Copa del Rey
Real Madrid-Barcelona (X/21.00 h.)
La falta de confianza está minando los esfuerzos del delantero por recuperar su mejor nivel. Él se ve bien físicamente y rechaza plantearse una salida en verano
Hay quien pretende establecer semejanzas de lo vivido en su día por Bojan Krkic, talento precoz que acabó devorado por un vestuario que no tuvo inconveniente en aplastarlo emocionalmente, con Ansu Fati, condicionado por poner rostro, contrato y dorsal a la era post-Messi. Este diario ha tratado de contrastar fuentes directamente implicadas en el devenir del delantero hispano-guineano para dar respuesta al bloqueo futbolístico de Ansu. Un anochecer que no puede ser tal cuando apenas tienes 20 años, pero que ha llevado a algunos ejecutivos del club azulgrana -y ahí poco tiene que ver el cuerpo técnico de Xavi Hernández– a explorar opciones de mercado ante la angustiosa situación financiera y salarial de la entidad. Algo de lo que nada quiere saber el delantero, convencido de que no puede haber otro futuro que el Barcelona. Y de que su momento llegará, quién sabe si este jueves en el Bernabéu en la ida de las semifinales de la Copa del Rey frente alReal Madrid.
Todo aquel que pregunta a Ansu por su estado físico acostumbra a llevarse la misma respuesta. Él se ve bien, sin limitaciones físicas que le hayan convertido en un jugador diferente después de haber pasado cuatro veces por el quirófano tras la rotura del menisco sufrida en noviembre de 2020. Pero desde uno de los despachos del Camp Nou aún tuercen el gesto ante la decisión del jugador de apostar por un tratamiento conservador -la intervención de su agente, Jorge Mendes, fue clave- y evitar así el trauma de volver a pasar por una sala de operaciones tras su lesión en el bíceps femoral del muslo izquierdo en enero de 2022. Ello, según fuentes de la entidad azulgrana, comportó una recuperación mucho más compleja que condicionó su capacidad explosiva. Ansu, sin embargo, tiene claro que sus músculos responden de manera adecuada a los esfuerzos. De hecho, apenas ha sufrido un percance esta temporada, una contusión en la rodilla izquierda de la que se ha repuesto a tiempo para formar parte de la convocatoria de este clásico.
¿Entonces?
Y es ahí donde las fuentes convergen sin costuras: la confianza. El propio futbolista es consciente de ello, por lo que está trabajando en que un mal disparo, un regate ineficaz o un reproche ajeno no tengan un efectivo negativo en su rendimiento [en Old Trafford, Lewandowski no escondió su malestar con el chico después de que éste se interpusiera en una acción de remate en el ocaso del partido]. Ansu, jugador emocional donde los haya, continúa apoyándose cuanto puede en uno de sus hermanos, Braima, y en su padre, Bori. Las reuniones familiares en su casa de Sant Cugat del Vallès le revitalizan y le ayudan a tomar perspectiva de la situación. Y entre todos se esfuerzan en encontrar nuevas motivaciones.
De la Fuente
De ahí que agradeciera la llamada del seleccionador español, Luis de la Fuente, que se ha interesado por su situación antes de confeccionar y anunciar (17 de marzo) su primera lista de cara a los partidos frente a Noruega (25 de marzo) y Escocia (28 de marzo) de clasificación para la próxima Eurocopa. Más aun tras la frustración vivida en el Mundial de Qatar, torneo al que acudió pese a las grandes dudas que tenía Luis Enrique respecto a su estado de forma y confianza, y donde apenas asomó dos ratos como ineficaz revulsivo ante Japón y Marruecos. Para el delantero del Barcelona, no perder el tren de la selección es algo esencial en esta nueva era.
En el Bernabéu, con Lewandowski y Dembélé lesionados -integrantes del parte de bajas junto a Pedri-, y una vez el Barcelona se deshizo de Memphis para enviarlo al Atlético, a Xavi Hernández se le agotan las posibilidades en el frente ofensivo. Si insiste en su idea de jugar con cuatro centrocampistas, Raphinha, como extremo diestro, y Ferran Torres, como referencia ofensiva por el centro, parten con ventaja respecto a Ansu, que ansía tener continuidad. De hecho, este mes de febrero sólo ha sido titular en uno de los siete partidos jugados por el Barcelona (el triunfo 2-0 frente al Cádiz). Ha marcado seis goles en 34 encuentros esta temporada, tres en Liga (donde no anota desde el pasado 20 de octubre), uno en la semifinal de la Supercopa de Arabia (Betis) y dos más en la Copa del Rey (Intercity y Ceuta). La temporada pasada, la de la lesión del tendón, marcó esos mismos seis goles, pero en apenas 15 partidos.
«Ansu se siente bien. Lo veo muy feliz y motivado. Tiene que ser importante para el equipo», insiste Xavi. Ese discurso es el mismo que recibe en la caseta un futbolista con una vida por delante, pero en un deporte donde nadie espera.