ATP 250 de Brisbane
El australiano, excelente, se impuso por 5-7, 7-6 (6) y 6-3, después de tres horas y 26 minutos. El español sufrió algunos problemas físicos que no revistieron importancia.
El paso de Rafael Nadal por Brisbane finalizó de un modo inesperado. En su regreso a las canchas después de casi un año ausente, el ganador de 22 títulos del Grand Slam cayó frente a Jordan Thompson tras contar con tres match points en el segundo parcial. Más entero en el desenlace de un partido largo e intenso, el australiano se impuso por 5-7, 7-6 (6) y 6-3, en tres horas y 26 minutos. Lo más preocupante no fue la derrota, sino que el ex número 1 del mundo se resintió de sus problemas físicos y abandonó la pista, ya 4-1 abajo en el tercer parcial, para ser atendido por el fisioterapeuta del torneo.
En principio no pareció tratarse de nada grave, pues regresó a la cancha y ganó su servicio en blanco. Pero el break logrado por el australiano en el cuarto juego de ese tercer set fue suficiente bagaje para que se hiciera con el triunfo más importante de su carrera.Thompson se enfrentará a Grigor Dimitrov en la segunda semifinal. La primera la protagonizarán Holger Rune y Roman Saffiulin.
Si algo le faltaba a Nadal en su regreso a las pistas era enfrentarse a dificultades como las que este viernes le planteó Thompson, el primer jugador capaz de romperle el servicio en el torneo y el que más le aproximó a la realidad del circuito. Es por ello que la derrota del español, la novena en su trayectoria tras gozar de bola de partido, no tiene demasiada importancia a estas alturas de su regreso. Le faltan aún confianza y tono físico, algo lógico con sólo tres partidos en su raqueta.
El de Sidney, 55º del mundo, es un tenista de clase media que responde en buena medida al estereotipo del jugador de su país. Saca bien, tiene el swing corto, apropiado para este tipo de superficies, apura con el resto y no le hace ascos a acercarse por la cinta. Fue así como caminó hasta situarse 4-3 y servicio con bolas nuevas en el primer parcial, trance dilapidado lastimosamente con un juego horrible a continuación.
Buen comienzo de Nadal
Nadal encadenó 11 primeros servicios consecutivos de entrada, en la espectacular línea que suscribió en el encuentro ante Thiem, pero poco a poco fue perdiendo efectividad con su saque y llegó a sufrir mucho con el segundo. Después del austriaco, todo un campeón del Abierto de Estados Unidos hoy devaluado debido a una grave lesión de muñeca hasta caer al puesto 98º del ránking, y de Jason Kubler, 102º, Thompson, 29 años, hizo honor a su mejor cualificación, aunque tardó en responder en las situaciones importantes, como también había sido el duodécimo juego, cuando le tocó servir para llegar al desempate.
El tie break y, consiguientemente, el partido parecían en manos de Nadal, afinado en el passig shot y sin daños físicos aparentes tras tocarse la zona de la ingle y mirar a Rafael Maymó, su recuperador, tras el undécimo juego y el paso posterior por el vestuario, ya en el tercer set. Resiliente, Thompson jugó sus bazas con valentía y salvó otros dos match points para llevar el duelo al tercer parcial. Fue allí, donde, constante y atrevido, encontró su recompensa.
El 14 veces campeón de Roland Garros devolvió a sus seguidores la combatividad que le ha distinguido siempre, que llegó a hacer pensar, incluso en la delicada situación a que se vio abocado en el tramo final, que aún sería capaz de dar la vuelta al encuentro. Tras lo acontecido, y pese a quedarse en cuartos, caben pocas dudas de que Nadal ha vuelto.Y que si no se producen contrariedades físicas, encontrará más pronto que tarde una versión estimable de sí mismo.
