Un hombre condenado en 2016 por la violación de una menor de edad fue seleccionado por el equipo de Países Bajos de vóley-playa para los Juegos Olímpicos de París-2024, confirmó este jueves la Federación Neerlandesa de Voleibol.
Steven van de Velde, que tiene hoy 29 años, fue condenado a cuatro años de prisión después de haber reconoció la violación de una niña de 12 años, según el diario británico The Telegraph.
El deportista cumplió una parte de su pena en Gran Bretaña y luego fue trasladado a Países Bajos, donde fue liberado antes de regresar al voleibol en 2017.
“Conocemos la historia de Steven”, declaró Michel Everaert, secretario general de la Federación Neerlandesa de Voleibol (Nevobo) en un comunicado. “Fue reconocido culpable en la época según el derecho inglés y cumplió su pena”, añadió.
Expertos consultados por Nevobo y por el Comité Olímpico Neerlandés estimaron que no había “ninguna posibilidad” de que Van de Velde reincidiera, subrayó.
Michel Everaert estima todavía que el jugador ha sido “plenamente reintegrado en la comunidad neerlandesa del voleibol” y que se muestra como “un profesional y un ser humano ejemplar, por lo que no hay ningún motivo para dudar de él desde su regreso”.
Según la Federación Neerlandesa, el jugador admitió haber cometido “el mayor error” de su vida en su juventud.
“No puedo dar marcha atrás, así que tendré que soportar las consecuencias“, declaró.
Las últimas horas de McLaren en Suzuka transcurrieron en un clima de cierto nerviosismo, a la espera del resultado de las inspecciones en el coche de Lando Norris. La FIA midió al milímetro cada elemento de los alerones del MCL39 antes de dar su visto bueno, por lo que el británico conservó sus 18 puntos, con los que se mantiene líder, con sólo uno de ventaja sobre Max Verstappen. Sin embargo, el clima en la escudería de Woking distaba mucho de lo que se espera en un líder del Mundial. Andrea Stella, como director de equipo, trataba de ofrecer argumentos para justificar el pit-stop de Norris y explicaba la decisión de mantener a Oscar Piastri por detrás del británico. "Debemos ser un poco cautelosos al juzgar superficialmente", lanzó sobre lo sucedido en el tramo decisivo. Desde luego, los planes de McLaren resultaron como poco discutibles, aunque no tan inexplicables como otros sucesos del GP de Japón.
De 60.000 a 20.000 euros
A las 13:42 horas, los pilotos estaban convocados en la parrilla para escuchar el himno japonés. Bajo los acordes de la banda de la Fuerza Aérea, ante la mirada de la princesa Akiko, representante de la familia imperial, todos debían lucir únicamente sus monos y cascos de carrera. Así lo establece el riguroso protocolo de la FIA y así se comunica a los 20 protagonistas, que el viernes, precisamente, abordaron este tema durante su reunión semanal. Algunos se habían quejado sobre las molestias que implica esta ceremonia, incrustada en el único momento propicio para acudir al baño. Las prisas, esta vez, jugaron una mala pasada a Carlos Sainz, que recibió 20.000 euros de multa por llegar tarde.
El madrileño, nombrado hace sólo tres meses director de la Asociación de Pilotos (GPDA), arrastraba unas molestias estomacales, según confirmó ante los comisarios el doctor Messina. A tenor de los argumentos de la FIA, Sainz debería darse por satisfecho, porque no le aplicaron la cantidad habitual para estas infracciones (60.000 euros). Asimismo, la mitad del castigo impuesto (10.000 euros) queda en el aire durante los próximos 12 meses, siempre y cuando cumpla con los horarios. Según el escrito de los comisarios "mostrar respeto por el himno nacional" supone "una gran prioridad" para el órgano presidido por Mohammed ben Sulayem.
"Bearman ya se ha ido"
Las dificultades de Fernando Alonso al volante del AMR25 quedaron patentes a través de sus mensajes de radio. "El coche rebota antes de la curva 8, de la curva 13 y de la última chicane", advirtió el asturiano, que ya había depositado sus únicas esperanzas en la aparición de la lluvia. "En las curvas de baja velocidad perdimos todo el agarre de los neumáticos, así que tengo subviraje y he perdido tracción antes salir a la recta", lamentaba el bicampeón.
Alonso, durante su único 'pit-stop' en el GP de Japón.ASTON MARTIN
Sin embargo, su mensaje más afilado llegó tras el pit-stop en la vuelta 24, cuando sus mecánicos se demoraron algo más de cinco segundos antes de montar los neumáticos duros. Más del doble que la mejor parada del domingo, organizada para Lewis Hamilton en Ferrari (2,18 segundos). En total, el paso por boxes de Alonso se cifró en 25,6 segundos, un tiempo sólo inferior al de Pierre Gasly (26,0). Nada más salir a pista, cuando su ingeniero le advirtió de que saldría por detrás de Oliver Bearman, Fernando replicó sarcásticamente: "Sí, Bearman ya se ha ido". Con un timing mejor, la pelea por el noveno y el décimo puesto frente al piloto de Haas y Alex Albon no habría resultado imposible.
Tsunoda, piloto del día
En una carrera sin safety car, ni una sola bandera amarilla, Yuki Tsunoda cruzó la meta a 58,4 segundos del vencedor. De hecho, su ritmo por vuelta resultó nueve décimas más lento que el de Max Verstappen, la mayor diferencia entre compañeros de toda la parrilla. En su debut con Red Bull, el japonés acabó decimosegundo, tras ganar dos puestos respecto a la salida. De ese modo igualaba el resultado de Liam Lawson en Shanghai, donde el neozelandés había partido último. Con todos estos datos sobre la mesa, Tsunoda fue elegido piloto del día por los aficionados.
El ídolo local recibió el 23,9% de los votos, el mayor porcentaje en lo que va de año, por delante de Lando Norris en Australia (20,7%) y Andrea Kimi Antonelli en China (20,7%). "Estoy contento en cuanto a mi rendimiento, pero si me atengo al resultado es bastante difícil, especialmente en la carrera de casa, porque quería terminar en los puntos", admitió el ex piloto de Racing Bulls. A lo largo de los últimos 11 grandes premios, el balance de puntos entre Verstappen y sus tres compañeros (Sergio Pérez, Lawson y Tsunoda) resulta aterrador: 175-9.
El espejismo de Hamilton
Entre las vueltas 22 y 29, Lewis Hamilton disfrutó de un momento de placer pasajero en Suzuka. El británico supo exprimir la vida útil de sus neumáticos duros para trepar hasta la segunda posición, justo por detrás de Andrea Kimi Antonelli, su sustituto en Mercedes. A los 18 años, siete meses y 11 días, el italiano se convertía en el piloto más joven en liderar una carrera y en abrochar una vuelta rápida (1:30.965). Cuando el espejismo se esfumó y ambos pasaron por boxes, el golpe de realidad resultó aún más duro para Hamilton.
Hamilton, al volante del SF25, el domingo en Suzuka.AFP
"Agradecería mucho que me dieras información sobre dónde voy lento", espetó el heptacampeón por radio. Al otro lado, Riccardo Adami, su ingeniero pista, citó las curvas 8, 9, 13 y 14, pero ello no iba a tranquilizar a Sir Lewis, que requería de más precisiones. "Una décimas en las curvas 8 y 9", detalló el hombre que ya guio los pasos de Sebastian Vettel y Carlos Sainz. Lo más preocupante para Hamilton es que nunca encontró sensaciones tras el alerón trasero de Antonelli. De hecho, su ritmo promedio por vuelta (1:32.947) fue apenas una décima más rápido que el de Isack Hadjar (1:33.048) el rookie de Racing Bulls.
A la espera de Bahrein, un escenario tradicionalmente favorable para Ferrari, los más optimistas en el garaje de Fred Vasseur salieron con un dato bajo el brazo. Si en 2024, Sainz acabó tercero en Suzuka a más de 20 segundos de Verstappen, este domingo Charles Leclerc cedió apenas 16 segundos antes de terminar cuarto.
El viernes, cuando sólo habían transcurrido unos minutos de la Q1, un miembro del equipo de comunicación de Red Bull irrumpió en la sala de prensa del Corniche Circuit para ofrecer ciertas explicaciones a los periodistas. Mientras Max Verstappen preparaba el coche camino de su primera pole en Jeddah, la escudería intentaba atajar otra crisis en el seno de su garaje. La que ahora afecta a Helmut Marko, su histórico asesor, cuyo futuro a corto plazo pende de un hilo.
Los escándalos del último mes amenazan con llevarse por delante la inercia ganadora del equipo que suma 40 victorias en las 43 últimas carreras del Mundial. Tras la denuncia presentada contra Christian Horner por presunta "conducta inapropiada" y la guerra abierta entre el team principal y Jos Verstappen, padre del piloto, hoy las miradas se dirigen hacia Marko. Su titular del viernes en los micrófonos de Sky volvió a sobresaltar al paddock: "Todo tendría que alinearse para que yo quiera seguir trabajando".
Marko, de 80 años, fue durante décadas la mano derecha de Dietrich Mateschitz, el fundador de Red Bull, fallecido en octubre de 2022. Sin embargo, su autoridad sobre los trabajadores y su influjo sobre Verstappen, de quien se considera mentor, quedan ahora en entredicho por culpa de unas supuestas filtraciones de material sensible. De algún modo, el austriaco parece verse atrapado por otra investigación interna. Y la madeja no para de enredarse.
"Voy a seguir haciendo lo que quiera"
Cuando ayer le preguntaron si pensaba que Red Bull iba a suspenderle, igual que hizo con la empleada que había denunciado a Horner, Marko tuvo que admitir la evidencia. "Es difícil de explicar, pero al final yo decido lo que voy a hacer. Sin embargo, esa posibilidad teórica existe", señaló en la cadena ORF. El caso es que no hay modo de apurar unas horas de tranquilidad en el hospitality energético de Jeddah.
"Es posible que me suspendan para Australia, pero yo voy a seguir haciendo lo que quiera", detalló Marko respecto a la tercera cita del Mundial, agendada para el 22 y el 24 de marzo en Melbourne. Desde luego, aunque se vea fuera, sus dardos a Horner seguirán acaparando las portadas. Especialmente si el británico se plantea un futuro sin Verstappen, por culpa de su guerra abierta con Jos. "El activo más fuerte de Red Bull es Max. No hay piloto más rápido. Si se fuese sería una gran pérdida y un duro golpe para nuestros mecánicos e ingenieros", subrayó.
El respaldo de Verstappen
A falta de que afloren más detalles sobre lo que se antojan meras venganzas personales, Verstappen también quiso a última hora de ayer reiterar su apoyo hacia Marko. "Mi lealtad hacia él es muy grande y ya se lo he dicho a todos los de arriba. El Dr Marko es una parte importante en mi toma de decisiones de cara al futuro, por lo que considero muy importante que siga", adelantó el tricampeón mundial.
La lealtad de Verstappen hacia Marko se remonta una década atras, cuando Marko le ofreció la opción de ser tercer piloto de Toro Rosso durante las tres últimas carreras del Mundial 2014. Entonces ni siquiera había cumplido los 17 años. La apuesta de Marko pesó entonces más que el interes de Mercedes, el equipo que ahora también pujaría por hacerse con sus servicios.
Con algunas cartas ya boca arriba, aún queda dilucidar la jugada más decisiva sobre el tapete. Es decir, la que defina las luchas de poder ante Chalerm Yoovidhya, el máximo accionista de la compañía. El pasado fin de semana, la visita del multimillonario tailandés al GP de Bahrein se interpretó como un resplado hacia Horner, que habría ganado la carrera por sus favores.