El Madrid trabaja en buscarle un destino este verano o incluirle en alguna operación. Él, que hace meses valoraba salir, prefiere cumplir su contrato hasta 2024.
“Madridistas, llevo tres años aquí con muchas lesiones, con muchas cosas… Pero el año que viene lo voy a dar todo por vosotros”. Hace doce meses, Eden Hazard cogió el micrófono en una Cibeles abarrotada, en plena celebración de la Decimocuarta, y le hizo una promesa a la afición del Real Madrid. El fichaje más caro en la historia del conjunto blanco era a la vez una de sus grandes decepciones. Un año después de aquellas palabras, la realidad de Hazard en el Santiago Bernabéu es todavía peor. Aquella alarma se ha transformado en un problema de 30 millones de euros brutos, el sueldo más alto de toda la plantilla. Un problema que el Madrid intentará solucionar, si puede, este verano.
El belga ha levantado este curso la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes y la Copa del Rey acumulando ya ocho títulos en el Madrid, pero ha jugado menos que el año anterior, mucho menos, en una estadística que ya es difícil de empeorar. Ha pasado de 903 minutos en la temporada 21-22 a 392 en esta, con 194 en Liga, 131 en Champions y sólo 67 en Copa, la teórica competición de los suplentes. En el Pizjuán, sin Vinicius, Benzema, Asensio ni Mariano, ni siquiera calentó, consecuencia de la pobre imagen que mostró en la última oportunidad que le dio Carlo Ancelotti: titularidad y 61 minutos en el Madrid-Getafe del pasado 13 de mayo. Ahí, el belga no intentó ningún regate, no creó ninguna ocasión, no dio ningún pase clave ni lanzó a puerta.
Y es que Hazard, príncipe del fútbol mundial antes de llegar a Chamartín, ya no es ni ‘suplente‘ en el Madrid. El belga está al fondo del armario de Ancelotti junto a Odriozola, Vallejo y Mariano, los únicos que han disputado menos minutos que él. No entra en la rotación, como sí lo han hecho Nacho, Asensio, Ceballos o Lucas, miembros en la primera fila del armario.
El belga suma cuatro temporadas de lesiones, dudas y tardes en el banquillo que han desesperado al madridismo y a su directiva, convirtiendo su situación en crítica a pesar de la explosión de Vinicius Júnior. La extraordinaria evolución del brasileño opaca un poco el gigantesco trauma que supone ver a un fichaje de 100 millones de euros y 30 brutos de contrato día tras día en la grada o en la banda, convertido en pieza marginal de una plantilla que en teoría le necesitaba. Ya no.
“Un compañero excepcional”
En Valdebebas, donde se tiene aprecio a la persona de Eden, “un chico impecable en el trato y un compañero excepcional“, no se cuenta con el Hazard futbolista y su situación es una de las que más trabajo va a dar este verano a la dirección técnica del club. A sus 32 años, al ex del Chelsea le queda un año de contrato, pero el Madrid intentará acelerar su salida. No sólo porque no cuente, sino por el runrún constante de tener 30 millones en la grada o en el banquillo en cada partido. Tanto Ancelotti como la directiva prefieren que ese puesto lo ocupe un canterano que pueda aprovechar mejor esas escasas oportunidades, pero primero necesitan la salida del belga.
“Lo que le tenga que decir se lo diré en privado. Si no está contento, tiene que pedir al club una salida. Si está contento, se queda”, explicó Carletto sobre Hazard el pasado viernes. El mensaje es claro, a pesar de que el belga ha pasado de tener muy clara su salida este verano a insistir en “cumplir mi contrato“. “Claro”, respondió el ‘7’ en la final de Copa cuando le preguntaron si quería seguir un año más en el Madrid. Algo que en Chamartín se respeta, como todas las situaciones contractuales, pero no se entiende.
Esa frase, más que confirmar el cambio de opinión de Hazard confirma las escasas ofertas que tiene sobre la mesa. El Madrid intentará incluirle en alguna operación, pero nadie quiere su contrato de 30 millones y por mucho que sus agentes se estén esforzando, como el rumor de hace dos días de una hipotética presencia del belga en el fichaje de Harry Kane, apenas hay interés. La MLS o Arabia podrían ser una opción, pero nunca a ese precio y sí a partir de 2024, fecha en la que tampoco descarta la retirada, una vez que ya ha dicho ‘adiós’ a la selección.