Virginia Martínez, presidenta de la Arandina: “No fue justo que se nos asociara con los condenados”

Abogada madrileña y concejala por el PP en el Ayuntamiento de Aranda, suma ya tres años al frente del club burgalés, que el jueves se mide al Cádiz en la segunda ronda de la Copa del Rey.

Virginia Martínez (Madrid, 1988) apenas duerme cinco horas diarias, pero estas semanas aún anda con más ajetreo que de costumbre. A su labor como abogada y como jefa de la oposición en el Ayuntamiento de Aranda, ahora tiene que añadir toda la logística del partido de Copa ante el Cádiz. «La gente me para por la calle para decirme que van a venir familiares a pasar el puente y para preguntarme si quedan entradas», asegura, en conversación telefónica con EL MUNDO, sobre la histórica cita del jueves.

Las únicas presidentas en clubes de Primera son Lay Hoon Chan, en el Valencia y Marián Mouriño, en el Celta. ¿El modo de trabajar en Mestalla y Balaídos le sirve de inspiración?

La Arandina es un club modesto que se está profesionalizando en torno al primer equipo, pero en la práctica somos un grupo de personas que colaboramos en cualquier ámbito. Como presidenta me dedico a la labor representativa y a mucha labor de gestión, por lo que siempre baso mi trabajo en el día a día. En cuanto a lo que me preguntas, no he tenido un referente específico, sino que me he dedicado a trabajar y a sacar el club adelante. Llegamos en agosto de 2020, en plena pandemia y desde entonces nos hemos centrado en una labor sincera de trabajo diario, aunque también teniendo un proyecto a medio y largo plazo.

Usted es una reconocida seguidora del Real Madrid. ¿Cree que el fútbol español está preparado para que una mujer que sea presidenta del club blanco?

Ahora mismo, Florentino Pérez es el presidente que necesita el Madrid, pero ¿por qué no? Si una persona está preparada en cuanto gestión y en cuanto a todo lo que supone presidir un club de esa dimensión, claro que podría serlo, independientemente de su género.

¿El fútbol sigue siendo un reducto para conductas machistas?

Creo que las personas machistas lo son en todos los ámbitos de su vida. El fútbol no es un deporte machista, sino el que más aficionados atrae. Así que dentro de toda esa gente, solamente por una cuestión estadística, seguro que hay machistas.

¿Qué le pareció el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso?

Lo calificaría como desacertado. Como presidente, el primer mandato es mantener es la institucionalidad que implica el cargo, en este caso el de la selección dentro un Mundial. En un momento así no hay que dejarse llevar por las emociones.

¿Ha entendido las reivindicaciones de las internacionales españolas?

Siempre hay que apostar por la igualdad, pero claro, la igualdad tiene que ser tanto en lo bueno como en lo queda por conseguir. El fútbol femenino es algo que, por supuesto, hay que potenciar desde la administración y desde las instituciones federativas. Creo que estamos en buen camino en cuanto a ese apoyo y a esa profesionalización que se requiere.

Sólo han pasado siete meses desde que fue elegida como concejal en el Ayuntamiento de Aranda. ¿Cómo nació su vocación política?

Siempre me ha atrajó la política, por la función que desempeña dentro de la sociedad. Solamente si das el paso y te implicas puedes hacer algo por los demás. Desde el Partido Popular se me propuso esa oportunidad y me siento muy orgullosa, porque en el ámbito municipal puedo ver de cerca las inquietudes de los ciudadanos y hacer cosas por ellos. Aunque he de decirte que también me gusta la alta política.

Estoy muy orgullosa de mi labor en el Ayuntamiento, pero también me gusta la alta política

¿Quiénes son sus referentes en la esfera política?

En el PP tenemos grandes figuras. Ahora, Alberto Núñez Feijóo, como líder del partido, es un referente para todos los militantes. Y después, nuestros presidentes autonómicos, como Alfonso Fernández Mañueco y, por supuesto Isabel Díaz Ayuso o Juanma Moreno. En Burgos tenemos a un PP con mucha experiencia y con mucha empatía con quienes colaboramos, como demuestra Borja Suárez, el presidente provincial. También me quiero olvidar de Raquel González, que fue alcaldesa de Aranda durante 12 años y que ahora es senadora en Madrid, desde donde realiza una magnífica labor por nuestra provincia.

Vivimos un clima de polarización extrema, con demasiado ruido a todos los niveles. En una ciudad de 33.000 habitantes, donde la mayoría se conoce por la calle, ¿has vivido algún episodio fruto de la crispación?

En Aranda, el fútbol ha quedado totalmente al margen de cualquier cuestión política. Cuando nuestros socios y abonados acuden al Estadio Juan Carlos Higuero a disfrutar de los partidos, lo hacen pendientes únicamente de lo que sucede sobre el césped.

El pasado 26 de abril ingresaron en prisión dos ex futbolistas de la Arandina condenados por agresión sexual. ¿El club se ha puesto en contacto con ellos?

Es un tema zanjado para el club desde el momento en que esos jugadores dejaron de pertenecer a su disciplina, así que no ha habido ningún vínculo con ellos. Creo que en su día nos perjudicó que nos asociaran con ese caso, porque en cualquier empresa puede haber alguien que se salte un semáforo o cometa un delito. No por ello debería verse asociado ese caso al nombre de un club sin ánimo de lucro como el nuestro. Creemos que no fue justo, pero bueno, también entendemos la relevancia y la repercusión de unos actos que tuvieron una gravedad considerable y que finalmente fueron condenados por sentencia firme en el Tribunal Supremo.

En 2019, uno de los condenados aseguró en una entrevista con EL MUNDO que habían sido simples “cabezas de turco”. ¿Hubo algún interés para que este caso sirviese escarmiento?

Es una cuestión que sólo se debe valorar judicialmente. Desconozco el fondo del asunto para manifestarme en un sentido o en otro. No puedo dar una respuesta porque ha sido un tema ajeno al club.

Hace un mes, los futbolistas de la Arandina renunciaron a jugar el primer minuto de su partido de Copa como protesta por los impagos. ¿Cómo piensan resolver este problema?

La parte más sustancial de nuestros ingresos proviene de subvenciones. Tenemos la suerte de que el Ayuntamiento nos ayuda, pero las subvenciones federativas nunca llegan en bloque, dado que cada una lleva una tramitación, y eso nos ha generado problemas de liquidez. No es una cuestión de que no vayan a llegar o de que nos hayamos comprometido por encima de nuestras posibilidades, sino de tiempos. Comprendemos las necesidades económicas de nuestros jugadores, como las de cualquier trabajador. Y por supuesto que apoyamos cualquier acción para hacer valer sus derechos. Sin embargo, en este caso se trata de un problema temporal.

Hay una parte de la afición, vinculada con algunos directivos que dejaron la Arandina, que considera que tu pareja, Paco Galán, es quien realmente lleva la voz cantante en el club.

Ahora mismo, en la Arandina trabajamos un grupo de unas 30 personas. Todos los lunes nos reunimos a las ocho de la tarde, durante dos o incluso tres horas, en las que hablamos y debatimos sobre la situación del club. Paco ha sido el portavoz y ha realizado una labor muy complicada, que creo que debería ser reconocida, por el sacrificio que ha podido acarrear.

De las tres actividades que compagina, ¿cuál es la que más satisface?

Cada una tiene sus momentos, pero al final lo te hace seguir es ver a los niños jugando los partidos, ver. Tras estos siete meses estoy muy satisfecha de lo que ocurre en el Ayuntamiento, porque las cuestiones del partido me interesan muchísimo. Es el día a día lo que te hace feliz. Y, sobre todo, compartirlo con las personas que, como te decía al principio sin ellas sería incapaz de coordinarlo todo. Los colaboradores y compañeros, dentro de mi profesión, del Partido Popular y de la Arandina, que para mí son pilares esenciales.

¿Cómo es un día en la vida de Virginia Martínez?

Me suelo despertar alrededor de las seis de la mañana. A primera hora es cuando más capacidad de trabajo tengo y cuando más aprovecho el tiempo. En el despacho me dedico a mi labor específica de abogada, mientras alterno los temas de administración y gestión del club, el papeleo de cuestiones importantes, como las subvenciones o algunos contratos. Ese trabajo, digamos, de despacho, lo desarrollo en función de mi agenda a lo largo del día. Sigo por la tarde y noche, así que debo admitir que descanso poco, sí.