Verstappen bate el récord de victorias y Alonso se desespera con Alpine

Verstappen bate el récord de victorias y Alonso se desespera con Alpine

GP de México

Actualizado

El bicampeón frustra a Hamilton en una recta final marcada por el abandono del asturiano y la impotencia de Sainz, quinto con un Ferrari sin potencia.

Bandera a cuadros para Verstappen en el Autódromo Hermanos Rodríguez.AFP

A la ambición personal quería sumar un escarmiento a su gran adversario. Y lo hizo, vaya si lo hizo. El récord de victorias de Max Verstappen en un Mundial supuso también el fiasco de Lewis Hamilton, que aún deberá esperar para sumar la primera en 2022. De momento, ni siquiera el mejor domingo de Mercedes basta ante Mad Max, vencedor en México de una carrera sin mucha historia, ni siquiera trastocada por el tardío abandono de Fernando Alonso. Liberado de ese hipotético safety car, Verstappen pudo festejar por anticipado. 14 triunfos en 20 carreras para un asombroso 70% de efectividad.

A cinco vueltas para la bandera a cuadros, el motor de Alonso lanzó su última bocanada. Rodaba por entonces noveno, a la estela de Esteban Ocon, tras otra brava actuación. “¡Qué temporada, qué temporada!”, exclamó el asturiano, incrédulo ante otro contratiempo mecánico. Los gestos de rabia al bajarse del coche dieron paso a los saludos de agradecimiento a los miles de hinchas que le vitoreaban. Niels Wittich, director de carrera, ordenó la entrada del virtual safety car mientras retiraban el Alpine. Y Verstappen alcanzó la meta con 15 segundos de ventaja, más del doble de la que había iniciado su segundo relevo ante Hamilton.

Tanto ha desquiciado Verstappen a sus adversarios que ya ni siquiera constancia de Ferrari. Carlos Sainz, quinto, con 10 segundos de ventaja sobre Charles Leclerc, cedió un minuto respecto a la cabeza. Y nadie pudo señalar ayer a los pitstops, ni a una estrategia calcada a la de Red Bull. Poco pudo salvar el madrileño de una tarde para el olvido, marcada por los ahogos de su turbo a más de 2.200 metros de altitud. Su adelantamiento sobre Alonso, para recuperar la quinta plaza, debe achacarse más a la debilidad de las ruedas medias del Alpine con 40 vueltas a cuestas. Cuando los ingenieros habían preguntado a Fernando por la conveniencia de un calzado más duro, la rotundidad del asturiano debió de llenarles de gozo: “Me da igual lo que pongáis, porque el coche hoy va bien con cualquier cosa”.

45 vueltas con lo puesto

¿Cuánto aguantaría el material de Pirelli? Si ni siquiera la propia marca italiana parecía saberlo con exactitud, los ingenieros de Red Bull y Mercedes contenían el aliento. A los tradicionales lamentos de Hamilton hubo que sumar el amago de safety car provocado por Daniel Ricciardo y Yuki Tsunoda, resuelto con 10 segundos de castigo para el australiano. El hueco de Verstappen había crecido hasta los 10 segundos. Traspasado el punto de no retorno, sus opciones de triunfo pasaban por aguantar 45 vueltas con lo puesto. Mientras Hamilton se perdía en una letanía de lamentos, él cumplió sin pestañear. Como en un juego de niños.

Pese al inequívoco paso adelante la carrera fue dura para Mercedes. En la primera vuelta , George Russell perdió el paso frente a Hamilton y Sergio Pérez, que no se anda con miramientos cuando corre ante su gente. A los Ferrari se les veía mal, perdiendo casi siete décimas por vuelta con la cabeza, más pendientes de consolidar el quinto y sexto, vista la reñida lucha que aguarda con Mercedes por el subcampeonato de constructores. En el momento de la primera parada, Sainz y Leclerc habían cedido la friolera de un segundo por vuelta frente a Verstappen.

La ausencia casi total de agarre sobre el asfalto complicaba aún más los adelantamientos. Y bien pudo agradecerlo Alonso ante Bottas, que nunca destacó por su pericia en esas lides. El ovetencse, pese a partir con el compuesto medio, había birlado la plaza al finlandés y Lando Norris, a quien ha señalado como su gran rival de aquí a final de año.

La pista de Latifi

El fabuloso ritmo de crucero con las gomas blandas supuso el primer aviso de Verstappen. Y cuando empezó a acusar el desgaste, con Hamilton a 1,6 segundos, pasó por los garajes. Red Bull, que se había enredado con la rueda trasera izquierda de Pérez, sí se mostró totalmente preciso con su líder, que regresaba tercero a pista. Corría la vuelta 25 y el bicampeón se quejaba de su caja de cambios, mientras Hamilton anunciaba pérdidas de entrega de potencia.

Las estrategias seguían totalmente abiertas, dado que nada había podido extraerse el viernes en las tandas largas de simulación. Mercedes destapó sus cartas en la vuelta 27, con el órdago a grande del compuesto duro para Hamilton. Alguna enseñanza pudo extraer de Nicholas Latifi, que ejerció como conejillo de indias a bordo de su Williams. El caso es que cuando reingresó segundo al asfalto, cedía siete segundos ante Verstappen. Su fracaso, rotundo, incuestionable, fue terminar a 15 del ganador.

kpd