La sección de Cáncer de Vejiga del Hospital Vall d’Hebron, formado por los doctores Carles Raventós, Albert Carrión, Fernando Lozano y la enfermera Natalia Pujala, ha sido pionera en Cataluña en la reconstrucción intracorpórea de vejiga mediante el robot Da Vinci. Permite dicha máquina que la extirpación de la vejiga sea mínimamente invasiva.
La incidencia del cáncer de vejiga en Europa es de 200.000 casos anuales (12.000 en España). Es el cuarto tumor con más incidencia entre los hombres (por detrás del de próstata, pulmón y colón) y el quinto en mujeres, después del de mama, pulmón, colon y útero. El diagnóstico en estado inicial permite una probabilidad de supervivencia del 80%. Cae a la mitad en estadios más avanzados.
“El principal factor de riesgo del cáncer de vejiga, presente en el 80% de los casos, es el tabaco. Tanto fumadores activos como pasivos. En el caso de Nani Roma, una persona sana y sin hábitos tóxicos, ese factor no existe. Tampoco el de la edad, porque es un tumor que suele desarrollarse a partir de los 60-70 años. Su cáncer no es habitual en personas jóvenes como él”, admite el doctor Lozano.
El mismo médico apunta a otra posibilidad: “El único factor de riesgo que hemos discutido con él es el tema de los coches, del humo del tubo de escape. Son muchos años en contacto. Aunque estando Nani en el habitáculo del vehículo, el contacto es menor. Y cuando competía en motos lo hacía en espacios abiertos. En cualquier caso, el único factor de riesgo identificable sería ese. Él siempre ha estado en talleres, en contacto con motores, con la combustión. Ese humo también es tóxico y está relacionado con el cáncer de vejiga. Aunque es imposible establecer una causa”.
El antídoto de Anoeta para combatir a Kylian Mbappé en la vuelta de los octavos de la Champions es un musulmán practicante de Mali que abrigó a Eduardo Camavinga en sus inicios en el Rennes. Hamari Traoré (Bamako, 1992) quedó en evidencia por un despiste en el partido de ida contra el PSG y ahora quiere curarse las heridas con un marcaje impecable al fenómeno francés.
Joxe Mari, como le conocen los seguidores de la Real Sociedad, despuntó como juvenil en Mali. Este hijo de un joyero y de una comerciante creció bajo la inspiración de Drogba, Kanouté y Yaya Touré. Sus compañeros en la academia Jean-Marc Guillou le llamaban Ronaldo porque le gustaba hacer bicicletas. A los 20 años fichó por el París FC de tercera división, luego ingresó en el Lierse belga, en 2015 pasó al Stade Reims y en 2017 fichó por el Rennes. Es capitán de la selección de Mali, con la que ha disputado 53 partidos y marcado dos goles. Este verano fue contratado por el club donostiarra tras un exhaustivo seguimiento del director deportivo Roberto Olabe y del técnico Erik Bretos. «Hamari no es un jugador africano al uso. En él podemos ver un nivel de fundamento técnico muy alto, lo que le hace ser muy fiable en la recepción y el pase. Defensivamente domina las acciones de uno contra uno defensivo. Tácticamente es suficientemente ordenado», explica Olabe.
Traoré fue señalado por Imanol Alguacil como culpable de la derrota contra el PSG. El lateral, tras sufrir un golpe en la rodilla, se desentendió del marcaje de Mbappé. «No me lo explico. Que un jugador que ha tenido que salir del campo, cuando el rival tenía un córner a favor, no acabe en el hospital no lo entiendo. Ese jugador se ha ido del partido y el equipo también. Si queremos competir contra estos rivales no podemos hacer estos regalos». Luego, el entrenador matizó que el mensaje no era para Traoré, sino para todo el equipo. «Con Hamari no hay ningún problema. Él sabe que estoy encantado, que es para mí importantísimo», señaló.
Traoré ha sabido ganarse el aprecio del técnico y de sus compañeros con su cercanía y compromiso. «Hamari no viene de la cantera, tiene una cultura y una religión distintas, pero no desentona con el resto, es muy buena gente», ha dicho el portero Álex Remiro.
«Hamari es de origen africano, pero con cultura francesa, algo que en San Sebastián es bastante natural, dada la realidad socio-política-geográfica que tenemos con Francia. Tiene una gran capacidad de socialización, algo que fue clave para su rápida adaptación al club, y una energía especial para conectar de manera afectiva con el entorno, con el trabajo del día a día con sus compañeros, con el staff y con los fans», añade Olabe.
Admirador de Sergio Ramos y Cafú
Traoré, que vive en Donosti con su mujer e hijo, nacido el pasado julio, se define como familiar y seguidor del Corán. «Mi religión habla de no perjudicar a nadie y de respetar a todas las personas. El trabajo y la humildad es fundamental. He conocido jugadores 10 veces más fuertes que yo y que no llegaron a ser profesionales. Tuve la oportunidad de ser profesional, estoy muy agradecido a Dios», señaló en el portal Onze el defensa realista, que admira a Sergio Ramos y a Cafú.
El maliense ha coincido con jugadores de alto nivel, pero siente especial cariño por Camavinga, ex compañero en el Renns. «A Eduardo le conozco hace tiempo, es como mi hermano pequeño. Es muy, muy buen jugador, ha progresado mucho», decía a Marca poco después de firmar contrato con la Real.
El lateral no olvida sus raíces y regresa a su cuna siempre que puede. «Cuando llego a Mali no bebo la misma agua que los demás, porque mi cuerpo ya no está acostumbrado. Así que pido agua mineral. Me quejo del calor y me dicen que mi comportamiento ha cambiado. Allí me llaman El blanco. Me río con ellos cuando me lo dicen, no es peyorativo», recalcaba en Onze un jugador que, si no hubiera sido futbolista, se habría dedicado al periodismo y que tiene un hermano, Adama Noss, que juega de mediocentro en el Hull City inglés.
Ahora está centrado en el partido de esta noche y en el objetivo de superar el 2-0 del partido de ida y meterse en los cuartos de la Champions. Será una pieza fundamental en el marcaje de Mbappé, un delantero al que conoce muy bien, dado que en la Liga francesa se enfrentaron durante ocho temporadas. Olabe confía en las aportaciones de Traoré: «A jugadores como Mbape, de talla mundial, no importa demasiado cuánto lo conoces, si no cómo compites contra ellos, para defenderles y atacarles, ahí Hamari, es muy competitivo y confiamos mucho en él», insiste el director deportivo.
En Anoeta destacan la experiencia del defensa, pero algunos alertan de sus reacciones «imprevisibles». A demás del despiste con Mbappé, en la última Copa de África fue expulsado tras discutir con el árbitro del partido contra Costa de Marfil. Joxe Mari Traoré, un singular txuri urdin.
Un hashtag en la red social X, antes Twitter, ha encendido las alarmas en torno al derbi madrileño que este domingo enfrenta al Atlético de Madrid con el Real Madrid, con Vinicius, de nuevo, como protagonista. #MetropolitanoconMascarilla se convirtió hace unos días en trending topic y su origen resultó tan difuso como preocupante respecto a la acción que pretendían los supuestos seguidores de esta iniciativa.
Se habló de que fuera un medio de protesta contra el trato que reciben los aficionados rojiblancos de la prensa, también de las diferencias arbitrales entre los colchoneros y otros equipos como el Real Madrid y, por último, y más preocupante, como método para poder insultar a los jugadores blancos, especialmente al brasileño, sin que se pueda identificar o recoger la sustancia del improperio.
Esta última posibilidad, con la lacra del racismo sobrevolando el entorno virtual, se dedujo de varios posts en redes sociales en los que, por ejemplo, se podía ver a dos personas con la camiseta del Atlético y mascarilla con dos fotos de simios a los lados. Publicación ya eliminada. O de otra de un seguidor anónimo en la que se leía: "El domingo no queda otra, quieren su circo, que ellos pongan los monos y payasos..."
Dispositivo "algo más" fuerte
Desde el Atlético recuerdan que "son muy respetuosos con todos los rivales y practican tolerancia cero con cualquier manifestación violenta o racista". De hecho, en el último incidente xenófobo ocurrido en el Metropolitano, cuya víctima fue Nico Williams, el club identificó inmediatamente y sancionó de manera provisional, hasta que haya sentencia firme, al seguidor que protagonizó los insultos. Y esta presunta campaña la consideran fruto de un impulso de unos pocos seguidores que no representan a la hinchada colchonera.
Sin embargo, los diferentes organismos encargados de supervisar el normal desarrollo del evento deportivo que se producirá el domingo a las 21:00 horas en el Metropolitano sí consideran necesaria una vigilancia extra a la hora de controlar lo que pueda ocurrir tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Ya desde los momentos previos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado dispondrán de un dispositivo "con algo más de fuerza" respecto a otros derbis madrileños. Se habla de la posibilidad de incrementar las unidades de intervención policial (UIP), así como desplegar mayores patrullas de información para identificar y actuar con más presteza si se produce cualquier tipo de delito, pero especialmente uno de odio.
Nico Williams se señala su color de piel en el Metropolitano.MariscalEFE
Desde estos organismos son conscientes de que Vinicius es la víctima habitual de este tipo de agresores verbales. Además de por su color de piel, también porque es un jugador muy poco querido en las hinchadas rivales. Y la preocupación de estas unidades es que uno o varios individuos aprovechen la masa para ocultarse y poder perpetrar insultos racistas contra él.
Dentro del estadio, LaLiga también ha aumentado su dispositivo habitual respecto a los derbis. El máximo organismo del fútbol profesional español es consciente de la trascendencia de este partido. De hecho, en el penúltimo, que se retransmitió en abierto al ser la Copa del Rey, se conectaron más de nueve millones de espectadores en algún momento.
Por su parte, la Real Federación Española de Fútbol también se mantendrá pendiente del tema de las mascarillas a petición de LaLiga, pero asegura que la vigilancia arbitral respecto a los insultos racistas será la misma que se realiza en todos los partidos de LaLiga EA Sports. El colegiado designado para juzgar la contienda es el balear Mateo Busquets Ferrer y en el VAR estará Javier Iglesias Villanueva.
Nuevo gesto del árbitro
Hay que recordar que el árbitro dispone de un protocolo contra este tipo de manifestaciones racistas que le permite suspender el encuentro. En un primer momento de modo temporal hasta que remitan los incidentes tras un anuncio por megafonía, y posteriormente puede hacerlo de manera definitiva si eso no ocurre. La novedad de este curso es el gesto para hacerlo que es cruzando los brazos por delante del pecho.
Estadio Metropolitano.EFE
El otro actor, el Real Madrid, no ha querido dar ninguna trascendencia extradeportiva a este derbi más que a los anteriores. Desde el club blanco, creen que el tema de las mascarillas es una minoría y que, pese a la polémica suscitada, el presidente, Florentino Pérez, acudirá con total normalidad a la comida de directivas que se producirá en un conocido restaurante próximo al Santiago Bernabéu. Pérez, en cambio, no acudió a la de un Clásico con la del Barcelona cuando el ambiente entre ambos clubes estaba enrarecido por el caso Negreira.
A nivel futbolístico, los dos clubes llegan tras haber ganado sus últimos duelos con sufrimiento. Si los blancos casi desperdician un tres a cero frente al Alavés en los últimos 10 minutos, los rojiblancos, gracias al despertar de Julián Álvarez, consiguieron sacar los tres puntos en el último minuto en Balaídos. El domingo, para los organizadores, la preocupación, por desgracia, no estará en el césped sino en los aledaños y en las gradas del estadio.
Han pasado 17 años desde que Javier Arizmendi, en el minuto 88 de un duelo empatado dos goles, batía a Casillas para que aquel Valencia de Koeman que también coqueteaba con el descenso ganara en el Bernabéu. Aquella victoria ha sido desbancada por una de mayor mérito, porque la diferencia entre los rivales es abismal y porque el testarazo de Hugo Duro en el 94 que batió al debutante Fran González permite al Valencia agarrarse a una salvación en la que ya se cree, empujado por la fe que despertado Corberán. Sólo el Barça (0-4) y el Atlético (1-1) se había llevado puntos del inexpugnable estadio madridista, lo que agranda la proeza.
El Valencia se sacudió mil demonios de un plumazo. Volvía a ganar en el Bernabéu, sumaba su primera victoria lejos de Mestalla por primera vez en un año y lo hacía sin tres de sus mejores futbolistas pero recuperando a otros tres que se antojan esenciales para el arreón final. Corberán no dudó en reconocer que su equipo rozó la perfección desde Mamardashvili, que volvió a ser un portero que da puntos con sus paradas a Mbappé y Valverde y el penalti de Vinicius, a Rafa Mir y Hugo Duro, que volvió a mostrar su olfato en el área por puro tesón.
«Había que tener personalidad y no dejarse intimidar por la atmósfera de este estadio y había que tener concentración, y solo en la jugada que han visto penalti la hemos perdido. Hemos hecho un ejercicio de resistencia y también de saber atacar. Y todo eso al máximo nivel. Ha sido un ejercicio de resistencia y fe. No lo hemos hecho todo perfecto, pero hemos encontrado a Giorgi Mamardashvili, que ha sido uno de los nombres de este partido», explicó el técnico que cogió al equipo con 12 puntos y le ha hecho sumar 22. «Detrás de eso hay mucho trabajo», puntualizó el entrenador revelación, que no abandonó su rictus serio al recordar que todavía queda camino.
Ahora bien, el equipo golpeado con los peores registros goleadores de las grandes ligas, acostumbrado a deshacerse en defensa al más mínimo golpe, se ha convertido en resiliente. «Ante el golpe como el que hemos recibido en la segunda parte [el gol de Vinicius] y en un escenario donde el Real Madrid se ha acostumbrado a remontadas heroicas, tener la fuerza para levantarnos era importantísimo. Porque si no, no se gana», resumió.
No lo vio de la misma manera Carlos Ancelotti, que no restó mérito al "gran trabajo" del Valencia ni evitó reconocer que la Liga se les complica. "Tenemos menos opciones al título. Hemos perdido la oportunidad de pelear con más contundencia", reconoció antes de poner matices a la derrota. "Las hemos tenido merecidas, pero esta no lo ha sido. No ha faltado la actitud. Hemos creado un montón de oportunidades y hemos estado cerca de marcar. Nos ha faltado un poco de efectividad y se podría hacer mejor en la recuperación del balón, a nivel defensivo. En este momento, para que nos hagan gol los equipos rivales no necesitan mucho. Uno ha sido a balón parado y luego hemos arriesgado porque el punto no servía para nada", se lamentó.
Se encontró el Real Madrid con la confianza que ha despertado la personalidad de jugadores del Valencia como Diakhaby, que marcó con un cabezazo impecable el primer gol para cerrar un círculo: hace uno año se hizo añicos la rodilla al caerle encima Tchouanémi en el partido en Mestalla. "Me lesioné contra ellos y ahora marco en el Bernabéu. Quiero disfrutar de eso", decía el central, al que no le hundió ni el gol en propia puerta que el VAR anuló.
¿Quién será el lanzador de penaltis?
Tampoco lo hizo Tárrega, convertido en uno de los cinco centrales más difíciles de driblar de las cinco grandes ligas, en la disputa con Mbappé que Cuadra Fernández vio como penalti. Ahí emergió Mamardashvili por primera vez ante Vinicius, que falló su segundo lanzamiento de la temporada. Lo hizo ante el Atlético en Champions y de nuevo ante el georgiano. Eso provocó pitos en la grada y quizá que Ancelotti designe otro lanzador. "Vamos a ver", se limitó a decir. "Ha sido una temporada complicada para los lanzadores. Falló Bellingham en Valencia, Mbappé contra Liverpool y el Atlético y Vinicius contra el Atlético y también hoy. Pero está muy focalizado en lo que hace. Le puede ir bien o mal, pero lo da todo", justificó el italiano.
Vinicius, en el lanzamiento de penalti que erró.chema moyaEFE
Mientras en el Real Madrid surgen las dudas, más aún a la espera del Arsenal, en el Valencia nadie se arruga. Empezando por el portero, que ha tenido fallos garrafales esta temporada que empieza a enmendar. "Todos tenemos días malos, pero tenía que demostrar quién soy como he hecho", advirtió el georgiano en un mensaje quizá para oídos en Anfield. Tuvo arrestos hasta para apostarse 50 euros con Vinicius. "Le pregunté si quería jugarse 50 euros y me dijo que sí. Se lo paré y gané. Me lo tenía que pagar después del partido, pero aún no me lo ha dado. No pasa nada", sonreía el guardameta.
A ese crecimiento se suman el argentino Enzo Barrenechea o André Almeida, con galones en el control del juego, no desentonaron un esforzado Jesús Vázquez y un cumplidor Max Aarons, con apenas titularidades, y emergió Javi Guerra fajado con Modric, Valverde o Brahim. «Hemos venido a crecer, a trabajar y nos hemos llevado los tres puntos cuando aquí no puntúa casi nadie. No hay mejor escenario», recordó el centrocampista. Dijo Ancelotti que el Real Madrid mereció ganar y los números dicen que remató a puerta nueve veces. Dos lo hizo el Valencia, pero fue el equipo que quiso ganar.