Entrevista
El capitán del Castilla durante los últimos años es ahora pieza de presente y futuro en Vigo. Desde allí charla con EL MUNDO: “A Benítez y a Raúl les gusta meter caña”
El salto a la elite del fútbol español ha dejado a Carlos Dotor (Madrid, 2001) sin el brazalete con el escudo del Real Madrid, pero le ha entregado en la mano la camiseta del Real Club Celta de Vigo. El capitán del Castilla durante las últimas temporadas es ahora pieza de presente y futuro del conjunto vigués, donde ha debutado en el césped y en casa, independizándose y viviendo por primera vez lejos de Valdebebas. A pocas horas de recibir en Balaídos a sus ex compañeros, charla con EL MUNDO.
- Su primera experiencia en Primera llega en un Celta que cumple 100 años.
- Sí, se nota en los aficionados. Te lo dicen por la calle, que es un año importante para el club, que hay que tirar para arriba, que es emocionante… Y joder, al final es bonito llegar justo en un año así para el club. Estoy muy contento y me están tratando muy bien. La gente tiene ganas. Ojalá podamos hacer cosas chulas esta temporada, que sea un año bonito como todos se merecen.
- ¿Cómo surgió la opción del Celta?
- Fue bastante rápido. Yo tenía contrato con el Madrid pero estaba nervioso, quería salir ya porque empezaba la Liga y quería estar establecido en un equipo, saber dónde iba a vivir. Estaba volviendo de un viaje y me llamó mi representante. Me dijo “oye, ¿qué te parece el Celta? ¿Nos vamos a Vigo?”. Y dije “vamos para allá”. Me contó todo, que era el Centenario, que estaba Rafa (Benítez)… Es un club histórico.
- ¿Cómo de importante ha sido Benítez?
- Muy importante, obviamente. Si unes la grandeza y lo histórico del club a un entrenador como Rafa es un plus que te anima. Tengo muchas ganas, estoy aprendiendo mucho. Es verdad que me tengo que adaptar a lo que él me pide, que es un poco diferente a lo que venía haciendo yo en el Castilla. También me tengo que poner las pilas físicamente, porque el ritmo es diferente.
- Viene de 4 años con Raúl González. ¿Qué diferencias ve con Benítez?
- Es verdad que te acostumbras a una forma de trabajar y en el cambio tienes que ir poco a poco. En cuanto a volumen de trabajo les veo parecidos, a los dos les gusta meter caña. Lo que veo es que a Rafa le gusta trabajar más tácticamente y Raúl era más de carácter, motivacional.
- ¿Le viene bien el esquema del Celta?
- Sí, yo también necesito tener cierta libertad para llegar al área. En ese sentido depende del jugador con el que juegues, te permite subir más o menos. Ya he hablado con Rafa, me ha dicho lo que piensa sobre lo que tengo que hacer y espero hacerlo.
- ¿Cuál es el jugador que más le ha sorprendido?
- Iago Aspas. Suena a tópico, pero es que tiene unos movimientos… Una tranquilidad jugando, mucha confianza… Es pequeño y delgado, pero se sabe mover.
- Aspas tiene fama de “enfermo” del fútbol. ¿Le tenía controlado?
- Sí, sí. Me había visto. Además, cada vez que se movía uno de mis ex compañeros del Castilla venía a decírmelo. “Oye, que se ha ido Rafa Marín al Alavés”, “oye, que Arribas se va al Almería”. Le he visto varias veces hablando con Larsen sobre jugadores de la liga noruega. Sabe de todos los equipos del mundo.
- ¿Usted es futbolero o al llegar a casa prefiere desconectar?
- Yo sigo la liga española y la Premier, el resto de las ligas me cuesta más. Me meto a ver resultados y tal pero verlos se me hace más complicado.
- ¿Tenía claro que quería seguir en España?
- No necesariamente. Estaba preparado para todo. Tenía ganas de un cambio porque llevaba 8 años en la cantera del Madrid, 3 en el Castilla… Estaba demasiado cómodo, tenía a mis amigos, a mi familia, era el capitán, lo jugaba todo… Necesitaba un cambio, un reto. Me daba igual el país, me llegan a decir de irme a China y lo hubiera cogido (risas). Quería cambiar. Pero vamos, en Vigo estoy como Dios.
- Tercera jornada de LaLiga y ya le toca el Madrid.
- Sí, es especial porque he entrenado mucho con ellos y tengo cariño a muchas personas. Queremos ganar, vamos a competir y lo van a pasar mal aquí.
- Como centrocampista, en Valdebebas tenía a varios referentes.
- Es que ahí están los mejores del mundo. Me he quedado con ganas de entrenar con Bellingham, le he visto dos partidos y me flipa. Le veo box to box, está en todas partes, tiene gol… Me parece espectacular. Y luego claro, de Modric y Kroos qué te voy a decir.
- En España hay pocos jugadores de ese estilo, pero curiosamente en Vigo han coincidido dos, Gabri Veiga y usted, jugadores de físico, llegadores… ¿Se está transformando el fútbol español?
- Sí, es verdad que es un estilo que se ve más en la Premier o en Alemania y es cierto que sorprende al verlo aquí. Pero es que Bellingham nos ha sorprendido a todos. Es un tipo de juego que me gusta mucho, el que intento hacer.
- Fuera del campo dicen que es cocinillas y algo dormilón.
- Sí, sí. He hecho cursos de cocina, me gusta mucho. Pero ahora me dan la comida y la cena, así que en ese sentido ya no tengo que hacer nada (risas). Y antes me quedaba más sobao, me tenían que despertar mis padres. Ahora me pongo siete alarmas para estar tranquilo, porque a Valdebebas alguna vez he llegado tarde.