Axel Pons, hijo del mito del motocilismo Sito Pons, llevaba una carrera muy ligada a la herencia de su padre. Convertido en una estrella emergente de las carreras de dos ruedas, estuvo varios años compitiendo en el mundial de Moto2. Pero decidió dar un giro a su vida y cambiar radicalmente su forma de ver las cosas. Para ello comenzó a caminar por el mundo con el objetivo de “completar la unión con Alá o Dios”.
Tras pasar más de un lustro en Moto2 (2011-2017), Axel dejó el motocilismo en 2018, según afirmó por aquella época en una entrevista, estaba “atrapado” entre las motos, la agencia de modelos en la que posaba y su novia. Se dedicó entonces a diseñar ropa, algo de lo que pronto se cansó también y camino que abandonó en 2019. Fue cuando se le perdió la pista.
Es ahora, en 2024, cuando un vídeo de una entrevista suya con un ciudadano de Pakistán hecha hace unos meses le ha vuelto a situar en el mapa. El paquistaní circula en una moto cuando para a un viajero que va andando por la carretera que resulta ser Axel Pons. Su aspecto es totalmente diferente, pelo largo con rastas, barba, mochila y un palo como báculo para caminar.
Durante la improvisada charla, Axel cuenta que lleva tres años caminando por el mundo. El catalán explica que lleva 15 meses andando desde España a Pakistán, cruzando 10 países, y que está a la espera de que le den permiso para entrar en la India. “Queríamos cruzar a la India, pero no nos dieron la visa. Iremos de vuelta a Islamabad, cogeremos los pasaportes y volveremos para intentar cruzar la frontera en China“, ha relatado, lo que hace suponer que alguien le acompaña en este viaje.
El entrevistador no puede evitar preguntarle por sus pies, ya que va descalzo. Pons no duda entonces en enseñárselos, con su dominante color negro de la suciedad de la carretera, y reconoce que no suele usar zapatos. “Normalmente ando sin zapatos, es precioso”, afirma ante la cámara del asombrado pakistaní.
En la entrevista, Axel explica que se encuentra inmerso en un viaje de autocrecimiento en el que pretende encontrar el sentido de su vida tras explicar la velocidad a la que estaba sometida su rutina diaria. “Cuál era el sentido de vivir una vida a ese ritmo tan rápido, y empecé a ser más y más y más lento, hasta que empecé a andar por el mundo despacio, apreciando los detalles de la vida”, cuenta. “Solo teníamos el deseo de completar la unión con Alá o Dios, y esta es nuestra manera de rezar y practicar; caminando”, añade.
No sabemos donde se encontrará en estos momentos, cuando han pasado ya cuatro meses desde que se grabó su entrevista en pakistán. Pero es cierto que durante la conversación se aprecia a un Axel Pons feliz que no parece que vaya a dejar su nuevo modo de vida y seguramente continúe cruzando fronteras por el mundo.