El conjunto catalán evita otra derrota en casa y sobrevive a la intensidad israelí (83-78).
La capacidad de Cory Higgins (15 puntos, 20 de valoración) para asumir la responsabilidad cuando el Barça se asomaba de nuevo al abismo fue crucial para que los azulgrana sobrevivieran a un tercer cuadro demoledor del Maccabi (21-30). El acierto del alero acabó por evitar lo que, por momentos, parecía que iba a ser otro tropiezo en el Palau y regaló un triunfo final por 83-78. De nada les sirvió a los visitantes la más que destacada actuación de Jalen Adams (20 puntos, 20 de valoración), bien escudado en la mayor parte del duelo por Baldwin (15 puntos). Su intento de asaltar el Palau se quedó finalmente sólo en eso: un intento.
El Barça, con un ataque eminentemente coral, supo aprovechar su mayor efectividad en los triples para imponerse al término del primer cuarto (15-20) ante un Maccabi muy combativo. El equipo israelí, apoyado sobre todo en Martin y Adams, llegó a firmar un parcial de 0-6 que le permitió situarse momentáneamente por delante en el marcador (11-12). Los azulgrana, lejos de acusar el golpe, reaccionarían con dos zarpazos desde más allá de la línea de 6,75 firmados por Jokubaitis y Kalinic.
El segundo periodo arrancó también tremendamente igualado. El Barça, no obstante, apoyado sobre todo en las destacables aportaciones de Higgins y Satoransky, llegó a marcharse por 11 en el luminoso (39-28). Una serie de errores, con todo, le permitiría al Maccabi lograr un triunfo parcial por la mínima, recortar distancias y marcharse al descanso a una distancia mucho más apretada de los barcelonistas (41-37) .Adams, perfectamente escudado por Sorkin, sería de nuevo el gran protagonista por parte visitante. Sobre todo con el triple sobre la bocina que les permitió a los suyos tomar el camino de los vestuarios más que convencidos de sus posibilidades.
Envalentonado por su reacción en la recta final del segundo cuarto, el Maccabi saltó a la pista más que entonado tras el descanso. Los azulgrana, atenazados por la garra del equipo israelí y descolocados también por una serie de decisiones arbitrales muy protestadas por el Palau, llegaron a verse diez puntos por detrás en el marcador en la recta final del cuarto ante un Maccabi que los castigó sin piedad desde la larga distancia. Las apariciones puntuales de Mirotic, prácticamente inédito en la primera parte, fueron por momentos la gran baza para evitar que las cosas se fueran de madre y los locales, en un arreón final, se las arreglaron para marcharse al último cuarto abriendo la puerta al menos a una tímida esperanza para evitar otro tropiezo en casa (62-67).
La inyección de moral obtenida tras verse casi abocados al abismo, tal y como le ocurrió tras el descanso al Maccabi, fue crucial para que el Barça, tirando de la calidad de Higgins, Mirotic y un Jokubaitis que quizás fue el más regular de los locales en todo el duelo, acabara por darle la vuelta a las cosas en el último periodo. Con un parcial de 14-0, en el que aprovecharon también el hecho de que a los visitantes les abandonara la puntería en el momento más inoportuno, los de Jasikevicius se las arreglaron para atesorar una máxima diferencia de 8 puntos que, a la postre, les permitiría hacerse con el triunfo por 83-78.