Premier League
Chelsea 2 – Everton 2
El rival del Real Madrid en los cuartos de la Champions se deja remontar dos veces en Stamford Bridge ante un Everton que pelea por no descender
El Chelsea ha vuelto a las andadas. Tras tres victorias consecutivas, el partido con el Everton en Stamford Bridge parecía la cita perfecta para que el Real Madrid se replanteara la benevolencia de sorteo de cuartos, pero los blues se han dejado remontar dos veces contra un equipo que coquetea con el descenso.
El Chelsea de Graham Potter sigue donde lo dejó Tuchel, en mitad de la tabla y a años luz de los puestos de Champions. De nada parecen haber servido los 329,5 millones que el nuevo propietario del club, el multimillonario norteamericano Todd Boehly, se ha dejado en el mercado de invierno. Ni siquiera tiene la excusa de las lesiones que hipotecaron al equipo en el inicio de temporada. Hasta N’Golo Kanté, quien se lesionó en agosto, volvió ayer por lo menos al banquillo. Se ha perdido 33 partidos y el Mundial de Qatar, pero no se perderá los cuartos contra los blancos. Eso sí, ayer Potter no le dio ni un minuto, con lo que sólo le quedarían tres encuentros de Premier para coger la forma.
Que el Chelsea lograra adelantarse dos veces en el marcador era casi sinónimo de victoria, ya que el Everton no había sido capaz de marcar dos goles en un partido desde antes del Mundial, de ahí su situación.
Joao Félix, quien está llamado a convertirse en la estrella del club a pesar de que aún no hay ni siquiera negociación con el Atleti, delantó a los locales al comienzo de la segunda parte con un disparo desde fuera del área. No sólo su segundo gol en la Premier tras haber huido de las garras de Simeone, sino que hasta ese momento estaba siendo el mejor del partido. Sin embargo el Chelsea, con Thiago Silva lesionado para mes y medio en la grada, es un drama en defensa, y encajó el empate a balón parado en una de las escasísimas ocasiones de los visitantes que apenas llegaban al 30% de posesión.
Sin embargo, apenas siete minutos después Havertz volvía a adelantar a los locales de penalti. Fue entonces cuando Potter decidió mover el banquillo, pero no para darle minutos a Kanté ni a la perla del Shakhtar Mykhaylo Mudryk tras pagar este invierno 70 millones y 30 en variables. Saco del campo a Joao Félix, Kovacic, Fofana y Pulisic. Y en el 89 Simms marcaba su primer gol con el Everton y volvía a dejar en evidencia a la defensa local y lograba un empate agónico, que hizo que hasta los seguidores blues acabaran aplaudiendo a sus rivales.
