Alcaraz mejora ante un autodestructivo Rublev y mantiene sus opciones de estar en semifinales

Alcaraz mejora ante un autodestructivo Rublev y mantiene sus opciones de estar en semifinales

ATP Finals

Actualizado

Venció por 7-5 y 6-2 para conseguir su primera victoria en el torneo y se jugará su porvenir el viernes ante Medvedev

Alcaraz, en un momento de su partido ante Rublev.TIZIANA FABIAFP

Aún a tiempo de todo, Carlos Alcaraz ganó ante Andrey Rublev su primer partido en unas ATP Finals y mantiene las opciones de clasificarse para las semifinales del torneo. El número 2 del mundo se impuso por 7-5 y 6-2, en una hora y 14 minutos, al quinto favorito, y logró el triunfo tras salir derrotado en los tres últimos encuentros: Paris-Bercy (Saffiulin), Shanghai (Dimitrov) y el torneo que nos ocupa (Zverev). Seguro con el servicio, con un punto mayor de dinamismo en su juego, hizo suya la victoria después de lograr la rotura que le dio el primer set. A partir de ahí, a sus méritos se añadiría la ya endémica capacidad de autodestrucción de su oponente. El español se jugará este viernes ante Daniil Medvedev sus opciones de estar en semifinales.

Rublev se ha convertido en un rostro reconocible en este torneo. Lo disputa por cuarta vez consecutiva y el pasado año logró alcanzar las semifinales. Esta temporada ganó en Montecarlo su primer Masters 1000, un salto cualitativo en un jugador que se caracteriza por su regularidad, aunque, a los 27 años, se eche de menos una mayor evolución en su juego. Combativo, pétreo en sus planteamientos, peca en ocasiones de un estilo demasiado monocorde, si bien empieza a buscar más a menudo cerrar algunos intercambios en la red. Su derrota ante Medvedev, tras desaprovechar las siete opciones de rotura de las que dispuso, le dejó en una situación de emergencia, la misma a la que se enfrentaba Alcaraz, aunque contase con un set ganado en su renta.

Buena actitud

Las palabras del español después de perder el pasado lunes traducían un cierto desencanto por no encontrarse en el tono anímico con el que hubiera deseado llegar al desenlace del curso. No le faltaron juego ni actitud en su vuelta al Pala Alpitur de Turín. Más pulcro en el contacto con la pelota, desenmascaró las debilidades de Rublev, incomodándole con cambios de altura hasta desesperarle poco a poco.

El primer set se desarrollaba de un modo sintético, con ambos protagonistas defendiendo con solvencia su servicio. Son las reglas del juego en esta superficie. Acertar con el saque es, como poco, una garantía de supervivencia. Muy suelto, Rublev mantuvo el pulso con Alcarcaz hasta que el marcador se aproximó a los juegos de resolución. Salvó con el saque la primera pelota de break, en el noveno juego, y se sacó otra de encima en el undécimo, pero ya no volvería de la tercera, que acabaría por costarle después el parcial.

El grito de Rublev cuando vio cómo Alcaraz volvía a ganarle un segundo saque con resto directo fue el preludio del lanzamiento de la raqueta contra el suelo. Era sólo el primer juego del segundo set. A continuación brotó la sangre de rodilla izquierda, que se golpeó con la raqueta una y otra vez, iracundo, al ceder el servicio. Puro temperamento, el ruso ya no sólo era víctima del buen tono de su oponente, sino de su propias tendencias suicidas, una constante a lo largo de su trayectoria en las pistas. Ya no lograría recobrar el tono, desarmado para detener a un Alcaraz en franca mejoría.

kpd