Europa League
El Villarreal remonta ante el Maccabi Haifa en Europa League pero el club ya habla con Marcelino García Toral. Su mensaje no cala en el vestuario, que no reacciona y le espera el Atlético
El Villarreal se resiste a tomar una decisión. José Rojo Pacheta no ha conseguido hacer arrancar al equipo desde que llegó al banquillo groguet y, aunque el riesgo para el club es evidente, su cese no se consuma. Pareció lo iba a acelerar una derrota ante el Maccabi Haifa después de fallar un penalti que tuvieron oportunidad de lanzar Sorloth y Trigueros, ambos al cuerpo del meta Kaluf, pero pasado el minuto 80 aparecieron Alex Baena y el noruego para cerrar una remontadas que le da una vida extra al entrenador.
«Estamos sufriendo mucho, no disfrutamos y estamos demasiado apretados. Jugamos con mucha obligación y las cosas que se hacen por obligación… Trabajaremos para acertar más», admitía Pacheta tras el encuentro. La cuestión en cuánto tiempo más tendrá.
A cinco puntos del descenso en LaLiga y con la visita al Atlético en el Metropolitano en el horizonte, la derrota en Europa League podía haber sido el golpe de realidad definitivo para que la familia Roig aceptara que debe tomar una decisión. La segunda apuesta desde de Unai Emery se marchó tampoco está cuajando como esperaban. Por eso, la mirada está puesta en Marcelino García Toral, que podría volver a la Cerámica siete años después de aquella salida abrupta en agosto de 2016.
La herida abierta entre el entrenador y Fernando Roig quedó cicatrizada y ambos han vuelto a retomar una relación cordial. Tras las derrotas ante el Granada y el Athletic, con el asturiano fuera del Olympique de Marsella, el cruce de mensajes ha sido intenso, aunque las negociaciones no habían tomado aún cuerpo suficiente. Marcelino querría perfilar un proyecto a medio plazo que recupere las constantes del Submarino, que ahora muestra una imagen desconocida.
Detectar qué ha hecho descomponerse al equipo no es fácil. La salida de la Liga de Campeones obligó a un recorte presupuestario que provocó las salidas de futbolistas como Pau Torres, Samu Chukwueze, Nico Jackson, Lo Celso o el guardameta Gero Rulli. Se compensaron con el fichaje de Sorloth y la llegada con la carta de libertad de Comesaña y Denis Suárez. Salvo el noruego, el resto han tenido minutos contados y problemas físicos. A eso se suma la bajada de rendimiento de veteranos como Albiol, Capoue o Parejo y las lesiones intermitentes de Jeremy Pino y Juan Foyth. Gerard Moreno aparece a destellos, como Álex Baena.
A la falta de una idea de juego reconocible y reconocida por los propios jugadores se suma una condición física discutida. Pacheta no ha sido capaz de activar a la plantilla. En sus 12 partidos sólo ha sumado cuatro victorias: dos en Liga, una ante el Rennes en Europa League y otra en Copa frente al Chiclana. A eso suma dos empates y cinco derrotas, tres de las cuales han sido en la Cerámica y han provocado las protestas de los aficionados. Muy dolorosa fue la que endosó el Athletic, con tres goles en la primera parte. El 3-2 final no evitó que Fernando Roig mantuviera una charla de 15 minutos en el césped con Raúl Albiol para entender y analizar qué siente el vestuario y qué soluciones ven.
La propuesta de Pacheta, como la de Setién, no ha encajado en la plantilla. El cántabro sobrevivió la temporada pasada con la clasificación para la Europa League, pero se le acabó rápido el crédito. Con un balance de una victoria y tres derrotas, además de una media de dos goles encajados por partido, fue destituido aprovechando el primer parón de LaLiga. Desde la temporada 18/19 no tenía el conjunto amarillo unos registros de goles encajados tan preocupantes. La sangría defensiva no ha cesado y el Villarreal es el tercer equipo más goleado de LaLiga con 21 en contra, sólo superado por los colistas Almería y Granada.
La vida extra que ganó en Larnaca la podrá liquidar el Atlético el próximo domingo en el Metropolitano. Justo antes del parón de la competición, los momentos que utilizar el Villarreal para resetear los proyectos fallidos.