El Madrid se apaga en Cornellá y abre de nuevo la lucha por la Liga

El Madrid se apaga en Cornellá y abre de nuevo la lucha por la Liga

Al Madrid se le hizo de noche en Cornellá. Por las horas y por las sensaciones. El conjunto blanco cayó derrotado ante un heroico Espanyol, infatigable en el esfuerzo y extenuante en su única arrancada hacia el gol inesperado de Carlos Romero. Los blancos, de menos a más, se estrellaron una y otra vez contra Joan García y pecaron, erráticos al final, de una primera parte muy espesa. [Narración y estadísticas (1-0)]

En la agonía del calendario, el cuadro de Carlo Ancelotti encontró en Cornellá una pausa en su camino. Acelerado en enero por las cinco victorias consecutivas después del drama en el clásico de Arabia Saudí, dio un pequeño paso atrás ante el Espanyol.

Celebrando el regreso liguero de Vinicius, el técnico italiano juntó de nuevo a su cuarteto de estrellas en ataque. Pero Bellingham, Rodrygo y Mbappé, a más durante las últimas semanas, estuvieron tibios en Barcelona. Unidos los cuatro en la delantera, el equipo volvió a sufrir en su sala de máquinas, dominada por Valverde y Ceballos, pero sin ideas en tres cuartos de campo, chocando continuamente contra el doble muro construido por Manolo González.

Rüdiger, lesionado

Los blancos buscaron demasiado el juego entre líneas, deseando más la virtud del talento individual que la creación de una jugada colectiva para superar la defensa rival. Y apenas tiró a puerta. Su único disparo entre los tres palos durante el primer tiempo lo realizó Bellingham en el minuto 38. Un dato que explica la noche madridista.

Antes, Vinicius batió a Joan García con un buen disparo al lado izquierdo del meta, pero Muñiz Ruiz anuló el tanto por falta de Mbappé sobre Lozano. El galo, a un par de metros del brasileño, forcejeó con el blanquiazul y terminó soltando el brazo ante su rival. Sin dudas para el colegiado.

Sin goles, la noticia dramática para el Madrid fue la lesión de Rüdiger, una situación que se prometía desde hacía semanas teniendo en cuenta la excesiva acumulación de minutos del central. A sus 31 años, es el futbolista más usado por Ancelotti y sólo había descansado en Copa del Rey. En el minuto 13 no pudo más, se echó la mano a la parte posterior del muslo derecho y pidió el cambio. Alarma absoluta en el cuerpo técnico a sólo 10 días de la ida contra el Manchester City.

Mbappé dispara anet Joan García, el sábado en Cornellá.AFP

En su lugar saltó Asencio, y no Alaba, para formar pareja con un Tchouaméni que repitió como central y que dejó las mismas sensaciones extrañas de otros días. En un Madrid que domina pero que también pierde muchos balones en área rival, el galo es quizás demasiado lento para jugar a campo abierto, sufre ante los delanteros. Por contra, Asencio brilla en esas situaciones. Veremos qué elige Ancelotti para Manchester.

Tras el descanso, el Madrid hundió todavía más al Espanyol sobre su portería y acarició el área en más ocasiones. A los locales les empezaron a faltar las piernas y el oxígeno, tanto en defensa como en los tímidos intentos de contraatacar, pero consiguieron mantenerse vivos hasta el tramo final. Ancelotti inclinó su ataque sobre el lado derecho, dando protagonismo al buen momento de Rodrygo. El brasileño, una vez más, fue el mejor de los blancos. Volvió loco a Romero, zigzagueó en diferentes ocasiones y fue la única chispa que notó el Madrid en el segundo tiempo.

Romero, al filo de la roja

Desde ese lado derecho llegaron las mejores oportunidades de los blancos, aunque siempre se encontraron con Joan García. Bellingham, con la zurda desde el pico derecho, hizo esforzarse al portero, que salvó también el disparo de Mbappé tras el rechace. Atrás, Tchouaméni seguía sufriendo. Erró varios cruces a campo abierto y casi le da algún susto a sus compañeros y algún regalo a sus rivales, pero tampoco estuvieron acertados.

En los últimos 20 minutos, el Madrid acumuló toda su energía y todas sus ganas posibles ante la portería de Joan García. Pidió la expulsión de Romero por una entrada a Mbappé y lo intentaron de nuevo Bellingham, Rodrygo y el francés, también Vinicius, más centrado en el asedio final. Pero de nuevo, el guardameta voló.

Y como el fútbol es así, en el único gramo de fuerza que les quedaba, con el último aliento de oxígeno de sus pulmones, el Espanyol se inventó un gol que les eleva por el momento, lejos del descenso. Los catalanes arrancaron una contra tras una falta lateral de Modric, los de Ancelotti se durmieron en la transición, El Hilali llegó a línea de fondo y su centro lo remató de primeras Carlos Romero para enloquecer Cornellá.

Y ahora, derbi madrileño con un punto de distancia.

kpd