Luka Doncic hizo bajar del palco a Florentino Pérez. No es para menos. En primera fila del Palacio, sentado entre el presidente del Real Madrid y su amigo esloveno Luka Rupnik (tras el descanso ya subieron al palco), la estrella de los Lakers se dio un inesperado baño de multitudes en la que fuera su casa y, de paso, fue testigo de la parte más cruel del deporte: el triunfo blanco, el 21 seguido en ACB (el 26º de carrerilla en casa), supuso el descenso matemático del Covirán Granada.
A falta de una jornada, los de Pablo Pin han certificado su retorno, cuatro años después, a lo que ahora se llama Primera FEB (antes, LEB Oro), acompañando al Leyma Coruña. Pelearon el partido en el Palacio como llevan haciendo todo el curso en ACB, con amor propio. Pero no fue suficiente ante un Madrid sin Dzanan Musa ni Gaby Deck y sin Final Four, que toma temperatura para unos playoffs en los que le va la temporada. Mario Hezonja (21 puntos) y Edy Tavares (11 puntos y 10 rebotes) fueron demasiado para el colectivo nazarí, que no pudo contener las lágrimas.
El Real Madrid mira ya a los cuartos de final. Ahí, en primera ronda se las verá contra el Baskonia de Pablo Laso, y se juega evitar lo que no recuerda, una temporada sin títulos. De momento, sigue sin perder en todo el año en Liga, exactamente desde el 22 de diciembre en su visita al Valencia. El Barça, que también ganó, se cruzará con el Unicaja sin factor cancha.
Fue cuestión de pasión y de alma. De dos equipos tan en las Antípodas de sus posibilidades como de sus corazones. La primera gran sorpresa de la Copa la protagonizó el La Laguna Tenerife, ese grupo salvaje de Txus Vidorreta, que firmó una remontada tan brava como tétrica fue la desintegración del Barça, un pelele en las manos del infinito Marcelinho Huertas. [91-86: Narración y estadísticas]
Nunca será la última exhibición del base brasileño, siempre hay margen para una obra maestra más. Afortunados los presentes, los que vieron a un 'chaval' de casi 42 años merendarse a todo un Barça, desnortado tras la lesión de Kevin Punter, derretido en una segunda mitad sin sentido en la que todo lo que pasó lo dictó Marcelinho y sus 22 puntos, seis asistencias, seis rebotes y mil lecciones.
Contrastaba la euforia aurinegra y la desolación azulgrana en el Gran Canaria Arena. ¿Cómo se le pudo escapar una noche a Joan Peñarroya que llegó a dominar por 12 en la primera mitad? ¿Cómo pudo el Tenerife resucitar? La respuesta es Marcelinho, el contagio, la conexiones, el cómo buscó a Fran Guerra, en cómo masticó cada ataque para encontrar siempre la mejor opción. Esos pases imposibles, la maravilla del pick and roll. Fue una canasta suya la que puso por primera vez a los insulares por delante, a falta de seis minutos (76-75). Luego un triple, otro de Doonerkamp y errores y más errores de un Barça que ya estaba muerto.
Doornekamp, entre Fall y Parra, ayer.Quique CurbeloEFE
Ante un rival de la experiencia y veteranía del Tenerife no puede haber resquicio físico. Eso el Barça lo pareció saber bien bien temprano: le convenía un ritmo elevado, cuanto menos respiros mejor. Tenía en mente lo que ocurrió el año pasado en Málaga, cuando, en semifinales, le asestó un histórico parcial de 40-8 que dejó el partido para los restos. Esta vez también fue un primer acto único: nadie en la Copa había metido 33 puntos para empezar.
Fue fruto de su acierto y de la equivocación de los aurinegros, que se dejaron engatusar por el intercambio de golpes. Se puso las botas Satoransky y también Punter y Jabari Parker. La defensa de Txus Vidorreta se veía desbordada y ni la sabiduría eterna de Huertas (con 41 años, 8 meses y 16 días, nadie jugó nunca en la Copa con esa edad, superando a Middleton) contenía al Barça. Que llegó a mandar por 12 (35-47), aunque Fitipaldo y el show siempre oportuno de Vidorreta (forzó una técnica cuando peor estaba su equipo) detuvieron algo la hemorragia.
El Barça parecía fluir, como hace unos días en Valencia. Pero el infortunio aguarda donde menos se le espera. Fue volver de vestuarios y, en una acción fortuita, el hombro izquierdo de Kevin Punter se fue al garete. Un mazazo. Bien lo sabe ya Peñarroya, que perdió al comienzo de curso a Laprovittola y que ahora no tiene a Vesely. Y ningún refuerzo obtuvo.
En esos minutos raros tras la lesión, el Tenerife se reenganchó a la batalla. Iban a ser clave. Llegó a arrimarse (63-66), pero el Barça se mantuvo con los golpes de talento de Metu y Jabari mientras se elevaba la temperatura en contra de las decisiones arbitrales. Al siguiente arreón canario, los de Peñarroya cayeron a la lona fulminados. Tenerife o Unicaja estarán el domingo en la final.
Se jugaba el liderato en el Carpena y no era baladí aunque resten 10 jornadas y un mundo. Por la mañana había perdido en casa el Barça, por si había alguna duda de que Real Madrid y Unicaja están siendo los mejores equipos de la ACB. Y verdes y blancos brindaron un choque a la altura de las expectativas, de una intensidad tremenda, de idas y vueltas y de hasta un final con cierta polémica, cuando Campazzo robó a Carter en una acción dudosa -"es falta porque querían hacerla", se quejó Ibon Navarro- y Deck sentenció a la contra. Sale más líder el Madrid de Málaga y suma dos triunfos en la carretera (el viernes se impuso en Bolonia) de los que atajan supuestas crisis. [81-87: Narración y estadísticas]
Se desgañitó Málaga entera con esa acción en el filo, porque en ella iban sus esperanzas de un triunfo colosal. Antes había ocurrido de todo en el Carpena, con un Madrid lastrado por sus pérdidas y algo irregular en su consistencia, y un Unicaja todo amor propio, que se repuso de la floja primera parte y que no encontró más triples de Osetkowski ni de ningún otro cuando los necesitó para resolver el thriller. Aunque logró mantener el basket-average, se queda a dos triunfos de los de Chus Mateo en la tabla.
El primer impacto en el Carpena lo asestó un tipo insospechado, siempre tan en la sombra Abalde -Hezonja causó baja-, con la sensación perenne de no alcanzar lo que prometía. Pero en el Carpena sí, bajando la temperatura al envite, tirando de clase y esta vez también de efectividad. Sus tres triples sin fallo aplacaron el ímpetu inicial de Unicaja, contrarrestaron los dos de Osetkowski y equilibraron a un Madrid dominador del rebote.
Sólo dos antideportivas (una a Campazzo y otra a Musa, ambas claras) cortaron el ritmo del equipo de Mateo, como revitalizado tras su visita a Bolonia. Ibon Navarro, pese a la desventaja y la pérdida por lesión temprana de Kendrick Perry, seguía metiendo gasolina al duelo, así se entiende el baloncesto en Málaga, ritmo, agresividad, frenesí. Pero no le llegaban los triples y se vio 11 abajo (21-32), más complicado todo para los locales con Poirier y su dominio de la pintura en cancha. Tras un pequeño arrimón verde, un triple de Campazzo cerró una primera parte eléctrica.
Osetkowski celebra uno de sus triples.ACB Photo
Pero no estaba dicha la última palabra de Unicaja, un grupo orgulloso, que había ganado 19 de los últimos 20 partidos en la ACB, que sueña con lo de 2006, el liderato en la temporada regular, aquel título histórico. Que ya levantó 21 puntos en el WiZink y que a la vuelta le hizo un 12-2, con cuatro triples, dos de ellos de Alberto Díaz, el motor, el corazón. Tres más para Osetkowski, inspiradísimo, un fracontirador en cuerpo de pívot y la respuesta del Musa para una batalla estupenda, una final en mitad de marzo, los dos púgiles a tumba abierta igualados (64-64) para entrar en el cuarto final.
Y ahí siguió todo avanzando en la agonía, con la irrupción de Sima (10 puntos ante Poirier) pero también el rebote ofensivo blanco, que destrozaba las opciones locales. Un triple de Yabusele y un alley-oop de Poirier dejaron al Madrid enfilado en la recta de meta (74-78). Aunque tras el tiempo muerto, un 6-0 verde, la penúltima respuesta, porque el Madrid tenía el golpe sobre la mesa preparado.
Regresó Tavares a pista y le encontró Campazzo en los cielos cuando se comía la posesión. El propio Campazzo iba a ser protagonista con ese robo polémico a Carter que dejó todo visto para sentencia.
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LUCAS SÁEZ-BRAVO
Enviado especial
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Actualizado Lunes,
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2023
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02:25«Hay jóvenes que están ahí y se pueden meter en...