Open de Australia
A tenor de lo acontecido en sus respectivas trayectorias, el español tomaría ventaja en Roland Garros y el serbio le igualaría de nuevo en Wimbledon. Carlos Alcaraz, a la cabeza de quienes pueden entrometerse en la lucha frontal.
Un desarrollo lógico del relato, atendiendo a la jurisprudencia, invitaría a pensar que Rafael Nadal y Novak Djokovic llegarían al Abierto de Estados Unidos emparejados con 23 grandes. Es futorología, claro, pues hablamos de deporte, y son muchas las cosas que pueden suceder desde ahora hasta el 28 de agosto, cuando se inicie en Nueva York el cuarto torneo del Grand Slam del presente curso.
De momento, Djokovic, que cumplirá 36 años el 28 de mayo, fecha del inicio de Roland Garros, luce pletórico, recién conquistado su décimo Abierto de Australia, con el número 22 ya colgado del cuello y una trayectoria impresionante, que invita a recordar su tenis hegemónico de 2015 y 2016 o, sin irnos tan lejos, al jugador que estuvo a un partido de convertirse en el tercero de la historia en cuadrar todos los majors en una misma temporada hace menos de dos años.
Suma 17 victorias consecutivas en el circuito y, desde que perdió precisamente con Nadal en los cuartos del último Roland Garros, ha ganado Wimbledon, Tel Aviv, Astana, las ATP Finals y el más fecundo de sus grandes, con una sola derrota en el camino en partido oficial, frente a Holger Rune, en la final del Masters 1000 de Paris-Bercy.
Al otro lado del cuadrilátero, Nadal, que el 3 de junio cumplirá los 37, permanece varado por la lesión sufrida en el psoas ilíaco de la pierna izquierda ante Mackenzie McDonald en la segunda ronda del Abierto de Australia. Las pruebas realizadas el pasado día 26 de enero en la Clínica Tenis Tecknon de Barcelona confirmaron los resultados de los primeros exámenes. Dentro de tres semanas se someterá a una nueva evaluación. No se le espera antes del Masters 1000 de Indian Wells, en la segunda semana de marzo, aunque su retorno podría demorarse.
Sólo tres derrotas en París
Nadal ha ganado Roland Garros en 14 ocasiones, suma 112 victorias en un torneo donde sólo ha perdido tres encuentros, dos de ellos ante Djokovic, en cuartos de 2015 y en semifinales de 2021. En circunstancias normales, y a la espera de su evolución, volverá a partir como el principal favorito para el triunfo, incluso si llega con un ránking inferior al habitual. En este momento es sexto en el escalafón.
Si Australia es, de largo, el escenario que le garantiza mayores éxitos, Djokovic, que vuelve al número 1 del mundo, también se ha hecho fuerte en Wimbledon, donde ha ganado siete títulos y no pierde un partido desde los cuartos de 2017, cuando se retiró lesionado con el marcador abajo ante Tomas Berdych. Una victoria este verano le pondría a la vera del mismísimo Roger Federer.
Nadal y Djokovic afrontan su particular volata con balance bastante estrecho en todos los frentes. Con su triunfo en Melbourne, Djokovic suma un total de 93 títulos, uno más que el español. Tiene 38 Masters 1000, por 36 del zurdo, y domina por 30-29 en el cara entre ambos. El serbio se asoma con cierta ventaja, también en lo físico, en esta apasionante carrera cuyo desenlace no se aventura demasiado lejano, dada la edad de ambos. Nadal, en cualquier caso, ni mucho menos ha dicho su última palabra. El combate frontal no excluye la intromisión de terceros, con Carlos Alcaraz, gran protagonista del pasado ejercicio, vigente campeón del Abierto de Estados Unidos y número 1 del mundo saliente, como máximo reclamo en el escaparate.