EHF Champions League
El Barça busca su tercer título europeo consecutivo como reivindicación ante los recortes de la Junta de Joan Laporta. Se va Fàbregas y el Kiel quiere al líder, Pérez de Vargas. “Si ganamos habrá que mantener el proyecto”, comentan
“Como mínimo, un 15% menos”, “como mínimo, un 15% menos”. Es el mantra del Barcelona con sus secciones: el año que viene, hay que gastar menos, “como mínimo, un 15% menos”. Y eso en el balonmano es mucho. El Barça más exitoso en los últimos tiempos, el que lleva dos Champions consecutivas, afronta este fin de semana otra Final Four de Colonia bajo la amenaza de los recortes de la Junta Directiva de Joan Laporta.
Con el Magdeburg como rival en semifinales (sábado, 15.15 horas, DAZN) y el PSG y el Kielce en la otra parte del cuadro, desde dentro del equipo plantean otro éxito, el tercer título consecutivo, como único antídoto para las rebajas de la sección. “Si ganamos habrá que mantener el proyecto”, dicen, aunque admiten que los próximos años será difícil seguir peleando contra los mejores equipos de Europa.
¿Por qué? Porque la pérdida de jugadores clave ya ha empezado y parece que irá a más. En cuanto acabe la Final Four, el club verá volar a su segundo referente, el pivote francés Ludovic Fàbregas, un hombre que se suponía azulgrana para siempre. De familia catalana, nacido y criado en Banyuls-sur-Mer, a 10 kilómetros de la frontera, el galo ha formado una familia en Barcelona, pero este verano se marchará al Veszprem después de no llegar a un acuerdo de renovación. Un golpe para el equipo. Que, en realidad, son dos.
Y es que para sustituirlo, el entrenador, Carlos Ortega, había pedido el fichaje de Artsen Karalek y los responsables de la sección habían llegado a un acuerdo con él y con su club, el Kielce, pero la Junta Directiva lo tumbó a última hora. La razón: “Como mínimo, un 15% menos” de presupuesto. Y, por eso, para cubrir el vacío que deja Fàbregas el año que viene llegarán dos jóvenes españoles, Javi Rodríguez y Jaime Gallego, procedentes del Logroño y el Torrelavega, que supondrán un gasto mucho menor.
El futuro de Pérez de Vargas
En cifras generales el objetivo es rebajar el presupuesto a poco más de siete millones de euros y situarse así en una segunda línea continental. Muy por encima estarían PSG y Kiel, que superan los 12 millones, algo por encima quedarían otros equipos alemanes y franceses y alguno más centroeuropeo como el Veszprém, pero los responsables del Barcelona consideran que aún así se podrá competir. Con unos ingresos de la sección que apenas superan los 1,5 millones, las cuentas de la entidad no dan para más. La idea es que el equipo se base en sus dos líderes, el lateral Dika Mem y el portero Gonzalo Pérez de Vargas, y en una excelente defensa, pero eso también está en peligro.
Según adelantó ‘Relevo’ y ha podido confirmar EL MUNDO, Pérez de Vargas tiene una oferta del Kiel y su continuidad no es segura. El club alemán quiere al meta español como sustituto de Niklas Landin -que vuelve a su Dinamarca natal, al Aalborg- y le sobra billetera para convencerle. Pérez de Vargas también ha cedido algo de protagonismo a su suplente, Emil Nielsen, y podría ser el momento de su marcha.
Si eso finalmente tiene lugar, el desmantelamiento será completo. Con otros protagonistas, como el central Luka Cindric, con las puertas del club abiertas desde hace meses, el paso atrás sería inevitable. Por los últimos movimientos, como el fichaje del central Pol Valera del Granollers, el Barcelona puede intentar mantenerse en la élite europea gracias al talento español, a los mejores jugadores del resto de equipos de la Liga Asobal, pero está por ver si eso es suficiente.
De momento, la única solución parece seguir ganando Champions y convencer así a la Junta Directiva de Joan Laporta que merece la pena un esfuerzo. Al fin y al cabo, en toda la historia, sólo un equipo ha celebrado tres títulos europeos consecutivos y fue el mismo Barça, en aquella racha triunfal del Dream Team de 1996 a 2000. La historia debería tener valor a la hora de hacer números. Aunque por el momento, antes de la Final Four de este fin de semana, estos son fríos y siguen marcando un objetivo: “Como mínimo, un 15% menos”.