Tiene bigote, hace tazas y cuencos de cerámica en su tiempo libre, está empezando a pintar y a la vez marca goles. Muchos. Abdón Prats (Artá, 1992), sobrino del exportero Toni Prats, está a 17 goles de igualar a Samuel Eto’o como máximo goleador en la historia del Mallorca, donde es un icono, por fútbol y por apariencia, con los niños de Palma pintándose un bigote en su honor. Esta noche recibe en su casa al Real Madrid, admitiendo en EL MUNDO que el fútbol «se ha igualado mucho» a pesar de los fichajes de los grandes.
- En la última visita del Madrid a Mallorca, los aficionados se pusieron miles de caretas con su cara. Es usted un ídolo.
- Es que todo lo que he vivido aquí… Es como una relación de amor. Siendo de aquí, cuando las cosas salen bien es como algo mágico.
- ¿Se sufre más?
- Yo creo que sí. Ahora con 31 años ya intento que no se me note, pero sí que se pasa mal. El club es como un miembro de tu familia, lo cuidas como si fuera tuyo.
- Ha pasado de jugar en Segunda B a una final de Copa. Todo con el Mallorca y con su compañero Raíllo.
- A veces lo hablamos. Es que es una locura. Al final hay una relación más allá de ser compañeros, por todo lo vivido también fuera del fútbol. Es un gran líder y tiene un gran poso después de tantos años.
- Pasar de Segunda B a Primera, ser estrella en su pueblo… ¿Todo eso le ha cambiado como persona?
- Creo que sigo siendo el mismo en cuanto a humildad y personalidad. Tengo los pies en el suelo y no me he venido arriba. Futbolísticamente, el Abdón de antes no tiene nada que ver con el de ahora.
- ¿Ha habido alguna persona que le haya dicho “Abdón, por aquí sí, por aquí no”?
- He sido muy intuitivo y he sabido hasta dónde estirar el chicle. A veces he estado a punto de caerme y de irme a otros países, pero me volví a encarrilar. Mi madre siempre me ha apoyado, junto a mis abuelos, que también me avisaban si me confundía y veían que mi carrera podía peligrar.
- ¿Cómo era un día en su infancia?
- Mi madre siempre ha tenido un restaurante en Artá y yo desde bien pequeño ya tiraba muchos vasos con el balón. Hay clientes que 30 años después se lo recuerdan. Pasaba muchas horas ahí y en la plaza. Y luego los fines de semana mi abuelo, que era taxista, me llevaba a los partidos. Me lo han dado prácticamente todo. Pasaba con ellos todo el fin de semana.
- He leído que le gusta la cerámica.
- Tengo la casa llena de tazas, platos y cuencos. Todos hechos por mí. Hacer cerámica me ayuda a evadirme y a relajarme. Quiero poner un pequeño estudio en mi casa y el día de mañana pues ir haciendo más cosas.
- Y pintar.
- Algo he pintado, pero cosas sencillas (risas). Cuando monte el estudio de cerámica, empezaré a pintar en serio.
- Hablando de la familia y de fútbol. Su tío es Toni Prats, exportero del Betis.
- Fue una persona fundamental para mí que también me ha dado todo. Me ha cuidado cuando lo ha tenido que hacer. De pequeño, cuando iba a Sevilla, que él estaba en el Betis, yo remataba los centros de Joaquín y él se ponía de portero. Las faltas con Assunçao, estuve con Denilson tirando a puerta… La recuerdo como una época increíble siendo un niño. Era la hostia. El otro día encontré las botas que me regaló Denilson, unas Nike Mercurial doradas, son una reliquia.
- Pero su ídolo era Eto’o.
- Sí. A ver, no he tenido un ídolo en concreto. Siempre me han gustado los delanteros goleadores, Ronaldo Nazario, Higuaín cuando estaba en el Madrid… Me he fijado en muchos. Aduriz, por ejemplo, era un monstruo.
- Hábleme del Mallorca. Se ha ido Aguirre y ha llegado Arrasate.
- Jagoba es una persona súper humilde y trabajadora, así que con ganas de ver cómo crece el Mallorca con él. Tenemos ganas. Estamos a muerte con con él.
- Ahora reciben al Madrid, con Mbappé como gran fichaje. ¿La brecha con los grandes ha crecido o la presencia de equipos como Osasuna y Mallorca en las finales de Copa es un ejemplo de mayor igualdad?
- El fútbol ha cambiado mucho físicamente, se ha igualado todo mucho. Ya no hay tantas diferencias entre los jugadores. Ya no hay una estrella que despunte con diferencia sobre el segundo y al final eso se nota. Y cuando tu trabajas en equipo pues tienes más opciones de ganar a los grandes que hace 5 o 10 años. De eso se trata, que haya emoción y que el fútbol español se vuelva a colocar como la liga más seguida.
- ¿El bigote se lo afeitará cuando te retires?
- A veces lo pienso… Creo que es una cosa que ya va conmigo y que va a ser difícil quitar, eh. Me costaría verme en el espejo sin él. Es una cosa que me hace gracia, cuando veo a algunos niños con el bigote pintado. Es algo icónico, ¿no? Se nota el cariño que la gente me tiene y eso es algo muy importante para un jugador que es de la casa.