El pívot africano firmó la segunda mayor valoración (41) de la historia de los playoffs. Decisivo el triple de Williams-Goss. “El cuarto será interesante”, avisa Obradovic
Musa abraza a Williams-Goss, en Belgrado.ANDREJ CUKICEFE
Nadie ha remontado un 0-2 jamás en la historia de los playoffs de la Euroliga, pero el Real Madrid se agarra a ese imposible de no pensar mucho más allá del cuarto partido, este jueves (20.30 h., DAZN) de nuevo en el Stark Arena, con los mismos 20.000 apasionados que rugieron ayer. “Tuvimos un problema ofensivo, pero será una batalla interesante”, lanzaba un Zeljko Obradovic -impresionante la pancarta con su rostro en el comienzo del partido en uno de los fondos- consciente de que ni mucho menos todo está finiquitado. Tampoco podrá contar esta vez con el tipo que más problemas ofensivos le resuelve, Kevin Punter (cumplirá su segundo partido de sanción por la pelea del WiZink).
No hubo incidentes en el Stark Arena y sí un ambiente descomunal. Sobre él sobrevoló Edy Tavares. Su rostro de agotamiento tras el duelo hablaba de su descomunal esfuerzo. El martes había salido cojo del Palacio, sin poder disputar la segunda parte ni el duelo del jueves. Una semana después estuvo en cancha casi 36 minutos para firmar una actuación para la historia. Sus 41 créditos de valoración (11 de 14 en tiros, 26 puntos, 11 rebotes, tres tapones…) es la segunda mejor marca de la historia de los playoffs de la Euroliga -la primera, 45, la conserva Luis Scola desde 2005-, además de su tope personal en la competición. El africano agradeció a los servicios médicos del Madrid sus cuidados y avisó para el siguiente round (donde ya se las verá con Mathias Lessort): “Estaré bien”. “Lo hicimos y ahora tenemos que centrarnos en el siguiente, que será más duro que este. Tenemos que recuperarnos de la mejor manera posible para jugar dentro de dos días”, añadió. “Tener a Tavares con nosotros nos ayuda a desarrollar el plan de partido”, le elogió Chus Mateo.
Que también tuvo palabras para Nigel Williams-Goss, el otro gran nombre propio del Madrid. Entre las lesiones y la irregularidad, el base nunca ha terminado de brillar de blanco. Escogió a su ex equipo para firmar su gran noche. Suyo fue el triple decisivo, pero todo lo de antes (22 puntos, tres robos…) fue vital. «Creo que ha sido un partido emocionante decidido en los últimos instantes con ese tiro de Williams-Goss. Ha sido un esfuerzo de todos los jugadores. Estoy muy orgulloso del equipo, supimos sobrevivir”, afirmó Mateo, cuya zona desconcertó a un Obradovic al que nunca había ganado. “Nigel está jugando una temporada sensacional. Ha tenido lesiones pero siempre que está disponible demuestra su potencial. Otros jugadores han estado hoy muy bien, como Mario Hezonja. Lo importante es que todo el mundo ha dado un paso adelante y ha aparecido”, concluyó.
Lucas Sáez-BravoEnviado especial MálagaEnviado especial MálagaActualizado Jueves,
15
febrero
2024
-
23:41Fue un Real Madrid sin chispa, un Madrid de...
El deporte esconde, de vez en cuando, proezas insospechadas y asombrosas, David que vencen a Goliat, Chichi Creus ganando Copas y Ligas con el TDK Manresa o, ahora, el UCAM Murcia plantándose por primera vez en su historia en toda una final de la Liga Endesa. Su gesta es todo un desafío a la lógica: no ha ganado en estos playoffs ni un sólo partido en el Palacio murciano -"Es raro. Este año hemos sido un equipo en casa histórico. Hemos ganado 23 partidos de 25 y no hay manera de ganar en playoff", intentaba explicar su entrenador-, pero, increíblemente, se ha impuesto en los cinco a domicilio, dos en Valencia y tres en la que ha sido la cancha más inexpugnable de toda la temporada, el Martín Carpena.
Incluido el quinto, agónico como todo lo demás, remontando un 10-0 inicial, rematando con un 0-12 pese al fuego en las tribunas malagueñas. Es el primer equipo que lo logra fuera de casa desde el Barça en la 2013-2014, en Valencia. Se las verá a partir del sábado contra el Real Madrid en toda una final que, pase lo que pase ya, será inolvidable en Murcia. "¿Por qué no soñar? Tenemos una posibilidad".
Lo logrado por los de Sito Alonso resulta asombroso desde el ángulo que se mire. Más allá de haberse convertido en el equipo revelación del curso, con un meritorio quinto puesto (batió su récord de victorias) y su billete para la Copa del Rey que se disputó precisamente en el Carpena, nada ha resultado sencillo para los murcianos. "No es lo que está pasando, es cómo está pasando", reivindicaba el entrenador madrileño tras vencer el segundo en Málaga, en un partido en el que se fue a los 100 puntos, ganó donde casi nadie lo ha logrado este año y lo hizo sin cuatro pilares. Como iba a repetir el miércoles tras dejarse los dos partidos en casa y parecer herido de muerte.
Porque la fatalidad ha perseguido a los murcianos, que se presentaron en los playoffs ante el Valencia sin sus dos jugadores interiores referencia. Ni Simon Birgarder (quien ya se lesionó gravemente a mitad de curso, cuando dominaba estadísticamente la Liga) ni Marko Todorovic. Ganaron los dos en la Fonteta como lo iban a hacer después en el Carpena. También sin Radovic (volvió para el tercero) ni Artur Kurucs (con permiso del club por el nacimiento de su hija Vienna).
Sleva y Sito Alonso celebran el triunfo en el Carpena.ACB Photo
Sorprende la energía de los murcianos, un club con menos de 40 años de historia, heredero del mítico Juver y sin interrupción en la ACB desde 2011. Sólo una vez anteriormente habían pisado los playoffs (2016, cuartos ante el Madrid; en 1993 cayó en octavos) y hace dos años llegaron a las semifinales de la Copa ACB. Este año, además, logaron ya su histórica clasificación para la Final Four de la BCL que posteriormente se llevó el Unicaja en Belgrado.
Fue un verano de cambios en la plantilla, pero no en el banquillo, donde se mantiene el temperamental Sito Alonso, un pupilo de Aíto García Reneses que llegó a Murcia en enero de 2019 tras una mala experiencia en Zagreb: fue destituido del Cedevita a los 35 días. Y que tampoco había tenido demasiada fortuna en sus etapas en Baskonia y Barça. Y que tuvo que lidar con momentos complicados que recordaba tras su hazaña en Málaga. ""Nos tachaban de locos mí porque soñamos cosas muy difíciles de conseguir. Aun llegando a la final, no cambio todavía ese momento de la llegada a UCAM Murcia, la salvación. Estábamos en LEB. Este es otro hito también muy importante, de una felicidad tremenda. No imaginaba que iba a jugar una final ACB con UCAM Murcia. Pero aquí estamos, hay que disfrutarlo", explicaba.
En verano llegaron Ludde Hakanson (Bilbao), Dylan Ennis (Galatasaray), Simon Birgander (Joventut), Dustin Sleva (París), Moussa Diagne (Tenerife), Troy Caupain (Brescia), Rodions Kurucs (Estrasburgo) y Howard Sant-Roos (Zaragoza). Todos jugadores fundamentales en el devenir del curso. Aunque, para nombre propio, el de Yannis Morin, la gran sensación de los playoffs. El francés, procedente del Chorale Roanne, fue un refuerzo exprés ante las lesiones de Birgander y Todorovic, pero su concurso está siendo más que decisivo. Incluido un rebote ofensivo y canasta determinante en la recta de meta del quinto en el Carpena. "Empujaba porque veía la solidez del equipo. En la comida los veías y sabías que algo iban a hacer. Iban a competir seguro. Esa unión, esas risas que contagian. La ambición la ha transmitido el equipo a la afición", concluía su técnico, orgullosísimo de la zona defensiva que ha resultado un tormento para Unicaja toda la serie.
«Hola, soy Toni Kroos y quiero que me tatúes a mi perro». A Alejandro del Mazo (@delmazotattoo) le costó un buen rato comprobar que el whatsapp que acababa de recibir no era obra de algún amigo gracioso. Asimilado el encargo, poco después estaba concretando detalles con el futbolista alemán, recibiendo fotos de su brazo, «analizando cada poro de su piel», el tapiz donde iba a plasmar su obra. La existencia le estaba dando un vuelco al joven madrileño, que desde niño se recuerda dibujando «monigotes, monstruos, personajes de Star Wars». Tatuar a un futbolista es como exponer en el Louvre. Nueve días después, el Real Madrid disputó la ida de cuartos ante el Manchester City y cuando Kroos se disponía a botar un córner, ahí estaba, para todo el mundo, el tatuaje realista de Julius.
«Después, en cada abrazo de Kroos al ganar la Champions, todo el planeta tierra estaba viendo mi obra», sigue alucinando Delma, como le conocen sus amigos en Villaviciosa de Odón. A sus 32 años admite que le ha cambiado la vida. De aquel whatsapp tras un cúmulo de casualidades y regates del destino ha pasado poco más de un año y esta misma semana Fede Valverde ha desvelado todo su brazo derecho, jalonado de leones. Alejandro se ha convertido en el tatuador de las estrellas, la recompensa a años de formación para pulir un precoz don artístico, el del dibujo realista, del que es un referente, pues se desempeña con la perfección y el detalle de un orfebre. Impresiona cómo refleja hasta las gotas de sudor, para lo que utiliza con mucha sutileza tinta blanca.
Sentado en su cabina del Drama Tattoo, en Alcorcón, Alejandro repasa su vertiginosa historia de éxito. Hace no tanto «repartía pizzas y vendía maletas en Gran Vía». Su pasión, el retrato, no le daba para mucho más que para exponer sus obras a boli bic en el Auditorio de su pueblo. Hubo dos elementos que lo iban a cambiar todo para bien de su arte. Las redes sociales -«podía llegar a la gente que admiraba, trataba que esa persona famosa viera su retrato. A Connor McGregor conseguimos que le llegara. Me sentía realizado y feliz»-. Y los tatuajes. «Nunca quise ser tatuador. Unos amigos me animaron a hacerlo. Pero fue empezar y llegaron los resultados. Me daba dinero fácil y me resultaba sencillo. Tenía 20 años y trabajaba en curros de mierda», hace memoria.
Del Mazo, con las camisetas y fotos de alguno de los futbolistas a los que ha tatuado.Angel NavarreteMUNDO
Plasmar en piel ajena el rostro de un ser querido, de un antepasado o de una mascota conlleva una mochila de responsabilidad. «Además de la experiencia, tengo mi propia técnica. Lo visualizo todo por capas y uso mucha tecnología. La puedes acabar liando. La piel no siempre tiene las características que uno piensa y te frustra. Es un lienzo humano y hay un montón de cosas que pueden salir mal si no lo tienes todo controlado», admite.
A Kroos llegó a través del brazo de su peluquero, del tatuaje en el que reparó el alemán. «Le dijo que estaba buscando un tatuador de confianza en España y le gustó mi trabajo. Le dio mi contacto. Pero tardó un año en llamarme. Él (Toni) estaba esperando el momento idóneo, como buen alemán es muy cuadriculado. Tenían una semana de descanso en marzo de 2024, justo antes del partido de cuartos contra el City», cuenta Alejandro, que, llegado el momento, se recuerda «acojonado». «Yo estaba muy rayado por si no se le curaba bien. Fue una incertidumbre brutal. Nunca había tatuado a ningún deportista de elite. De normal tienes que dejar unos días sin actividad física por el tema de la sudoración, pero él tenía que entrenar al día siguiente. Le dije que me fuera contado, pero nada, ni un mensaje. Justo el día del partido salió con la camiseta corta y vi mi tatuaje impoluto. Fue como un alivio y empecé a flipar», relata.
Del Mazo, con Toni Kroos.@delmazotattoo
Fueron seis horas en la casa del alemán, donde hasta le invitó a cenar unos solomillos con judías verdes. Alejandro se permitió la osadía de cambiar la idea inicial de Kroos, que quería la huella de su perro recién fallecido. «Mi fuerte es hacer retratos. Al final fue elección mía, también el sitio. Sabía que él era el que sacaba los córners y el antebrazo era el lugar que más se iba a ver. No sólo en la tele, incluso en el FIFA», proclama.
Aunque fue un boom para él, hasta Valverde también llegó por obra del destino, de un retrato del propio uruguayo que había tatuado a un cliente: «De alguna forma lo invoqué». Mina Bonino, la mujer de Fede le contactó por Instagram y al poco se pusieron manos a la obra. Esta vez en sesiones cortas, desde finales de diciembre hasta esta última semana, desde el codo hasta el hombro. «Es un proyecto más grande y fuimos poco a poco. Así pasó más tiempo con él. Y me he ganado su confianza. Estamos viendo a futuro hacer otras cosas».
Alejandro del Mazo, tatuando a Fede Valverde.@delmazotattoo
También con Valverde hubo momentos de tensión. «Me pidió que no se viese el tatuaje, porque quería que fuese sorpresa, sólo enseñarlo acabado. Y por eso siempre juega con camiseta térmica. Pero en una conferencia de prensa salió con camiseta corta y se veía el león sin terminar. Era como ver los cimientos de una obra o el coche en el chasis».
La agenda de Del Mazo echa humo. «Luego he tatuado a Álvaro Rodríguez, que es uruguayo. Fede es su ídolo y son amigos. Le he hecho casi todo el brazo. También del Getafe a Uche. Y a Javi Sánchez, capitán del Valladolid», relata quien confiesa cómo se gana su confianza -«es como un diván y les acabas contando gilipolleces, les enseñas memes...», ríe- y su respeto: «Ponen su piel en mis manos, la dejo marcada de por vida con mi arte».
A Delma, que sueña con trabajar con Ilia Topuria, no le preocupa que muchos tatuadores «puretas» le critiquen. «El éxito depende de lo que cada uno considere como un logro. Yo sé lo que me hace feliz». Por eso nunca les pide dinero, prefiere la experiencia de convivir con sus ídolos y repercusión: «Subir contenido con ellos es más que suficiente. Hubo un Reel que llegó a los 30 millones de reproducciones».