Una sanción arrebata a Alonso el podio en Jeddah mientras lo celebraba

Una sanción arrebata a Alonso el podio en Jeddah mientras lo celebraba

Actualizado

El español cometió un error en la salida, tuvo que cumplir un castigo de cinco segundos en su parada a boxes y su equipo no lo hizo. La segunda sanción, de diez segundos, le dejó cuarto

Fernando Alonso, en el podio del circuito de Jeddah.GIUSEPPE CACACEAFP

A las 21.38 horas en Arabia Saudí, exactamente a las 21.38, Fernando Alonso aparecía en el podio del circuito de Jeddah entre los cánticos eufóricos de sus mecánicos. “¡Ooooh, Fernando Alonso!”, era el sonido, muy futbolero, muy británico, que creaban todos los miembros de Aston Martin. Otro tercer puesto. Como en Bahréin, otra vez por delante de todos sus rivales excepto los inalcanzables Red Bull. Sólo había un problema. En ese mismo momento, un mensaje aparecía en las pantallas de información del Gran Premio que ya nadie miraba: “Incidente en el pit lane que atañe al coche número 14 (Alonso). Ha incumplido incorrectamente una sanción”.

De inmediato la alerta corría entre los mecánicos de la escudería de Silverstone; la celebraba se helaba. El tercer puesto estaba en peligro. Todos los presentes, incluido el propio Alonso, se quedaron pendientes de un nuevo mensaje de los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y éste llegó rápido. A las 21.45 horas, es decir, sólo siete minutos después del primer aviso, se confirmó el mazazo: “10 segundos de penalización para el coche número 14 (Alonso)”. El español perdía su podio número 100 en la Fórmula 1 en beneficio de George Russell y caía al cuarto puesto.

¿Qué pasó realmente? Todo empezó en la salida. Después de 360 carreras en el Mundial -el piloto con más pruebas disputadas de la historia-, Alonso cometió un error de novato, un error tonto, al colocarse en la parrilla. En su primera visita a la primera línea desde el año pasado en Canadá, se situó demasiado a la izquierda, fuera de la zona designada. No avanzó centímetros ni salió antes, simplemente se colocó mal. Y por ello recibió la primera sanción. En su visita al garaje, una vez frenado, nadie podría tocar su coche durante cinco segundos.

Un percance, sí, pero nada irremediable. En la primera curva, Alonso superó a Pérez, el dueño de la pole, le sostuvo detrás durante tres vueltas y, cuando fue adelantado, lo aprovechó. Como un ciclista que es rebasado por el maillot amarillo y se engancha a su espalda, Alonso vivió a rebufo de Pérez durante ocho vueltas y esa táctica anuló su sanción. Cuando en la vuelta 18 apareció el safety car y todos los pilotos se fueron al garaje, el líder de Aston Martin ya tenía margen suficiente como para cumplir con los cinco segundos y regresar por delante de Russell.

Entonces, de hecho, Alonso seguía siendo segundo por detrás de Pérez. Después de romper el palier en la clasificación, Verstappen empezaba desde el decimoquinto puesto y estaba en plena remontada. Como hizo el año pasado en Spa, vuelta a vuelta, fue deshaciéndose de rivales hasta colocarse en cuarta posición cuando salió el coche de seguridad. Lewis Hamilton y los dos Ferrari, Carlos Sainz y Charles Leclerc, acababan de pasar por boxes así que ganó sus posiciones sin necesidad de enfrentarse. En cuanto se marchó el safety, Verstappen superó a Russell, tercero, hizo lo propio con Alonso y de ahí a la bandera de cuadros la batalla se centró en el cronómetro.

El error del gato trasero

Nuevamente Alonso se enganchó a Verstappen un par de vueltas, abrió un hueco de dos segundos con Russell y se dedicó a mimar esta ventaja. Una vuelta, la otra, la otra, la otra y así hasta 25 giros, la mitad de la carrera. Al final, le avisaron por radio de que podría tener una segunda sanción, de que necesitaban ampliar su diferencia hasta los cinco segundos, y eso hizo. Para su desgracia, no fue suficiente. Al acabar la carrera, en plena ceremonia del podio, cuando bañaba de champán al ganador, Pérez, cuando ya no podía hacer nada, llegó el siguiente castigo, esos diez segundos, y cayó al cuarto puesto.

¿Qué pasó realmente? Otro error de novato, otro error tonto, en este caso de un mecánico de Aston Martin. Durante los cinco segundos de pena en boxes nadie puede tocar el monoplaza y el responsable del gato trasero lo hizo levemente. Un desliz que costó el podio. En plena carrera los comisarios no se dieron cuenta del fallo, pero una reclamación de otro equipo, presumiblemente de Mercedes, la escudería de Russell, hizo que arrancara la investigación.

Un mal trago para Alonso por cómo se produjo, pero en absoluto un desastre. Sobran las lágrimas ante la obviedad: estas cosas pasan. Cualquier otra lectura por parte de Aston Martin sería un error. Antes de la decisión de los comisarios, Alonso había liderado la carrera, había sido más rápido que los Mercedes y los Ferrari y había confirmado que su lugar este año será el podio. De Bahréin se marchó pensando que quizá todo había sido un espejismo, que era imposible que su coche se hubiera convertido en el segundo más rápido del Mundial, pero ahora ya no quedan dudas de que es así. En un circuito muy distinto, el rapidísimo trazado urbano de Jeddah, volvió a merecer el tercer puesto, sólo los Red Bull están por delante.

La doble sanción, en realidad, fue el primer contratiempo desde su fichaje por Aston Martin el pasado verano. Hasta ayer todo había sido tan dulce, tan y tan dulce, que el propio piloto se empeñaba en negar su buen momento. Antes de empezar la carrera se agarraba en una reunión mantenida con sus jefes en Aston Martin, Lawrence Stroll y Mike Krack, antes de empezar la temporada en la que en ningún momento se plantearon los podios como el objetivo a cumplir. Sin presión, con un monoplaza rapidísimo en todo tipo de trazados, Alonso está ante la temporada que llevaba una década esperando. Aunque una sanción tardía de la FIA le arrebatara el tercer puesto en Jeddah.

kpd