Mundial de Baloncesto
Entrevista
El técnico de Badalona, a los mandos del rival de España por un billete a los cuartos del Mundial, reflexiona sobre su paso por el torneo, su carrera en la NBA, y el liderazgo de un Scariolo del que fue ayudante en el Eurobasket 2017
Con su discurso pausado, sus maneras ‘guardiolescas’ y el bagaje de un tipo hecho a sí mismo, Jordi Fernández (Badalona, 1982) es el entrenador de moda. Y no sólo en el presente Mundial en el que a los mandos de Canadá, la absoluta sensación del torneo hasta que tropezó contra Brasil, amenaza a España. Antes del viaje a Yakarta el español, que también es primer ayudante de Mike Brown en Sacramento, estuvo en conversaciones avanzadas para convertirse en el técnico jefe de los Raptors. Atiende a EL MUNDO en las entrañas del Indonesia Arena después de una de las sesiones a ritmo de rap de sus chicos. El viernes, tras el inesperado colapso que les acerca al abismo, avisó que hoy saldrán “realmente agresivos y listos para luchar” para no quedar eliminados.
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- ¿Qué Canadá se encontró cuando le reclutaron de urgencia antes del Mundial?
- Un proyecto joven, pero con muchas expectativas. Son jugadores de un nivel muy alto. No me sorprende su rendimiento y estoy contento por su actitud. La misión era hacerlos competir, distribuir roles, que acepten hacer lo necesario para ganar. En FIBA la única manera de conseguirlo es creando un verdadero equipo.
- El objetivo es la primera medalla de su historia.
- Canadá puede y debe aspirar a las medallas por nivel de jugadores, aunque nunca hayan jugado juntos. Tenemos talento, pero no experiencia FIBA. El objetivo real es construir algo sólido a largo plazo.
- ¿Tenía ganas de baloncesto FIBA?
- Muchas. Después de todo, de las entrevistas que he tenido y de lo cerca que he estado de ser primer entrenador NBA, esto es lo mejor que me podía pasar. Tengo lo mejor de los dos mundos. Soy primer entrenador FIBA ahora mismo y también estoy en una posición muy buena en la NBA. Para mi formación y mi crecimiento, me preparará mejor para cuando me llegue el reto.
- ¿De dónde sale Jordi Fernández?
- Soy de Badalona y como te puedes imaginar, Badalona es igual a baloncesto. Empecé a jugar muy pequeñito, disfruté mucho en categorías inferiores hasta llegar a EBA. Era base, pero tampoco era un gran jugador. Empecé a entrenar a los 15 años y fue para mí un aprendizaje. Lo hacías por ilusión. Estudié mi carrera de Ciencias del Deporte en el INEF. Estudié en Holanda, trabajé en Noruega, empecé un doctorado en Psicología del Deporte… Una mezcla de baloncesto y educación.
- Y el salto a EEUU.
- Me fui a Las Vegas a hacer entrenamientos individuales con jugadores de mucho nivel y ahí tuve la entrada en la NBA [Fue Mike Brown quien le captó]. Fue un poco inusual cómo pasó, estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Y cuando se presenta, coger la oportunidad y sacrificar mucho. Tuve que irme lejos de mi familia y amigos. Llevo 15 años, mi mujer es americana, mis hijos han nacido y crecido allí, aunque tenemos parte de Badalona. Mis raíces son importantes.
- Conoce bien a Scariolo.
- Es uno de mis tres padres. Tengo al biológico en Barcelona. A Mike Brown, que es mi padre en la NBA. Y Sergio es mi padre deportivo en FIBA. Tengo mucho respeto a nivel personal y profesional.
- Fue su ayudante en el Eurobasket 2017 (bronce).
- En 2016 contactó conmigo por la posibilidad de trabajar con él. Ahí empezó todo. Esta relación ha ido creciendo y se ha mantenido. Lo considero como una de mis personas de confianza. Si tengo alguna duda o necesito un consejo u opinión, él es uno de los primeros siempre. Es una persona que cuida mucho el detalle y eso se aprecia en sus equipos. Y es un auténtico líder. Sus equipos siempre encuentran la manera de competir.
- ¿Cómo fue formar parte de aquella selección en la que estaban los dos Gasol, Navarro, Ricky, el Chacho…?
- Era un grupo histórico y formar parte de ello, aunque fuera un poquito y ganar una medalla, significó mucho para mí. Tuve una experiencia nueva, responsabilidades nuevas. Conocí más a los chicos, fue muy especial. Y tengo un gran recuerdo. Creo que no estaría donde estoy ahora si no fuera por mi paso por la selección española.
- ¿Cómo se ve desde fuera a España?
- Tanto los jugadores como la organización son muy respetados. Está en el número 1 del ranking FIBA y eso lo valoramos todos mucho. Porque no es fruto de un año, esto se ha labrado durante mucho tiempo. Tuvo aquella generación tan buena, pero todos vemos que el grupo sigue compitiendo y ganando. Y no sólo los chicos, las chicas, las categorías inferiores… Al final dice mucho de cómo se trabaja.
- Viene de una temporada estupenda con los Kings. ¿Cómo valora su debut como primer asistente en la NBA?
- Llevábamos 17 años sin estar en playoffs, un récord negativo en la historia de los deportes profesionales, creo que no ha podido ir mejor. La respuesta de la ciudad y los aficionados te hace sentir orgulloso. Y con un baloncesto vistoso, con un equipo joven y mucho margen de mejora.
- ¿Qué hay que tener para ser primer entrenador NBA?
- Es una buena pregunta, porque creo que cada equipo busca cosas distintas. Yo realmente me preocupo de hacer mi trabajo y estar ilusionado. Ser primer ayudante en Sacramento es muy especial y tiene mucho valor. Pienso que si sigo haciendo mi trabajo muy bien, tendré más opciones de que me llegue esa oportunidad. Creo que estoy muy cerca, pero no es una obsesión, es disfrutar lo que estoy haciendo cada momento. Ahora con Canadá, con Sacramento y lo que tenga que llegar, llegará.