El conjunto italiano, acorralado por la justicia italiana y con la necesidad de entrar en Europa el año que viene para salvar su economía, iniciará conversaciones con los clubes españoles. Fuentes cercanas a la Superliga denuncian en EL MUNDO “presiones, amenazas y comportamientos abusivos”.
La Superliga se enfrenta a un mes de junio decisivo para su supervivencia. Los responsables del proyecto siguen esperando la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en su caso contra la UEFA, una decisión que podría llegar a finales de mes o demorarse hasta septiembre por el parón de verano. Mientras tanto, la nueva competición sigue recibiendo puñaladas por varios costados. La última, de la Juventus, que «presionada» por la Justicia italiana y por la UEFA, como denuncia la Superliga, ha enviado dos cartas al Real Madrid y al Barcelona para iniciar conversaciones sobre la viabilidad y los riesgos de participar en el proyecto. Es decir, para abandonarlo.
Los 12 equipos que nacieron con la Superliga el 18 de abril de 2021 siguen dentro de la competición porque la indemnización por salirse de él es incluso superior, en algunos casos, al propio valor del club, pero muchos decidieron decir adiós públicamente hace meses. Los ingleses Arsenal, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Chelsea y Tottenham se echaron a un lado presionados por sus aficionados, el Atlético de Madrid, el otro club español, también prefirió salir, como el Milan y el Inter, dejando solos al Real Madrid, al Barcelona y a la Juventus. Los tres se han mantenido firmes durante todos estos meses en su pelea contra las ligas nacionales y la UEFA, desembocando en el juicio que dará lugar a la sentencia dentro de unas semanas.
Pero mientras el Tribunal reflexiona, la Juventus, «presionada», denuncian en este periódico fuentes cercanas a la Superliga, ha planteado la posibilidad de dejar el proyecto, según adelantó Relevo y puede confirmar EL MUNDO. El conjunto italiano fue sancionado en enero por la Serie A con la pérdida de 15 puntos por el Caso Plusvalías y su Junta Directiva dimitió en bloque, entre ellos Andrea Agnelli, uno de los socios principales de Florentino Pérez.
La Juventus apeló la decisión y le redujeron el castigo a 10 puntos, manteniendo las sanciones a sus directivos Agnelli, Fabio Paratici, Federico Cherubini y Maurizio Arrivabene. Esos 10 puntos le han dejado fuera de la Champions League la próxima temporada y le han enviado a la séptima plaza, puesto que da acceso a la modesta Conference League. El conjunto italiano sigue negociando la reducción de la sanción para poder disputar la Liga de Campeones o, en su defecto, la Europa League, competiciones que le aporten más dinero y visibilidad en un momento económico muy delicado, pero las opciones son escasas, menos todavía si se mantienen como uno de los tres portavoces de la Superliga.
Por eso han decidido dar un paso hacia el lado de la UEFA y abandonar la posición protagonista que hasta ahora tenían junto a Madrid y Barça. El conjunto catalán, pendiente todavía de las posibles sanciones de la UEFA por el Caso Negreira, podría verse obligado a tomar una decisión similar y desmarcarse del proyecto antes de ser castigado por la organización de Ceferin.
Fuentes cercanas a la Superliga claman en conversación con este periódico contra «las presiones y amenazas» hacia la Juventus «por participar en la Superliga», creen «inaceptables» los «comportamientos abusivos» de los responsables de las competiciones europeas, anuncian acciones legales contra ellos y esperan que la sentencia del TJUE les sea favorable para «abandonar un arcaísmo más propio de regímenes feudales».
La realidad es que el proyecto queda herido y que la lluvia de declaraciones entre las dos trincheras del caso no augura nada bueno para la Superliga. La organización espera que el TJUE les permita crear una competición y a partir de ahí volver a negociar con los clubes, pero las sensaciones no son del todo buenas, tampoco en Valdebebas. Si la sentencia favorece a la UEFA, algunas voces creen que Ceferin intentará sancionar al Madrid y al Barça como pueda a modo de revancha después de unos meses caóticos.