Parecía un paseo pero se enredó el griego Stefanos Tsitsipas en su duelo de segunda ronda de Roland Garros contra el alemán Daniel Altmaier, que acabó ganando 6-3, 6-2, 6-7(2) y 6-4, para optar por sexto año consecutivo a los cuartos de final. Tanto fue así que durante un momento tenso del partido, el griego tuvo un encontronazo con su padre.
Altmaier se disponía a sacar, silencio en la pista. Pero Apostolos Tsitsipas, no paraba de hablarle a su hijo. No sabemos qué le estaba diciendo pero la respuesta de su hijo a su progenitor y entrenador fue clara y contundente cuando un sonoro “cállate” se escuchó en la pista.
El finalista de 2021, que había superado de forma más plácida la primera ronda, tuvo que emplearse a fondo en una reedición de la final júnior que ya ganó hace ocho años al germano en ese mismo escenario.
Estaba avisado el griego, puesto que Altmaier se ha ganado en París una buena reputación de matagigantes, tras haber derrotado en 2020 al italiano Matteo Berrettini, entonces octavo favorito y el año pasado a su compatriota Jannik Sinner, que era noveno favorito.
El italiano Lorenzo Sonego o el chino Zhizhen Zhang separan ahora a Tsitsipas de sus sextos octavos de final en Roland Garros.
Pero el griego parece haber recuperado el rumbo que hace unas semanas había perdido, lo que le sacó del Top-10. Tras su triunfo en el Masters 1.000 de Montecarlo, el tercero del heleno en el Principado, reintegró los 10 mejores del mundo.
Por otra parte, tras haber confirmado que vuelven a mantener un noviazgo, Tsitsipas y la española Paula Badosa pidieron a la organización de Roland Garros una invitación para disputar el cuadro mixto del torneo.
La dupla hispano-helena comenzará su participación contra la japonesa Ena Shibahara y el estadounidense Mathaniel Lammons.