a imprimirlo en la botella. Además, le funciona. Con el Everton ya había adivinado este año el tiro de Bobby Reid para el Fulham en cuartos de final de la EFL Cup. No todo es puro fútbol.

La ‘chuleta’ de Pickford y el descaro de Saka dan a Inglaterra el premio de ser semifinalista desde el punto de penalti

Actualizado Sábado, 6 julio 2024 - 21:17

El lanzamiento de penaltis es una suerte que manejan los futbolistas con buen pie y a Inglaterra le sobran. Da igual que sean incapaces de encontrarse en 120 minutos, de generar desequilibrios incluso de mostrar su calidad. Cuando llega el momento de la vida extra, esa que da la tanda, aparecen. Inglaterra está en semifinales por no haber errado sin que Kane ni Foden estuvieran entre los lanzadores. Sí Bukayo Saka, quitándose la losa que ha arrastrado tres años después de ser el mejor de una seleción mediocre a la que, si no es porque Pickford, con su chuleta de lanzadores pegada en la botella, busca el error de Akanji, Suiza habría plantado cara como hizo durante todo el partido, sometiendo por momentos a los Three Lions. [Narración y estadísticas (1-1, 5-3)]

Ver jugar a los ingleses no te impide dar una cabezadita a la hora de la siesta. Sólo las carreras de veloz Saka pueden sobresaltar, porque el resto es sopor. Superó los sustos en la fase de grupos, jugó con fuego ante Eslovaquia y sólo en esa prórroga agónica volvieron a aparecer los galones de Bellingham y, por primera vez, los de Kane. Es como si en la locura del arrebato se desatara un desorden que libera el talento. Olvidarse de la música para bailar sólo a ritmo de tambores. Incluso eso tardó en ocurrir ante Suiza.

Southgate mantiene a su equipo bien atado, por más que vaya cediendo a algunos cambios para calmar las críticas y, sobre todo, buscar soluciones para no salir por la puerta de atrás. La apuesta por Mainoo ha aparcado los experimentos y dado equilibrio a la medular, pero mientras Bellingham sigue acostándose a la izquierda y buscando cómo encontrar su lugar para romper hacia el área. Foden fue durante todo el partido una sombra.

Juego lento y conservador

Suiza es un equipo ordenado que conoce al dedillo el plan de Murat. No se desespera y busca la velocidad que tiene en la bandas y en Embolo. Su única laguna fue la banda izquierda, donde Saka se colaba una y otra vez por el agujero que dejaba Ricardo Rodríguez sin que Aesbischer fuera capaz de taponarlo. Ese era el mayor peligro de los pross, que siguen atascados. Tanto que hasta Mainoo se animó a avanzar hacia el área hasta estrellarse contra el muro de Akanji. Poco a poco Suiza, a pesar de que Xhaka andaba a medio gas, fue cogiendo vuelo. Comenzaron a aparecer Freuler y Vargas para surtir a Embolo. Los suizos que llenaron el fondo del estadio, a quienes alienta su entrenador antes del arranque, son un reflejo de lo incansable que es su equipo en el campo.

Enredados los ingleses, sólo buscaba la punta de la madeja el jugador del Arsenal. Un juego lento y conservador provocó que los suizos volvieran tras el descanso dispuestos a dar un paso adelante. Se estiraba Ricardo Rodríguez para buscar a Embolo en el segundo palo en su batalla con el villano Konsa, nutría Akanji de balones en largo a Ndoye y Vargas se lanzaba al uno contra uno. Murat había metido piernas frescas en el campo y ese atrevimiento provocó que en el minuto 69, Kane tuviese que sacar un balón en su propia línea de fondo.

Antes de que Inglaterra intentara espabilar, se vio con un gol en contra. Schär buscó en profundidad a Ndoye para romper a Trippier y poner un balón al segundo palo que rebañó Embolo. Acababan de sonar las trompetas para los Three Lions.

Pickford consulta las anotaciones en su botella.

Pickford consulta las anotaciones en su botella.Dean Mouhtaropoulos

Southgate movió el banquillo para intentar aguantar unos días más su trabajo. Por eso hizo debutar a Luke Shaw, y mandó al césped a Eze y a Cole Palmer para empujar a los suizos, que se dejaron de manera involuntaria. Antes de que alguno tocara la pelota, Saka se escapó, recortó para verse en el pico del área y armar un zurdazo que ni vio Sommer hasta que recogió del fondo de la red. Era el primer disparo de Inglaterra entre los tres palos de todo el partido. Sobrevivía en el minuto 80 para jugársela, otra vez, a cara o cruz.

Cantaban sus gradas al inicio de la prórroga, pero apenas sirvió. Un cañonazo de Declan Rice y un doble disparo de Bellingham que atrapó Sommer en la primera parte de la prórroga. Suiza quiso apretar a Pickford y lo hizo. Shaqiri buscó el gol olímpico que se estrelló en la escuadra, Amdouni armó un zurdazo que obligó al meta inglés a vestirse de salvador antes de tiempo y el rechazo a punto estuvo de aprovecharlo Widmer. Los penaltis no parecían un mala manera de intentar ganar vida.

España tira del banquillo de la ‘familia’ ante Francia: “No me van a fallar”

Actualizado Sábado, 6 julio 2024 - 03:09

Cuando Wirtz empató en el minuto 89 para forzar la prórroga en Stuttgart, todo el estadio recontó los jugadores que España tenía sobre el campo. Se había marchado la irreverencia de Nico Williams y Lamine Yamal, también Le Normand amenazado con una amarilla y Carvajal se tenía que manejar con cuidado porque cargaba con otra. Ante el arrebato al que se alentaba desde la grada, España tenía que responder con los jugadores a los que De la Fuente les había confiado el partido tras mirar al banquillo. Todos le respondieron para volver a demostrar que la fuerza de la familia que han creado. Ahora le reto es repetirlo ante Francia. "No me van a fallar. Voy a muerte con ellos y ellos conmigo", no dudó en proclamar Luis De la Fuente.

Es ahora cuando más se va a mirar al banquillo. España llegará a las semifinales sin algunas de las piezas más valiosas para el entrenador, pero con un rendimiento extraordinario de quienes no han conseguido aún hacerse un hueco en el once. Un dato apuntala este argumento: un tercio de los 11 goles marcados por España los han conseguido jugadores que partían como suplentes.

Es el caso de Dani Olmo. Marcó para cerrar la goleada ante Georgia y ayer no sólo volvió a hacerlo para abrir el marcador, sino que de su bota salió el balón que Mikel Merino cabeceó en el 119 con una plasticidad que deja una imagen para la historia. Se convierte así el futbolista aún de Leipzig en el máximo asistente de la historia del torneo en su fase eliminatoria al haber hilvanado cuatro goles. Pero, además, el tanto de ayer le permite igualar a Cesc Fábregas como el jugador de España que más goles ha marcado sin ser titular.

Ante Francia, Olmo estará entre los once que escuchen el himno junto al colegiado porque el debate abierto entre el catalán y Pedri se lo zanjó a De la Fuente Toni Kroos. Una entrada lesionó al canario en los primeros minutos y dejó el estadio con la rodilla vendada y cojeando. Ninguno de sus compañeros le da por descartado, pero el primer diagnóstico de esguince lateral interno no es positivo, y menos cuando quedan tres días para el partido.

Tampoco podrá jugar Carvajal, que provocó su expulsión en el último instante del duelo como sacrificio para asegurar la clasificación. Eso supone que Jesús Navas será quien ocupe la orilla derecha por donde suele moverse Mbappé. El capitán del Sevilla, el hombre más veterano de esta selección, campeón de Europa con 55 partidos a sus espaldas, tiene muy claro su papel. Sólo jugó como titular ante Albania y aguantó los 90 minutos con molestias en el pie para proteger a Carvajal, apercibido de sanción. En los octavos jugó nueve más y ante Alemania tuvo escuchitas con De la Fuente y fue uno de los primeros que lanzarse al festejo sobre el césped. El martes estará preparado.

Otro que podrá jugar en Munich Le Normand. Vio una tarjeta que provocó que se quedara en el vestuario en el descanso y que no se enfrente a su país de origen. Nacho, que acabó con molestias, tendrá que ser la pareja de Laporte. El ex capitán del Real Madrid, subido al carro de esta selección en el último momento, fue titular ante Croacia y después cedió su lugar a Laporte. Era la idea del seleccionador, que se vio reforzada por unas molestias. Su experiencia le gana la partida a Vivian, el cuarto central de España.

La falsa amarilla de Morata

La dificultad podía haber sido mayor si, como se temió durante algunos minutos, Álvaro Morata hubiera visto una amarilla en el banquillo durante los últimos instantes del partido cuando todos los futbolistas invadieron el área técnica. Así apareció en algunas estadísticas. "No, no puede ser. Si me ha sacado tarjeta tenía que haberlo hecho a todo el banquillo de Alemania", se lamentaba en la zona mixta antes de que le confirmaran que no, que no está sancionado y podrá jugar la semifinal.

Y es que en los minutos tras el gol de Alemania hubo mucho tumulto tras el banquillo de España, incluso hubo un mareo de la madre de Oyarzabal por la tensión del que pronto se recuperó. Y el segundo de Nagelsmann se encaró varias veces con De la Fuente. Todo lo apaciguó el tanto de Merino. "Ha sido un pedazo de gol, probablemente por el minuto y la importancia, el gol de mi vida", reconocía Merino. Había logrado algo extraordinario el navarro. 33 años antes, cuando ni siquiera había nacido, su padre, Miguel, marcaba el 2-3 de para darle la victoria a Osasuna ante el Stuttgart y el pase a los octavos de final de la Copa de la UEFA. Era 1991 y el padre de Merino lo celebró girando sobre el banderín de córner. Ante Alemania su hijo tuvo la cabeza fría de recordar esa celebración y repetirla en el estadio donde fue, por primera vez, internacional absoluto. "Me he duchado rapidísimo porque quería ir a la grada a ver a mi familia y a decirle a mi padre que ya no podrá recordarme más que él marcó en Stuttgart", admitía el jugador muy feliz, consciente que para eso está en esta selección, en el once o en el banquillo, sin rechistar. La familia, siempre lo primero.