Entre las citadas están varias jugadoras como Mapi León o Patri Guijarro, que no acudieron al Mundial. La seleccionadora no asegura que vayan a estar este martes en Las Rozas
Tras varios días de incertidumbre, la RFEF confirmó esta mañana que la presentación de Montse Tomé y la lista de convocadas se daría a conocer en la tarde del lunes. Y la sorpresa fue mayúscula cuando se fueron sabiendo los nombres de las citadas. Entre ellas estaban varias de las campeonas del mundo, pero también alguna de las 12 ‘rebeldes’ que en su momento renunciaron a la selección y que no estuvieron en el Mundial donde España fue campeona.
En la convocatoria regresarían las tres guardametas del pasado verano: Misa Rodríguez, Cata Coll, Enith Salom; en defensa también volverían Irene Paredes, Laia Codina, Oihane, Olga Carmona y Ona Battle. En el centro del campo Tomé ha llamado a Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, María Pérez y Teresa Abelleira. Y en cuanto a las delanteras y campeonas del mundo, volverían al combinado nacional Esther González y Eva Navarro, así com Athenea del Castillo, la única que se había desmarcado de las internacionales el pasado viernes, cuando 21 de las 23 campeonas hicieron un comunicado anunciando que mantenían su negativa a ser citadas.
El uso del condicional como tiempo verbal es obligado, pues la propia seleccionadora, Montse Tomé, visiblemente tensa, no fue capaz de asegurar que Federación y jugadoras han alcanzado un acuerdo y que todas las llamadas lo habían sido por consenso. Es decir, que Federación y jugadoras habían llegado a un acuerdo. Eso no lo dijo Tomé. “Tengo confianza en que mañana estén aquí”, fue lo máximo que dijo. Los nombres de las 12 rebeldes que no estuvieron en el Mundial y que ahora sí han sido llamadas son Mapi León y Patri Guijarro.
Sin duda, había ganas de escuchar las explicaciones de la seleccionadora sobre esta convocatoria, por ello lo primero que ha dicho ha sido: “Empieza una nueva etapa, tenemos que tenerlo todos muy claro. He tenido la suerte de poder elegirlo. Me han dado todas las facilidades desde la RFEF. Vamos a generar una atmósfera de trabajo profesional, ambiciosa y con muchas ganas de ganar”.
Sobre si cómo han sido las comunicaciones con las jugadoras a las que ha convocado, y que el pasado viernes emitían un comunicado diciendo que renunciaban, Tomé ha dejado claro que “he hablado con ellas. Todo lo que he comentado no lo voy a desvelar, son cosas que entran en la relación”.
La seleccionadora sí que ha querido dejar claro que “tengo toda la confianza en las jugadoras, creo que a nivel profesional estamos rodeadas de un grupo de jugadoras increíble. Comienza una etapa nueva, el contador empieza a cero. No hay nada atrás y tenemos muchísimas ganas de conectar con estas jugadoras”.
Ante la pregunta de qué es lo que ha cambiado para que ahora las jugadoras de la selección si acudan a la llamada de la seleccionadora, Tomé ha manifestado que “todos tenemos claro que hemos vivido una situación excepcional. La Federación ha trabajado para poder hablar con ellas y las hemos escuchado. Todas formamos parte de esto y la clave es tener buena comunicación. Tenemos mucha ilusión”.
Estaba claro que se le iban a hacer preguntas sobre el comunicado de las jugadoras en las que hablaban de un entorno no seguro para ellas. Montse ha reconocido que “he vivido el fútbol desde el barro y sé de dónde vengo. Cuando llegué a la Federación no es lo mismo que hay ahora. Nuestras jugadoras también contaban con otros recursos y capacidades. Eso ha cambiado. La mejor manera de crecer es construir. Tenemos ganas de aportar lo que tenemos. Empieza un ambiente de trabajo profesional, en el que yo confío. Me lo va a aportar mi gente”.
Ausencia de Jenni
Además de la sorpresa que ha supuesto la lista, otra novedad que ha llamado especialmente la atención ha sido la ausencia de Jenni Hermoso en esta lista. Montse no ha tenido problema en contestar a esta cuestión y ha aclarado: “Estamos con Jenni en todo y con todas las jugadoras. Creemos que la manera de ayudarlas es estar con ellas. Yo que soy la máxima responsable hemos creído que la mejor manera de protegerla era no convocarla. Llevo 5 años trabajando con ella, he coincidido con ella como compañera”.
Esta es la primera lista de la seleccionadora nacional:
Porteras: Misa Rodríguez, Cata Coll, Enith Salom.
Defensas: Irene Paredes, Laia Alexandri, Oihane Olga Carmona, Ona Batlle, Mapi León,
Centrocampistas: Aitana, Alexia, Patri Guijarro, María Pérez, Tere Abelleira, Rosa Márquez.
Delanteras: Athenea del Castillo, Esther González, Eva Navarro, Inma Gabarro, Mariona, Lucía García
El Manchester City sufrió un durísimo revés este sábado en casa (4-0) ante el Tottenham y disparó todas las alarmas ya que se trata de su tercera derrota consecutiva en la Premier League y la primera como local en este torneo desde noviembre de 2022.
El último revés liguero del City en su Etihad Stadium se remontaba a noviembre de 2022, cuando cayó allí ante el Brentford. La racha sin perder se detuvo en 52 partidos.
El naufragio del vigente campeón en esta 12ª jornada permite al líder Liverpool afrontar con total tranquilidad su visita del domingo al colista Southampton. En caso de victoria, los 'Reds' le sacarán 8 puntos de diferencia a los 'Citizens', segundos en la clasificación.
El Manchester City ve además cómo otros equipos le pisan ahora los talones, ya que tiene a Chelsea (3º), Arsenal (4º) y Brighton (5º), los tres victoriosos en sus partidos del sábado, a apenas un punto.
Lesionados
El mal momento de resultados que vive el City no tiene precedentes desde que Josep Guardiola, que esta semana renovó su contrato hasta 2027, pasara a ocupar el banquillo del equipo en 2016.
En total, teniendo en cuenta todas las competiciones, el Manchester City sufrió su quinta derrota seguida.
"En ocho años, no hemos vivido algo así", admitió Guardiola. "Ahora tenemos que reaccionar y ganar los próximos partidos. Ahora vemos las cosas de una manera, puede que dentro de unas semanas las veamos diferentes", afirmó Guardiola a Sky Sports.
Pedro Porro celebra su gol al City.PAUL ELLISAFP
El equipo sigue acusando la oleada de bajas por lesiones, especialmente las de Ruben Dias, Mateo Kovacic y Rodri Hernández. Este último estuvo el sábado en el césped, para presentar a la hinchada el Balón de Oro que obtuvo a finales de octubre.
El Tottenham, que el pasado mes ya fue verdugo del Manchester City en la Copa de la Liga inglesa, se distanció en el marcador pronto, con dos tantos de James Maddison (minutos 13 y 20) para festejar su 28º cumpleaños. En ambos casos 'ayudó' un marcaje flojo del defensa croata Josko Gvardiol.
La defensa local también hizo aguas en la segunda mitad y tanto el español Pedro Porro (53, 3-0) como Brennan Johnson (90+3, 4-0) pudieron culminar con éxito sus contragolpes.
La estrella ofensiva del City, Erling Haaland, se quedó una vez más frustrado. En el 60 repelió un intento el larguero y el arquero Guglielmo Vicario evitó sus tantos en el 11 y el 79.
Los 'Spurs' consiguen así subir al sexto puesto, con 19 puntos, los mismos que Nottingham Forest y Aston Villa.
La victoria alivia al Tottenham, que en las tres anteriores jornadas había registrado dos derrotas ante equipos de la zona baja, Crystal Palace e Ipswich.
Una esperanza resonaba estos días en el entorno de Rafa Nadal: que la suerte esté de nuestro lado. En las últimas semanas, el vencedor de 22 Grand Slam ha sumado entrenamientos magníficos y, por eso, su mal juego en el Masters 1000 de Roma se leyó como una consecuencia de la falta de partidos. Nada más. Estaba en condiciones de desplegar un mejor tenis. Según su gente, en Roland Garros, si el sorteo del cuadro fuese amable, si los dos o tres primeros partidos no eran exageradamente exigentes, Nadal podría llegar lejos en el 'grande' francés. "Si llega a la segunda semana, apostaría por él como ganador", declaraba incluso su tío, Toni Nadal, en 'La Voz de Galicia'. Pero este jueves esa esperanza se desvaneció.
Pese a sus 14 títulos allí, París le dio la espalda al español. En la división del cuadro, Nadal quedó emparejado en primera ronda con Alexander Zverev, posiblemente el peor rival posible. Mientras los tres primeros del ranking ATP, Novak Djokovic, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, llega con dudas, el alemán -ahora cuarto en la lista- aterriza en Roland Garros después de alzar el título en Roma: es el favorito más forma. Además, Zverev tiene la espina clavada de las semifinales de 2022, cuando se lesionó ante Nadal y tuvo que retirarse, y ya sabe lo que es ganar en tierra batida al español, pues lo hizo en los cuartos de final del Mutua Madrid Open de 2021.
El único consuelo de Nadal es el resto de camino. Si consigue superar a Zverev, durísima prueba para su estado de forma, tendrá delante algunos partidos en los que realmente podrá encontrar su ritmo, su juego, su tenis. En segunda ronda se mediría al vencedor del duelo entre David Goffin y Giovanni Mpetshi Perricard; en tercera ronda, quizá ante Tallon Griekspoor -su sparring la semana pasada en Mallorca-; y en cuarta ronda, ante un Holger Rune dubitativo o ante Karen Kachanov. Luego, ya en cuartos de final, le esperaría Daniil Medvedev, por ejemplo, pero esa ya es otra historia, como el posible duelo con Novak Djokovic en semifinales. Su final será ese debut ante Zverev.
Alcaraz y los qualys
Por el lado contrario, en forma y fondo, colocó el sorteo a Carlos Alcaraz que tendrá un suave aterrizaje en París y podrá probar su lastimado antebrazo derecho. Jugará contra un adversario llegado del torneo clasificatorio en primera ronda y, quizá en segunda ronda, y a priori hasta cuartos de final no encontrará un rival de su nivel. En cuarta ronda le podría esperar los jóvenes Félix Auger-Aliassime o Ben Shelton, pero ninguno de los dos está en su mejor momento -pese a la rara final del canadiense en el Mutua Madrid Open-. Luego, entonces sí, en cuartos de final se toparía con Andrei Rublev o Stefanos Tsitsipas y podría haber una semifinal Alcaraz-Sinner. En la primera ronda del torneo también destacará el enfrentamiento entre Novak Djokovic y Pierre-Hugues Herbert y el duelo entre Andy Murray y Stan Wawrinka, dos campeones de Grand Slam.
Badosa, tampoco afortunada
En el cuadro femenino, Paula Badosa sufrió la misma mala fortuna que Nadal. También ausente la pasada edición, la española empezará con una cabeza de serie, Katie Boulter, podría vérselas con la estadounidense Sloane Stephens en segunda ronda y ya en tercera ronda tendría un enfrentamiento hipotético con su amiga Aryna Sabalenka, número dos del ranking mundial. Badosa, que alcanzó los cuartos de final hace tres años, deberá pelear duramente si quiere alcanzar la misma ronda. En el Grand Slam empezarán, como mínimo, 14 españoles, una cifra notable. Junto a Nadal, Alcaraz o Badosa, estarán Alejandro Davidovich, Pedro Martínez o Sara Sorribes, con opciones de alcanzar la segunda semana.
El 8 de septiembre de 1989 abría sus puertas el remodelado estadio de Montjuïc, construido con motivo de la Exposición Universal de 1929, para acoger la Copa del Mundo de atletismo, un torneo test para la instalación que debía ser el epicentro de los Juegos Olímpicos de Barcelona, tres años más tarde. El 23 de octubre se publicaba el primer número de EL MUNDO. El paralelismo no es baladí, porque la vida de nuestro periódico, nacido ya con la Transición política consumada, es la de la gran Transición del deporte español y su eclosión, con los Juegos de Barcelona'92 como punto de inflexión.
La Transición hacia una era de éxitos en la que España ha tenido un campeón olímpico de 1.500 metros, Fermín Cacho, y una campeona olímpica de salto de altura, Ruth Beitia. Un tiempo en el que la otrora selección de las frustraciones ha ganado tres Eurocopas y un Mundial de fútbol, hito repetido por la selección femenina como metáfora de las conquistas sociales de la mujer. España ha alcanzado esa misma cima en el baloncesto -con su gran referente, Pau Gasol, como campeón de la NBA-, el balonmano, el waterpolo o el tenis, al levantar en seis ocasiones la Copa Davis. Ha visto a uno de sus ciclistas, Miguel Indurain, ganar cinco Tours y, después de dominar con numerosos pilotos la montura de las dos ruedas, con Marc Márquez como último grande, ha llevado a otro, Fernando Alonso, hasta lo más alto de la Fórmula 1, deporte que ejemplifica la competencia del primer mundo: tecnología, dinero y poder. Ha visto al Barça conquistar su primera Champions, meses antes de los Juegos, y repetir cuatro veces, y al Real Madrid romper un maleficio de más de 30 años y mejorar, con nueve títulos, los seis de su era fundacional. Ninguna otra actividad como el deporte ha experimentado un despegue internacional semejante en estos 35 años, más de la mitad compartidos con uno de los personajes más valorados repetidamente por la sociedad española. Es Rafa Nadal. Es un deportista.
Rafa Nadal, en una eliminatoria de Copa Davis.
La primera portada y el récord de Powell
La inauguración del estadio de Montjuïc fue accidentada, debido a una lluvia torrencial. La salida de EL MUNDO, que en su primera portada incluía una fotografía del entonces entrenador del Real Madrid, John Benjamin Toshack, como prueba de su sensibilidad por el deporte, no fue ajena a los avatares de última hora en el parto de cualquier periódico, según recuerdan los fundadores. El encuentro de uno y otro, estadio y periódico, se produjo en los Juegos, con los que EL MUNDO se volcó, al incluir entre sus enviados especiales a algunas de sus firmas ajenas al deporte, como Manuel Hidalgo o Alfonso Rojo. La iniciativa se convertiría en un hecho diferencial, continuada después por columnistas como los desaparecidos David Gistau y Raúl Rivero, o el reportero Pedro Simón. La creatividad, seña de identidad del periódico desde su creación, era puesta al servicio de las coberturas del deporte, como ocurrió cuando Mike Powell batió el récord de salto de longitud, en 1991. Los 8,95 metros fueron representados, centímetro a centímetro, en la cabecera de todas las páginas hasta completar la distancia. Y con el periodismo de investigación como prioridad, tampoco EL MUNDO ha perdido la ocasión de dedicar sus medios a indagar los casos de corrupción de los que el deporte no ha podido escapar.
El día de la inauguración de los Juegos, el 25 de julio de 1992, no llovía. Lucía el sol. Felipe VI, entonces príncipe, fue el abanderado de una delegación que desató la euforia en Montjuïc y en todo el país, una euforia que no se detuvo hasta que Los Manolos despidieron los Juegos con aquel 'Amigos para siempre'. Al día siguiente de la apertura, llegaba el primer oro. Lo hacía en bicicleta, en el Velódromo de Horta, gracias a José Manuel Moreno. Los oros continuaron, hasta 13, y el resto de medallas, hasta 22. La cifra no ha podido superarse más de 30 años después, hecho que demuestra la magnitud de lo conseguido entonces en una España en la que se había instalado el estado de optimismo. El país conseguía erigirse en actor global principal durante más dos semanas para trasladar al mundo la imagen de una España moderna y plenamente democrática. La lucha contra el terrorismo de ETA, que habría respetado el periodo de los Juegos a cambio de algún tipo de pacto, era entonces el frente ante el que el Gobierno de Felipe González traspasó los límites, con EL MUNDO como principal denunciante de esos excesos.
El éxito de Barcelona no sólo constató la eficacia del Programa de Ayuda al Deporte Olímpico (ADO), en el que se implicó a las principales corporaciones del país, sino que cambió la mentalidad de los deportistas españoles. Es el punto de partida del canto «¡Yo soy español, español, español!». La carrera suicida de Fermín Cacho, un atleta de Soria, en la recta de Montjuïc hasta el oro es la metáfora de esa transformación. También el remate de Kiko a la red en la final del Camp Nou. Todos los que vinieron después, Pau Gasol, Nadal, Andrés Iniesta o Alonso, son herederos de esa nueva mentalidad.
DEPORTISTAS, LOS MEJOR VALORADOS
El impulso del 92 fue, pues, clave y el deporte español tomó una línea de crecimiento que no siempre fue en paralelo a las de la política o la economía. Los años siguientes a los Juegos fueron los del tardofelipismo, una de las peores crisis de reputación para esa España emergente, fuera por los GAL o por los casos de corrupción. La corrupción atraparía también a los gobiernos del PP, con Gürtel como epicentro, hasta convertirse en un mal sistémico de la política española con independencia del color. Ello explica que algunos de los personajes mejor valorados por la sociedad española hayan sido deportistas, como Vicente del Bosque, el seleccionador de fútbol del título mundial, o Nadal, muy por encima de los líderes de los partidos políticos o inquilinos de La Moncloa. El deporte ha sido la buena cara del país, el mascarón de proa de lo que se llamó Marca España.
El año 92 no fue mágico únicamente por los Juegos. Dos meses antes, el Barça conquistaba su primera Copa de Europa en Wembley, tras derrotar en la prórroga a la Sampdoria italiana con un gol de Ronald Koeman. Después de dos finales perdidas, fue un título clave no sólo por lo que históricamente representaba, al dejar atrás el club azulgrana muchos complejos y frustraciones, sino por lo que iba a significar para el futuro del Barcelona y del fútbol español. Wembley avaló la osada y contracultural apuesta de Johan Cruyff e hizo posible el 'Dream Team', ganador de cuatro Ligas consecutivas. Con un imberbe Josep Guardiola en sus filas, toda su obra posterior como entrenador es heredera de aquellas enseñanzas. Guardiola mejoró al 'Dream Team', construyó el mejor Barça de la historia, por los títulos y por su juego, y aportó la clave de bóveda, el triángulo Xavi-Iniesta-Busquets, a la España que lo ganaría todo tiempo después.
El primer día de competición de los Juegos, el 26 de julio, Miguel Indurain subía al podio, pero lejos de Barcelona, en los Campos Elíseos de París, como ganador de su segundo Tour consecutivo. Era el de su confirmación el mismo año en el que había ganado también el Giro. España tenía un corredor que no parecía español. No era el escalador que espera su oportunidad en los Alpes o los Pirineos. No. Era un corredor total, fuera en la montaña o en la contrarreloj. Tres Tours más, hasta sumar cinco de forma consecutiva, convertían al navarro en uno de los mejores de la historia del ciclismo, capaz de marcar una era en su deporte. La era Indurain fraguó durante los primeros años de El MUNDO, volcado en su seguimiento.
El navarro no era el primer español en conseguirlo, puesto que pioneros como Ángel Nieto o Severiano Ballesteros también marcaron su tiempo en el motociclismo y el golf, respectivamente. En el ámbito colectivo, lo había hecho también el Real Madrid de las seis Copas de Europa, las cinco primeras sin interrupción, como los Tours del navarro. Sin embargo, Indurain lo conseguía en el momento del despegue para el deporte español, el inicio de los años 90.
aRANTXA Y cONCHITA SE AVAZAN A SU TIEMPO
Meses antes del nacimiento de EL MUNDO, Arantxa Sánchez Vicario ganaba Roland Garros frente a Steffi Graf. Tenía 17 años y todo un porvenir que se hizo realidad en los años 90. Si bien no pudo ganar en el All England Club, sí lo hizo su contemporánea Conchita Martínez en 1994. La obra de Arantxa y Conchita, el carácter y la técnica, se produjo en un tiempo en el que deporte femenino no gozaba del impulso institucional actual, y en el que el altar de los grandes campeones parecía reservado exclusivamente a los hombres. Ambas habrían merecido más reconocimiento. Arantxa ganó en Roland Garros antes de que volviera a hacerlo ningún español en categoría masculina desde Andrés Gimeno, en 1972. Sergi Bruguera lo hizo cuatro años más tarde que la menor de la saga de los Sánchez Vicario para abrir un tiempo de dominio en la tierra de París que no se remite únicamente a los 14 títulos de Nadal. Bruguera, en dos ocasiones, Carlos Moyá, Albert Costa, Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz suman otros seis, 20 en total para España en 31 años.
La tierra era el reino de los españoles, hecho que permitió la conquista de la primera Copa Davis, en 2000, en un Palau Sant Jordi en el que entraron los camiones cargados de arena para tener una superficie ad hoc. España derrotó a Australia y curó una herida histórica, ya que los pioneros que comandaba Manolo Santana cayeron sobre su hierba en 1965 y 1967. Rafa Nadal, con 14 años, era el abanderado de España en aquella final. Cuatro años más tarde, en la Cartuja de Sevilla, formaba parte del equipo. Al segundo título, ante Estados Unidos, le han seguido cuatro más, con o sin Nadal, en el formato antiguo y en el formato Piqué.
Esos seis títulos de Copa Davis en el siglo XXI, el equivalente al Mundial del tenis, demuestran que este deporte ha sido y es más que Nadal, aunque la descomunal obra del mallorquín, con 22 títulos de Grand Slam, haya fagocitado a sus contemporáneos. Ningún otro deportista y quizás ningún otro personaje de la vida pública española ha estado tanto tiempo en la cima como él. Nadal forma, junto a Alonso y los miembros de las grandes generaciones de las selecciones de fútbol y baloncesto, desde Pau Gasol y Navarro a Casillas e Iniesta, un conjunto de campeones españoles que alcanzaron la cumbre mundial en paralelo, hecho que da forma a la Edad de Oro de nuestro deporte. Alonso acabó con la era Schumacher, enlazó dos títulos, en 2005 y 2006, y pese a no volver a ganar el Mundial en sus pasos por McLaren o Ferrari, despertó la pasión por la Fórmula 1 en España. Su aportación es especialmente cualitativa.
España ya sabía lo que era alcanzar una plata olímpica en baloncesto, hace 40 años en Los Ángeles, pero la generación que nació en 1999 con el título del Mundial sub'19 marca un punto de partida distinto. Los júniors de oro no dejaron de ganar, con sus clubes o con la selección, sumaron más platas olímpicas y, sobre todo, alcanzaron la cima mundial con el título en Japón, en 2006. Cuatro Europeos y otro Mundial, ya con sus herederos, les siguieron mientras la NBA los reclamaba, y no para ser pajes de estrellas, como le ocurrió en los 80 a Fernando Martín. Pau Gasol lo demostraría con dos anillos de campeón con los Lakers.
eL caso rubiales
El mismo año que los 'júniors' de oro ganaban el Mundial sub'19 en Lisboa, la selección de fútbol se impuso en el Mundial sub'20 de Nigeria. Casillas y Xavi formaban parte de ese equipo, el eje Madrid-Barça que se trasladaría a la selección absoluta hasta el triunfo en el Mundial de Sudáfrica, en 2010, título que nuestro fútbol observaba como un Everest inalcanzable. El gol de Iniesta, «Iniesta de mi vida», es parte ya de la historia de España, un país que pudo sacar a las calles su bandera sin señalarse, sin complejos. Un país unido, por una vez, por obra y gracia del fútbol, que nos hizo creernos los mejores del mundo. Las mujeres lo consiguieron 13 años después, aunque la vergüenza por el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso les arrebatara parte de los focos. El caso Rubiales supuso una de las peores crisis de reputación para nuestro país en los últimos años y abrió en canal a una Federación de fútbol incapaz de erradicar la corrupción, buena parte de los casos denunciados por este periódico.
El tiempo, sin embargo, disipa las sombras para dejar ver el avance del fútbol femenino en nuestro país, con el Barcelona como mejor equipo del planeta. La mujer ya había demostrado su avance en la arena olímpica, con una selección de waterpolo que lo ha ganado todo, el oro finalmente en los Juegos de París, y más medallas en categoría femenina que masculina en varias de las últimas citas bajos los aros. Una conquista que hacen todavía más global los atletas paralímpicos, como prueban sus últimos resultados en París. La mejor conquista de España en la vida de EL MUNDO.