Entrevista
Betis – Atlético de Madrid (16.15 h.)
Como sus amigos Bellerín y Borja Iglesias, el bético se pinta las uñas y rompe con la imagen clásica del futbolista. “Hago lo que me da la gana. A quien le guste, bien. Y a quien no, mala suerte”, reivindica el lateral, que este domingo se mide al Atlético
La entrada de Wikipedia de Aitor Ruibal García (Sallent de Llobregat, 1996) lo sigue definiendo como delantero, pero su realidad en el Real Betis de Manuel Pellegrini está lejos de la vanguardia y del gol. Estuvo cerca de abandonar el club, pero su tesón y su polivalencia le abrieron las puertas de la titularidad.
- ¿Echa de menos ser delantero?
- En ocasiones, sí. Al final, desde pequeño, he jugado siempre ahí. Aunque para mí, en este momento, lo importante es jugar y lo haré donde haga falta.
- ¿La versatilidad es un aprendizaje?
- No. Creo que se lleva dentro. Las ganas de aprender y de mejorar te dan esa capacidad de adaptación.
- ¿Cree que el fútbol que viene será así? ¿Más líquido, menos rígido en sus posiciones?
- No. No lo creo. Creo que es algo circunstancial. Todos los equipos necesitan esa suma de lucha, calidad, garra, actitud, veteranía, frescura… Siempre tiene que haber algunas piezas que sean polivalentes.
- ¿Es la intensidad una manera de compensar el talento?
- La intensidad es cada vez más importante en este deporte. Los jugadores son cada vez mejores, el fútbol es más físico, más de ida y vuelta. Más igualado. La intensidad es la que marca la diferencia. Sin base técnica no llegas, es obvio, pero el carácter es imprescindible para mantenerse en la élite.
- Y de ahí su forma de entender el juego.
- Yo tengo algo muy bueno: el trabajo y la lucha. Por eso me puedo adaptar a muchas posiciones y hacerlo bien. Lo mío es competir.
- ¿La falta de carácter impide llegar lejos en el fútbol?
- Claro. He visto amigos que no han llegado por eso. Pero también es que el fútbol no le gusta a todo el mundo que juega al fútbol, aunque se les dé muy bien.
- ¿Qué es lo más difícil de ser defensa?
- Que debes asumir muchos riesgos. Defender en el área, por ejemplo, hay que medir la agresividad. Yo no tengo la capacidad de un lateral que lleve en esto 20¿Te ha dado tu amigo Héctor Bellerín algún consejo años. Pero intento compensarlo con mi forma física. Me hacen muchos caños, por ejemplo, pero recupero rápido la posición. Soy alocado, porque todavía no estoy acostumbrado a la posición, y a veces se me olvida que no tengo a nadie detrás. Pero bueno, poco a poco. Mejoro día a día.
- ¿Te ha dado tu amigo Héctor Bellerín algún consejo?
- Sí. Muchos. Me he fijado mucho en él. Veo mucho fútbol. Héctor me aportó mucho la pasada temporada. El año pasado no veía claro lo de jugar de lateral
- ¿Se lo dijiste a Pellegrini?
- No. No se lo dije. Pero cuando me tocaba jugar ahí, no se me veía cómodo. No estaba mentalizado. Estaba un poco frustrado. Pensaba: ‘Si he llegado aquí siendo delantero, estando arriba…’ pero luego dices: ‘Qué más te da’. Si el equipo lo necesita, esto es un deporte de equipo y lo que quieres es mejorar y ganar.
- Si tú hicieras la alineación, de qué te pondrías.
- Estoy muy cómodo en el lateral. Quiero pulir esa posición. Me pondría de lateral. Estoy a buen nivel y ya hasta me gusta
- Como has sido extremo mucho tiempo, seguro que tienes algún lateral derecho que te ha amargado. ¿Recuerdas alguno?
- Es que son todos buenísimos. Con todo el mundo con el que te enfrentas a este nivel es muy difícil de encarar. Hay días mejores y peores y ya está. Mendy del Madrid, un animal. Mira Ocampo el otro día, del Cádiz, que no se le ha visto mucho, pero es un jugador brutal. Otro animal. Espectacular. Del 99, además. La gente lo ve fácil en casa. Pero todo el que llega a Primera malo no es.
- El vestuario del Betis transmite armonía y diversión. ¿Cuánta importancia tienen las relaciones personales en los éxitos de este equipo?
- Creo que lo anímico es lo más importante del fútbol. O tienes a los mejores del mundo, o no hay otra forma de construir un equipo ganador. Aquí hay grandes futbolistas, pero no tenemos el presupuesto del Barcelona o del Madrid. El buen rollo en el vestuario es el 70% de cualquier bloque. Si no hay alegría dentro del vestuario, en el campo se nota.
- ¿Nunca has tenido enemistades con compañeros?
- ¿Yo? No. Alguien te puede caer mejor o peor, pero yo soy un tío que se hace con todo el mundo. Que doy lo mejor de mí en lo personal y en lo profesional. Nunca he tenido un problema en el vestuario. En el campo es otra cosa, eh. Sin piques no hay fútbol.
- ¿Qué parte de mérito tiene Pellegrini en tu buen momento?
- Él siempre ha sido sincero conmigo. Me dijo que tenía que aceptar mi rol y que sólo así sería importante para el equipo. Aquí llegué hace tres años como «se queda o no se queda…». Pero hice una buena pretemporada y luego él me da su confianza.
- Hablábamos de intensidad… Hoy te enfrentas a Simeone.
- Es un entrenador que a mí me gusta mucho. La gente competitiva hace grande este deporte. El Cholo lo ha demostrado. Todos los estilos futbolísticos son respetables. A mí me parece genial su forma de pensar y de trabajar. Agradezco que haya entrenadores así en nuestra Liga.
- A qué debe aspirar este Betis.
- No hay que olvidar que hace unos años estaba la cosa muy jodida. Yo llegué al filial, íbamos a ver al primer equipo, y estaba muy mal. No hay que correr. Estamos bien, pero queremos más. Hemos tenido un bache, pero aún así hemos sumado puntos. Ni estando mal hemos perdido.
- Tienes un concepto muy emocional de este deporte.
- Eso lo aprendí de mi abuelo. Yo era infantil aún. Me quería un equipo de Barcelona y tenía que ir a entrenar con ellos, pero yo no tenía ganas, quería quedarme jugando con mis amigos. Se lo confesé a mi madre y se lo escondí a mi abuelo, que se tomaba muy en serio esto del fútbol. Un día, a la hora del entreno, llegó mi abuelo a casa y me pilló con la Play con un amigo y me echó una bronca… pero una bronca… que si a ti no te gusta el fútbol… puf…
- Él tiene la culpa de que estés aquí.
- Sí. Aquello me vino muy bien. A veces te tienen que recordar lo que te gusta. Él, en los momentos malos, me dio ese empujón. Cuando di el salto del juvenil tenía que hacer 65 kilómetros de ida y otros tanto de vuelta para jugar con el Cornellá. Si no llega a ser por él, que me llevaba, hubiera sido imposible ir a entrenar.
- ¿Vive tu abuelo?
- No.
- ¿Cómo se llamaba?
- Rodrigo.
- ¿Te llegó a ver como futbolista profesional?
- Mi abuelo murió dos meses antes de mi debut en mi Primera División
- ¿Por qué llevas las uñas pintadas?
- Por ningún motivo. Hago lo que me da la gana y lo que siento en cada momento. A quien le guste bien, y a quien no, mala suerte.
- Borja Iglesias, Héctor Bellerín y tú parecéis futbolistas un poco infrecuentes.
- Hacemos lo que nos apetece en cada momento de nuestra vida. Sin dar explicaciones a nadie y sin faltar el respeto a nadie. Sin juzgar a otros futbolistas porque se parezcan al típico futbolista. Creo que son etapas de tu vida que tienes que vivir.
- ¿Y si jugaras tu próximo partido de delantero?
- Uf… Llevo tanto tiempo sin tener esa sensación…
- ¿Cómo celebrarías el gol?
- Ya es que ni me acuerdo… Me gustaría dedicárselos a mi novia, a mi prometida.
- ¿Te casas?
- En 2024. Con paciencia, tampoco hay prisa.