Johnson, que tenía 29 años y jugaba para los Nottingham Panthers, chocó con otro jugador y sufrió un corte en el cuello con una cuchilla del patín
Adam Johnson, en un partido con los Penguins en Ohio, en 2017.AP
El ex jugador de la NHL Adam Johnson falleció después de lo que la Liga Elite de Hockey sobre Hielo de Inglaterra calificó como un “accidente inusual” durante un partido ayer sábado.
Johnson, que tenía 29 años y jugaba para los Nottingham Panthers, chocó con otro jugador y sufrió un corte en el cuello por una cuchilla del patín durante el segundo período de un partido en el Utilita Arena de Sheffield. Recibió tratamiento de emergencia en la pista y fue llevado al Hospital General del Norte de Sheffield.
Los árbitros detuvieron el juego y pidieron a los aficionados que abandonaran el edificio debido a lo que los Panthers anunciaron como una “emergencia médica importante”.
“Los Nottingham Panthers están realmente devastados al anunciar que Adam Johnson falleció trágicamente después de un accidente inusual en el partido en Sheffield anoche”, dijo el equipo el domingo por la mañana.
“Los Panthers desean enviar sus condolencias a la familia de Adam, a su pareja y a todos sus amigos en este momento extremadamente difícil. Todos en el club, incluidos los jugadores, el personal, la dirección y la propiedad, están desolados por la noticia del fallecimiento de Adam”.
Johnson, nacido en Grand Rapids, Minnesota, anotó un gol y proporcionó tres asistencias como delantero en 13 partidos con los Penguins en dos temporadas, de 2018 a 2020.
“Los Pittsburgh Penguins se unen al mundo del hockey para lamentar la pérdida de Adam Johnson, cuya vida terminó trágicamente demasiado pronto”, dijo el equipo en un comunicado. “Ofrecemos nuestras más profundas condolencias a la familia y amigos de Adam, así como a todos sus compañeros y entrenadores pasados y presentes. Adam siempre será parte de la familia de los Penguins. Fue un honor para nosotros verlo cumplir su sueño de jugar en la Liga Nacional de Hockey”.
La NHL emitió la siguiente declaración: “La familia de la Liga Nacional de Hockey lamenta el fallecimiento del ex jugador de los Pittsburgh Penguins, Adam Johnson. Nuestras oraciones y condolencias más sinceras van para su familia, amigos y compañeros de equipo”.
La brasileña Rayssa Leal hizo historia este domingo en París. Con sólo 16 años, logró el bronce en el skateboarding, modalidad de calle, y se convirtió en la deportista más joven en ganar dos medallas en dos ediciones diferentes de unos Juegos Olímpicos, ya que en Tokio en 2021, cuando apenas tenía 13 años, se alzó con la plata.
Pero, tras cumplir con los deberes deportivos, este prodigio mundial de precocidad asegura que no va a poder alargarse mucho en la celebración porque tiene tarea pendiente en el calendario: en agosto regresa a sus clases de instituto.
Natural de Imperatriz, una ciudad del estado de Maranhao (uno de los más humildes de Brasil), Rayssa conserva la naturalidad y la insolencia de una adolescente de 16 años. Por eso, cuando fue cuestionada sobre qué hará estas próximas semanas, respondió: "Claro que lo voy a celebrar, pero ya en agosto tengo que volver a las clases, ¿por qué me has hecho esa pregunta?".
Muy nerviosa en la final femenina, fue a remolque toda la competición, hasta que en el truco final se sacó de la manga una virguería que la aupó in extremis al tercer lugar.
"Fue, sin duda, el campeonato en el que estuve más nerviosa. Ya sabía todo lo que tenía que hacer, lo había entrenado, pero terminé equivocándome en dos movimientos sencillos", constató la brasileña.
A pesar de ello rompió un récord mundial de precocidad que estaba en manos de la saltadora de trampolín estadounidense Dorothy Poynton-Hill en Amsterdam-1928 y Los Ángeles-1932. Rayssa se puso dos medallas en dos diferentes ediciones (Tokio-2021, una plata y el bronce de hoy) con solo 16 años.
Con una cruz de cristo colgada en su cuello y varios pendientes en sus orejas, reconoció que los tres años que pasaron desde Tokio a París tuvo que crecer, no solo físicamente (unos 10 centímetros), sino mentalmente, al ser consciente más de la presión.
"En un año entendí el precio de una medalla olímpica. Me estuve exigiendo más de la cuenta al darme cuenta de lo que son unos Juegos, pero al final todo fue bien", detalló.
Fadinha, apodo con el que se la conoce por el tutú de hada que usaba cuando se viralizó un vídeo de ella haciendo una virguería en skate con solo 7 años, desveló lo que hizo en la pista en los peores momentos que pasó hoy, cuando no sabía si su puntuación iba a ser suficiente para el podio.
"Me puse en los auriculares Amor Puro, de Djavan, Mudar para quê, de Os Nonatos y músicas de Zezé di Camargo y Luciano", señaló, mientras mostraba la playlist en su teléfono móvil.
¿Un consejo de Rayssa para los numerosos jóvenes brasileños que pasan dificultades sociales y económicas? "Independientemente de si quieres seguir una carrera deportista o profesional lo mejor es tener la capacidad de soñar y darlo todo".
En una pista de La Concordia que se asemejó a un mini-Maracaná por los miles de hinchas brasileños en las gradas, Fadinha aseguró sentirse "en casa".
"Parece que estaba en Río de Janeiro, en la semifinal tuve un poco de presión, no de la mala, pero presión porque quería que todos los que estaban aquí lo celebrasen por todo lo alto", concluyó.
Fútbol femenino
Nations League
INMA LIDÓN
@inma_lidon
Valencia
Actualizado Lunes,
11
diciembre
2023
-
13:35Ver 1 comentarioJugará con la condición de local toda la fase...
Al Madrid se le hizo de noche en Cornellá. Por las horas y por las sensaciones. El conjunto blanco cayó derrotado ante un heroico Espanyol, infatigable en el esfuerzo y extenuante en su única arrancada hacia el gol inesperado de Carlos Romero. Los blancos, de menos a más, se estrellaron una y otra vez contra Joan García y pecaron, erráticos al final, de una primera parte muy espesa. [Narración y estadísticas (1-0)]
En la agonía del calendario, el cuadro de Carlo Ancelotti encontró en Cornellá una pausa en su camino. Acelerado en enero por las cinco victorias consecutivas después del drama en el clásico de Arabia Saudí, dio un pequeño paso atrás ante el Espanyol.
Celebrando el regreso liguero de Vinicius, el técnico italiano juntó de nuevo a su cuarteto de estrellas en ataque. Pero Bellingham, Rodrygo y Mbappé, a más durante las últimas semanas, estuvieron tibios en Barcelona. Unidos los cuatro en la delantera, el equipo volvió a sufrir en su sala de máquinas, dominada por Valverde y Ceballos, pero sin ideas en tres cuartos de campo, chocando continuamente contra el doble muro construido por Manolo González.
Rüdiger, lesionado
Los blancos buscaron demasiado el juego entre líneas, deseando más la virtud del talento individual que la creación de una jugada colectiva para superar la defensa rival. Y apenas tiró a puerta. Su único disparo entre los tres palos durante el primer tiempo lo realizó Bellingham en el minuto 38. Un dato que explica la noche madridista.
Antes, Vinicius batió a Joan García con un buen disparo al lado izquierdo del meta, pero Muñiz Ruiz anuló el tanto por falta de Mbappé sobre Lozano. El galo, a un par de metros del brasileño, forcejeó con el blanquiazul y terminó soltando el brazo ante su rival. Sin dudas para el colegiado.
Sin goles, la noticia dramática para el Madrid fue la lesión de Rüdiger, una situación que se prometía desde hacía semanas teniendo en cuenta la excesiva acumulación de minutos del central. A sus 31 años, es el futbolista más usado por Ancelotti y sólo había descansado en Copa del Rey. En el minuto 13 no pudo más, se echó la mano a la parte posterior del muslo derecho y pidió el cambio. Alarma absoluta en el cuerpo técnico a sólo 10 días de la ida contra el Manchester City.
Mbappé dispara anet Joan García, el sábado en Cornellá.AFP
En su lugar saltó Asencio, y no Alaba, para formar pareja con un Tchouaméni que repitió como central y que dejó las mismas sensaciones extrañas de otros días. En un Madrid que domina pero que también pierde muchos balones en área rival, el galo es quizás demasiado lento para jugar a campo abierto, sufre ante los delanteros. Por contra, Asencio brilla en esas situaciones. Veremos qué elige Ancelotti para Manchester.
Tras el descanso, el Madrid hundió todavía más al Espanyol sobre su portería y acarició el área en más ocasiones. A los locales les empezaron a faltar las piernas y el oxígeno, tanto en defensa como en los tímidos intentos de contraatacar, pero consiguieron mantenerse vivos hasta el tramo final. Ancelotti inclinó su ataque sobre el lado derecho, dando protagonismo al buen momento de Rodrygo. El brasileño, una vez más, fue el mejor de los blancos. Volvió loco a Romero, zigzagueó en diferentes ocasiones y fue la única chispa que notó el Madrid en el segundo tiempo.
Romero, al filo de la roja
Desde ese lado derecho llegaron las mejores oportunidades de los blancos, aunque siempre se encontraron con Joan García. Bellingham, con la zurda desde el pico derecho, hizo esforzarse al portero, que salvó también el disparo de Mbappé tras el rechace. Atrás, Tchouaméni seguía sufriendo. Erró varios cruces a campo abierto y casi le da algún susto a sus compañeros y algún regalo a sus rivales, pero tampoco estuvieron acertados.
En los últimos 20 minutos, el Madrid acumuló toda su energía y todas sus ganas posibles ante la portería de Joan García. Pidió la expulsión de Romero por una entrada a Mbappé y lo intentaron de nuevo Bellingham, Rodrygo y el francés, también Vinicius, más centrado en el asedio final. Pero de nuevo, el guardameta voló.
Y como el fútbol es así, en el único gramo de fuerza que les quedaba, con el último aliento de oxígeno de sus pulmones, el Espanyol se inventó un gol que les eleva por el momento, lejos del descenso. Los catalanes arrancaron una contra tras una falta lateral de Modric, los de Ancelotti se durmieron en la transición, El Hilali llegó a línea de fondo y su centro lo remató de primeras Carlos Romero para enloquecer Cornellá.
Y ahora, derbi madrileño con un punto de distancia.