Acroyoga, nueve horas de piscina y precisión quirúrgica para realizar el mejor Mundial de natación artística de la historia española

Acroyoga, nueve horas de piscina y precisión quirúrgica para realizar el mejor Mundial de natación artística de la historia española

Dennis González se abrazaba a su entrenadora Anna Vega tras obtener 193,03 puntos en la final de solo libre. El joven nadador español, de apenas 19 años, había cambiado el ejercicio de la semifinal, en la que había quedado cuarto, añadiéndole dificultad para poder luchar por las medallas. “Es algo que habíamos practicado y ellos estaban preparados sin darse cuenta”, explica a EL MUNDO, Anna Vega.

Ese, “sin darse cuenta”, es clave en la nueva España de la seleccionadora nacional, Mayuko Fujiki, la que fuera mano derecha de Anna Tarrés. “Hemos sufrido para crear rutinas sin perder dificultad, pero manteniendo nuestro estilo”, define la seleccionadora a este periódico desde su habitación en Fukuoka donde su equipo había hecho historia.

Sin grandes solistas como Gemma Mengual, hoy en el equipo técnico de la selección, Andrea Fuentes u Ona Carbonell, España ha tenido el triunfo más coral de su historia. La selección ha obtenido 6 medallas, tres de ellas de oro (Fernando Díaz del Río en solo técnico, Dennis González en solo libre y también en rutina técnica por equipos), una plata (Emma García y Dennis González en dúo técnico mixto) y dos bronces (Iris Tió en solo técnico y en dúo técnico, haciendo pareja con Alisa Ozhogina).

¿Cómo han conseguido el mayor éxito de la natación artística española de la historia? “España necesitaba deportistas jóvenes para crecer juntos”, revela Mayuko, ‘Mayu’, sobre su vuelta a nuestra selección tras un exitoso paso por China. “No queríamos resultados rápidos, cuanto mayor es el tiempo juntos mayor es la sincronización”, apostilla.

Las perspectivas españolas estaban enfocadas en París 2024 o, incluso, Los Ángeles 2028. Sin embargo, muchos de estos jóvenes han explotado antes, especialmente los chicos quienes, por desgracia, no podrán tener presencia en los Juegos Olímpicos ya que sus disciplinas no están contempladas en ellos.

De hecho, de las seis medallas en estos mundiales, solo tres han sido en disciplinas olímpicas la de rutina técnica por equipos, la del dúo técnico y el sólo técnico, estas dos últimas con Iris Tió como gran promesa. “Iris está creciendo para convertirse en estrella, sus predecesores tardaron también casi 10 años”, cuenta Fujiki y desgranaba la evolución de Gemma Mengual que obtuvo su primer y único oro con 32 años.

Iris Tió y Alisa Ozhogina en el dúo.KIYOSHI OTAEFE

Otra de las claves es el entrenamiento. Más duro, más físico, más específico y adaptado a las nuevas normas. “Vivimos en el agua”, comienza Fujiki sobre el tiempo que pasan en la piscina, entre ocho y nueve horas diarias, para luego detallar cómo se han centrado en la “técnica” de los nadadores jóvenes para conseguir mecanizar sus movimientos.

Por último, sabiendo que la parte puramente artística del combinado español es su punto fuerte, han realizado muchos ejercicios de ‘acroyoga’ (una fusión entre acrobacias y yoga) para orientar los ejercicios y su dificultad a las nuevas categorías olímpicas, como la Acrobatic, que implican siete salidas del agua durante la rutina, y en la que las nadadoras tienen que formar una base para que una de sus compañeras realicen una pirueta fuera del agua. “Practicamos mucho acroyoga en el confinamiento, al no tener agua”, revela Fujiki.

La última clave y, quizás más importante, es la adaptación al nuevo reglamento de la natación artística aprobado por la Federación Internacional de Natación (FINA) hace tan sólo unos meses. Este nuevo reglamento, a priori, “lo hemos sufrido bastante porque favorece a equipos menos artísticos”, apunta la seleccionadora nacional.

Se trata de un modelo de puntuación más objetivo y menos creativo, donde se puntúan movimientos predefinidos y, donde radica la clave de todo, penaliza mucho más el fallo. “Trabajamos con la mentalidad de arriesgar porque queremos ser punteros en el deporte y porque tenemos mucho talento en el agua y somos muy ambiciosos fuera”, cuenta la preparadora Anna Vega.

Vega habla de “apostar por la dificultad pero sabiendo a dónde pueden llegar los deportistas sin fallar”. Para afinar tanto, España se ha pasado probando estas nuevas rutinas y haciendo pruebas piloto en todos los preliminares que ha habido antes del Mundial. Así, cuando ha llegado la gran cita, sólo tenían que poner en práctica lo que habían probado previamente.

Dennis González en la final de solo libre.Szilard KoszticsakEFE

Cuando Dennis González se abrazaba a Anna con sus 193 puntos, aún quedaban dos nadadores por salir. El último era el gran favorito, el estadounidense Kenneth Gaudet, quien, además, había llegado a la final con el mejor ejercicio. Cuando terminó Gaudet, la delegación norteamericana saltaba de alegría mientras el joven nadador se dirigía a esperar su nota al típico sofá. Un minuto, dos, la nota no salía. Los jueces observaron en el video review que el nadador había tenido un fallo. Esa pequeña equivocación le costó no solo el oro, también la plata.

Esfuerzo, arte y precisión quirúrgica, España tiene receta para su resurrección. Veremos si la consolidan en Doha en 2024 y se ganan el billete a París y vuelven a marcar la agenda en la artística. “No tenemos una estrella, pero tenemos un gran equipo con grandes nadadoras fuertes, flexibles… tenemos mucha variedad. Aunque también estamos en el punto de crear una solista importante”, avisa Fujiki.

kpd