Partizan – Real Madrid
Decisivo en el infierno de Belgrado, las lesiones han lastrado su rendimiento. Acaba contrato, hay varios clubes europeos interesados pero todavía no hay conversaciones con un Madrid pendiente del retorno de Campazzo. Hoy, cuarto partido
El verano de 2021 Nigel Williams-Goss era el base “que quería toda Europa”. Son palabras de quien le fichó, Pablo Laso, pero que se corroboran con la decisión que tuvo que tomar el estadounidense esos días. Entre la multitud de jugosas ofertas tras su estupenda temporada en el Lokomotiv Kuban sobresalían las de Real Madrid y Barça. Acabó eligiendo blanco, aunque en estas dos temporadas, por unas razones o por otras, nunca haya podido desarrollar todo su potencial. Cuando el martes sentenció al Partizan con un triple a falta de 30 segundos para helar el infierno del Stark Arena fue una especie de liberación para quien tanto se vio en entredicho.
La noche de Williams-Goss fue redonda ante, precisamente, el equipo con el que debutó en Europa en 2017: 22 puntos en 23 minutos, tres triples y dos robos que pusieron de manifiesto una de sus virtudes, su capacidad física en defensa. En las declaraciones posteriores a la Euroliga se le vio emocionado. Las lesiones han torpedeado su rendimiento. Y, dos años después de llegar a Madrid y de escuchar permanentemente que el equipo -tanto el de Laso como el de Chus Mateo– tenía un problema en el puesto de director, acaba contrato y todavía no hay ninguna conversación con el club para su posible renovación, según ha podido saber este periódico.
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Cuando el Real Madrid anunció el fichaje de Williams-Goss completaba entonces un lustroso trío de directores junto a Thomas Heurtel y Carlos Alocén. Nadie hubiera augurado que precisamente el puesto de base iba a ser el gran quebradero de cabeza de Laso. Nigel, experiencia NBA en los Jazz, no tardó en naufragar. La sombra de Campazzo era alargada y además, pesaba sobre él una especie de maldición, la del base estadounidense en el Real Madrid. En uno de los momentos de la verdad de la pasada temporada, los cuartos contra el Maccabi, con Heurtel apartado y Alocén lesionado, pareció llegar su hora. Pero poco después, de nuevo las lesiones: en la semifinal de la Euroliga pisó a Exum a los 52 segundos y se acabó para él la Final Four y el resto de temporada.
Entonces el Madrid venía de bases de quilates y Williams-Goss había tomado el relevo de aquellos que marcaron el paso del mejor club de Europa. En los libros dorados, Ramos, Cabrera, Corbalán… En los últimos tiempos, Sergio Rodríguez, Campazzo, Doncic… Entretanto, nunca brilló un director de orquesta de origen estadounidense, desde donde sí llegaron tantas leyendas blancas (de Wayne Hightower a Jaycee Carroll, pasando por Clifford Luyk, Brabender…). Aquel Michael Anderson, con quien guarda un curioso parecido -esa muñequera-, triunfó más en su etapa posterior en la ACB que en su año en el Real Madrid. De un tiempo a esta parte, sólo Dontaye Draper, en un puesto secundario, no fracasó. Y el breve paso de Elmer Bennett se salva. Todo lo demás hasta el penúltimo (Chasson Randle), ruina.
Con esa maldición jugaba Williams-Goss, pedigrí NCAA en Gonzaga y experiencia en Europa. En el Olympiacos firmó su mejor partido… precisamente contra el Madrid y después, en el Lokomotiv siguió llamando la atención. Tras esos vaivenes el curso pasado -la decisión de Laso de no contar con él para las semifinales y la final de Copa parecieron acabar con su moral-, esta temporada tampoco pareció levantar cabeza a causa de diversos problemas físicos. Y, de nuevo, todas las críticas a ese puesto al que Hanga se adaptó a marchas forzadas.
“Ha sido un partido emocionante decidido en los últimos instantes con ese tiro de Williams-Goss. Está jugando una temporada sensacional. Ha tenido lesiones pero siempre que está disponible demuestra su potencial”, le elogió Mateo. Nigel sabe que su futuro está en juego y que este jueves tiene otra prueba ante el Partizan. Está feliz en Madrid, integrado en la ciudad donde pronto nacerá su segundo hijo. Y aunque hay varios equipos que ya han preguntado por su situación, él quiere aguardar al Real Madrid. Sin embargo, en el club blanco, de momento, están centrados en el retorno de Facundo Campazzo.