El Real Madrid aterriza hoy en París para celebrar el Balón de Oro de Vinicius Júnior, fiesta mayor para el conjunto blanco, que ya tenía planeados los dos días de descanso a la plantilla, y para el brasileño, coronado como el mejor futbolista de la temporada. Pero el lunes de Vinicius llega después de un domingo de reflexión tras la contundente derrota contra el Barça. Una crisis de imagen y fútbol que ha dolido en el vestuario y en la directiva y para la que ya se buscan soluciones.
En Valdebebas algunas voces piden «calma» mientras se asume la derrota como una de las más dolorosas de los últimos años. Por la importancia de cara a la clasificación, en la que los azulgrana se alejan a seis puntos, por la sombra que el resultado le hace al Balón de Oro de Vinicius, por la forma, obviamente, con un 0-4 demoledor, y especialmente por las sensaciones del equipo. Algo que no es novedad.
El Madrid desapareció en una segunda parte terrible. Una situación similar a los primeros 45 minutos contra el Borussia Dortmund y a los 90 de Lille, donde se cosechó la primera derrota del curso. Varias actuaciones desesperantes para los que toman las decisiones en el club. La derrota en Francia fue un aviso, ante el conjunto alemán el descanso sirvió para despertar, pero contra el Barça el paso por vestuarios fue cloroformo para todo el equipo.
Durante la primera parte, el Madrid aguantó bien el ritmo, pero los fueras de juego fueron una constante, evitando cualquier peligro sobre la meta de Iñaki Peña. El cuerpo técnico había trabajado esta situación con los futbolistas durante la semana, pero Mbappé, especialmente, no estuvo acertado a la hora de tirar la línea. En el club apoyan la teoría de Carlo Ancelotti de que el Madrid mereció más durante varios periodos del duelo, pero el tramo final despejó cualquier síntoma positivo.
El bajón físico en la segunda parte fue alarmante y en total la plantilla del Madrid corrió diez kilómetros menos que la del Barcelona. Siempre aparecen ahí los argumentos sobre el poco descanso en verano tras la Champions y la Eurocopa, la corta pretemporada y la acumulación de partidos en un calendario extenuante, pero las excusas comienzan a ser papel mojado. Las miradas y la petición de explicaciones se dirigen ahora hacia Ancelotti y Pintus, líderes del vestuario y de la preparación física. En el cuerpo técnico eran conscientes de que iba a costar tiempo encajar todas las piezas tras la salida de Kroos y la llegada de Mbappé, pero si algo se valoraba positivamente en verano, también en las altas esferas, era la capacidad física de la plantilla.
"Incomprensible"
De ahí que tras el clásico las palabras más repetidas fueran «decepción» e «incomprensible». ¿Cómo puede ser que el Barça, con un centro del campo más débil en físico, fuera tan superior al Madrid en ese apartado? La pregunta recorrió la mente de los jugadores y los responsables del conjunto blanco durante todo el domingo. Un domingo de silencio absoluto en la plantilla. Si el sábado ningún futbolista salió a zona mixta tras la derrota, ayer nadie se atrevió a publicar ningún mensaje en sus redes sociales, algo habitual después de cada partido. No subieron publicaciones propias ni contestaron a compañeros de profesión o a otros deportistas, como suelen hacer. Cero actividad. Sólo Vinicius publicó un mensaje, en su caso para apoyar a los futbolistas del Barça insultados de forma racista.
El silencio se romperá hoy para acompañar a Vinicius, en la distancia y en persona. Florentino Pérez y Carlo Ancelotti estarán en París con el brasileño, el primero repitiendo el viaje que hizo para celebrar el Balón de Oro a Karim Benzema y el segundo para ver si es galardonado como mejor entrenador de la pasada temporada. A su lado, se espera a Bellingham, a Mbappé y a Fede Valverde, nominados entre los 30 mejores del curso. Y, en principio y salvo sorpresa, no estará Dani Carvajal. El lateral, ganador de la Liga, la Champions y la Eurocopa, será uno de los primeros clasificados, pero su grave lesión complica el viaje.
El resto de la plantilla disfrutará de dos días de descanso aprovechando que no hay partidos en mitad de la semana. Otro detalle curioso y que ha llamado la atención de los aficionados en redes sociales, porque el Barcelona sí se entrenó ayer tras volver de la capital española.
El Balón de Oro a Vinicius calmará un poco las aguas en el Bernabéu, pero Mestalla, este fin de semana, y luego el duelo ante el Milán en Champions serán dos importantes pruebas de fuego a nivel futbolístico y de sensaciones. Mientras, fiesta por Vini.