El portugués se marchó visiblemente enfadado hacia el túnel de vestuarios tras la derrota del Al Nassr ante el Al Ittihan.
El gran cabreo de Cristiano Ronaldo tras perder el clásico de Arabia Saudí
A pesar de jugar en Arabia Saudí, Cristiano Ronaldo mantiene su nivel de competitividad y terminó muy enfadado tras la derrota de su equipo, el Al Nassr, ante el Al Ittihan en el clásico saudí. El equipo del portugués perdió por la mínima (1-0) el duelo, arbitrado por el colegiado español Antonio Mateu Lahoz, y cedió el liderato de la competición a su máximo rival.
El delantero brasileño Romarinho fue el autor del tanto de la victoria en el minuto 80 al culminar un excelente contraataque de su equipo, que se sitúa ahora en lo más alto de la tabla con 47 puntos. El cuadro dirigido por el luso Nuno Espirito Santo aventaja en uno al Al Nassr después de 20 jornadas.
Más allá del revés que supone esta derrota, después de cuatro victorias consecutivas, el equipo de Cristiano Ronaldo prolonga su mala dinámica ante el máximo rival, ya que no ha sido capaz de ganarle en los últimos diez enfrentamientos, incluido este curso el de la primera vuelta y el que midió a ambos en la Supercopa.
Al finalizar el partido, Cristiano Ronaldo se marchó visiblemente enfadado hacia el túnel de vestuarios. Pese a que sus compañeros intentaron contenerle, el portugués pateó una de las botellas de agua que estaban en la banda antes de abandonar el terreno de juego.
El lunes 3 de febrero el formato Los amigos de Edu dio el salto al prime time de laSexta. La cadena emitió la entrevista de Edu Aguirre a Cristiano Ronaldo, en la que el deportista se sinceró sobre su marcha del Real Madrid.
El periodista preguntó al futbolista por los motivos de su salida. "Quería una etapa diferente en mi vida. Mi ciclo ahí yo creo que ya estaba cerrado. Quería algo diferente, una motivación diferente", esgrimió.
"No me desgastó porque fue algo que le dije al presidente, y él aceptó que podía salir. En ese momento, cuando estábamos en una fase de la negociación, no se portó tan bien conmigo. Lo entiendo, porque él lo hace siempre así. Después yo ya no podía volver atrás, ya había dado mi palabra a la Juventus, y el presidente quería volver atrás", afirmó.
Sin embargo, Ronaldo aclaró qué piensa de Florentino Pérez. "Yo aprecio a Florentino. Es un digno presidente. Una persona seria, que me trató bien, y ganamos muchas cosas juntos. Tengo mucho respeto por él. Algún mensaje hay, de vez en cuando", sentenció.
Cristiano Ronaldo, "el jugador más completo"
Ronaldo explicó en la entrevista que se considera el jugador de fútbol más completo de la historia. "No siendo zurdo, estoy en el top 10 de jugadores que más goles han marcado de zurda. Y con la cabeza. De la derecha ya ni hablamos. Y penaltis, faltas... Estoy en todo", aseguró la estrella.
"Tienes que hablar de los números y yo creo que soy el jugador más completo que ha existido, es mi opinión. Yo hago todo en el fútbol. Juego bien de cabeza, tiro bien las faltas, tiro bien del pie izquierdo, soy rápido, soy fuerte, salto... Una cosa son los gustos, decir que te gusta más Messi, Pelé o Maradona. Yo entiendo eso y lo respeto, pero decir que Cristiano no es completo... Es mentira, soy el más completo", apuntó.
"¿Eres el mejor jugador de la historia?", preguntó Aguirre. "Yo creo que sí, sinceramente. Yo no vi nadie mejor que yo. Te lo digo de corazón", contestó de manera tajante.
Se hundió. La figura gigante y soberbia de Cristiano Ronaldo se deshizo cuando en el minuto 102, en la prórroga, plantado en el punto de penalti tenía en sus botas la clasificación de Portugal a cuartos de final. Estaba enfrente Oblak y se perfiló con la misma decisión con la que le derrotó en la final de Champions de Milán. Esta vez el esloveno venció, lo atajó y rompió en mil pedazos a la estrella lusa. Lágrimas, cabeza agachada y el esfuerzo de todo Portugal por recomponer a un líder que no ha marcado en esta Eurocopa. Volvió a llorar después porque cogidos a la manos de Diogo Costa, se verán con Francia en cuartos. [Narración y estadísticas (0-0, 3-0)]
Fue el meta del Oporto el héroe de la tanda de penaltis al volar para atajar los tres primeros lanzamientos de Eslovenia. Portugal sobrevivía después de un partido de desesperación en el que desperdició ese penalti en la prórroga y vio cómo su arquero sacaba el pie para desviar el último cara a cara que un error de Pepe le concedió a Sesko. Diogo Costa salvó en Frankfurt a las dos leyendas.
La supervivencia de Portugal pareció un milagro imposible en algunos momentos. Arrancó ordenada, reconociendo por dónde hacer daño a otro equipo que se les encerró, pero a medida que pasaron los minutos, se desordenó, enloqueció y empezó a mostrarse vulnerable. Se contagió de la ansiedad que sigue mostrando Cristiano. Sus lamentos de desesperación, desde el mismo arranque del partido, eran tan exagerados como contraproducentes para Portugal. Le quiso meter el equipo de Roberto Martínez algo más de velocidad al juego y porque por las orillas Leao encontraba oportunidades y Bernardo Silva ponía centros precisos que no había quien cazara.
Protestas y miradas
Eslovenia trataba de estirarse con alguna carrera de Sesko, pero era sabedora de que sus opciones pasaban por sujetar a los portugueses. Al pie de la letra lo cumplía Drkusic. El central se lo ganó todo a Cristiano. Le atosigaba en la recepción, le impedía girarse y, sobre todo, le ganaba todos los balones aéreos. Eso provocó que, un partido más, CR7 pareciera un lastre para Portugal. Su cabreo, sus protestas y sus miradas al videomarcador buscando su imagen reflejada hicieron que Portugal, capaz de recuperar con celeridad en el centro del campo, no pudiera armar una segunda jugada rápida porque su punta volvía andando, cabizbajo y en fuera de juego. Aún así lo intentaba frente a un rival que olía el nerviosismo.
La vía esta vez fue la velocidad de Rafael Leao, a quien en una ocasión tuvieron que frenar en falta en la frontal del área. Por supuesto la lanzó Cristiano, con toda su gestualidad, buscando la escuadra de Oblak que no encontró. Esa fue toda la complicación que pudieron crearles a los eslovenos, que empezaron a hallar los espacios. Se escapó por la derecha Stojanovic, se resbaló Pepe cuando fue a pararlo y suerte que apareció Nuno para atajar su centro antes que Sporar. Con el temor en el cuerpo, la mejor ocasión de los portugueses, que no probaron a Oblak entre palos, fue una carrera de Leao que acabó en un centro a la medialuna para el disparo de Palinha que se estrelló en el poste derecho del meta del Atlético.
Portugal, como en cada partido de esta Eurocopa, tenía que hacer algo más, aunque parecía no saber muy bien el qué. Al inicio de la segunda mitad trató de encontrar la solución Cancelo buscando la línea de fondo, caracoleando con el lateral y sacando un centro raso que desvió Drkusic.
Diogo Costa detiene el penalti de Balkovec.AFP
La siguiente la buscó Cristiano en otro lanzamiento de falta, que era para un zurdo pero, como nadie le rechista, se la pidió buscando ese gol que nunca llega. Fue dura a las manos de Oblak. Si en la primera parte fue Leao el arma ofensiva, en la segunda apareció Cancelo como un destello que deslumbraba al lateral Balkovec. Todo el peligro portugués nació de sus botas.
Pólvora lusa
Tenía que buscar Roberto Martínez más pólvora y echó mano de Diogo Jota a costa de Vitinha. Cristiano, esforzado en tirar faltas, seguía en el campo. Y Portugal no conseguía desencadenarse para asustar a Eslovenia. Matjaz Kek sentía a su equipo cómodo buscando el error que, más de una vez, había asomado en las filas rivales.
Portugal tiene siempre fases en las que juega al tratrán, y eso comenzó a hacer cuando el tiempo corría y empezaba a haber mucho que perder. Buscó entonces el técnico español al eléctrico jugador que le salvó en el primer partido: Francisco Conceiçao.
Lo intentaban los lusos estirándose hacia el área de Oblak y en el minuto 85 llegó su ocasión. Diogo Jota filtró un pase al espacio que corrió Cristiano para armar un zurdazo en un mano a mano que ganó, cómodamente, el guardameta rojiblanco. No se dibujaba bajo el techo del Frankfurt Arena otro escenario que no fuera el de la prórroga. Y ahí pasó de todo. Jota se coló entre los centrales y forzó un penalti, lo falló Cristiano y Sesko perdió la oportunidad de estar en cuartos. Porque los penaltis, en los que volvió a tirar CR7 para pedir perdón, los ganó Portugal.