Al Atlético le fallan hasta los cimientos: los peores números defensivos de Simeone

Al Atlético le fallan hasta los cimientos: los peores números defensivos de Simeone

Oporto – Atlético (18.45 h.)

Actualizado

Los rojiblancos, que buscan en Oporto continuar en la Europa League, encajan más goles que nunca desde que llegó el Cholo. Sólo Giménez y Savic juntos son garantía

Simeone, entre Joao Félix y Savic, el lunes.Sergio PérezEFE

A nueve puntos del líder en Liga y eliminado prematuramente de la Champions, el Atlético acude a Oporto a jugarse la vida como hace un año, aunque esta vez sea por las migajas de la Europa League. Que quizá en primavera se conviertan en algo más que un consuelo. El caso es tener un asidero al que agarrarse durante el mes largo de parón por el Mundial. Debe ganar este martes (18.45 h.) -o al menos igualar el resultado de un Leverkusen que juega en Brujas- para acabar tercero. Por si acaso, cosas de Simeone y la superstición, se aloja en el mismo hotel, el Hilton Porto Gaia, a la vera de las bodegas. Aunque al Cholo le preocupen más los muchos sudokus por resolver, casi ninguno como la defensa.

Si durante su era hubo una seña de identidad inequívoca fue la la pétrea manera de parapetarse ante los rivales. Hubo tramos en los que meter un gol al Atlético era una tarea titánica hasta para los grandes de Europa. En la temporada 2013/2014, entre el Manchester City, el Barça de Messi y Neymar y el Chelsea sólo le hicieron tres goles en 540 minutos de eliminatorias de Champions, por ejemplo. Dos temporadas después llegó el cénit defensivo del Cholo: encajó 26 goles en 51 partidos, récord de Oblak en Liga (18 en 38 para igualar a Liaño) incluido. El esloveno, fiabilidad infinita, y una pareja de centrales para la historia (Godín-Giménez), eran la clave. Los cimientos.

En los dos últimos partidos, el Atlético ha encajado cinco goles. En los últimos cuatro, siete. No es casualidad, es tendencia desde la temporada pasada, donde se rompió una inercia de solidez casi única. Quitando la primera temporada completa del Cholo, en las otras nueve hasta el 2020 encajó siempre menos de un gol por partido sumando Liga y competición continental. Y nunca más de 40. Pero la fragilidad se hizo gangrena desde el curso pasado, donde el Atlético recibió 43 goles en Liga, 53 en los 48 duelos sumando la Europa.

Taremi, Evanilson…

Esta tarde amenazan el iraní Mehdi Taremi (cuatro goles en los últimos dos partidos de Champions, 11 en lo que va de temporada), Evanilson y el murciano Toni Martínez. El Oporto es tercero en su Liga -también lejos del Benfica-: ya clasificado, buscará el primer puesto del grupo a la espera del posible pinchazo del Brujas. Pero la clave para el Cholo pasa por dos hombres. Con Savic y Giménez, la vida es más sencilla.

Sin ellos juntos, el caos evidente. La primera parte ante en Leverkusen, donde Simeone introdujo a Mario Hermoso para «tener un pase de salida más rápido» y «refrescar», dos goles. Tres fueron el sábado en Cádiz (el primero, en 37 segundos), ante un equipo que había hecho cinco en 11 partidos, cuando fue el uruguayo el que descansó. La defensa con tres centrales, con Witsel retrasando su posición natural, ha parecido siempre peor solución, pese al empeño del técnico.

Tan sencillo (Savic-Giménez), como complicado a la vez. Porque los problemas físicos recurrentes de ambos hacen que necesiten alternativas fiables. No pudieron comparecer juntos hasta el duelo del Pizjuán (portería a cero) y encadenaron siete consecutivos sin respiro. «Su importancia es reconocible. Solo las lesiones nos han privado de los muy buenos defensores que tenemos. Cuando ellos están, nos dan esa seguridad que necesitan los equipos para, a partir de ellos, crecer. Ellos no salen en la foto, pero son los que terminan ganando los partidos: invitan al equipo a jugar cómodo, con calma…», reflexionó el Cholo aquel día. Desde 2015, en 112 partidos formando pareja en el centro de la zaga, apenas 12 derrotas (ni un 11%). Hoy, con las dudas de Morata y Kondogbia (Llorente, Koke y Lemar siguen siendo baja), se deberá encomendar como nunca a su pareja de gladiadores.

kpd