Victoria del espíritu en el partido que quería Simeone: “Me pone contento que los niños vayan el lunes al cole con la camiseta del Atlético”

Victoria del espíritu en el partido que quería Simeone: "Me pone contento que los niños vayan el lunes al cole con la camiseta del Atlético"

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Simeone gana la batalla táctica a Ancelotti castigando las bandas y engrandece la figura de Morata, bigoleador el domingo

Simeone, nervioso, da indicaciones en el derbi.Rodrigo JimenezEFE

Entraba Gustavo López con las hijas pequeñas de Simeone a la rueda de prensa de su padre. Era un día de celebración y las pequeñas corrían revoltosas a la espera de que llegara el técnico argentino, tan exultante como ellas.

El Atlético de Madrid había roto la racha negativa ante el Real Madrid en Liga y había conseguido vencerle por segunda vez en 14 partidos. Y Simeone, con sus hijas delante, se acordaba de los más pequeños: “Me pone contento que mañana lunes los niños vayan a ir con la camiseta del Atlético al colegio”, comentaba.

En la rueda de prensa del técnico argentino había halagos para todos, incluso para Javi Galán, al que agradecía “el ratito” que salió. Pero de quienes más se acordaba era de su capitán, Koke, por su importancia, y de Morata. “Hizo un partido extraordinario no sólo por los goles sino por su implicación y trabajo” y le animó a llegar a las cifras que “él quiere” y el equipo “necesita”.

El técnico argentino se encontró no “con el partido que quería”, como había expresado minutos antes el entrenador del conjunto blanco, Carlo Ancelotti, en la misma sala de prensa; sino con el que él había planificado. La clave: las bandas.

“Sabíamos que podíamos hacer daño por los costados. Sufrían en los centros laterales al segundo palo y lo ejecutaron de la mejor manera Lino y Saúl“, diseccionaba el Cholo ante la tortura que sus jugadores habían sometido a Lucas Vázquez y Fran García.

El rombo blanco tiene esos problemas defensivos al obligar a los laterales a largos recorridos y los pupilos de Simeone lo explotaron durante todo el partido hasta el punto de que Ancelotti se vio obligado a cambiar a ambos.

Espíritu

Fuera del estadio, en la esquina noroeste del recinto, están escritas unas palabras que se usan mucho para las fotos de los visitantes del Metropolitano: Coraje y corazón. Son el lema del Atlético y, también, lo que hoy se recoge en lo que el Cholo calificó de “espíritu”, que pasa de abajo (los jugadores) a arriba (el público) y es lo que hace al equipo “grande”.

Simeone quiso alejar al Madrid de una zona que ellos “manejan muy bien” y se refería a esos tres cuartos de campo en los que el equipo blanco quiso instalarse después de los dos goles que recibió en apenas 20 minutos. Por momentos lo consiguió y lo hizo “jugando y jugando”. Pero, sobre todo, golpeando.

Los rojiblancos exhibieron la pegada que le ha faltado al Madrid desde el inicio de Liga. Si el Atlético necesita menos de 5 remates para hacer gol, los merengues rematan más de 8 veces antes de conseguirlo. “Los grandes equipos logran interpretar la contundencia defensiva y ofensiva”.

Vitamina atlética

Para contundencia la de Morata, las dos que tuvo, las enchufó con dos cabezazos magistrales. El 9 rojiblanco comentó que esta victoria es una “inyección de vitamina” que necesitaban tras las decepciones en Valencia y Roma. Morata, Griezmann y Hermoso salieron a la zona mixta tras el partido a agradecer al público del Metropolitano, de récord el domingo con más de 69.000 asistentes, su apoyo en el derbi.

También lo hizo Lino, el ‘nuevo Carrasco’ de Simeone. El brasileño se ha asentado en el puesto del belga en detrimento de Javi Galán, que ayer dispuso de unos minutos, y de Riquelme. Dijo sentirse “cómodo con la confianza que le brindan el míster y los compañeros”. Esa confianza la convirtió en una asistencia teledirigida para que Morata abriera el marcador.

kpd