Indian Wells
El murciano se deshizo del neerlandés en dos mangas para alcanzar los octavos de final, donde la espera Draper
Carlos Alcaraz parece decidido a anotarse la mayor cantidad de récords de precocidad posible. Este lunes por la noche, sobre la pista central de Indian Wells, sumó otro tras derrotar en dos mangas (7-6 y 6-3) al neerlandés Tallon Griekspoor para meterse en los octavos de final del Masters 1000 californiano. Ya tiene 100 victorias en su cuenta personal con solo 19 años. Nadie, salvo John McEnroe, había llegado a esa marca como profesional en menos partidos. Su racha imparable continúa.
La trayectoria de Alcaraz asusta. A la altura de esa misma marca, Rafa Nadal había perdido cinco partidos más que el murciano y Djokovic once más. Roger Federer aparece mucho más atrás en esa clasificación, con 69 derrotas. Es evidente que el fenómeno de este chico de El Palmar no es normal. Empieza a ganar cada partido con la suficiencia del que lleva toda una vida instalado cómodamente en el circuito profesional.
Su rival de tercera ronda le duró poco más de una hora y media. Y eso que Griekspoor no se lo puso fácil, ni mucho menos. El neerlandés de 26 años firmó un partido convincente, especialmente en la primera manga. Se mostró muy sólido en todas las áreas de su juego, con un nivel de pegada brutal, muy por encima de la velocidad de pelota de su rival y aprovechando sus imprecisiones, con siete errores no forzados en los primeros cinco juegos que mantuvieron apretado el choque. Apenas cedió terreno, apuntándose los primeros juegos sobre su servicio y encarando una sola bola de break en contra. Salió a competir y por momentos dio la sensación de llevar la voz cantante en el encuentro.
A Alcaraz le tocó apretar los dientes y esperar su oportunidad para encontrar una fisura en su rival. Logró salvar su servicio y forzar el 5-5 para empezar a liberar su mejor tenis en el momento decisivo de la manga, que se acabó resolviendo en la muerte súbita. En el desenlace pesó más la maestría del número dos del mundo. Empezó a soltar la derecha y a tirar dejadas de precisión quirúrgica de las que entusiasman a la grada. Steve Nash, el ex base de los Dallas Mavericks, y Larry Elison, el dueño del torneo y fundador de Oracle, aplaudían emocionados.
Una derecha cruzada y profunda puso fin a un primer set entretenido, jugado a una velocidad endiablada. Fue una hora de buen espectáculo que dio paso, de inmediato, al dominio incontestable del jugador más joven en terminar el año como número uno. Griekspoor acusó el golpe de inmediato. Perdió su servicio por primera vez en el segundo juego de la segunda manga y los nervios, reventando una raqueta contra el suelo. Aún así, trató de evitar verse 3-0 abajo. Forzó dos bolas de break sobre el servicio del murciano que al final no pudo convertir. El resto, fue una cuesta abajo, ya con su rival embalado hacia la victoria.
Como los buenos cholistas, el portento español va a partido a partido, sin pensar en las dos metas ilusionantes que puede lograr si gana la final del domingo. Se anotaría su primer Indian Wells, el considerado “quinto grande” de la temporada, y recuperaría el número uno del ranking. “Creo que la parte más importante de mi juego es mantenerme relajado e intentar no pensar en los errores, los puntos, las rondas”, dijo después de su victoria frente a Thanasis Kokkinakis. “Vive el momento, juega el partido y ve por ello. Ese es el objetivo en este torneo para mí”.
Jack Draper, el británico número 56 del mundo, será su próximo rival tras derrotar a Andy Murray en su debut en el desierto californiano.