Una excepción en 100 años, ¿por qué en las selecciones sólo triunfa el entrenador nacional?: “Son identitarias”

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Luis de la Fuente nació en Haro (La Rioja), Gareth Southgate en Watford, Didier Deschamps en Bayona y Ronald Koeman en Zaandam. Todos en el territorio de la selección a la que han dirigido en esta Eurocopa. ¿Sorprende? No, porque siempre es así. No se gana con un entrenador que no sea de tu propio país. Lo dice la historia. Desde 1930, año del primer Mundial, y 1960, momento de la primera Eurocopa, sólo una selección ha ganado el torneo con un técnico extranjero: Grecia con el alemán Otto Rehhagel en 2004. Y fue la sorpresa de todas las sorpresas.

«La selección es un equipo identitario, se identifica con una nación. Por eso las grandes selecciones buscan entrenadores del mismo país. Alguien que conozca el fútbol, el entorno y la identidad del equipo», explica el psicólogo deportivo David Peris. Porque sí, la selección es tan mental y emocional como futbolística. Incluso más.

«Sería inaceptable», clamaba hace unos días Sam Allardyce, exseleccionador, preguntado por la posibilidad de que un entrenador no inglés dirigiera a los Three Lions si Southgate era cesado de su cargo. «El técnico de Inglaterra debe ser siempre inglés», añadía Jamie Carragher, leyenda del Liverpool y de la selección. No quieren repetir la experiencia de Eriksson (2001-2006) y Capello (2007-2012).

«Los aficionados estarían encantados con alguien como Guardiola o Klopp, claro, pero tras lo que pasó con Eriksson y Capello creo que será difícil que elijan a un extranjero», explican varios periodistas ingleses en un corrillo formado en la concentración británica en Blankenhain.

“El fútbol francés no está listo para un extranjero”

«Si Deschamps se va, todo el mundo quiere a Zidane como sucesor», explica Denis Menetrier, periodista del diario francés Le Monde. «No creo que haya una voluntad de elegir a un extranjero, sería admitir la debilidad de los entrenadores franceses, que es otro debate. Creo que el futbol francés no está listo para tener un extranjero», reflexiona.

El dato de Rehhagel es contundente: una victoria extranjera en 38 torneos desde 1930. En Europa, lo intentan ahora el español Roberto Martínez con Portugal, antes con Bélgica, y el italiano Montella con Turquía, ambos cuartofinalistas de la Eurocopa. «Tanto en Bélgica como en Portugal, Roberto ha entendido que lo ideal es atraparse de la cultura local, del idioma y de sus costumbres. Es lo principal», admiten los que mejor conocen al seleccionador luso, que desde su llegada obligaba a sus compañeros a hablarle en portugués.

A pesar de los intentos de Brasil con Ancelotti y los rumores del interés de Inglaterra en Guardiola, parece que las grandes selecciones se siguen fiando del talento nacional. En la clase media es diferente: en la Eurocopa hay cinco seleccionadores italianos, son mayoría, Albania tiene al brasileño Sylvinho, Georgia al galo Sagnol… «Buscan fuera el talento que no tienen en casa», explica Peris.

El fútbol de clubes, sin embargo, olvida la nacionalidad y se tira al talento. Ancelotti gana con el Madrid y Guardiola con el City, el Barça y el Atlético están entregados a Flick y Simeone…

kpd