Quería aprender inglés, acabó como estrella del fútbol en Nueva Zelanda y ahora podría enfrentarse al Madrid: “Me llamaban loco”

Quería aprender inglés, acabó como estrella del fútbol en Nueva Zelanda y ahora podría enfrentarse al Madrid: "Me llamaban loco"

Mundial de Clubes

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Albert Riera jugaba en Tercera y tenía un trabajo estable, pero lo dejó todo para aprender inglés en Oceanía. Una década después, ha sido estrella de la liga y ahora dirige al Auckland City en el Mundial de Clubes, donde podría cruzarse con el Madrid. “El viaje se ha alargado”, bromea con EL MUNDO.

Riera, durante un entrenamiento del Auckland City en Marruecos.Auckland City.

En 2011, Albert Riera (Barcelona, 1983) trabajaba como técnico de transporte sanitario y ya no tenía ganas de jugar al fútbol. A sus 28 años, había pasado por diversos equipos de la clase media catalana (Balaguer, Benavente…) y parecía que el balón y él debían separar caminos. Tampoco estaba conforme con su día a día y necesitaba una desconexión. El fútbol y el trabajo le habían consumido. Entonces, medio en broma y medio en serio, comenzó a planificar el viaje de su vida con varios amigos: un año sabático en Nueva Zelanda. Lo dejó todo y cruzó el planeta para aprender inglés en Oceanía.

Hoy, doce años después, ese año sabático le ha convertido en leyenda del Auckland City, equipo de fútbol de la ciudad neozelandesa que esta tarde abrirá el Mundial de Clubes 2023 y que tiene en Riera, que primero fue su jugador, a su entrenador. Esta es su historia.

«No me imaginaba nada de esto cuando hice las maletas hace doce años. Yo aún sigo viajando, pero se ha alargado», bromea desde Tánger en conversación telefónica con EL MUNDO. En la ciudad marroquí, una de las dos junto a Rabat que acogerán hasta el 11 de febrero el Mundial de Clubes, su equipo debuta hoy (20.00 horas) contra el Al-Ahly egipcio. El que gane disputará los cuartos de final ante el Seattle Sounders estadounidense el sábado y el que triunfe en ese duelo se medirá al Real Madrid el miércoles día 8. «Entrenar no es algo que tuviera planeado ni que quisiera hacer, pero miraNo me fui a Nueva Zelanda a jugar al fútbol, sino todo lo contrario, pero terminé descubriendo que el fútbol estaba ligado a mi vida. Ahora también en mi primer año de entrenador».

“¿Por qué no juegas al fútbol allí?”

El año sabático de Albert cambió con una proposición de su padre. «¿Por qué no juegas al fútbol en Nueva Zelanda?», le dijo. «Le contesté que era lo último que quería hacer, que quería escapar de todo eso. Pero mi padre descubrió que había un catalán entrenando al Auckland City, Ramón Tribulietx, y me convenció para escribirle», relata. Antes, Riera había pedido una excedencia en su trabajo en Cataluña y había aprovechado las primeras Working Holiday Visa de Nueva Zelanda, unos permisos de un año para estudiar y trabajar en el país. «Queríamos ir a Australia a aprender inglés, pero no había visados. Vimos que Nueva Zelanda estrenaba esa Working holiday visa por primera vez y la pedimos. Creo que fuimos de los primeros en pedirla porque sólo daban 200 plazas», resume.

La idea de su padre surtió efecto y Tribulietx le dejó hacer una prueba para el equipo y, después de ella, le ofreció un contrato de seis meses. «Pensé: bueno, juego hasta final de año y lo dejo», recuerda. Pero no. Cuando llegó el momento de volver a España al terminar el visado, Tribulietx insistió a Riera y éste tomó la gran decisión de su vida.

«Al principio le dije que era imposible, que no podía dejar un trabajo de seis años en España, que era un cambio muy grande y que económicamente tampoco era gran cosa, pero íbamos a jugar la Champions de Oceanía, a viajar a Fiji, Vanuatu, Nueva Caledonia… Eso me gustó, y también opciones como el Mundial de Clubes, y acepté. Todo el mundo me decía que estaba loco. Y no fue un año, ni dos, ni tres…», insiste. Como jugador, en Oceanía ha ganado dos veces la Champions con Auckland, ha jugado en la liga australiana con el Wellington y llegó a disputar un partido contra la Juventus con un equipo All-Star de la zona. Ahora, sueña con liderar a su equipo hasta las semifinales contra el Madrid. «Entrenar no es algo que quisiera hacer, pero…». Así empieza todo.

kpd