El neerlandés domina la clasificación en Zandvoort por delante de Lando Norris y George Russell.
Max Verstappen, durante la clasificación.Koen van WeelEFE
El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder destacado del Mundial de Fórmula Uno, saldrá primero este domingo en su casa, el Gran Premio de los Países Bajos, el decimotercero del año, que se disputa en el circuito de Zandvoort; donde los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y Carlos Sainz (Ferrari) arrancarán desde la quinta y la sexta plaza, respectivamente; y el mexicano Sergio Pérez, compañero de ‘Mad Max’, desde la séptima.
Verstappen, de 25 años, firmó, ante su muy entusiasta afición, su vigésima octava ‘pole’ desde que corre en la F1 -la novena de la temporada-, al dominar la sesión de calificación y marcar la vuelta rápida de la tercera y decisiva ronda, con el neumático blando. El nuevo ídolo deportivo de loa Países Bajos cubrió los 4.259 metros de la pista neerlandesa en un minuto, 10 segundos y 567 milésimas, 537 menos que el inglés Lando Norris (McLaren); que saldrá junto a él desde la primera fila.
El inglés George Russell (Mercedes) -tercero en la calificación, a 727 milésimas del lñider- y el tailandés Alex Albon (Williams) arrancarán desde la segunda fila, una por delante de la que ocuparán los dos españoles: el doble campeón mundial asturiano -tercero en el Mundial- saldrá quinto, con Sainz a su lado.
‘Checo‘ lo hará desde la cuarta hilera, desde la que lo acompañará el australiano Oscar Piastri (McLaren), en una carrera prevista a 72 vueltas, para completar un recorrido de 306,5 kilómetros.
"¡Buen saque, Rafa!", exclama Alcaraz y Nadal se ríe: "Hay que apretar, ¿no?". Apenas 24 horas antes de que España debute en las finales de la Copa Davis ante Países Bajos (este martes, a partir de las 17.00 horas, Movistar), los dos mejores tenistas de la historia del país se citan en el pabellón Martín Carpena de Málaga para un entrenamiento conjunto y un set de práctica. ¿El marcador? 4-4. Pero eso no es lo importante.
Lo importante es que los dos preparan sus partidos individuales o, como mínimo, eso parece. Mientras Marcel Granollers se ejercita junto a Pedro Martínez y la pareja de Estados Unidos para el dobles, Nadal practica en solitario contra Alcaraz con el objetivo de medirse a Botic van deZandschulp en el encuentro que debe abrir la eliminatoria. La decisión está en manos del capitán español, David Ferrer, que ya advertido que apurará al máximo para anunciarlo -debe ser una hora antes del inicio-, pero el entrenamiento sería ilógico si finalmente Nadal juega el dobles.
Su probable rival, Van de Zandschulp, verdugo de Alcaraz en el último US Open, es un tenista inconsistente muy lejos de su mejor ranking -hoy es el 80 de la lista- y, además, el español llega en buena forma. Después de dos días de sesiones más livianas, este lunes se ejercitó al máximo y exhibió de lo que todavía es capaz. Con su familia casi al completo en las gradas -no estaba su mujer Mery, pero sí su hijo con los abuelos-, sobrepasó a Alcaraz con su saque y mandó con su derecha, a pesar de los pesares. Sus problemas llegan en el resto y en los desplazamientos laterales, pero con lo visto ya es capaz de vencer.
Jorge ZapataEFE
Si Nadal se enfrenta a Van de Zandschulp, Alcaraz se enfrentará después a Tallon Griekspoor, un rival al que siempre ha dominado -cuatro victorias sin ceder un sólo set- y si hace falta, quedará el dobles. Granollers y posiblemente Martínez se medirán a Wesley Koolhof y Van de Zandschulp en un duelo siempre incierto por la clasificación. A España, por supuesto, le conviene solventar antes en los dos partidos individuales y encarar dos días de descanso antes de unas semifinales que también serán propicias.
Allí estarían Alemania o Canadá, dos selecciones de peso, pero carentes de sus mejores tenistas. Ni Alexander Zverev ni Félix Auger-Aliassime están en Málaga así que Alcaraz y Nadal no se enfrentarán a un Top 10 hasta una hipotética final, donde sí debería estar Italia con Jannik Sinner, Estados Unidos con Taylor Fritz o Australia con Álex de Miñaur. En su contra, únicamente, la superficie rapidísima instalada en el Martín Carpena que este lunes acaparó sus quejas.
Ser sede del Mundial 2030 supondría para Vigo un retorno económico estimado de 160 millones de euros, ahora en el aire tras la manipulación en la Federación de las candidaturas, si bien los beneficios para la ciudad serían incluso mayores si se mete en la ecuación que se quedaría con un campo adaptado a las exigencias de la competición y el impacto reputacional y la promoción turística que implica acoger un evento de semejante dimensión.
Los cálculos, en todo caso aproximados, los realiza el Ayuntamiento de Vigo, en pie de guerra tras la difusión de las informaciones de EL MUNDO. Recuerdan que el desembolso que se va a realizar en el estadio de Balaídos ronda los 65 millones de euros, en los que tienen comprometida financiación de la Xunta, y, una vez finalizado el Mundial, la ciudad se queda con el campo, de ahí ese «saldo neto mayor» por encima de los 160 millones.
Ese elevado retorno económico en juego no se le escapa a los distintos sectores económicos. César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra, asegura que hay en juego «muchos millones». Tan solo de forma directa para la hostelería, implica más de millón y medio de euros por partido.
«alguien debería explicar las razones»
La proximidad con Portugal y la afluencia siempre garantizada a todos los partidos del Mundial garantizarían «colgar el cartel de completo en establecimientos de 30 kilómetros a la redonda», ocupar toda la capacidad hotelera de la ciudad y su área de influencia al máximo. Las perspectivas de negocio son halagüeñas y hacen que «el sector esté a la expectativa» ante una posible revisión de las sedes. «La ilusión seguimos con ella, sería una pena que se escapara esta oportunidad», señala su presidente.
Reconoce también que le sorprende la situación actual, dado que el actual presidente de la RFEF, Rafael Louzán, «es de Pontevedra y ha sido un cargo político como presidente de la Diputación muy vinculado al turismo y al deporte», y «sabe perfectamente el peso que tiene esta decisión en la provincia».
Apunta, además, que «nunca nadie ha tenido claro cuáles son los requisitos» para la designación y, aunque quiere ser «prudente» en sus valoraciones, sí apunta a que «estamos en el sistema español de 'vamos a hacerlo a dedo', porque si dos días antes éramos el estadio y dos días después alguien decide cambiarlo, alguien debería explicar las razones de ese cambio».
El recuerdo de 1982
El sector equipara el impacto de esta competición con el de la Feria Internacional de Productos del Mar y Congelados Conxemar. Un estudio del Servicio de Estudios ARDÁN y la Universidad de Vigo revela que la feria de 2023 generó 84,7 millones de euros; y sumando el volumen de negocio y la creación de empleo, eleva el impacto socioeconómico a 750 millones. En la hostelería, los tres días del evento suponen cerca de 20 millones de facturación directa.
La presidenta del Celta y Abel Caballero, en Balaídos.Salvador Sas
En todo caso, al igual que el Ayuntamiento, también la hostelería recuerda que hay un retorno no cuantificable de promoción turística, «no es sólo el impacto puramente económico a corto plazo, sino el conocimiento de la gente», una acción promocional «a nivel mundial» que les permitiría «acceder a una clientela de países de todo el mundo». El Mundial de 1982, en el que Balaídos fue sede, «tuvo una repercusión mediática impagable».
Ese beneficio reputacional no se le escapa a los aficionados. José Méndez Castro, presidente de la Federación de Peñas Celtistas, cierra filas en torno a Caballero, «el único que verdaderamente peleó» para defender la sede, y sostiene que «supondría un impulso importante para poner a Vigo en el mapa en el mundo del fútbol, que es la actividad que más mueve masas».
Los peñistas no esconden su decepción con todo lo que está sucediendo y confían en que el momento actual suponga «un punto de inflexión» para que la RFEF encare una etapa de «mayor transparencia». No apuntan directamente a la responsabilidad de Louzán, pero sí creen que debe actuar. «Si la Federación quiere darle un cambio, es el momento oportuno. Lo que sucedió, sucedió, y ahora son nuevos y tienen que ser transparentes». No creen suficiente que lo deje María Tato como «cabeza visible», sino que debe ahondarse en las responsbailidades.
Alejandro del Rey logró este domingo su primera victoria en el DP World Tour en un auténtico recital del golf español, donde también David Puig e Iván Cantero terminaron entre los cinco mejores. Fue en el Ras Al Khaimah Championship, segundo torneo del año del Circuito Europeo en este comienzo de la temporada en Emiratos Árabes.
El comienzo de año en Dubái, hace ahora siete días, no fue el mejor para la armada española, con únicamente Cantero finalizó entre los 35 mejores. Aunque lo peor fue la debacle de Jon Rahm, que falló su cuarto corte en torneo regular del Circuito Europeo. Pero Del Rey aprendió la lección. Entonces el madrileño tomó impulso para lograr una explosiva victoria, destrozando el campo de Al Hamra GC con una ronda final de 66 golpes, con la que enmarcó su primer triunfo en el DP World Tour con un resultado final de -22 y cuatro golpes de ventaja sobre el inglés Marcus Armitage (-18).
El circuito decidió este año dar una vuelta de tuerca al recorrido, estrechando considerablemente las calles, lo que provocó muchas dificultades para los jugadores desde el tee de salida. La tercera ronda de Del Rey fue clave, ya que sus 66 golpes le permitieron salir como líder destacado en los últimos 18 hoyos. "La verdad es que tuve algunos botes afortunados", confesaba al final del tercer día. En esa jornada los dioses del golf estuvieron claramente de lado del español con bolas muy desviadas que terminaron bien colocadas en la arena del desierto en los hoyos 10, 12 y 18.
Una ventaja sólida
Este domingo salió decidido pese a la responsabilidad de su liderato: birdie en el hoyo uno dejando la bola a un metro y otro birdie en el dos tras golpear el mástil de la bandera y dejando su bola colgando del hoyo. En total, fueron tres birdies en los primeros cinco hoyos, que daban a Del Rey un cómodo colchón. En realidad, lo más cerca que llegó a estar el más atinado de sus rivales, Armitage, fue a tres golpes. Aunque la sentencia llegaría con la racha de tres birdies consecutivos en los hoyos 11, 12 y 13 que ponía al madrileño con seis golpes de ventaja a falta de cinco hoyos.
Embocó un delicado chip desde fuera en el 11, un putt desde 15 metros en el 12 y un delicado putt de cuatro metros en el hoyo 13. El resto del torneo fue administrar sus posibles errores para celebrar el título en su torneo número 70 en el DP World Tour. "Hemos sufrido poco hoy", se escuchaba decir a su caddie Borja mientras caminaban por la calle del hoyo 18.
La ronda del día de 65 golpes fue para otro español, David Puig (-15), que sigue en su empeño de romper las reglas establecidas en este nuevo orden del golf que impera desde hace tres años. El año pasado ya logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de París desde el LIV Golf, aprovechando las pocas oportunidades que tuvo en el Circuito Asiático y en los majors. Y ahora encara un nuevo reto: clasificarse para la Ryder Cup. De nuevo, el español está entre los 100 mejores jugadores del mundo, siendo nuestra segunda referencia tras Rahm. Iván Cantero (-12) redondeó la fiesta del golf español con un sólido quinto puesto gracias a una tarjeta final de 68 golpes.
Formando en Estados Unidos
Del Rey suma el título número 209 para el golf español en toda la historia del Circuito Europeo. El jugador formado en Arizona State tuvo una carrera brillante como jugador amateur, sin embargo, no consiguió rubricar sus expectativas en su salto al profesionalismo. Logró una victoria en el Alps Tour, otra en el Challenge Tour y el honor de haber firmado en 2031 una tarjeta de 58 golpes en Suiza, la más baja en la historia del Circuito Europeo, y su resultado de -14 en un solo día, el más bajo logrado en cualquier circuito profesional.
Terminó con par en el 18 y el reconocimiento de todos sus compañeros, que lo bañaron en agua (a falta de champán) en el green del 18 tras embocar el putt que, por fin, le convertía en ganador. "Es increíble y para esto llevo trabajando mucho tiempo", acertaba a decir el español que escalará casi 150 puestos en el ranking mundial, donde actualmente ocupaba el puesto 308.