¿Es Messi el mejor de la historia

¿Es Messi el mejor de la historia

Mundial 2022 Qatar

Actualizado

El argentino añade el Mundial a sus cuatro Champions, algo que no hicieron Di Stefano ni Cruyff, y tampoco Pelé por no jugar nunca en Europa

Messi besa la Copa del Mundo con el MVP del torneo en la manoMeissnerAP

¿Es Leo Messi el mejor futbolista de la historia? La pregunta sigue de inmediato al Mundial conquistado por el argentino en Qatar. El debate continuará porque la condición del mejor no la define únicamente la cantidad de títulos y porque la comparación en épocas diferentes no es siempre justa, pero lo cierto es que ninguno de los cuatro grandes anteriores a Messi cerró una obra tan redonda como la del futbolista del PSG en los escenarios más competitivos: La Champions y el Mundial, la mejor competición de clubes y el mayor torneo de selecciones.

Alfredo di Stéfano y Johan Cruyff deben su leyenda, precisamente, a la vieja Copa de Europa. El primero jugó con tres selecciones, Argentina, Colombia y España, pero jamás pudo disputar un Mundial, entre sanciones, lesiones y eliminaciones. El neerlandés cayó en la final de 1974, en Alemania, y renunció a acudir a la de 1978. Di Stéfano, en cambio, alumbró el nacimiento del Real Madrid campeón y dominador de Europa, con los cinco primeros títulos, y Cruyff fue el estandarte de la era del gran Ajax, antes de llegar al Barcelona, donde su aportación, importante para la reserva emocional azulgrana, fue incomparable a la que ofrecería como entrenador. Ganó tres veces el trofeo. Messi sumó uno más en la mejor época de la historia del Barça. Está a uno de Di Stéfano.

La obra de Pelé en el Mundial se encuentra al alcance de muy pocos. El brasileño es la representación del Mundial en carne y hueso. Ganó en tres ocasiones (1958, 1962 y 1970), con 12 goles en fases finales. Messi suma un tanto más, tras los siete en Qatar, pero un solo título, el conseguido en el Estadio de Lusail ante Francia. Para quienes valoren al mejor por lo logrado en el mayor escenario posible, la herencia de Pelé es imbatible. Pregunten en Brasil. Pelé, sin embargo, jamás jugó en Europa, hecho que le alejó del fútbol más competitivo y, por supuesto, de la principal competición de clubes.

En Europa jugó Diego Maradona, el hombre que levantó el segundo Mundial de Argentina, en México 1986. Después de fracasar en Barcelona, triunfó en Nápoles, donde convirtió a un equipo modesto en campeón de Italia y de la Copa de la UEFA. La Copa de Europa escapó a sus conquistas. Genial pero irregular y con una vida disoluta que segó varias veces su carrera, Maradona fue, además de un futbolista descomunal, una bomba emocional, el jugador que mejor ha representado la pasión en un terreno de juego. En la medida en la que el fútbol es pasión, Maradona es imbatible.

REGULARIDAD Y CONSTANCIA

Para quienes entiendan que la pasión y el Mundial están por delante del juego y los títulos hay, pues, discusión. Para quienes valoren la regularidad y la permanencia no puede existir. Si bien Pelé ganó el último Mundial con 30 años y Maradona el único con 26, Messi ha alcanzado su título más deseado con 35, después de una larga etapa de frustraciones con Argentina que le hicieron sentirse un jugador incompleto. Lejos quedaba el título olímpico que levantó en 2008, 14 años atrás, en los Juegos de Pekín. La Copa América se le resistió, igualmente, hasta 2021. Era la sexta vez que la disputaba.

A diferencia de Maradona o incluso del Cruyff que pasó por el Barcelona, Messi ha sido un genio todos los días, con una constancia que lo conecta más con Di Stéfano o Pelé, favorecido por el ecosistema de un juego, el de la escuela azulgrana, hegemónico durante una era del fútbol. Los galardones individuales, siete Balones de Oro y Seis Botas de Oro, lo ponen de manifiesto, con independencia de lo cuestionables que resulten en un deporte de equipo. Durante el tiempo que únicamente se concedía a jugadores europeos, el premio penalizó a Pelé o Maradona. Di Stéfano lo recibió ya como español. Messi fue, pues, el mejor en el mejor contexto, aunque los últimos años en el Camp Nou empañaron esa trayectoria, con caídas continuas en la Champions. Si alcanza la quinta, será ya como futbolista del PSG, junto a Kylian Mbappé, al que Qatar ha presentado como su sucesor.

Si algo le faltaba al argentino era el liderazgo emocional, dado su carácter huidizo y taciturno, algo que superó a tiempo, como capitán de esta nueva Argentina, para añadir el título que más deseaba. En Qatar, ha sido capitán, líder, decisivo y goleador, a pesar de encontrarse en el otoño de su carrera. Para sentarse a la mesa de los cuatro grandes, incluso superarlos, no bastan, sin embargo, los goles. Se trata de jugadores que marcaron e hicieron marcar a los demás, líderes del juego ofensivo, lo que siempre se ha entendido por un 10.

En favor del resto con respecto a Messi, hay que decir que jugaron en tiempos más duros del fútbol, con menos cámaras y menos protección para las estrellas. Messi no ha recibido tantas patadas como Pelé o Maradona, muchas de ellas en el mismo escenario que lo ha llevado al altar definitivamente. El lugar donde lo coloquen será una discusión eterna.

kpd