Bellingham y el ‘5’ de Santamaría, Sanchís y Zidane: el ’22’ de Rüdiger, marketing y la pregunta a Jesús Vallejo

Bellingham y el '5' de Santamaría, Sanchís y Zidane: el '22' de Rüdiger, marketing y la pregunta a Jesús Vallejo

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Después de Santamaría, Sanchís y Zizou, el inglés asume un dorsal histórico en el club. Tenía libre el ’14’ de Guti, pero en el Bernabéu esperan que su ‘5’ sea la camiseta más vendida junto al ‘7’ de Vinicius.

Bellingham y Florentino.EFE/Real Madrid

El 5 José Emilio Santamaría, ganador de cuatro Copas de Europa, el 5 con el que Manolo Sanchís levantó la Séptima y la Octava a los cielos de Amsterdam y París, el 5 de la volea de Zinedine Zidane en Glasgow, el 5 que algún año portaron Miguel Muñoz, Marquitos, Zoco, Goyo Benito, Míchel, Hierro, Redondo, Cannavaro, Varane… Ese 5, número con historia y con orejonas a la espalda, es el que ha elegido Jude Bellingham para empezar su carrera en el Real Madrid.

El centrocampista inglés, segundo fichaje más caro en la historia del conjunto blanco, pasó ayer su primer día en Valdebebas. Un día que le ha costado trabajo conseguir, que le ha hecho recibir presiones de compañeros de selección, de aficionados y de directivos de la Premier que no entendían por qué no volvía a casa, un día de emociones con un dorsal que le pondrá en una dimensión diferente en el Santiago Bernabéu: «Admiro mucho a Zidane, es un número que me inspira. No quiero ser como él, porque soy diferente, pero estoy encantado de llevar el número 5. Es un honor», explicó, aunque no estaba claro que lo fuera a vestir.

El dorsal de la vida de Bellingham es el 22, el mismo que el Birmingham City decidió retirar cuando el inglés abandonó el club con 17 años para firmar por el Borussia Dortmund, el mismo que ha llevado en la Bundesliga y el mismo que mucha gente pensaba que iba a elegir en Chamartín. Pero el 22 es propiedad de Toni Rüdiger, amante del 2 que ya lleva Carvajal. Nadie se planteó, ni Bellingham ni el club, pedirle el dorsal al defensa alemán, uno de los jugadores más queridos del vestuario. Las opciones se acababan.

Quedaban libres, entonces, el 9, el 14 y el 24. Bellingham podría haber elegido el número de Guti, uno de los centrocampistas más talentosos de la historia del Madrid, pero en la dirección técnica del conjunto blanco tuvieron otra idea: darle a Bellingham el número de uno de los jugadores con los que más le comparan, un mediapunta alto, elegante, físico y técnico. El 5 de Zizou.

El único problema, uno pequeño, es que el 5 tenía dueño, Jesús Vallejo, pero el defensa, consciente de su rol en la plantilla, entendió el movimiento de marketing y no puso ningún problema para cambiar el 5 por el 24. «Primero quiero darle las gracias a Jesús Vallejo por dejarme el número. Le pregunté si le importaba y es un tío estupendo», resumió Bellingham frente a la prensa, antes de agradecerle al central el detalle también en redes sociales.

En el Madrid ya cuentan con que el 5 de Bellingham y el 7 de Vinicius, a la espera de la hipotética llegada de Mbappé, van a ser las camisetas más vendidas del verano. «Es una gran responsabilidad. Es un jugador al que siempre he valorado, para mí ha sido el mejor y quiero ampliar el legado del número», añadió Bellingham sobre Zidane.

A sus 19 años, el inglés dio un recital en la sala de prensa. Reflexivo, maduro, con discurso e incluso mascullando alguna palabra en español: «Hola a todos, hola madridistas». Ante la mirada de casi un centenar de periodistas, el centrocampista insistió en su «no» a la Premier League, el segundo de su vida. Ya le dijo «no» cuando dejó Birmingham, un club de la segunda división inglesa, por Dortmund, y le ha vuelto a decir que no ahora a pesar de que le ofrecían más dinero: «Todo el mundo me decía que me fuera a la Premier, pero quise salir de mi zona de comfort. El dinero no me importa y el precio de mi fichaje tampoco me preocupa. Soy futbolista, no abogado ni contable», declaró.

Junto a él, su padre Mark, su madre Denise y su hermano Jobe. Y también Florentino, con un mensaje para quien quiera sentirse aludido: «Gracias por tu ambición y por lo que has trabajado por estar aquí».

kpd