Por fin el Madrid goleó y vivió con felicidad ante un Girona, que ha sido capado por su “amo” el Manchester City. Hasta Ancelotti sopló de gusto. Estuvo relajado, salvo en el caso de Gil Manzano, que una vez más demostró que no le gusta que el Madrid gane.
Marcaron Bellingham, Arda Güller y Mbappé, que al fin logró un tanto al estilo de cuando jugaba en el PSG. Encima, más difícil todavía, porque penetró por el lado derecho, cosa inhabitual en
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La Abogacía del Estado eleva a cinco años de prisión la acusación contra el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, por la comisión de dos delitos fiscales. Concluye, en línea con lo establecido ya por la Fiscalía, que el técnico madridista defraudó a Hacienda durante su primera etapa en España superando con creces el umbral de 120.000 euros por ejercicio a partir del que está considerado delito. No obstante, eleva ligeramente la petición de pena contra él en relación con la que solicitó el Ministerio Público, que estableció en cuatro años y nueve meses de prisión.
Según la Abogacía del Estado en el escrito que ha presentado ante el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid y al que ha tenido acceso EL MUNDO, Ancelotti "estaba obligado a tributar en España por la totalidad de las rentas obtenidas" durante los ejercicios fiscales de 2014 y 2015, "cosa que no sucedió".
El organismo que actúa en representación de la Agencia Tributaria pone el foco sobre los ingresos obtenidos por el entrenador italiano procedentes de la explotación de sus derechos de imagen durante sus dos primeras temporadas en el Santiago Bernabéu. Estos fondos los canalizó el técnico a través de la sociedad Vapia Limited, radicada en las Islas Vírgenes Británicas.
Imagen
A través de esta entidad, Ancelotti percibió más de dos millones de euros procedentes del Real Madrid por la explotación de su imagen. Pero es que, en paralelo, la Abogacía del Estado ha detectado pagos al técnico de la citada sociedad off shore por importe de 2,5 millones de euros en los ejercicios inspeccionados tras la firma de una decena de contratos publicitarios con compañías como Nike, Nexon Europe o Cecil Purnell.
El Fisco considera que, como consecuencia de la "ocultación y la falta de declaración" de los referidos ingresos, Ancelotti incurrió en un fraude fiscal de 386.361,93 euros en 2014; y de 675.718,76 euros en 2015. De ahí que la Abogacía del Estado solicite para él una pena de dos años de cárcel por el primero de los ejercicios y de tres por el segundo.
A la vista de las conclusiones de la Abogacía y de la Fiscalía, la defensa del entrenador del Real Madrid ha presentado un escrito ante el juzgado recordando que Ancelotti ya prestó la fianza que le fue requerida y que ninguno de los escritos de acusación lo reflejan, por lo que solicita que la petición de pena debe ser revisada inmediatamente a la baja al haber cubierto ya una parte importante del supuesto fraude.
Los misiles de la muerte pudieron hasta con el cíclope blanco. Courtois hace milagros, pero no hay panes y peces para quien no los merece. La caída del Madrid fue algo más que una muerte a balón parado. Fue una ejecución en el paredón de todos sus males, con disparos de Declan Rice que tenían todo lo que, hoy, no tiene este Madrid deambulante: la contundencia y la precisión. Rice, en realidad, sólo apretó el gatillo.
La cruel derrota, consumada por Mikel Merino, un delantero de paso, compromete al equipo blanco, que necesita invocar a todos los espíritus de la remontada, no sólo a Juanito, y compromete a Ancelotti. Con el entrenador atascado, Vinicius perdido y Bellingham desesperado, la esperanza es la épica y quien todavía no sabe nada de esa épica. Mbappé llegó para ganar Champions. Primero debe ganar al destino. [Narración y estadísticas (3-0)]
La forma de caer ante el Arsenal es proporcional a dos cosas: la tendencia del Madrid en los últimos partidos y la proporción del rival. Leganés, Real Sociedad y Valencia, con distintos resultados, ya mostraron los problemas de un equipo frágil en defensa, desenfocado en el centro del campo y no siempre enfocado en ataque.
No es el equipo de Mikel Arteta lo mejor de la Premier, pero es un equipo que crece y crece si le dejas jugar. Si los goles no llegaron antes de que Declan Rice activara el cañón, fue gracias a Courtois, brutal en sus intervenciones ante el propio Rice y Martinelli, en el primer tiempo, o de nuevo Martinelli y Merino en el segundo. El Arsenal hizo lo suficiente para golear de cualquier manera.
parábola inverosímil
La pegada de Rice está fuera de catálogo. Ambos goles llegaron de falta, lejanas, y ambos con una potencia y colocación que redujeron a Courtois a su condición humana. Ni un reproche al portero, todo el mérito para el jugador inglés, que recordará este día toda su vida, sea cual sea el desenlace de la eliminatoria. Primero salvó la barrera con una parábola inverosímil; después, colocó en la escuadra.
Ancelotti sabía bien de la febrícula de su equipo y por eso les mandó abrigarse. El Madrid no tiene la temperatura corporal adecuada y el entrenador sacó la mantita al salir al Emirates para cubrir bien todo el centro del campo. En el Bernabéu habrá que quitársela y jugar a pecho descubierto. No quedan días para 'pechos fríos'
La manta era el 4-4-2, en el que Bellingham se situaba en la izquierda y Rodrygo, en la derecha, con claras instrucciones defensivas. Vinicius y Mbappé, pues, compartían el ataque. Las razones de Ancelotti no se debían únicamente a la peligrosidad del Arsenal por las bandas, con Saka y Martinelli, sino a las componendas que tiene que hacer en la defensa desde el principio de temporada. Valverde volvió al lateral derecho y en el izquierdo apareció Alaba, con una venda en un muslo, todavía bajo mínimos. El austriaco conoce el puesto, ya que jugó en esa posición en sus inicios en el Bayern, pero hace ya largo tiempo. Saka lo sometió a un tormento, pero también puede decirse lo mismo de Martinelli ante el uruguayo. El compromiso en las ayudas de Bellingham y Rodrygo no bastaba.
Bellingham, desesperado tras una ocasión perdida.EFE
El cambio de sistema, del 4-3-3 habitual al 4-4-2, cargaba el mensaje: precaución. El Arsenal de Arteta es un equipo de alto ritmo de juego y llegada por las bandas, pero también de compenetración en las jugadas a balón parado, diseñadas por uno de los ayudantes del técnico donostiarra. Cuando lanza un córner, acumula jugadores casi en la línea del portero, como niños que esperan, ansiosos, que se rompa la piñata. El overbooking hizo que Saliba rechazara un centro-chut que había superado a Courtois. Con esa producción ofensiva no tener en el área a Havertz o Gabriel Jesus es un hándicap. Arteta ha pedido a Merino que se convierta en camaleón. Se ha puesto el traje del nueve con goles, también frente al Madrid, el tercero, después de porfiar mucho frente a Courtois.
El Madrid respondió al acoso inicial con posesiones largas, aunque estériles, para bajar las revoluciones al partido. Cuando pudo, corrió, gracias a los robos o pérdidas que abrían un páramo por delante. Ni Vinicius ni Mbappé, sin embargo, encontraron la precisión para batir al español Raya, sin trabajo, pero con sensación de dominar el área en todas sus salidas.
Más desalentador resultó su nula reacción tras los goles del Arsenal, cuando ya no había que abrigarse más, sino destaparse. La excitación del equipo inglés y la mejor gestión de Arteta pudieron generar un resultado todavía más cruel, mientras Camavinga se autoexpulsaba y las soluciones del banco, como Brahim, no aportaban nada, porque el problema no era de nombres, sino de rumbo. Ahora sólo está a tiempo de la épica.
El Real Madrid afronta este año siete competiciones y una temporada de casi doce meses en la que sus futbolistas podrían superar los 70 partidos. El equipo de Carlo Ancelotti comenzó la pretemporada veraniega el pasado lunes 15 de julio y podría disputar su último encuentro del curso el próximo 13 de julio de 2025, cuando se celebrará la final del nuevo Mundial de Clubes. Una campaña única e inabarcable. Por eso, el cuerpo técnico del entrenador italiano, liderado por su asistente e hijo Davide y por el sargento de la preparación física Antonio Pintus, ha tomado una decisión que venían maquinando durante las últimas campañas: aprovecharán los parones de selecciones para dar vacaciones a sus jugadores. Un aspecto "clave", detallan en Valdebebas, en el "plano mental" del vestuario ante un calendario tan cargado.
En el staff de Ancelotti han ido tanteando esta posibilidad desde hace tiempo, especialmente desde el año 2022, con la conquista de la Champions y la disputa del Mundial de Qatar en mitad de la temporada, algo que alteró la preparación física y mental del equipo. Al ver el nuevo calendario de la temporada 2024-2025, no han dudado en crear cinco ventanas de descanso que los futbolistas, si quieren, podrán aprovechar para descansar.
En el fondo, explican fuentes internas, es asumir las rotaciones de otras temporadas, aunque alejando al futbolista de Valdebebas y de la convocatoria de los partidos posteriores al viaje internacional para que desconecte mentalmente. Serán un par de días, tampoco mucho más, pero servirán para que los jugadores que lo necesiten hagan 'clic'.
"El calendario es bestial", admiten desde la ciudad deportiva del conjunto blanco. Y lo es. 38 jornadas de Liga, 8 partidos en la primera liguilla de la Champions, las eliminatorias de octavos, cuartos, semifinales y final si el Madrid avanza, la Supercopa de Europa en Polonia, la Supercopa de España durante la segunda semana de enero en Arabia Saudí, la Copa del Rey desde el fin de semana de Reyes... Y dos competiciones que tienen fecha, pero no sede: la Copa Intercontinental, que hay muchas posibilidades de que se dispute en Oriente Medio a mediados de diciembre, y el Super Mundial de Clubes, que se estrena esta temporada y se celebrará durante un mes en Estados Unidos, entre el 14 de junio y el 13 de julio.
"Necesitan descansar"
"Los jugadores necesitan descansar, necesitan vacaciones", admitió Ancelotti el pasado sábado. Los jugadores que disputaron la Eurocopa y la Copa América apenas tuvieron dos semanas de descanso. Dos semanas de 52 que tiene un año. "Es inviable", admiten en el club. "Pensamos en dar vacaciones individuales a los jugadores. Un jugador puede no jugar una semana e irse a descansar con su familia. Lo pensamos sobre todo por los internacionales, que tienen muy poco descanso. Esos no tienen ni un día de vacaciones. Lo estamos valorando con el equipo médico y con los responsables de la preparación física", detalló el italiano en la sala de prensa.
Esta temporada, los futbolistas tendrán seis parones, cinco por encuentros de selecciones y uno por las vacaciones de Navidad. Los parones serán del 2 al 10 de septiembre, del 7 al 15 de octubre, del 11 al 19 de noviembre, del 17 al 25 de marzo y del 2 al 10 de junio. La pausa navideña, por su parte, tendrá lugar del 22 de diciembre al fin de semana del 6 de enero.
"A partir de 5 días, se nota"
"Todo lo que sean descansos o desconexiones de dos a cuatro días favorecerán a nivel mental y de estrés, sin que haya pérdida significativa de la condición física", explica a este periódico David Antona, preparador físico de deportistas de alto nivel, como Paula Badosa o Willy Hernangómez.
"A partir de los cinco o siete días de inactividad, es cuando se empieza a notar la pérdida de la condición física y cuando habría que recuperar entrenando más a la vuelta", añade. Por esto, la idea de Ancelotti y su cuerpo técnico son descansos breves. Si un jugador brasileño, por ejemplo, termina la concentración con su selección un jueves, podría no acudir a la cita liguera de ese fin de semana y sumarse al grupo el domingo o el lunes, a tiempo para un compromiso de Champions o para preparar el siguiente encuentro doméstico.