Los últimas meses han sido intensos para Scottie Scheffler, el número uno del mundo; cuatro victorias, entre ellas el Masters de Augusta, padre por primera vez, y detenido esta mañana por la policía de Louisville. De la cárcel al tee del uno de Valhalla, donde lograba un birdie en el hoyo uno, para completar cinco horas más tarde su segundo recorrido con 66 golpes y colocarse provisionalmente tercero con en la clasificación con -9. “Empecé mi rutina de calentamiento previa a la ronda en la celda”, comentó con sentido del humor el tejano tras un intenso día que tardará en olvidar.
Una dantesca segunda jornada del PGA Championship, segundo major del año que comenzaba de una forma trágica, uno de los autobuses de la organización encargado el traslado de voluntarios o prensa se veía envuelto en un atropello mortal donde, uno de los trabajadores del torneo, John Mills, perdía la vida. El accidente generó un caos importante y los accesos de Valhalla Country Club se convirtieron en una ratonera sin salida. En medio del descontrol de la situación, el número uno del mundo trataba de llegar a su hora de salida. En esos momentos de incertidumbre, al parecer Scheffler decidió circular por el arcén desoyendo las órdenes de un control policial, concretamente los cargos que la autoridad imputa al número uno del mundo son ‘asalto en segundo grado a un oficial de policía, daño a la propiedad en tercer grado, conducción temeraria e ignorar las señales del oficial que dirige el tráfico’.
La versión de Scheffler es completamente opuesta y achaca el incidente a un malentendido y así lo reflejaba en sus redes sociales antes de comenzar su jornada de golf: “Esta mañana, estaba procediendo según las indicaciones de los agentes de policía. En una situación muy caótica, comprensible teniendo en cuenta el trágico accidente que se había producido antes, ha habido un gran malentendido sobre lo que yo creía que me estaban pidiendo que hiciera. Nunca fue mi intención hacer caso omiso a ninguna de las indicaciones. Espero dejar todo a un lado y centrarme hoy en el golf”.
Lo cierto es que el resultado del incidente fueron las imágenes del número uno esposado y detenido y conducido a la comisaria donde fue fichado y estuvo retenido por espacio de unas dos horas. También se viralizó la foto de la ficha policial de Scheffler ataviado con el la típica camisola naranja que visten los presos en Estados Unidos. Tanto revuelo generó la imagen, que por el campo de Valhalla ya aparecieron algunos aficionados con camisetas con la foto del tejano.
Jon Rahm, en la cuerda floja
No fue tan dramático el día de Jon Rahm, pero el de Barrika no salió nada contento de Valhalla. El español firmó una ronda de 72 golpes (+1) para quedarse después de los primeros 36 hoyos con +1, fuera del corte al terminar su ronda y esperando una evolución del torneo que pueda beneficiarle para estar presente el fin de semana. Lo cierto es que ‘Rahmbo’ no estuvo fino en ninguna de las facetas de golf, y bastante tuvo con sobrevivir al campo y a su errático swing.
No seguirá en el torneo David Puig con con 73 golpes hoy y un +3 en la clasificación. Puig no tiene opciones de pasar el corte. Así, el catalán pone fin a una impecable racha de 17 torneos profesionales que había disputado antes de ese PGA Championship en toda su carrera profesional, habiendo pasado todos los cortes. De momento el golf español queda en manos de Adrián Otaegui que tras su -1 de ayer, parece la única baza de nuestro golf para pelear el torneo en el fin de semana.